Capítulo 14 No puedo

Maggie

Escuchar las palabras de Mickey aquella noche durante la cena y además recibir este hermoso anillo, me dejó realmente sin palabras. De no ser porque este compromiso es todo menos real, diría que me sentí la mujer más feliz del mundo.

-Creo que este anillo debió costarle mucho ¿no crees?- le pregunto a Timmy.

-Claro me imagino, no puedo negar que está haciendo todo para que parezca creíble- me responde.

Han pasado ya dos semanas desde entonces y cada vez que veo el anillo me motivo diciendo que vale la pena dedicarle dos años de mi vida a una relación ficticia si con ello garantizo que un chico tan especial como Mickey pueda finalmente lograr sus sueños y ser feliz.

Sin embargo hay algo que me ha tenido incómoda, el hecho de que después de ese evento, lo he notado un poco más tenso y distante. Hemos conversado en contadas ocasiones en la compañía, durante algunas de las reuniones que hemos tenido con sus padres para detalles de la boda.

La semana siguiente después de la cena, Bertha me indicó que era momento para escoger el vestido de novia, que debía ser muy especial para que hiciera juego con ese hermoso anillo que ostento en mi mano.

Hay una agenda que cumplir con tal de que todo se vea muy natural, ya que la prensa de alguna manera obtuvo imágenes del momento en que Mickey me ponía el anillo en el dedo y de cuando nos abrazábamos.

FLASH BACK

Escucho la voz de mi “suegra” al otro lado de la línea y por segundos me pierdo en el brillo de la joya que adorna mi dedo.

-He acordado una cita con Monique Farrel, la famosa diseñadora experta en vestidos de novia para esta tarde, tu abuela ya está enterada, así que te informo para que no te ocupes- me dice.

*-¿Para esta tarde?- pregunto sorprendida.

-Claro querida, faltan menos de cinco meses para la boda y aún hay muchos detalles por organizar, es mejor tener listo el vestido desde ya, así será un asunto menos en la lista- me responde.

No puedo imaginarme a mi suegra y a mi abuela opinando acerca del vestido correcto. Cuando imaginaba casarme y estar en estas diligencias, pensaba que Sussie estaría a mi lado, después de todo ella ha sido desde siempre mi amiga.

Pero en estas circunstancias dudo mucho que lo siga siendo. Le preguntaré a Annie y a Sara si quieren acompañarme.

-Claro Bertha, estaré ahí ¿Sara y Annie pueden acompañarme?- pregunto.

-Por supuesto querida, podrías asignarle a ellas el papel de madrina y de dama de honor, sé que tienes pocas amigas, y esa chica Sussie no creo que en estas circunstancias siquiera imagine hacerlo- me dice.

-Lo tengo claro Bertha, pero gracias por recordármelo- le respondo con fastidio.

-No te enojes Maggie, es solo que esa chica nunca fue la adecuada para Mickey, hay cosas de ellas que tu no sabes y que Mickey se negaba a ver así las tuviera al frente- responde.

Ruedo los ojos mientras me pregunto por qué ellos siempre estuvieron tan predispuestos con Sussie, y me aterra imaginar lo que sucedería si se llegan a enterar de que Mickey y yo acordamos que podrían continuar con su relación.*

*-Bueno Bertha, entonces nos vemos en un rato en la tienda de Monique- le digo cortando la llamada.

Marco el número de Sara para pedirle que me acompañe, lo que ella acepta gustosa, diciéndome que acaba de terminar su visita a los tribunales y tiene la tarde libre. Annie lo hace de la misma manera, aunque llegará un poco atrasada por los pendientes que debe solucionar antes de salir.

Soy la primera en llegar al sitio, minutos después lo hace Sara. Nos saludamos con un abrazo y ella, por enésima vez, toma mi mano para ver el anillo.

-Si no conociera el contexto en el que ustedes van a casarse, diría que Michael escogió este anillo por cualquier motivo, menos por agradecimiento- me dice.

-Estás loca Sara, Mickey solo quiere que me sienta cómoda en medio de todo esto, estoy seguro que cuando tenga que entregarle un anillo a Sussie, será mucho mejor que éste- le respondo.

