Capítulo 6 Presionados

Mickey

La alarma de mi despertador suena y extiendo la mano para apagarla. Permanezco en la cama unos minutos más recordando los eventos de los últimos días.

La absurda decisión de mis padres, el impacto que ocasionó en Maggie y en mí, la reacción de Susie, el sospechoso silencio de nuestras familias y la extraña actitud de Timmy y Maggie anoche durante la cena…

Ayer no la vi en todo el día, algo que es bastante inusual, ya que acostumbramos a hacer pausas en nuestras labores para tomar un café, distraernos y hasta salir a tomar un poco de aire fresco.

Entiendo que ella pueda sentirse de la misma manera que yo, pero solo espero que todo esto no nos aleje…

Maggie siempre ha formado parte de mi vida, nuestras familias eran muy unidas y desde muy niños hemos sido muy cercanos. Fiestas de cumpleaños, navidad, vacaciones, el club, la escuela, la universidad y ahora la compañía…

Timmy también ha sido parte de nuestras vidas, no ha estado presente en todos nuestros eventos, pero su presencia ha sido bastante frecuente. Desde que nos conocimos en la primaria, casi al mismo tiempo que lo hicimos con Sussie hemos sido los cuatro, muy unidos.

Bueno a excepción de la época en la que la familia de Sussie tuvo sus problemas. Fueron aproximadamente cuatro años ya que permanecieron fuera del país durante ese tiempo.

Cuando volvieron ella se había convertido en una hermosa chica y la recibimos de vuelta con gran afecto. Mi atracción por ella aumentó de ahí en adelante. Al irnos a la universidad la extrañé demasiado, por eso durante nuestras primeras vacaciones le pedí que fuera mi novia, y eso somos hasta ahora.

Es normal que se sienta afectada por la propuesta de mis padres de casarme con Maggie, porque es mi novia y ella su mejor amiga. Pero su reacción, su actitud me ha parecido exagerada.

La manera como se refirió a Maggie, se supone que es su mejor amiga. De hecho fue ella quien propuso que entre todos la ayudáramos para que pudiera estar en la misma escuela con nosotros y para que su situación económica fuera más llevadera.

En fin… Solo espero que podamos solucionar este asunto lo más pronto posible.

Escucho el sonido de mi teléfono, es mi madre. Desde el día de la reunión no he hablado con ella, ninguno de mis padres me había llamado hasta ahora.

Dudo sin responder o no, pero pienso que entre más pronto enfrente este problema será mejor.

-Madre…- le respondo.

-Hijo, buenos días ¿Cómo estás?- me dice.

-¿Cómo crees?- le respondo.

-Me imagino…- me dice, -Mickey tu padre y yo estaremos esperándote en la sala de juntas hoy a las 10 de la mañana, vamos a tratar este asunto de una vez- agrega.

-Perfecto, nos vemos a las 10- le respondo.

Suspiro y me levanto de la cama para tomar una ducha, me visto y salgo sin desayunar.

Subo a mi auto y mi teléfono vuelve a sonar, es Anna, la abuela de Maggie.

-Buenos días Anna- le respondo.

-Michael buenos días, ¿Maggie está contigo?- me pregunta.

Su pregunta me extraña ¿porqué habría de estar conmigo?

-No señora, cenamos anoche y se marchó en compañía de Timmy ¿sucede algo?- pregunto.

-No la sentí llegar anoche y tampoco la vi salir esa mañana, solo estoy preocupada ya que no ha contestado mis llamadas- me dice.

-Tal vez es que aún está molesta y no quiso verla, seguro llegó muy tarde y salió muy temprano, no se preocupe, voy camino a la compañía, le pediré que la llame apenas la vea- le respondo.

-Gracias Michael- me responde.

¿Dónde pasaste la noche Maggie?

Al llegar al estacionamiento de la compañía veo el auto de Maggie, por lo menos su abuela puede estar tranquila de que no le haya pasado nada malo.

Entro y me dirijo inmediatamente al área de diseño. Camino hacia su oficina y abro la puerta. Ella está ahí, totalmente concentrada en unos planos en la enorme pantalla de su ordenador.

