Capítulo 11 • Nuevo novio. (+18)

Finalmente llegan a una casa que está abandonada, parece haber sido deshabitada por una clase incendio. —¿Que hacemos aquí, Fanny?—pregunta Diana mientras está observando la enorme casa, de percata que algunas ventanas están rotas y la puerta sigue intacta.

—Este es el lugar donde se que Damaris se escondería, lo sé... ahora síganme—camina hacia la casa y David y Diana se voltean a ver el uno al otro y finalmente avanzan para seguir a su amiga.

—La puerta parece estar cerrada—inquiere Diana mientras observa si por las ventanas se puede ingresar.

—No lo está—saca una llave y abre para David y Diana puedan pasar. —Enciendan las linternas, adentro esta muy obscuro y no se ve un carajo—ríe. Yo subiré al segundo piso y luego al tercero, ustedes investiguen aquí abajo, el jardín y el sótano, el sótano está algo grande así que tengan cuidado—sugiere mientras camina hacia las escaleras y con su linterna aluza hacia los pisos superiores.

—¿Como conoces este lugar tan bien?—pregunta David algo sorprendido mientras observa las paredes quemadas y algunos muebles rotos o destruidos.

—Te lo explicaré luego, vayan y busquen a Damaris—responde mientras se escucha el rechinado de cada escalón que ella pisa.

David y Diana comienzan a recorrer la sala, comedor, cocina, cuarto de estudios, algunos cuartos de la planta baja pero no encuentran nada, constantemente se asustan por el ruido del rechinado de la madera, todo está completamente silencioso, lo que hace que cualquier ruido espante a los dos.

—Ahora parecemos Scooby Doo...—agrega David entre risas mientras alumbra una esquina de una habitación donde los muebles se apilan.

—Mientras no salga algún monstruo y nos ataque, todo bien—contesta Diana mientras se dirige al sótano.

—Tu ve al jardín y yo bajaré al sótano a buscar, aquí no hay nada, no se porque Fanny cree que la encontraremos aquí...

—No, iré contigo—contesta David.

—Por favor—ríe. —Estaré bien, bajaré y cuando termines de verificar el jardín podrás bajar y apoyarme, no me llevará mucho tiempo.

Diana abre lentamente la puerta, alumbra hacia las escaleras y baja lentamente, al llegar al final se encuentra con que es un sótano bastante grande, incluso con un pasillo que conecta a otra casa, pero este está destruido. Camila y se percata qué hay una especie de pequeño túnel, el cual conecta a algún lugar, mientras se acerca escucha unas pisadas acelerarse e ir contra ella, apenas da la vuelta cuando alguien la sorprende por la espalda y coloca una navaja en su cuello.

—¿Quien eres?...—pregunta.

Diana apenas puede respirar, toma impulso con la pared y hace que ella misma y la chica caigan sobre unas sillas, haciendo que el ruido se escuche en toda la casa, Diana logra zafarse, toma su teléfono y alumbra el rostro de la chica, se percata que es Damaris, pero con un aspecto un poco... extraño, pareciera una chica loca. Al mismo tiempo David baja rápidamente por las escaleras y se encuentra con las dos chicas.

—¿Diana? Lo siento... temí que eras alguien más...—contesta Damaris entre risas y levantándose después del golpe.

—Claro que soy yo, estupida—ríe mientras con sus manos se masajea su cuello e intenta tomar más aire. —Estas loca, en serio...

—¿Están bien?—pregunta David al mismo tiempo que Estefanía llega al sótano corriendo.

—Estoy bien, esta loca me quería cortar el cuello...—contesta mientras se recarga sobre su rodillas y niega con la cabeza, tomándolo a broma pero sin lugar a dudas un poco molesta.

—Damaris, ¿que sucede? Te hemos estado buscando...—comenta Estefanía mientras se acerca a ella.