-Ah, esa chica… nunca me ha gustado, siempre he pensado que no es sincera, ni con ustedes como sus amigos, y menos con Mickey…- me dice.

>>Pero en lo que estábamos\, ¿nunca has pensado que tal vez Mickey está aceptando este matrimonio por algo más que conveniencia?- me pregunta.

-Claro, por miedo a perderlo todo- le digo riendo.

-Es en serio Maggie, esa noche él habló con tanto sentimiento, que estuve a punto de creer que diría que te amaba-  me dice haciéndome reír.

-Claro que me ama, soy su mejor amiga, nos conocemos desde los tres años, no aceptaría casarse conmigo si por lo menos no existiera ese sentimiento entre nosotros, pero no es amor como el que siente por Sussie- le refuto.

-Tal vez, pero espero estar equivocada al creer que no le eres indiferente como mujer a tu futuro esposo- me dice.

Hago un gesto y le señalo el lugar por dónde se acercan mi abuela y mi suegra. Luego de saludar entramos a la tienda y minutos después Annie se hace presente.

Después de casi tres horas por fin ellas están de acuerdo con el vestido que elegí. Un hermoso vestido de corte sirena en brocado que le hace no necesitar ningún accesorio adicional, con pequeñas mangas hasta los hombros, cuello en V muy poco revelador, pero que ajusta el busto.

Insistí tanto en que era el perfecto para mi, pero solo hasta cuando la diseñadora le agregó la cola, un poco larga para mi gusto, y un hermoso velo, mis acompañantes quedaron satisfechas.*

FIN DEL FLASH BACK

-Entonces, anillo, vestido de novia, iglesia y decoración… ¿Qué más te hace falta?- me pregunta Timmy trayéndome de vuelta al presente.

-De mi parte nada, mi abuela y Bertha contrataron una agencia de bodas para la recepción y la comida, yo solo debo escoger el sabor de la torta, junto con Mickey, pero será una semana antes de la boda.

Mi teléfono suena, es Mickey.

-Hola Mickey- le respondo.

-Maggie, iré hoy a ver a Sussie, le dije a mis padres que iríamos a una cena de negocios, te avisaré antes de volver a casa- me dice secamente.

-Oh, está bien. Yo estoy con Timmy aún en la oficina, ya veré que inventamos, no olvides avisarme la hora para regresar a casa- le digo.

-¿Con Timmy? ¿Tienen algún plan?- me pregunta.

-No, tal vez solo cenemos en su departamento, ya sabes, para evitar ser vistos y quedar expuestos- le digo.

Permanece en silencio unos segundos.

-Ok, te aviso cuando esté por volver a casa- me dice y corta inmediatamente.

Permanezco unos minutos en silencio pensando en lo distante que ha estado Mickey durante los últimos días… En fin que problema hay, es lo menos que nos puede suceder, estar estresados…

-¿Tienes algún plan para esta noche?- le pregunto a Timmy.

-Una cita con Netflix- me dice sonriendo.

-Pues tendrá que ser un trío, porque Mickey estará con Sussie, así que iremos a tu casa hasta cuando él me informe que irá a su casa- le digo.

-Perfecto…- me dice sonriendo.

Terminamos nuestros pendientes y salimos de la oficina. Subimos cada uno a su auto y en el camino Timmy se detiene en un restaurante para comprar sushi. Luego vamos a su departamento.

Al entrar al lugar me quito los zapatos y el abrigo para estar más cómoda. Nos sentamos en la alfombra junto al sofá para comer mientras buscamos algo para ver en Netflix.

-¿Ya terminaste de ver Sense8?- me pregunta.

-No, me faltan cuatro capítulos- le respondo.

-Ok, veamos esa- me responde.

Al finalizar aún no he recibido la llamada de Mickey y son casi las 10 de la noche.

-¿Quieres hacer algo más?- le pregunto a Timmy.

-¿Otra serie?- pregunta.

-No… estaba pensando en cumplir nuestro acuerdo hoy…- le respondo sintiendo como mis mejillas se calientan.