-Buenos días- le digo.

Ella gira para mirarme y sonríe con ¿desgano?

-Buenos días- responde.

-¿Desayunamos?- le pregunto.

-Ya lo hice- responde volviendo su mirada a la pantalla.

-¿En serio? pero es aún muy temprano, ¿desde que horas estás aquí?- le pregunto.

-No hace mucho…- responde.

Recuerdo la llamada de su abuela y me surge una duda

-Entiendo ¿desayunaste en casa?- le pregunto mientras tomo asiento frente a ella.

-No, lo hice en la cafetería- me responde.

-Tu abuela me llamó para preguntar por ti, dice que no te vio llegar o salir ¿pasaste la noche fuera?- le pregunto.

La miro y la analizo un poco, no lleva la misma ropa de ayer, lo que me hace pensar que solo ha estado evadiendo a su abuela.

Sin embargo ella me mira y hay algo de nerviosismo en su expresión… la conozco y sé que algo me oculta.

-¿Dónde podría pasar la noche?- me responde mirándome fijamente.

-Lo siento, no quise insinuar nada, es sólo que tu abuela me llamó preocupada, deberías llamarla- le digo.

-Lo haré, ve a desayunar, ya sabes cómo te pones cuando no lo haces- me responde volviendo su mirada al computador.

Suspiro antes de ponerme de pie y decirle

-Me reuniré con mis padres a las 10 en la sala de juntas

Ella voltea a verme y dice

-¿En serio? ¿Ellos te llamaron?- pregunta ansiosa.

Asiento con la cabeza.

-Mi abuela no me ha dicho nada- dice mirando su celular, -Mierda!, está descargado, no te vayas espera que lo encienda para ver si hay algún mensaje- dice poniéndose de pie y caminando hacia dónde pueda conectarlo.

Espero unos minutos mientras ella enciende el aparato y revisa los mensajes.

-Ok, la reunión es para los dos, mi abuela también estará ahí- dice.

-Muy bien, nos vemos entonces a esa hora- digo y salgo del lugar.

Maggie siempre ha sido muy transparente, translúcida, como dice Timmy, no sabe mentir, se ríe de sus propias mentiras porque nunca le salen bien, y yo la conozco demasiado. Sé que algo la está afectando más allá de nuestro asunto con la familia y sé que oculta algo.

Voy a mi oficina y le pido a mi asistente que me traiga algo para desayunar y mientras espero le escribo un mensaje a Sussie.

-Buenos días nena ¿Cómo amaneciste?

La respuesta tarda unos minutos en llegar.

-Hola amor, triste… no nos vimos ayer y no quiero seguir enojada contigo

-Lo sé nena, yo tampoco quiero que estemos enojados, ya verás que todo se solucionará. Me reuniré con mis padres en unas horas.

*-¿Ella también estará ahí?

-Claro, ella también es parte de este asunto, está tan afectada como yo...

-No lo sé… ella al contrario que tu, tiene todo que ganar con ese matrimonio*

-¿Qué dices Sussie? ¿A qué te refieres con eso?

-Tu lo sabes bebé, ella va a tener un esposo guapo, algo que nunca podría conseguir si no fuera por un matrimonio obligado

-No me gusta que hables así, Sussie

-Lo siento ¿ok? es solo que no puedo evitar estar molesta y hasta un poco celosa

-No debes estarlo, sabes que yo te amo…

-¿En serio? entonces demuéstramelo.

-¿No has tenido suficientes pruebas?

-Si… pero sólo prométeme que no te casarás con ella, por favor, me romperías el corazón…

-Jamás te haría daño amor, y sabes que no me voy a casar con otra que no seas tu… te amo a ti…

-Está bien, bebé. Yo también te amo…

Me entristece ser el responsable de las inseguridades que Sussie tiene en estos momentos, porque soy testigo de lo mucho que le costó dejarlas atrás en el pasado.

