Capítulo 12 • Posada navideña.

—Y supongo que comiste en el motel, ¿verdad?—pregunta Carl mientras sigue a su hija. Diana se da la vuelta al escuchar esa pregunta y ver a su padre con una sonrisa...

—¿De que estás hablando, papá?—finge sorpresa y frunce el ceño al escuchar la pregunta de su padre.

—¿Es mentira?—camina Valeria hacia la sala y Diana y su padre la siguen.

—Mami, eso es mentira... tú jamás creerías que yo haría algo así—ríe ante la acusación.

—¿Y entonces dónde estabas?—pregunta Carl.

—Salimos de casa de mi amiga y fuimos a cenar, esa fue la razón de que tardáramos—ríe. —No hagas relajo por algo tan simple, además David es solo...—ve al horizonte por unos segundos mientras recuerda la vivido con David. —Es solo un amigo, no se preocupen—sentencia mientras se acomoda un mechón de su cabello y ve al suelo.

Sus padres ríen. —¿Por que nos mientes, linda?...—comenta su padre.

—Vamos, Diana. Por favor... ¿no recuerdas que tu iPhone y los nuestros están sincronizados? Conocemos tu ubicación en todo momento mi amor...—sonríe Valeria. —Sabía que no me creerías, por ello guarde una captura de pantalla...—la muestra y coloca frente al rostro de su hija.

Diana ríe nerviosamente.

—¿Ahora que dirás?—agrega su madre.

—Nada...

—No hay confianza, entiendo que... quisiste hacerlo—ríe. —No sabíamos dónde estabas, y se que ya casi eres mayor de edad, por lo tanto puedes tomar tus decisiones, pero nosotros te dijimos una hora aquí, no contestabas ni siquiera las llamadas. Pudiste decirnos que te irías con él y no tendríamos tantos problemas... por mi parte me molesta eso, tu padre si está furioso y el quería ir a sacarte de donde estabas... menos mal lo detuve—responde Valeria mientras guarda su teléfono y ve a su hija.

Su padre bufa. —No te confíes de cualquier chico, no tienes que ir a encerrarte con un chico sin siquiera conocerlo...

—¡El no es cualquier chico!—se exalta ante el comentario de su padre.

—Cálmate... ¿al menos usaste protección?—interroga él.

—¡Papá!—se levanta del sofá y niega con la cabeza múltiples veces. Molesta se dirige a las escaleras.

—¡No te vayas cuando te estamos hablando, Diana!—le grita su madre mientras apunta al sofá para que ella vuelva.

Diana se queda estática, en su tiempo estando en su actual realidad, jamás había escuchado esa voz por parte de su madre. Voltea y regresa lentamente a sentarse.

—Si, use protección. Por eso no se preocupen, no soy tan estupida—sentencia.

—Ay, Diana...—contesta su madre mientras se lleva las manos a su rostro.

—Mamá, creo que pueden comprenderme. Me gano la emoción, creo que todos lo vivimos. Quise hacerlo y perder la virginidad con él, no le veo problema, además... es mi novio...—contesta con una mueca de preocupación por la repuesta de sus padres, sus expresiones reflejan su sorpresa.

Valeria ríe. —Estoy sorprendida, dijiste algunas veces que jamás terminarías en una relación con él... pero...—voltea con su esposo.

—Ni lo pienses, ese chico es buena onda pero no conocemos lo suficiente—contesta Carl.

—El es muy lindo... me trata... como su princesa...—responde Diana, sonríe al sentirse extraña por decir esas palabras.

—Amor, que cene con nosotros el día final de clases. Nuestra hija si se ve realmente feliz con él... hay que conocerlo. Conozco al chico solo de lejos, nunca lo he tratado, será un buen momento para conocerlo—sentencia Valeria mientras coloca su mano en el hombro de su esposo.

El de mala gana acepta y suspira sin responder nada.

—Diana, entendemos que estás en la edad. Lo único que quiero es que te cuides, y cuando te llame avísame donde estarás, sin mentir...—agrega Valeria mientras se levanta de su sofá.

