Estefanía corre hacia Diana y la toma de las manos mientras nota que viene acompañada. —Que bueno que llegaste, temí que no vendrías...—exclama con alegría y después voltea a ver a los acompañantes de ella.
—Y tu amiguis vino—Diana ríe.
—Quien... ¿David?—inquiere antes de pedirles que avancen.
Diana asiente.
—Si, sí vino—responde.
Con un ademán les pide que la acompañen. —Síganme, les diré en que mesa se sentarán, chicos...—los guía a una mesa y en la misma se encuentra David.
David se pone de pie y saluda a Diana, ella sonríe e inmediatez sus primos saludan y se sientan.
Fanny charla con los primos de Diana, desde luego tenía casi 2 años de no haberlos visto, habían visitado a Diana múltiples veces pero no se daba una oportunidad de salir todos a comer en grupo como amigos. Mientras tanto David era la primera vez que los conocía en persona, los conocía por redes sociales ya que había visto que algunos de ellos había sido etiquetados en fotos que Diana subía a sus redes sociales, sin mencionar los comentarios que le dejaban a ella y que el podía leer.
Entre chistes, anécdotas y comida pasan la tarde-noche. David y Diana charlan de temas relacionados a la escuela y pareciera que el olvido por completo la verdad revelada por Diana.
Arturo y Elizabeth parecen pasarla bien, sin embargo llegada la noche y tras abrir los regalos y comer pastel, se les percibe un poco enfadados y con ganas de salir de la fiesta. Diana percibe eso y le inventa una mentirilla a Estefany sobre irse pronto porque su madre la espera. Fanny acepta que se retire, sin embargo sus planes eran quedarse con Diana y sus primos hasta el final de la fiesta, pero por temas de los demás invitados, regalos, bailes y charlas, no tuvo tiempo.
...•...
—La serie estuvo cool, aunque no se sí al final debió quedarse con ese chico, al final de cuentas su otro crush era alguien que sabía su verdad y todos sus secretos, el único que sabía que ella era una heroína...—comenta Eliezbeth mientras se levanta con su plato donde habían palomitas.
Diana se queda observándola con una sonrisa, por unos segundos se queda en trance y solo observando a Elizabeth.
—¿Qué dije?... ¿por qué sonríes, Diana?...—pregunta Elizabeth con una sonrisa al ver a su prima en el sofá en trance y con una sonrisa.
—Nada... recordé algo—ríe y se pone de pie. —Arturo... ¿ahí te vas a quedar o que?—inquiere Diana mientras mete sus pies en las pantuflas.
Arturo ríe y se estira. —Creo que descansaré un rato...—responde.
—Muy cansado has de estar...—comenta Diana mientras camina hacia la cocina.
—Elizabeth, saldré con un chico. ¿No hay problema?...—pregunta mientras toma un vaso para servir agua.
—Si hay un problema, se suponía que veníamos contigo y parece que estar muy ocupada... hace unos meses la pasamos muy bien, ahora estás saliendo de un lugar a otro—ríe. —Vendremos dentro de unos meses o quizás nos veamos en navidad—responde.
—Lo siento, pero estas últimas semanas he estado ocupada y quiero hacer muchas cosas—ríe.
Elizabeth aclara que bromeaba y Diana sube a su habitación para preparar algo de su armario e ir a la cita con Diego.
Después de unos minutos opta finalmente por una blusa color verde arbusto, un Jean color azul marino y unos vans.
Después de tomar su ropa y plancharla, toma su toalla y se prepara para una ducha, se lleva su bocina para reproducir música y cierra la puerta del baño.
30 minutos después está terminando de maquillarse, no desea algo tan elaborado, así que se aplica un maquillaje sencillo y toma su teléfono para verificar la carga, tiene 75%; desconecta y sale de su habitación.
Baja por las escaleras y de inmediato sus primos voltean a verla.
—¿Y ahora a donde vas?...—inquiere mientras la ve de pies a cabeza.
Arturo está de espalda y gira su cabeza para ver a su prima. —¿A dónde tan guapa?...—pregunta con una sonrisa.
—Siento que me tenga que ir, pero tendré cita con alguien y esa cita la agende desde antes que me dijeran que ustedes vendrían—expresa con tristeza.
—No te preocupes... solo nos dejas aquí plantados, nosotros veníamos contigo... pero ya que...—comenta Arturo con sarcasmo.
Diana se queda mirándolo por unos segundos hasta que el responde que está bromeando.