Antes de que nos hiciéramos novios tuve una vida un poco desordenada sentimentalmente, podría decirse que fui un tanto mujeriego, y cuando ella regresó había aún muchas chicas con las que me relacionaba. Ella no la pasó muy bien que se diga, era muy celosa y se sentía poca cosa para mi.

El rechazo de mis padres a nuestra relación no ha ayudado mucho… y ahora esto…

Termino mi desayuno y me dedico a trabajar. No logro concentrarme mucho, pues la ansiedad de la próxima reunión me tiene bastante ansioso.

Sin darme cuenta pasan las horas y logro un poco de concentración, la cual es interrumpida por el sonido en la puerta.

-Adelante- digo permitiéndole a mi asistente entrar.

-Michael, tus padres te esperan en la sala de juntas- me dice.

Asiento con la cabeza sin poder evitar sentir un nudo en mi estómago, algo que no sucedía desde que era un adolescente y enfrentaba a mis padres por alguna travesura.

Camino hacia la sala de juntas y en el camino me encuentro a Maggie, quien está igual de ansiosa que yo.

-Por Dios, esto es terrible, me siento como una niña a la que van a castigar…- me dice.

-Yo igual- le respondo.

Ambos entramos en la sala de juntas.

-Buenos días- saludamos al tiempo.

-Hijo, Margareth, tomen asiento por favor- dice mi padre, -Ambos saben cuál es la razón de esta reunión, así que vayamos al grano- agrega.

-Antes de empezar, quiero decirle algo a mi nieta- dice Anna.

Maggie baja la mirada cuando su abuela empieza a hablar.

-Quiero pedirte perdón por la manera en la que te expresé mis pensamientos la última vez, eso no quiere decir que me arrepienta de ello, pero quiero que tengas en cuenta que todo lo que he hecho y hago ha sido por tu bien- dice.

No tengo idea de qué carajos está hablando esta mujer, pero veo a Maggie sonreír de manera sarcástica, y cuando levanta su mirada noto que está haciendo un gran esfuerzo por no llorar.

-¿También me humillas y ofendes por mi bien?- le responde.

-Margareth…- intenta seguir hablando su abuela.

-¿Sabes qué abuela? Ya me quedó claro lo que piensas de mí, así que por favor, terminemos de una buena vez con esto- dice volviendo a bajar su mirada.

Mi padre empieza a hablar y lo primero que dice es

-Margareth, tu abuela nos ha comentado las desavenencias que han tenido los últimos días, y por esa razón me ha pedido que de ahora en adelante sea yo el que hable por las dos familias, ya que nos hemos puesto totalmente de acuerdo en lo que hemos decidido.

Ella y yo lo miramos de frente para luego observarnos nerviosamente.

-¿Ya tomaron una decisión?- pregunta mi padre.

-Creía que ya lo hlabíamos dejado claro, no vamos a casarnos- le respondo.

-¿Margareth?- pregunta mi madre.

-Pienso igual que él- responde sin levantar la mirada.

-Bien… entonces nos veremos en la obligación de tomar medidas. No queremos que piensen que esto es un capricho nuestro, tenemos nuestros motivos que tarde o temprano sabrán y entenderán, pero ya que no quieren acceder voluntariamente, pues tendremos que forzarlos- dice mi padre mientras mi madre baja la mirada y Anna observa fijamente a su nieta.

-¿Y qué piensan hacer? ¿Nos llevarán al altar a punto de pistola?- digo irónicamente.

Mi padre sonríe con algo de sorna antes de responder

-No sería tan mala idea, pero no… Eso no será necesario, yo sé la clase de hijo que he educado, y esto lo digo también por Anna, Margareth. Ambos estamos seguros de que son personas de bien y que siempre harán lo correcto sin importar las circunstancias- dice poniéndose de pie.

-¿Qué estás planeando papá?- le pregunto enojado.

Él sonríe mientras se pone de pie y toma a mi madre del brazo

-Tarde o temprano me lo agradecerás hijo- dice antes de salir.

Anna se levanta y camina detrás de ellos sin mirar a Maggie. En el momento en el que la puerta se cierra y quedamos solos, ella coloca su cabeza sobre la mesa y empieza a llorar.

