Capítulo 10 Condenados

Maggie

Subo las escaleras hacia mi habitación y al cerrar la puerta no puedo evitar sentir unas enormes ganas de llorar.

Estoy condenada y sin escapatoria a un matrimonio sin amor… Bueno por lo menos la compañía va a ser agradable y amistosa…

Mickey es un gran chico, cualquier mujer estaría feliz de casarse con él aunque fuera sin amor… pero yo… yo no puedo…

¿Cómo puedo negarme a sentir amor aunque sea solo una vez?

¿Cómo puedo negarme a encontrar a alguien que me haga sentir amada y deseada?

Observo el papel en mis manos, ese en el que escribimos los puntos de nuestro acuerdo privado.

1. No contacto físico en plan romántico o sexual.

2. Habitaciones separadas.

3. No interferir en la vida privada del otro.

4. Michael Varais podrá continuar con su relación con Suzanne Olsen\, la cual se deberá manejar con total discreción\, de lo contrario deberá pagar una multa de 500.000 dólares\, a causa del perjuicio al buen nombre de su cónyuge.

5. Durante la duración del matrimonio\, esta relación deberá mantenerse oculta al público y cuando estén juntos no se harán presentes en los lugares de frecuencia común de los cónyuges a fin de evitar los malos comentarios y chismes que perjudiquen a los contrayentes o a sus familias y por consiguiente el buen nombre de la compañía de su propiedad\, de lo contrario se aplicará la misma sanción del ítem anterior. 

6. Michael Varais se compromete a no mantener ninguna otra relación fuera del matrimonio\, en caso de suceder\, este acuerdo quedará anulado y se podrá solicitar el divorcio\, además del pago de la multa por el mismo valor.

7. Cualquier relación que sostenga Margareth Austeen por fuera del matrimonio deberá manejarse con total discreción\, con las mismas condiciones de los ítems anteriores\, de lo contrario se aplicará la misma sanción.

8. Este acuerdo no podrá ser divulgado por ninguno de los involucrados\, incluida Suzanne Olsen\, o por los testigos del mismo\, en caso contrario quien lo divulgue deberá pagar una multa de 500.000 dólares a los perjudicados. 

9. En el momento del divorcio los bienes y capital obtenidos de manera independiente por ambos contrayentes\, no podrán ser incluidos en la liquidación de la sociedad conyugal.

10. Los contrayentes acuerdan una duración de dos años para la unión conyugal\, tiempo durante el cual los términos de este acuerdo serán de obligatorio cumplimiento.

Suspiro al terminar de leerlos al finalizar de digitar la información en mi laptop, al mismo tiempo que recibo el correo en el que el señor Varais me envía el acuerdo al que hemos llegado en la reunión de hoy.

Tomo mi teléfono y llamo a Timmy, de verdad necesito desahogarme de toda esta locura que cada vez me genera más desánimo.

-Hola Maggie…- escucho su voz.

-Lo hicimos, aceptamos sus términos, con algunas condiciones de nuestra parte, pero ya está hecho…- le digo.

-¿Cuando?- me pregunta.

-En seis meses… habrá compromiso, boda y luna de miel, fue imposible que cambiaran de idea al respecto- le digo con desánimo.

-¿Estás bien?- vuelve a preguntar.

-No Timmy, sabes que no estoy bien… siento que voy camino al cadalso, como una oveja camino al matadero…- le respondo.

Lo escucho suspirar al otro lado del teléfono antes de preguntarme

-¿Qué puedo hacer por ti Maggie?

- Por ahora estar ahí para mi como siempre\, hablar con Sara para que nos represente… y no olvidar que en dos semanas es mi cumpleaños- le digo.

Lo escucho reír al otro lado y hacer un corto silencio…

-Si… se nos venció el plazo ¿cierto?- dice.

-Si… y antes de… la… boda…- le respondo.

-Entonces… ¿lo haremos?- pregunta.

-Lo haremos…-le respondo.