Diana acepta y se retira sin continuar la charla, la incomodidad le rebasó y solo pensaba en irse a su habitación.

—En que momento creció tanto nuestra princesa...—exclama Valeria mientras observa por la ventana del comedor.

—No lo sé, a veces hubiese querido que siguiera siendo una niña...—contesta Carl mientras ve un cuadro de colores que tienen al fondo del comedor.

...Lunes 10 de diciembre....

...(Posada de la escuela)...

Diana se prepara para su posada, un final de año extraño para ella, tal vez más para ella que para cualquiera de los presentes en la posada. Exactamente en 14 días deberá tomar una de las decisiones más difíciles de su vida. Volver a su antigua vida, una vida dentro de un closet, llena de depresión y tristeza, una vida donde no puede ser ella realmente. O quedarse en su nueva realidad, con una vida que siempre ha deseado y la vida que quiere y debe tener, una donde es quien es, una linda y dulce chica.

Termina de maquillarse para colocarse su vestido color beige y con brillantina, después de unos minutos se lo coloca y le queda perfecto, su peor miedo era que durante el fin de semana subiera de peso y el vestido no entrará, pero todo fue solo exageración. Toma su iPhone para tomarse una fotografía cuando observa la notificación de su novio, David.

...WhatsApp • Chats...

David: Amor, ¿ya terminaste de cambiarte? Como siempre, te has de ver hermosa.

^^^Estefanía: ¡Te veré allá!🫣^^^

Diego: ¡Oye! ¿Podríamos hablar en la posada?

...Ingresa al chat de su novio y responde....

...WhatsApp • David...

...12:34 PM...

David: Amor, ¿ya terminaste de cambiarte? Como siempre, te has de ver hermosa.

...Diana: ¡Hello, baby!...

De hecho ya terminé de cambiarme. Nos veremos en la escuela, terminaré de retocar mi maquillaje. Te amo🥰

Se toma algunas fotografías y después de unos minutos su madre ingresa a su habitación, Valeria ve a su hija en ese vestido color beige y con brillos, sin duda alguna resalta y se le ve hermoso.

—Mi niña...—exclama para después tomarle una fotografía mientras ella está frente al espejo terminando de maquillarse.

—Aún no terminó de maquillarme, espera para la sesión de fotos—le pide ella.

—Está bien, nos tomamos una foto antes de irnos. Por cierto, ¿tu amiga Fanny irá a la posada?

—Claro, de hecho chatee con ella hace rato y me confirmo que estaría allá, su último mensaje fue que nos veríamos allá—contesta Diana. —¿Por qué, mami?—

—Solo preguntaba, ya tiene más de una semana que no la veo. De hecho, ¿recuerdas la fiesta de disfraces? La que hicimos el 31 de octubre... esa fue una de las últimas veces que vino a casa, ¿no?—comenta su madre mientras camina por la habitación de su hija.

Los recuerdos de Diana sobre esa fiesta fluyen, extrañada responde que si recuerda, con una sonrisa. —Una de las mejores fiestas...

Después de terminar de retocar su maquillaje se prepara para ir a la posada, sus padres la llevan y le acompañarán. Toma su mochila y sale de su habitación para bajar por las escaleras a la sala, donde su padre espera por ella y Valeria para finalmente subir al auto e ir a su destino.

—Que linda te ves, princesa. Como siempre—agrega su padre mientras le besa la frente.

—Sin duda lo saco de mí—Valeria guiña el ojo.

—Eso sin duda mi amor—Carl besa a su esposa.

—Tómanos una fotografía, y después nos tomamos una fotografía los 3...—le entrega su teléfono y Carl toma la fotografía. Valeria abraza a su hija y ambas sonríen mientras de fondo está el árbol de navidad que compraron durante el fin de semana.

Concluidas las fotografías suben al auto y atracan con rumbo a la posada, Carl sonríe porque conocerá al novio de su hija, tiene pensando hacerle alguna broma.

Mientras van en el auto. —Oye, hija. ¿Y tu novio crees que se moleste si le hago alguna especie de broma? No se... sacarle una réplica de arma o algo...—comenta sin quitar la vista del camino.

—Papá...—responde en un tono serio.