—Mis padres se enteraron sobre mi relación con Lety, mi padre reaccionó muy mla y mi madre le siguió el juego. Mi hermano también expresó su molestia respecto a mi decisión, en pocas palabras, toda mi familia me repudia y me tacha de loca y que me iré al infierno—contesta dejando salir algunas lágrimas y haciendo notar algunas marcas en su rostro.

—¿Tú papá te hizo eso?—interroga Estefanía mientras se acerca y toca sus heridas.

—Que puedo decir, vengo de una familia muy conservadora. Esto esperaba si ellos se enteraban, cuando me preguntaron si era verdad no lo negué, no lo negaría, esto es lo que soy, y pues bueno... este fue el precio que pague. Por eso escape y vine a refugiarme al lugar donde a veces nos juntábamos cuando teníamos problemas y queríamos estar solas, ¿lo recuerdas?—contesta Damaris.

Fanny asiente y sonríe. —Sabía que estarías aquí. Voy avisar a tu novia que te encontramos...—le abraza y le pide que salgan de ahí.

—No quiero volver a mi casa, primero muerta antes que volver ahí...—responde Damaris.

—No volverás ahí, te lo aseguro—afirma Estefany mientras suben las escaleras.

—Parece que estaba oculta, al final si fuimos Scooby Doo, yo fui Dafne y me tocó ser la carnada—ríe. —Aunque casi me mata la amiga—agrega entre risas y mientras sube las escaleras.

—Mi plan resultó a la perfección, yo fui Fred—ríe. —Ahora creo que sí podemos continuar con nuestra platica, ¿no crees?—comenta David mientras salen de la casa.

—Aquí no, espera que nos alejemos de Estefany y veamos que pasará con Damaris—susurra mientras Estefanía pide un Uber.

—Chicos, yo la llevaré a casa con Letty, allá ella nos espera. Creo que pondremos una denuncia respecto a lo que sucedido hoy, ya les avisaré mañana...—Estefanía avisa que ya esperan el uber y que irán a casa de Letty para hablar de lo sucedido.

Diana se extraña un poco que su amiga no le pida que la acompañe, inquiere si está segura y ella lo afirma, así que esperan que se vayan, se despiden de Damaris y piden un Uber aparte para ellos.

—Solo vinimos ayudar pero no quiso que la acompañáramos... me parece extraño. Pero creo que también le parecerá extraño a mi mamá que sea muy tarde y no vuelva—agrega mientras se percata que el uber está detenido en el traidor y llegará en 25 minutos.

—Diremos que fuimos a caminar o ver una película, yo iré contigo y les explicaré eso para que no te regañen... tenemos suficiente tiempo para seguir con nuestra charla, ¿no crees?—comenta el mientras el uber de Damaris y Estefanía se aleja.

—Claro, pero estábamos hablado de que mi tiempo aquí es de 2 semanas, aún no he decidido—comenta ella mientras se recarga sobre la pared.

—Puede ser una relación de 2 semanas entonces...—contesta el con entusiasmo bañando en sarcasmo.

Ella ríe. —He de admitir que, como te dije antes, si siento algo por ti... pero...—es interrumpida cuando David la atrapa en sus brazos y la besa en los labios.

—Lo quieres y lo sabes...—se aparta un poco de ella y sonríe al tenerla de frente.

Diana siente de pronto suma atracción y continúa con el beso mientras asiente con la cabeza a las palabras de David, se escita rápidamente y después lo aleja. —Espera... aquí no, David—toma aire y ríe después de la experiencia. —Tengo que admitir que me gustó... pero no podemos hacer eso aquí... nos van a tachar de locos—

—Diremos que nos ganó la emoción, algo normal en estos días—contesta con sarcasmo. —¿Qué haces?...—pregunta al ver que ella saca su iPhone y escribe algo.

—Cambio el destino del uber, le pediré que nos lleve a un motel que conozco muy bien—sonríe y le guiña el ojo.