Es que algunos capítulos de esa serie tienen un aire de sensualidad que es imposible evitar sentirse motivada…

-¿Ahora?- pregunta con timidez.

-¿Por qué? ¿No quieres? ¿Te arrepentiste? O… Oh por Dios!!! ya no eres virgen!!- le digo

-No… no es eso, es solo que es imprevisto, sabes que me hubiera gustado hacer algo especial- me responde.

-Es mejor así, para no enrollarnos ¿no crees?- le digo.

-Pues si ¿no?- me dice.

-Eh… bueno creo que tengo algo de vino por aquí- dice levantándose.

-Vale, yo iré a tu habitación- le digo.

Al subir voy al baño y me refresco un poco, desde la ida al SPA no he tenido necesidad de depilarme, así que por ese lado no hay problema. Ropa interior normal, tampoco es que quiera seducirlo… Huelo mi aliento y uso un poco de enjuague bucal.

-Lista Maggie- le hablo al espejo, -tampoco es que tengas que serle fiel a Mickey, él está con Sussie, yo puedo estar con quien quiera, así lo acordamos- me recuerdo.

Timmy regresa con una botella de vino y dos copas. Sirve una y me la entrega, la cual bebo de un sorbo, al igual que él.

-Eh… creo que voy a necesitar otra- le digo.

La sirve de inmediato y vuelvo a beberla de un sorbo, sintiendo el calor bajar por mi garganta.

-Bien ¿Cómo empezamos?- le pregunto.

Timmy extiende su mano y acaricia mi brazo con suavidad. Siento como la piel se eriza al contacto.

-Tal vez deba desnudarte- me dice.

-Si, es buena idea, yo lo haré contigo- le digo.

Timmy retira mi blusa dejándome en brasier. Yo hago lo mismo con su camisa.

No puedo negar que este chico tiene un gran cuerpo, se ejercita aunque no demasiado, pero es perfecto. Su piel es blanca y puedo ver su abdomen algo marcado. Una línea de vellos desciende desde su ombligo hasta perderse dentro de su pantalón.

Actuamos sin decir una palabra. Timmy me abraza y acaricia mi espalda. Poco a poco caminamos hasta la cama. Me acuesto torpemente sobre ella y él lo hace de la misma forma sobre mi.

Tampoco es que ambos no hayamos besado a nadie, pero aún así nuestro beso es torpe y lento. Timmy acaricia mi abdomen y suelta mi pantalón bajándolo lentamente. Se separa para quitar el suyo y queda en ropa interior dejando ver que su amigo está más ansioso que nosotros. Termina de quitarme mi pantalón y vuelve a acostarse sobre mi.

Mientras me besa acaricia mis muslos subiendo lentamente hasta mi sexo humedecido por el deseo. Acaricia suavemente generando una sensación placentera.

-Oh Dios, eso se siente bien- le digo.

Extiendo mi mano hacia su miembro y lo acaricio por encima del bóxer haciéndolo gemir. Por instinto toma mi mano y la aprieta, haciéndome sentir el anillo en mi dedo.

Abro mis ojos y veo el destello de la joya en mi mano… Todo el deseo que siento hasta ese momento baja a niveles paupérrimos…

-Timmy… Timmy espera un momento- le digo.

El se separa de mí y me pregunta

-¿Pasa algo? si no quieres seguir puedo detenerme- me dice.

-No… es solo… quiero quitarme el anillo…- le digo.

Retiro el anillo y lo pongo en la mesa al lado de la cama. Timmy y yo volvemos a lo nuestro. Besos, caricias, lamidas en lugares en los que nunca pensé que pudiera sentir placer.

Timmy retira mi brasier y besa mis senos haciéndome sentir muy deseada. Cuando se dispone a quitar mis bragas, mi corazón empieza a latir con fuerzas… la duda me embarga, pero no quiero detenerme, necesito hacerlo, necesito salir de este asunto de una vez… tal vez así no me sienta tan afectada cada vez que Mickey va a verse con Sussie…

¿Qué? ¿Afectada? No… a ti no te afecta que Mickey tenga sexo con su novia, eso es parte del acuerdo ¿o lo olvidaste?