-Hey,  hey Maggie, no llores… no vale la pena…- le digo mientras acaricio su cabello.

Ella por el contrario aumenta la intensidad de sus sollozos, hasta el punto de no saber cómo tranquilizarla.

-Vamos Maggie, tienes que calmarte, tampoco es que sea una idea horrible que te cases conmigo - le digo en broma intentando hacer que deje de llorar.

Ella levanta su rostro mientras seca sus lágrimas con la manga de su abrigo.

.-No lo entiendes Mickey, tú no eres el problema, tampoco el dichoso matrimonio, es ella… es mi abuela…-dice mientras sus lágrimas vuelven a caer de sus ojos.

>>Dime algo Michael ¿soy fea? ¿soy una persona tan desagradable como para que tenga que pensar que nunca voy a encontrar quien me ame? ¿Cómo para creer que mi única opción es un matrimonio forzado?- me pregunta.

-¿Qué estás diciendo Maggie? tu no eres fea, en absoluto, eres algo descuidada, eres tú… Amo que seas así, esa es tu personalidad, tu estilo, no te gusta exhibir tus atributos y nada de eso es relevante, y si alguien no se ha fijado en ti es porque la mayoría son unos imbéciles que solo miran el exterior, lo que las chicas muestran y no se toman el trabajo de darse cuenta lo maravillosa que eres- le digo.

-Exacto!! Yo soy así, yo detesto el maquillaje, ir a la peluquería, ser una esclava de la moda, yo soy así… Sé que si me decidiera podría ser muy bella a los ojos de los demás, bajo capas de maquillaje y pintura, con ropa atrevida y a la moda, podría enamorar a cualquiera, pero no quiero ser reconocida por eso…

>>Tu sabes que este medio en el que se mueve nuestra empresa es muy machista\, no quiero ser la chica bonita que diseña motores y carros\, quiero ser reconocida por lo que soy\, por mi talento\, no por ser una muñeca bien vestida…

Escucharla desahogarse de todo lo que la ha atormentado es duro y las palabras para consolarla parecen no venir a mi mente.

-Yo lo sé Maggie- le digo mientras la atraigo hacia mi y la abrazo.

-¿Entonces por qué ella no puede ver eso?- me dice, -¿por qué quiere hacerme sentir mal solo para que acepte este matrimonio? No es justo Mickey, yo quiero casarme por amor, vivir al lado de un hombre que me ame y me acepte por lo que soy, no por cómo me veo o porque lo obliguen a hacerlo ¿Cómo puede pretender robarme eso?- me dice.

Permanecemos en el lugar hasta que ella empieza a calmarse, en un silencio que es algo incómodo, porque la situación es difícil para ambos. Yo no me quiero casar con ella porque tengo a Sussie y la amo, pero ella argumenta simplemente que yo no soy el adecuado, porque no me ama… Es cómo sentirse rechazado pero sin que duela… es algo confuso.

Mi teléfono suena, es Sussie

-Hola nena- la saludo.

-Mickey ¿pasa algo con tu tarjeta de crédito?- me pregunta.

-No, que yo sepa- le respondo.

Desde hace ya algún tiempo trámite una tarjeta extensión de la mía, para que Suswsie pudiera comprar lo que necesitara sin necesidad de estarme pidiendo, pues yo sabía que eso la incomodaba.

-Es extraño… estoy en el centro comercial, necesitaba comprar algunas cosas, pero la han rechazado- dice.

-Bueno, ya lo arreglaré. Voy a hacerte una transferencia a tu cuenta y pagas con la tarjeta del banco, dame unos segundos- le digo.

Maggie me observa con tristeza mientras sostiene su rostro con una de sus manos.

Ingreso a la aplicación del banco que tengo en mi celular, pero no me permite. En cambio me envía un mensaje diciendo que no tengo acceso a la cuenta desde este dispositivo. Comienzo a desesperarme.

-Susie, te llamo en un minuto- le digo antes de colgar.

-¿Pasa algo?- me pregunta Maggie.

-Ven vamos a mi oficina- le respondo tomándola de la mano.