—Desafortunadamente no podemos acompañarte a tu cita, pero espero que la pases bien. Si vuelves muy tarde quizás ya nos habremos ido...—comenta Eli mientras se pone de pie y toma su plato de cereal para llevarlo a la cocina.
—Al contrario, yo espero que sea una cita rápida y poder regresarme a casa...—ríe.
—Ah... es uno de esos chicos... ¿o chica?...—pregunta Arturo.
—Arturo...—Elizabeth le da una patada.
—Auch... ¿qué? No tiene nada de malo preguntar y si así fuera... tampoco le veo lo malo—ríe.
—No es una chica, es un chico un poco molesto... aunque comienza a caerme bien...—aclara con una sonrisa mientras ve como Arturo se dona donde Elizabeth le golpeo.
—¿Quieres que me encargué de él? Tu dices rana y yo salto—ríe.
Diana se niega rotundamente y ríe. —En fin, ¿hasta cuando vendrán?...—pregunta mientras toma su bolso.
—No sabemos, quizás después de navidad o como te decía, quizás nos veamos en navidad...—responde Elizabeth.
Diana saca su iPhone y verifica las fechas en su calendario, curiosamente las 4 semanas se concluyen un día antes de navidad....
Diana se queda en silencio por unos segundos mirando su pantalla, después voltea con sus primos y con una sonrisa responde. —Hmm, entonces quizás nos veamos—sonríe y se despide de ambos mientras camina hacia la puerta.
Sale de su casa y toma el uber que la llevara a la dirección.
—Aquí vamos de nuevo...—dice en voz baja mientras se sube al auto.
Al mismo tiempo Diego le envía mensaje para avisarle que va en camino y se disculpa por no haber pasado por ella, Diana le confirma que va en camino y pasa por alto el detalle de que Diego no llegará por ella.
...En el restaurante......
Diego sonríe al verla llegar. —Me alegro que hayas venido, entremos—hace una abertura en su brazo para entrelazar su brazo con el de que Diana, ella sonríe y se niega.
Al entrar Diego saca la silla de la mesa y le pide a Diana que se siente. —Que caballeroso—sonríe mientras se sienta en la silla.
Mientras Diego se sienta, Diana toma las cartillas del menú—yo creo que será spaghetti, quiero mantener mi figura—guiña su ojo y saca su lengua.
—Quieres mantener tu figura de diosa—agrega Diego entre risas. —Creo que yo sí pediré un platillo.
Llaman a la mesera y de inmediato toma el pedido de ambos, avisa que en unos minutos traerá su comida, se retira y Diego suspira, como preparándose para decir algo.
Diana sonríe al ver la mueca de el y su atención se dirige a sus labios, teniendo cualquier cosa que pueda decir.
—Diana... se que muchas veces me he comportado inmaduro, insoportable, grosero... y en verdad me arrepiento de eso. Es solo que no se como reaccionar o captar la atención de alguien que me gusta—ríe. —Ahora que lo pienso es realmente vergonzoso lo que uno tiene que hacer para captar la atención de su crush. Realmente quiero algo contigo, eres hermosa, simpática, alegre, carismática, femenina, ocurrente, positiva... todo en ti me gusta, y bastante—agrega con una sonrisa. —Me diste esta oportunidad y lo agradezco, no pretendo hacerte sentir incómoda, me gustaría poder conocernos más, lo único por lo que nos acercábamos era cuando yo te molestaba—ríe.
—Wow... me tomas un poco desprevenida, aunque realmente si esperaba que me dijeras algo así...—sonríe y se sonroja antes los elogios por parte de él.
—Recuerdo cuando te tropezaste porque te puse el pie, nunca fue un accidente, solo quería disimular lo que había hecho y poder levantarte...—se apena un poco.
—Si, yo también lo recuerdo. Me levantaste y me agarraste el trasero, literalmente me diste una nalgada mientras me levantabas...—responde ella con una mirada fría.
—Lo siento, era lo más cerca que había estado de una chica..—agrega entre risas y un poco apenado.
—No te preocupes, lo pude deducir—asiente. —Tengo breves destellos de ese momento, además de que mi novio en ese entonces te quiso golpear ¿no?...—pregunta.
Diego asiente.
—Con justa razón, yo igual recuerdo que te empuje y te di una bofetada, después de ahí no recuerdo que más paso...—ríe. —En fin, son cosas del pasado...—sentencia ella.
—Entonces, ¿me das de nuevo una oportunidad? Tal vez esto funcione... y me esforzaré de que sea así—inquiere él con una sonrisa.