-Bien… ya veremos cuando…. gracias Maggie…- dice.

-¿Por qué?- le pregunto.

-Por confiar en mi… y por permitirme confiar en ti…- dice.

-Eres mi mejor amigo Timmy, eso no va a cambiar jamás, por nada ni nadie… aunque…- quiero seguir hablando pero me detengo.

Pensaba decirle que Mickey tal vez se haya sentido un poco celoso por esa posición, pero es mejor no hacer o decir nada que pueda poner en riesgo nuestra amistad, sobre todo la de ellos dos.

-¿Aunque que?- me pregunta.

-Nada, olvídalo es una tontería… no olvides que independientemente de nuestro acuerdo debes darme un gran obsequio de cumpleaños- le digo riendo.

-No tienes que decirlo, lo uno no tiene nada que ver con lo otro…- me responde.

-Lo se, solo bromeaba…- le digo, -por favor le avisas a Sara de la reunión de mañana, y tú también, serás nuestro testigo- agrego antes de despedirse.

Me desvisto para tomar un baño y me quedo solo en ropa interior. Miro mi cuerpo, no está para nada mal. Mis senos son de buen tamaño, mi cintura no es muy pequeña pero está bien, mis caderas tienen el tamaño apropiado al igual que mi trasero. Mis piernas son un poco gruesas para mi gusto, pero con un poco de ejercicio estoy segura de que serían perfectas. Mi cabello es un desastre, nada que un buen peluquero no pueda arreglar. Mis ojos son color aceituna, mis pestañas un poco cortas pero espesas y algo rizadas. Mis labios son… extraños pues el superior es un poco más delgado que el inferior. Mi rostro es un poco redondo pero no se ve mal. Si me depilara un poco las cejas seguro que le darían un mejor marco a mi cara…

-Ahhh que estoy haciendo, para qué cambiar…- me digo a mi misma mientras tomo la toalla y me dirijo a la ducha.

Tal vez para gustarle un poco a Mickey

-Cállate…- le digo a mi mente.

Me casaré con Mickey pero eso no representa para nada una relación y menos romántica, lo único que me debe preocupar es que nuestra amistad no quedé arruinada luego de los dos años.

Salgo de la ducha y mientras me cepillo los dientes frente al espejo le pregunto a mi reflejo

-Entonces ¿estás segura? ¿perderás tu virginidad con Timmy?...- suspiro antes de responderme, -es él o es ninguno, además tendrás que enfrentarte al hecho de que “tu esposo” podrá tener sexo con su novia todo el tiempo y tu ¿abstención total?... no, ni pensarlo… al menos podrás decir que no llegaste virgen al matrimonio…

Me pongo mi pijama y voy a la cama… Esta noche va a ser muy larga…

…

Despierto con el sonido de la alarma y un terrible dolor de cabeza, ya que apenas si pude dormir un par de horas…

Me levanto y permanezco sentada sobre el borde de mi cama mientras recapitulo los últimos eventos de mi vida, mi absurda vida.

Por lo menos regresaré a la compañía y procuraré concentrarme en mis diseños para distraer la mente antes de la reunión con Sara y nuestra familia.

Me visto con una falda plisada midi color camel, un bodi cuello tortuga y una chaqueta corta negra de piel que hace juego con mis botas negras a media pierna, aliso un poco mi cabello y aplico un maquillaje suave, aunque un poco más fuerte de lo normal, para que oculte mi cara de desvelo.

Al bajar a la sala me encuentro con mi abuela

-Buenos días- saludo.

-Buenos días Margareth ¿desayunarás?- me pregunta.

-Voy tarde, lo haré en la oficina- le respondo.

-Margareth, el domingo habrá una misa por el aniversario de muerte de tus padres, espero que me acompañes- me dice.

-Claro, lo haré como siempre abuela, no te preocupes- le respondo.

-Bien- dice sin más.

-Debo irme abuela, ten un buen día- le digo antes de salir.

-Margareth…- me llama haciendo girar para verla.