Cierro mis ojos con fuerza para intentar concentrarme nuevamente en lo que estoy sintiendo en este momento.

Un teléfono suena… una, dos, tres veces… no lo respondo… Vuelve a sonar… una, dos, tres, cuatro…

-Lo siento Timmy debo contestar- le digo.

Tomo el aparato, es Mickey…

-Hola Mickey- le digo.

-Ya puedes ir a casa Maggie, tu abuela me ha llamado varias veces, dice que no le respondiste- me dice y noto su voz extraña.

-¿Estás bien?- le pregunto

-Estoy bien, no te preocupes- me responde.

-¿Has bebido Mickey?- vuelvo a preguntar.

-Solo unos cuantos tragos- me responde.

-No te escuchas como quien ha bebido unos cuantos tragos, Mickey- le digo, -¿dónde estás?- inquiero nuevamente.

-¿Por qué? ¿vendrás a buscarme?- me pregunta riendo con burla.

-No pienso dejar que te mates por conducir en ese estado- le digo enojada mientras camino recogiendo mi ropa para vestirme.

-The Ghostbar- me dice.

-Quédate ahí, ni se te ocurra moverte- le digo antes de colgar.

-Lo siento Timmy, no sé qué haya sucedido con él, pero no se oye para nada bien- le digo mientras termino de vestirme.

-Está bien, lo entiendo- dice un poco decepcionado, -¿Quieres que te acompañe?- pregunta.

-No, es mejor que no- le digo caminando hacia la salida.

Me detengo y giro hacia él

-Lo siento Timmy, es mejor que no haya pasado nada más, creo que no quiero correr el riesgo de perder a mi mejor amigo… Lo siento, en serio… pero creo que no puedo… y el hecho de que Mickey haya llamado en el preciso momento ha sido un poco perturbador… sin embargo… ¿sabes algo? Creo que cualquier chica estará dichosa de ser tu primera vez… eres increíble- le digo dándole un beso en la mejilla.

Subo a mi coche y me miro en el retrovisor esperando no encontrar ninguna evidencia de lo que casi sucedió hace unos minutos. Conduzco hasta el bar y al llegar me estaciono frente al mismo.

Entro y al llegar lo veo sentado frente a la barra con la cabeza apoyada sobre el mesón.

-¿Mickey?- lo llamo.

-Maggie, viniste por mí- dice y está completamente ebrio.

-Oh Mickey ¿porqué estás aquí?- le digo.

-Matt- dice dirigiéndose al barman, -ella es Maggie, es mi prometida, nos casaremos en menos de tres meses ¿no es hermosa?- le dice.

-Claro que lo es Mic- le responde éste.

-Si… Margareth Austeen es la mejor mujer del mundo, es hermosa, inteligente y sencilla, debería sentirme feliz por casarme con alguien como ella- vuelve a decir y empiezo a sentir temor de que a este borracho se le vaya la lengua.

-Si mi amor, yo se que está feliz, pero debemos ir a casa- le digo tratando de llevarlo pero como pesa este hombre.

-¿La escuchaste Matt? Soy su amor…- dice riendo

-¿Matt, cierto?- pregunto al chico del bar, -¿Podrías ayudarme a llevarlo al coche? mañana enviaré a alguien para que recoja el suyo.

El chico me ayuda y al estar frente al auto me dice

-¿Dónde dejaste a tu fiel guardaespaldas Maggie? ¿Mi mejor amigo Timothy Albine no vino contigo?- pregunta.

-No… vine sola…- le respondo.

Matt termina de subirlo al puesto del copiloto y le agradezco. Le pongo el cinturón y él toma mi mano y la mira extrañado..

-¿Dónde está el anillo Maggie?- pregunta.

 Mierda… 

Por alguna extraña razón la culpa viene a mi…

-Creo que lo dejé en el baño de Timmy cuando fui a lavarme las manos- le miento.

-Oh… cierto… tú y Timmy son muy unidos… demasiado diría yo…- dice y lo miro extrañada.