Diana está en meditando sobre David y Diego, sin duda alguna David es especial por varias razones, hay un pasado más lindo y conoce su secreto de su pasado, algo que duda que Diego llegue a conocer algún día. Pero debe admitir que Diego parece haber estar cambiando, madurando tal vez.
—Necesito que me des mi tiempo para meditar esto—ríe. —Debo consultarlo con la almohada—le guiña el ojo y saca su lengua.
—Lo entiendo, te parece extraño todo esto, ¿no? Que haya cambiando durante los últimos meses... tu también has cambiado y para bien, te volviste más bella y hermosa—le lanza un halago para hacerla caer en su juego.
—Gracias—sonríe y no puede evitar sonrojarse, su corazón se acelera. —Tengo que admitir que si me sorprende un poco que hayas cambiado, que estés cambiando más bien... podríamos ser amigos y salir, pero no te prometo nada más, Diego. Veamos qué pasa, si te soy sincera no quiero centrarme tanto en un novio, al menos por ahora—agrega Diana en un tono dulce.
La conversación se interrumpe cuando la mesera trae la comida que ambos ordenaron.
—Nada me haría más feliz que ser tu amigo Diana Cruz—responde el mientras toma sus cubiertos.
Diana sonríe y ambos comienza a degustar sus platillos. Durante la comida charlan sobre temas de la escuela, amigos, proyectos a futuros y uno en los cuales Diego demuestra más interés, las vacaciones próximas de navidad, fecha de suma importancia para Diana, justo el día 24 de diciembre se cumplirá su plazo o como ella le llama, vacaciones en esta realidad tan hermosa para ella. Simplemente dice que no sabe que hará en esos días, aunque falte poco tiempo.
La charla se extiende demasiado, algo extraño y sorpresivo para ella, no esperaba charlar tanto con Diego sobre diversos temas. Finalmente el sol se oculta y Diana pide retirarse, el súpera y ambos salen caminando, esta vez toman un Uber juntos y contrario al inicio de esta "cita", Diego la acompaña a casa y se despide de ella, comentando que la verá después en la escuela y que ojalá que se repita la ocasión, Diana agradece y comenta que también la paso cool, algo que logra generar felicidad en Diego, quien rápidamente lo demuestra en su expresión.
Los días transcurren, para Diana es una vida nueva, un deseo hecho realidad. Asiste al escuela, convive con amigos, charla con David, Diego, Estefanía. Tiene salidas con sus padres y entre todo esos eventos algo que logra destacar más en ella; noches de películas en familia. Algo que añoraba y realmente extrañaba, recordando algunos momentos de su niñez cuando en su realidad, pasaba tiempo con sus padres, inmediatamente muchos recuerdos y sucesos de su antigua vida pasan a segundo plano para poder centrarse en su nueva vida como mujer, como Diana. Excepto por Cookie, a quien recuerda con tristeza y alegría, le preocupa que será de él ya que era con quien más tiempo pasaba en casa, la ausencia de "Daniel" quizás le esté afectando.
...\~Jueves\~...
—Y bien, ya no hablamos suficiente de Diego. Realmente estoy sorprendida que ese idiota esté madurando... aunque bueno, lo hace por ti—ella ríe mientras ambas caminan por el patio de la escuela y David las acompaña para escuchar el chisme de Diana.
—También estoy sorprendida de su actitud, pero no hay mucho que decir, fue muy directo y pidió que fuéramos algo más, pero le dije que por el momento seamos amigos y veamos qué tal funciona—responde y al mismo tiempo lanza una mirada despistada a David, a quien nota que hace una mueca de asombro y descontento.
—No parece que estuviera tan mal la cita, habrá que ver qué sucede después... realmente me burlaré de ti si terminas siendo novia de él...—ella ríe. —Oye, ¿hoy jugarás con las chicas y conmigo?...—agrega mientras come un plátano.
—Dejaremos que el destino lo decida... haha su disfrutar estos últimos días del años al maximo—ríe y ambos se desconciertan un poco. —Y no creo poder, veré cómo mis padres el estreno de una serie—responde con una mueca de tristeza.
—Me da gusto que últimamente estés más unida a tus padres, pero ya casi no te unes a nosotras para jugar...—Estefanía contesta y hace una mueca de tristeza.
—Ya te avisaré al rato, no garantizó nada—guiña el ojo y gira con David. —Estás muy callado, ¿estás bien?...—pregunta mientras coloca su mano en su hombro.
El fríamente responde que no ocurre nada y después de unos segundos sonríe; trata de incorporarse a la platica. —Estoy bien—sonríe.
...•...
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