>>Sabes que te amo\, eres mi única nieta y prácticamente mi única familia\, por favor no me alejes..- me dice.

La miro y mi corazón se arruga en mi interior, esta mujer, a pesar de sus errores y de su temperamento un tanto amargo, es quien ha dado su vida por mi, es quien se ha encargado de darme el cariño, a su manera, y el cuidado para que yo sea quien soy hoy.

-Abuela… nada de lo que hagas va a hacer que dejes de ser la mujer más importante en mi vida, tengo tantas cosas que agradecerte… solo espero que al final de todo, esto también sea una de ellas… yo también te quiero abuela- le digo sonriendo antes de salir de casa.

-El chofer te llevará, no tienes que ir en taxi- me dice.

Asiento con la cabeza y salgo. Al subir al coche el chofer me pregunta a dónde vamos y le digo que a la empresa.

Dios, por qué la vida tiene que ser tan difícil…

Al llegar a la compañía el auto ingresa al estacionamiento y luego se retira. Con algo de temor me dirijo al elevador, digito mi código y la puerta se abre inmediatamente haciéndome respirar con tranquilidad.

Rápidamente llego a mi oficina dónde Annie, mi secretaria, me recibe con una sonrisa.

-Maggie, te extrañé ayer ¿ocurrió algo?- me pregunta.

.-Una reunión familiar imprevista- le respondo.

-¿Tu abuela está bien?- insiste.

-Muy bien, gracias Annie, por favor regálame un café bien cargado y consígueme algo para desayunar- le digo.

-Ok, tu agenda está en la Tablet, con respecto al proyecto para presentar en la junta, debo decirte que de la presidencia informaron que se aplazó seis meses- me dice.

No me extraña, era obvio que Andrew Varais no nos iba a permitir presentarlo hasta cuándo la boda se haya llevado a cabo.

-Si, ya lo sabía ¿algo más?- le pregunto.

-La señorita Sara Albine confirmó una reunión a las 11 de la mañana, no estaba en tu agenda pero ella insistió en que estaba arreglada contigo, por eso la agregué- añade

-Muy bien Annie, por favor el café y algo para comer, estoy que me desmayo, me informas cuando la señorita Albine haya llegado- le digo.

La mañana transcurre rápidamente y sin darme cuenta Annie ya está informándome que Sara ha llegado.

Camino hacia la sala de juntas y al entrar veo a Mickey sentado. Su rostro está desencajado y permanece en silencio. Sara y Timmy también se encuentran ahí y el señor Varais igualmente.

-Buenos días- saludo.

Sara se acerca y me da un abrazo.

-Hola Maggie, ¿Cómo estás?- me pregunta.

Le respondo con un gesto mirando a Mickey, lo que le hace entender nuestro estado.

-Muy bien ya que estamos todos, procedamos a firmar- dice el padre de Mickey.

Sara nos entrega a cada uno una copia del acuerdo para que lo leamos antes de presentar el original, por si acaso es necesario realizar algún cambio.

Luego de unos minutos ella pregunta

-¿Todo en orden?- a lo que Mickey y yo respondemos asintiendo con la cabeza.

-Perfecto, entonces aquí está el documento original. Cabe decir que el señor Andrew Varais, firmará en representación de su esposa y de la señora Anna Fulton, quienes declararon anteriormente estar de acuerdo con lo redactado.- dice.

El primero en firmar es el señor Varais, la segunda yo, luego Mickey, quien tardó un poco más en hacerlo, después lo hace Timmy en su condición de testigo y al final Sara, como el abogado representante.

-Bueno si no es más, yo me retiro. Michael, tienes dos semanas para arreglar tus asuntos, te recuerdo que hoy mismo debes mudarte a nuestra casa- dice el padre de Mickey.

Cuando se ha retirado Sara toma el documento y lo guarda en su maletín. Se sienta y suspira.