-¿Qué dijiste?- le pregunto mientras enciendo el coche.

-Lo que escuchaste… al parecer Timmy y tú están ahora más unidos… tanto que mi buen amigo tiene días de estar ignorándome ¿acaso sabes tú la razón?- me pregunta.

-Estás ebrio Mickey, además no creo que te esté ignorando, todos hemos estado muy ocupados, además Timmy y yo somos unidos desde hace mucho, tal vez no lo recuerdes pero cuando empezaste a salir con Sussie, nos dejaste de lado por mucho tiempo, por eso terminamos siendo más cercanos- le respondo.

-¿Qué tan cercanos?- pregunta y no puedo evitar ponerme nerviosa.

-¿Qué quieres decir?- le pregunto.

-Eso Maggie, no es tan complicado responder ¿Qué tan cercanos son Timmy y tú?- vuelve a preguntar.

Los recuerdos de hace un rato vienen a mi mente, siento como mis mejillas se sonrojan.

-Mucho… somos muy unidos…- le respondo.

-¿Tanto como para que te sonrojes y tardes en responderme?- me dice con enojo.

Volteo a mirarlo y detengo el auto a un lado de la carretera.

-Mickey ¿Qué carajos te está pasando? ¿Acaso estás celoso de Timmy?- le pregunto, -Te recuerdo que esto ya lo habíamos hablado, lo dejamos claro en el acuerdo, tu no te metes en mi vida privada y yo no me meto en la tuya- le digo.

-¿Y desde cuando Timmy hace parte de tu vida privada?- me pregunta.

Mierda… Mierda… Mierda…

-No quise decir eso… no me malentiendas, pero si así fuera no tienes ningún derecho a cuestionarme nada Mickey, yo no lo hago con respecto a Sussie…- le digo.

-No es lo mismo Maggie…- me responde.

-Claro que es lo mismo Mickey, ella es tu novia, tienes sexo con ella, prefieres estar con ella, es más preferirías casarte con ella- le digo levantando un poco la voz.

-Sussie ya hacía parte de mi vida antes del acuerdo- le digo, -Pero Timmy no hacía parte de tu vida privada, por lo menos no en el mismo sentido…

-¿Y cual es ese sentido?- le pregunto enojada, -estás dando por sentado que entre él y yo ocurre algo más…- agrego.

-¿Y no es así?- pregunta.

-N..no… no es así…- le respondo sintiendo nuevamente calentarse mis mejillas.

-Tu titubeo me demuestra lo contrario…- me dice, -por favor enciende el auto, quiero ir a casa… y quiero ver de vuelta ese anillo en tu dedo…

Permanecemos en silencio durante un trayecto antes de preguntarle

-¿Me dirás porque estabas bebiendo? se supone que estabas con Sussie- le digo.

-Lo estaba… pero discutimos- me responde.

-¿Puedo saber la razón?- le pregunto.

-Tu… tú eres la razón- dice suspirando.

-¿Yo?? ¿por qué?- inquiero asombrada.

-Tenía en sus manos un ejemplar de la revista en la que se publicó la noticia de nuestro compromiso y una en la que están publicadas las fotos pre boda que nos tomaron hace algunos días- me responde.

-Entiendo Mickey, pero ella no debería enojarse por eso, todo es una farsa- le respondo.

-Pues ella insiste en que todo parece más real de lo que debería- me responde.

-¿Acaso no era esa la idea?- le respondo.

-El problema es que ella insiste en que tu estás detrás de todo para que termine siendo real, no deja de ofenderte y decir cosas absurdas… y yo no puedo tolerarlo Maggie, yo no puedo permitir que nadie ensucie tu nombre con calumnias y ofensas- me responde.

Aunque esté ebrio, el sonido de su voz me indica que lo que está diciendo es muy sincero, lo que hace a mi corazón saltar dentro de mi.

Volteo para mirarlo antes de preguntar

-Y entonces ¿Qué sucedió?

-Le dije que era una hipócrita, porque pensaba todo aquello de ti pero seguía recibiendo tu dinero para gastarlo en cosas innecesarias- su respuesta me sorprende.