Al llegar voy directo a mi computadora, voy al sitio del banco para ingresar y ver mi saldo. El mismo mensaje. Usted no tiene acceso a través de ese dispositivo.

-No puede ser posible!!! La bloqueó, papá bloqueó mi cuenta y mis tarjetas de crédito!!!- grito.

-¿Estás seguro?- pregunta Maggie.

-¿Puedes revisar las tuyas por favor?- le pregunto.

Ella toma su celular y luego de unos minutos me mira

-¡Están bloqueadas, mis cuentas están bloqueadas, no puedo creerlo!!! ¿Creen que de esta manera nos van a obligar a hacer lo que ellos quieran?- dice enojada.

Mi teléfono vuelve a sonar, es Sussie.

-Cariño, no he recibido la transferencia-  Me dice

-Nena lo siento, hay un inconveniente con mi cuenta. ¿Crees que podrías hacer tus compras más tarde?- le digo.

-Pero bebé, ya tengo todo escogido, voy a pasar mucha vergüenza-  la escucho decir.

-Lo siento nena, no quiero que te sientas mal..- le digo llevando una mano al puente de mi nariz.

-¿Cuánto necesita?- escucho a Maggie preguntar, lo que me hace mirarla con asombro.

-¿Cuánto necesitas?- le pregunto a Sussie.

-1.200 dólares- responde.

-1.200 - le digo a Maggie, ella al escuchar la cifra levanta una ceja, pero no dice nada.

Yo se que en ocasiones Sussie puede ser algo exagerada con las compras… pero no puedo evitar consentirla un poco.

-Listo- dice Maggie luego de estar unos segundos en el celular, -dile que puede revisar el saldo.

-Ya está solucionado nena- le digo a Sussie.

-Ohhh, gracias bebé… te amo, te amo, te amo…- me dice.

-Yo también te amo Sussie- le digo antes de colgar.

Miro a Maggie que está revisando su teléfono

.-Gracias Maggie, te pagaré apenas resuelva todo esto- le digo.

-No te preocupes, sé que lo harás- me dice sin levantar la mirada.

-¿Cómo es que tienes otra cuenta?- le pregunto.

Ella levanta la mirada un poco asombrada y sus mejillas se enrojecen un poco.

-Eh… si… es una larga historia que algún día te contaré- me responde, -No puedo creer que mi abuela haya hecho algo así, menos mal que cuento con este dinero, de lo contrario me tendría en sus manos- dice.

-Si, enhorabuena, lo mío es diferente, ellos sí que me tienen en sus manos…

El teléfono de Maggie suena y ella responde

-Hola Timmy ¿aún no llegas?

Permanece escuchando un poco más.

-¿Cómo que tu pase no funciona?¿Desactivado?- pregunta.

-No te preocupes, ya lo voy a solucionar- dice enojada.

-¿Qué sucede con Timmy?- pregunto.

-Son… son… son unos miserables!!- dice mientras se pone de pie, -le negaron la entrada, su pase no funciona y su código fue desactivado ¿sabes lo que eso significa?- me dice.

-Que están cumpliendo sus amenazas… - le respondo.

Ambos nos dirigimos a la oficina de recursos humanos para averiguar lo que ha sucedido.

-Lo siento señor Varais, su padre ordenó la cancelación del código del señor Albine, es cómo si ya no trabajara para la compañía- me explica el encargado.

-Pero eso es imposible, Timothy tiene mucho trabajo pendiente, sin él en el equipo nos atrasaremos muchísimo en los proyectos- dice Maggie enojada.

-Tranquilízate Maggie- le digo mientras miro al encargado de recursos humanos, -puedes darle un pase temporal por el día de hoy mientras solucionamos este inconveniente?- le pregunto.

-Seguro señor, en un minuto se lo entrego- me responde.

Con el pase en la mano Maggie y yo vamos hasta la entrada para que le permitan el acceso a nuestro amigo. Él nos observa con ansiedad y al entrar solo pregunta

-¿Qué carajos ha sido eso?

-Vamos a mi oficina Timmy, hay mucho que contar.

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