El uber tarda unos minutos en llegar, finalmente llega y ambos suben al auto, David y Diana se sientan en la parte de atrás tomados de la mano, el besándole el cuello y mordiendo sus mejillas. Diana solo sonríe mientras el auto avanza e intentando contener sus quejidos, el chofer se percata de ello y sube el volumen a la radio, su mirada fija al frente y finge no escuchar nada de lo que sucede en la parte de atrás. Su teléfono suena y contesta la llamada de su madre.

Valeria: Diana, ¿dónde estás?...

Diana: Hola mami, vine a casa de Estefanía por unas cosas, una amiga tuvo unos problemas y vinimos apoyarla, David anda conmigo no te preocupes

Valeria: Si quieres puedo ir por ti

Diana: No te preocupes, aquí seguiré un rato y después David me acompañará a casa en uber. Nos vemos más tarde...

Valeria: Cuídate, nena.

Cuelga la llamada y puede apreciar y escuchar que el chofer se le escapó una leve risa por el comentario, ella sabe el porqué pero le ignora, finalmente llegan al motel que se había indicado, pagan el servicio de uber y bajan del mismo.

Diana está algo nerviosa pero ansiosa por vivir la experiencia, jala a David de la mano y se dirigen a recepción para pagar, intentan tener el mínimo contacto, el paga y Diana actúa normal, rezando porque no pidan identificaciones, de lo contrario estarían perdidos, la chica de recepción les deja pasar y caminan hacia su habitación. El pasillo parece eterno para llegar a la habitación, Diana ahora es quien jala de la mano a David para que lleguen a la habitación mientras recorren pasillos de color rojo.

—Cierra la puerta con seguro—comenta Diana mientras pasa al baño.

David da un breve vistazo a la habitación y ve que no está nada mal. Espero que Diana salga del baño para hacerle el comentario. —Está habitación está agradable, me gusta

—Pague 40 dólares por una noche, no duraremos una noche obviamente, pero lo mínimo que espero es que medianamente aceptable...—responde ella.

—¿Sabes que sí es perfecto?—inquiere él mientras se acerca lentamente a ella.

—¿Que cosa?—pregunta ella mientras se muerde el labio.

—La tengo justo al frente...—intenta besarla pero ella lo aleja.

—Espera, ¿tienes protección verdad?

David saca dos condones. —Siempre estoy preparado, nena—responde él con una sonrisa.

Diana sonríe mientras se muerde el labio, se deja caer sobre la cama y David se quita la camisa rápidamente y con una desesperación por estar con ella, cae encima de ella pero se detiene con sus brazos, le besa primero sus labios, luego las mejillas hasta bajar por completo a pecho. Le ayuda a levantarse y en cuestión de segundos y con salvajismo le desprende su blusa y corpiño. Luego le baja el Jean por completo y posteriormente su calzón, Diana hace lo mismo y rápidamente desabrocha el cinturón de David, le baja el jean con todo y bóxer, se queda estucha por unos segundos al ver el miembro de él.

—Wow...—continúa bajando el jean de él hasta dejarlo solo con sus calcetines, ella igual se queda con sus calcetas y el vuelve a besar sus pechos, bajando por su abdomen y terminar en su entrepierna. Cada beso vuelve loca a Diana, piensa en todas las cosas que ha vivido para llegar hasta ahí, por esos segundos de excitación piensa en quedarme siempre en esa realidad.

David jala un poco las piernas de Diana. —Te haré sentir mujer—agrega mientras lentamente y con delicadeza comienza a introducir su miembro en su entrepiernas . Al ser virgen es evidente que le dolerá un poco, pero aún así no quiere que el pare, le vuelve loca conforme el sube su intensidad, sin duda alguna algo anhelado por ella y que por fin se le cumplió y vive en carne propia.

Entre gemidos, jadeos ella grita su nombre y pide que no pare. También se percata que su teléfono está soñando y vibrando, mientras David la embiste ella toma su iPhone y se percata que su madre es quien llama, coloca el teléfono en "no molestar" y con la pantalla hacia abajo e ignora la llamada de ella.