-Muchachos, esto ha sido de los asuntos más bochornosos que he manejado. No entiendo cómo sus familias pueden condenarlos a la infelicidad- dice, -en cuanto a la otra parte…- pretende seguir hablando pero Mickey la interrumpe.

-¿Podemos irnos de aquí por favor?- dice Mickey poniéndose de pie, -ese asunto prefiero que lo tratemos en tu despacho- agrega mientras sale.

Nos dirigimos al estacionamiento, voy en busca de mi coche pero Mickey me detiene para decirme

-Maggie, es mejor que vayamos juntos, me gustaría después conversar contigo en privado.

Su actitud es fría y distante, su mirada es de tristeza y frustración, por lo que solo le respondo asintiendo con la cabeza.

Subo a su coche y durante el trayecto al bufete el silencio es supremamente incómodo. Luego de llegar vamos al despacho de Sara y al estar ahí ella nos enseña el documento con el acuerdo privado que Mickey y yo hemos redactado, del cual ella y Timmy serán testigos.

Los revisamos y al final lo firmamos. Creo que este, a pesar de tener sanciones económicas, lo hemos firmado con un poco más de agrado que el que elaboró nuestra familia.

-Si no hay nada más que hablar creo que es mejor que nos vayamos- dice Mickey con la misma actitud dura mientras se pone de pie.

-Antes me gustaría conversar algo con ustedes dos, en privado, si no te molesta, Timmy- dice Sara.

Timmy sale del lugar y Mickey vuelve a tomar asiento.

-Chicos, ustedes son mis amigos, nos conocemos desde hace mucho y por esa razón es que me atrevo a hacerles esta pregunta ¿están seguros de querer hacerlo? porque después de que haya presentado estos documentos ante un juez, no habrá marcha atrás.- dice.

-Estoy seguro, no tengo más opción- responde él secamente.

-¿Y tú Maggie? porque sinceramente no creo que estés ganando nada con el acuerdo entre ustedes, ni con el que redactaron sus familias y menos con el matrimonio- vuelve a decir.

-No puedo negarme Sara, mi vida profesional, por la que he luchado, esa empresa era el sueño de mis padres y no puedo dejarlo como si nada, además, como bien lo has dicho, tal vez Mickey es el único que gana en este asunto, pero de no aceptar, también es el que más pierde… no podría estar tranquila sabiendo eso…-le respondo.

Mickey solo mantiene su mirada baja.

-Espero que sepas valorar lo que ella está haciendo Michael- le dice.

El solo asiente con su cabeza.

-Ahora, si me permites, me gustaría conversar con Maggie a solas- vuelve a decir.

Cuando Mickey ha salido, Sara me mira.

-Maggie, en realidad no tienes que hacerlo… Como abogada he sido testigo de muchos acuerdos y matrimonios por contrato, y créeme cuando te digo que son pocos los que resultan bien, pero nunca había visto uno que dejara tan mal parada a la esposa ¿te das cuenta?. Aceptar que Michael continúe con esa chica va a ser una tortura para ti…- me dice

-Eso sería cierto en caso de que yo tuviera algún sentimiento romántico por él pero no es así…- le respondo.

-No me refería a eso Maggie, por lo general la dignidad es más fuerte que los sentimientos y tu estás dejando la tuya muy expuesta… podrías salir realmente lastimada, no quisiera eso para ti… tu eres muy especial para mi hermano, realmente le preocupas…- me dice tomando mi mano por encima del escritorio.

Mis ojos se humedecen porque todo lo que ella me dice son los pensamientos que durante las últimas noches me han impedido conciliar el sueño.

-Gracias Sara, créeme que si llego a sentirme más lastimada de lo normal, tomaré medidas, eso no lo dudes- le digo.

-¿Me lo prometes?- me pregunta.

-Te lo prometo…- le respondo.

Al salir del lugar Mickey y Timmy me están esperando.

-¿Estás bien?- me pregunta Timmy.

Asiento antes de decir

-Te llamo más tarde

Mickey me mira y me toma de la mano al decir

-Vamos Maggie, se nos hace tarde…

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