Valeria solo ríe mientras observa por la ventana el camino a la escuela de su hija.

Después de unos llegan a su destino, en lo que Carl estaciona el auto ellas se bajan y caminan hacia la escuela.

—Creí que sería en salón la posada, pero creo que me agrada que haya sido aquí en la escuela, de igual forma por lo que sé, no durará mucho—comenta Diana mientras caminan y ven a los demás de igual forma ir llegando.

—Yo sí quería que fuera en salón, apenas vamos llegando y ya me dio frío—responde su madre.

—Le diré a papá que te abrace—agrega Diana entre risas y mientras abraza a su madre.

—Ahorita que venga le diré—guiña el ojo.

De camino se encuentran con David y Estefanía.

—¡Estefanía! Hola, mi niña. ¿Como has estado?—pregunta Valeria al ver llegar a Valeria.

—Muy bien, señora. ¿Usted qué tal?...—responde Fanny.

—De maravilla, Diana se quedó atrás con una compañera, ya viene, noto que la estás buscando...—responde ella al ver que Estefanía busca a su amiga.

Al mismo tiempo que David llega con Estefanía y Valeria, Diana llega.

—¡Diana!—corre Estefanía para abrazarla, pega su mejilla junto a la de Diana. —Fotito...—saca su teléfono y toma una fotografía mientras ambas están abrazadas.

—Una foto como cada año—agrega Estefanía.

—Una foto en la mejor época del año...—vuelve a abrazar a Estefanía y la aprieta. Después de apartarse de ella ve llegar a su padre.

Diana camina con David, con un beso le saluda y después lo toma de la mano para voltear con sus padres. Estefanía sorprendida observa con detalle sí es cierto lo que sus ojos creyeron ver.

—Mamá, papá. Les presento a mi novio, David...—sonríe mientras con sus manos lo presenta y el sonríe.

—Hola, señor y señora Castaneira—sonríe nerviosamente.

Estefanía no responde nada, solo en medio observando sus reacciones.

—Mucho gusto, David. Te recuerdo por la vez que fuiste a la casa, hemos escuchado mucho de ti—responde Valeria. —Veo que al final si terminaron siendo novios ustedes dos. La primera vez que nos visitaste, aunque fue de entrada por salida, le comenté a mi hija y le estaba molestando con que tú eras su novio, veo que tenía razón—agrega con una sonrisa.

Carl sonríe y estrecha su mano con el chico. —Me gustaría que me acompañes para hablar contigo, será una charla de caballeros—exclama él.

Diana se intenta acercará a David pero su padre se niega. —Será una platica de hombres, aquí esperamos, nena—sentencia su padre.

Estefanía molesta se aparta de ellos y se pierde entre las personas que llegan. Diana lo percibe e intenta alcanzarla y buscarla entre la multitud.

—Hija...—grita Valeria al ver como su hija se separa.

—Espera, mami. Ahorita vuelvo...—responde mientras sigue a Estefanía.

Diego se cruza en su camino y sonríe al verla. —Que bueno que te encuentro, no me contéstate el mensaje que te envié en la mañana...—comenta el mientras la abraza.

—Diego, ahorita no...—responde ella.

—No te quitare mucho tiempo—la toma del hombro. Diana a lo lejos intenta seguir a su amiga pero se ha perdido.

De mala gana y resignada, acompaña a Diego. —Vamos por ponche y quizás me coma un tamal...—agrega Diego mientras caminan.

—¿Los chismes que circulan en los grupos son ciertos? ¿Eres novia de David?—pregunta mientras llegan a la mesa donde se encuentra la comida.

—¿Por qué la pregunta?

—Entonces es cierto... No puedo creer que estes con un tipo como él, yo era tu mejor opción por mucho... que tonta te miraste al no tomarme a mí—le recrimina mientras niega con la cabeza.

—¿Para esto querías que habláramos? Que ardido eres—se aparta de él.

Diego la sigue y la detiene. —Diana, perdón. Es solo que después de todo lo que me dijiste... me entero que sales con él...—declara mientras camina y se coloca frente a ella.