—No, más tarde le llamaré... tu sigue mi amor—responde mientras cambia de posición y le da permiso para que el continúe.

—¿Quien soy yo para no obedecer a mi reina?—responde el mientras continúa penetrándola hasta que ambos logran llegar el orgasmo. Siente como sus músculos se contraen y olas de placer en todo el cuerpo, la experiencia del clímax se vuelve única y fascinante...

...30 minutos después......

—Wow... no se si Dafne y Fred terminen así después de resolver cada misterio...—comenta Diana mientras David la abraza y toma aire después de la acción.

—No lo sé, pero fue fantástico...—afirma él mientras la abraza.

—Un poco doloroso al inicio pero fantástico, una experiencia inolvidable—contesta ella entre risas y recordando su primera vez.

—Y después de todo esto, ¿somos novios? ¿Verdad?—inquiere David un confundido.

Diana siente ternura al observa como él hace la pregunta. —¿Tu que crees?...

—Que sí...—ríe y espera que ella asienta.

—Claro que somos novios, mi amor—le besa en los labios.

Charlan un rato y después de unos minutos observa vibrar su iPhone. —Rayos, es mi mamá...—extiende su mano para tomar su smartphone.

—Sigues siendo niña de mamá—comenta el bromeando.

—Cállate—ríe. —Tu eres mi niño, así que podríamos aplicar la misma lógica—contesta con burla.

—Carajo...—se exalta y sale rápido de la cama para tomar su ropa.

—¿Que pasa?—inquiere el por la reacción de su novia.

—¡Vístete ahora! Tengo 10 llamadas perdidas de mi mamá y un mensaje de Estefanía, que mi mamá le llamo preguntando por mí...—responde mientras se coloca su braga.

David sale de la cama y se comienza a vestir. Piden un Uber con dirección a la casa de Diana, tarda en llegar y mientras Diana y David esperan en la banqueta de la calle, desesperada por llegar a casa y teniendo un castigo.

Finalmente el uber llega a la ubicación y los recoge, cerca de las 12:30 de la noche y el tráfico ya ha bajado.

—¿No le llamaras a tu madre, nena?—pregunta David mientras observa que Diana va observando por la ventana.

—No, ya mejor llegaré y agríngate la situación, me acompañas y te irás rápido, no quiero que te quedes—le ordena y David asiente.

Después de 25 minutos llegan a la casa de Diana, ambos bajan del auto. Un poco nerviosa camina hacia su casa. Su madre se asoma por la ventana y sonríe al ver llegar a su hija. —Parece que no va pasar nada—agrega él.

Valeria abre la puerta y sonríe al ver llegar a Diana. —¿Dónde estabas, señorita?—inquiere mientras se cruza de brazos y espera que llegue a la puerta.

David sonríe al ver a su suegra. —Buenas noches, le pedimos una disculpa. Estábamos en casa de su amiga y al venir quisimos pasar a comer algo, por eso nos tardamos señora. Yo la protegí, no se preocupe—comenta él en un tono suave.

—¿Y la cena estaba sabrosa?—Carl hace presencia al escuchar a David.

David un poco desconcertado responde.—Buenas noches, señor. Y si, estuvo muy deliciosa, ambos la disfrutamos—ríe un poco desconcertado por su pregunta. —Yo pasare a retirarme—Se despide de ambos y luego le da un beso en la mejilla a su novia, ella solo le mira e intercambian miradas incómodas.

Los padres de Diana se despiden de él y le piden a Diana que pase.

—Parece que cenaste muy bien, ¿verdad?—pregunta Valeria mientras cierra la puerta.

—Es que tenía bastante hambre—responde mientras camina a la sala.

—Y supongo que comiste en el motel, ¿verdad?—pregunta Carl mientras sigue a su hija. Diana se da la vuelta al escuchar esa pregunta y ver a su padre con una sonrisa...

...•!...

...Muchas gracias por leer y apoyar la historia. 🫶...

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