-No has debido Mickey- le respondo.

-Claro que sí, es absurdo que ella siga recibiendo beneficios de tu parte y que  sea incapaz de pensar que todo lo que estás haciendo es también para beneficio de ella, por eso voy a pedirte algo, es más te lo voy a exigir, no le darás más dinero…- responde con firmeza.

-Pero… ella…- intento decir.

-Pero nada Maggie… ella ya lo sabe, así que no tienes de qué preocuparte- dice mirando por la ventana del coche.

-Y ¿Cómo reaccionó?- pregunto.

-Mal… se enojó y me sacó del apartamento gritando improperios… pero ¿sabes qué es lo peor? que no me importó, porque en esos momentos no quería estar con ella respirando el mismo aire, en esos momentos en lo único que pensaba era en verte… y eso… eso me asustó…- responde.

Volteó para verlo pero tiene sus ojos cerrados…

-¿Mickey?- le llamo, pero solo obtengo un ronquido como respuesta.

Continué conduciendo y al llegar a su casa me veo obligada a pedirle ayuda a uno de los guardias para poder bajarlo del coche y subirlo por las escaleras hasta su habitación. No quiero que sus padres se despierten y hagan  preguntas que no tendría como responder.

Al estar solos me dispongo a ayudarle a desvestirse. Le retiro los zapatos, la camisa y me detengo antes de quitarle el pantalón. Pienso que ya casi he visto desnudo a Timmy, qué diferencia puede haber en que lo haga con quien próximamente será mi esposo.

Abro el cinturón y retiro el pantalón. Mickey gira y queda acostado boca arriba permitiendo contemplar su cuerpo por completo. No puedo evitar admirarme ante lo que veo.

Timmy tiene un gran cuerpo, pero no puede compararse con el de Mickey. Su piel tiene  un color bronceado natural que parece perfecto. sus pectorales y su abdomen están trabajados sin verse exagerados y su…

Por Dios Margareth… ver a dos hombres casi desnudos en la misma noche ya es demasiado.

Consigo una manta para cubrirlo y cuando lo estoy haciendo se gira hacia mi y dice

-¿Puedes quedarte?

Sus palabras me paralizan casi impidiéndome responder

-Tus padres…- le digo.

-Eres mi novia, mi prometida, en tres meses serás mi esposa… esto lo hará más creíble… quédate, no voy a hacerte nada Maggie, es sólo que hace días no puedo dormir bien y no quiero estar solo- me dice con un tono de voz que podría derretir un iceberg.

-Ok, buscaré algo para cambiarme- le digo.

-Gracias…- me dice para volver a quedarse dormido.

Voy a su armario y reviso sus cosas. Todo está lleno de su aroma, el cual siempre me ha parecido demasiado seductor. Busco en los cajones y sacó un pantalón corto de playa y una camiseta blanca.

Voy al baño a refrescarme y ahí están todas sus cosas, su cepillo de dientes, su champú, su after shave, pienso que dentro de muy poco el tener contacto con todo esto será lo más normal en mi vida.

Salgo del baño ya cambiada y me meto en la cama, me cubro con la sábana y agradezco no haber pasado a mayores con Timmy. Si tan sólo al recordar lo que paso me hace sentir una cualquiera que acaba de ser manoseada por un hombre y regresa a dormir al lado de su casi esposo, no quiero imaginar como me sentiría de haber tenido sexo con él.

Volteo para mirar a Mickey. Su espalda es perfecta, tengo que retener las ganas enormes de acariciarla y como si pudiera escuchar mis pensamientos se gira hacia mí. Su rostro dormido es perfecto, como el de un ángel. Su respiración es pausada… y ahí contemplando el rostro de mi futuro esposo me quedo dormida.

No sé en qué momento Mickey me abrazó por la cintura, pero en medio de la noche desperté por el calor y el peso de su cuerpo casi sobre el mío, aunque la sensación de sofoco es latente, es más fuerte la satisfacción que me genera su abrazo. Vuelvo a cerrar los ojos y a quedarme profundamente dormida.

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