—Pues lo elegí a él, de verdad lo quiero y lo nuestro se dio. A pesar que lo rechace en el pasado, me di cuenta de mi error y acepté ser su novia, no hay más... lamento que lo nuestro no se diera lo nuestro—sentencia Diana mientras intenta seguir su camino.

—Yo también lo lamento—responde él mientras ella lo evade.

—Diego, no soy una chica común, entiende eso, lo nuestro no se sí se hubiese dado. Felices fiestas—agrega antes de seguir su camino.

Él solo la observa retirarse y la deja ir aunque aún esté furioso por la decisión que ella tomó.

Diana intenta seguir buscando a su mejor amiga, después de unos minutos se da por vencidas y le da su espacio. Vuelve con su madre y se lleva la sorpresa que su padre y David ya volvieron, ella se acerca y toma la mano de su novio mientras los 4 caminan a la mesa donde está la comida.

—¿Donde estabas, amor?—inquiere David mientras toman unos platos.

—Estefanía está molesta, lo pude notar en su rostro. Quise seguirla y buscarla, pero no la encontré, más tarde hablaré con ella...—responde ella.

David se queda en silencio por unos segundos. —Olvidémonos de los problemas y comamos, nena—responde él.

El tiempo transcurre y los padres de Diana conviven con David. Haciendo todo tipo de preguntas mientras están en la posada, lo invitan a la cena familiar que harán más tarde.

—¿Por qué volteas a ver a nuestra hija? ¿Le debes pedir permiso o qué?—pregunta Carl al observar que David ve a Diana.

David solo ríe. —Es que yo solo le obedezco a ella...—contesta entre risas.

—Un chico muy obediente...—agrega Valeria.

—Nosotros nos iremos, solo vinimos a comer un poco y estar un rato aquí, quería sentirme como una alumna de nuevo—exclama Valeria guiñando el ojo.

Carl ríe. —Hija, iremos a comprar algunas cosas, recuerda que nos veremos a las 8:30 en casa—comenta antes de irse. Diana asiente y se despide de ellos.

—Me caen bien tus padres, aunque no pude hablar mucho con ellos. Será más tarde...—agrega David mientras abraza a su novia.

Diana no responde absolutamente nada, esta perdida buscando a su mejor amiga.

—Creo que Fanny esta molesta por lo nuestro. ¿Tu y ella?...—contesta ella.

—Ella y yo nunca estuvimos a punto de ninguna relación, estuvimos algunos días yéndonos caminando y charlando, pero nada más. Dudo que ella lo haya interpretado de otra forma, lo demás... pues nunca tuve una relación formal con ella...

—Ella creía que lo de ustedes se estaba dando, me lo dijo—se aparta de los brazos de él. —Creo que está allá, iré—camina hacia Estefanía.

—Oye, ¿donde estabas?—pregunta Diana mientras se acerca a Fanny que está junto a Letty y Damaris.

—Andaba por ahí... perdida—sonríe ella.

—Podemos hablar, necesito decirte algo importante...—le indica unas bancas alejadas de la multitud.

De mala gana ella acepta, intenta disimular su enojo, pero no lo logra.

—¿Qué pasa, Diana?—se sienta.

—Se que me habías comentado sobre David, tus expectativas. Lamento que te enteraras de esa forma, realmente quería decirte, es solo que no había encontrado el momento...—responde Diana.

—Descuida, él siempre estuvo detrás tuyo, y realmente es de admirarse. Mucho tiempo espero para que este momento llegara, desde la vez que lo rechazaste frente a a todos—ríe Estefanía, intentando aliviar la tensión.

—Solo que me molesta un poco que para sobrellevar su tristeza, me utilizará o me diera a mi ilusiones de una relación. Eso es todo, no tengo problema contigo—sonríe. —Siempre has sido una chica hermosa... y me alegra verte feliz...—le abraza mientras observan la fiesta.

Diana sonríe, pero percibe la tristeza y enojo de su mejor amiga. El momento se ve opacado cuando ambas ven a Diego golpear a David.

—¡Mierda!—Diana se levanta y de inmediato corre hacia donde están ellos, Estefanía le sigue.

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