Eres muy bonita

Lleve Alexandra a las caballerizas, quería caminar un rato y le pedí que me acompañara, de tras de mi estaba ese perro que se no me dejaba solo.

-          De verdad te pusieron un perro guardian – voltee a verlo y regrese mi vista a ella

-          Me desespera no me deja ni un maldito segundo, así prefiero seguir en el penal, si de todos modos no me gusta estar encerrado ahora siguiéndome menos.

-          Pronto esto se va a terminar.

-          Eso espero, ¿Cómo está el grupo?

-          Recupere el valor de ellas en el mercado, con lo que te paso habíamos bajado al puesto muero 10 ahora lo logré posicionar al 4 en unos meses volveremos a tomar nuestro lugar. – la mire y regrese mi mirada al frente mientras seguimos caminando. – no te sorprende

-          No, se de que eres capas eso no es nada para ti, eres muy inteligente.

-          Gracias, los socios de las empresas quieren saber que va a pasar contigo, si vas a volver a tomar tu lugar cuando esto termine.

-          No – me miro sorprendida – cuando esto termine espere unas semanas o meses quiero que tu sigas en tu lugar, pero a partir de ahora te ayudare desde aquí. Para mañana quiero todos los reportes de como han estado la empresas y los reportes del grupo.

-          Bien, supongo que seguiré siendo la presidenta por un rato – dirigí mi mirada a ella.

-          Eso era lo que querías no.

-          Darío esa pelea tu la empezaste.

-          La empecé yo, fuiste tu, - se quedó callada y cambié el tema – has que venga violeta.

-          A esa estúpida no la quiero ver, si no le cerré las puertas en el mundo del modelaje fue por que es tu supuesta novia.

-          Voy a terminar con ella – ella hizo una sonrisa de felicidad – quiero que cuando todo esto termine nos casemos - me detuve la mire – pero espero que está vez no salgas con una tontería.

-          Ya te dije que yo no tuve la culpa. Pero bueno que va a pasar con la periodista

-          Te voy ser sincero, ella me llama la atención no se que tiene pero me gusta, pero mis sentimientos hacia ti son reales y seguros, a ti te amo – ella me miro con un poco de preocupación.

-          Pero tus sentimientos por mi pueden cambiar si ya empezaste ha sentir eso por ella – la tomé de los hombros la mire a los ojos

-          Eso no va a pasar por que estoy muy seguro de lo que siento por ti, desde que tenia 17 años lo supe.

-          Bien are que venga violeta – quería darle un beso pero con el perro que tenia atrás me contuve y seguimos caminando

-          ¿Alondra?

-          Ella está en Asia, los accionistas de la empresa de let- tecnología querían un reporte del progreso y ella fue a verlos, en un par de días viajaré, tengo que hacer que se case pero ella no quiere ya es hora que tome la presidencia de una de las empresas.

-          Quiero hablar con ella – asintió con la cabeza – y si no encuentra pareja la tendremos que casar. Y Víctor

-          Quiere verte, por la tarde su chófer lo traerá.

-          Bien

Empezamos a regresar a la casa, no se cuanto tiempo estuve pasando con ella pero sin darnos cuenta ya eran 12 del día, entramos a la casa y estaba mi madre esperándonos, Alexandra se acercó a ella y la saludo.

-          Tía que gusto verla.

-          Hija que bueno que bueno que estas aquí, Víctor esta bien.

-          El esta en la escuela, me tengo que ir tengo que ir atender unos asuntos del grupo, Víctor vendrá a ver a su padre esta tarde si quiere podrá esperarlo para verlo. – se acercó a ella le dio un beso en la mejilla a mi me dio uno en la boca y se fue.

-          Cuando te piensas casar con ella, ya deja de jugar con la otra idiota y cásate con Alexandra.

-          Cálmate si  me casaré con ella cuando termine esto, quiero que me traiga un reporte de los bares y antros que tenemos.

-          Vas a trabajar.

-          Y que quiere que haga aquí me voy a desesperar sin hacer nada, puedo por lo menos trabajar.

-          Te traeré los reportes, espero que tu si unas todos los antros y bares al grupo.

-          No, ya se lo dije esos antros y bares eran de mi bisabuelo Kenji y si el no quiso unirlos fue por que quería tener algo propio así que tampoco lo are.

-          Has lo que quieras – se acercó a mi y medio un beso en la mejilla  - estoy feliz de verte y que ya no estés en ese lugar, vendré todos los días y quiero agradecerle a la chica por que te esta ayudando.

-          Samantha no está, si quiere puede venir más tarde o esperarla.

-          Me quedaré quiero ver a Víctor.

-          Bien.

Empezamos a dirigirnos a la parte alta de la casa y estuve con mi madre un rato hasta que llego mi hijo y junto con ella Samantha.

-          Víctor – papá- corrió hasta mi y me abrazo – te extrañe.

-          Y yo a ti – mire a Samantha y ella me hizo una sonrisa – tenemos que ponernos al día, quiero ver tu progreso, quiero ver como esta evolucionando tu entrenamiento.

-          Soy el mejor mi maestro dice que es increíble como a mi edad ya puedo manejar sin ningún problema.

-          Samantha - ¿Cuántos años tienes?

-          Tengo 9 y dentro de un mes 10

-          Y no crees que eres un niño para estar manejando. – mi hijo empezó a reírse-

-          No y se hacer otras cosas más. Papá ¿Quién es ella?

-          Ella es una amiga, estará aquí conmigo viviendo.

-          Te vas a casar con ella y mi mamá

-          No hijo ella estará aquí por trabajo, es mi amiga. – me dirigí a mi perro guardián – crees que pueda estar a solas con mi hijo – el asintió con la cabeza y me dejó que nos fuéramos solos.

Nos empezamos a dirigir a mi cuarto.

-          Trajiste tu ropa – el asintió con la cabeza – bien te cambias y vamos a la sala de entrenamiento.

Se cambio y fuimos a la sala el se preparo y empezó a hacer su rutina, tomo cuchillos y empezó a lanzarlos y es cierto con lo que dice su puntería mejoro mucho dio en el blanco, corría muy rápido mientras  apuntaba  y daba en el blanco, hacia una rutina de ejercicio muy impresionante verlo así me recordó todo el entrenamiento que yo tuve que pasar, el se me acerco cesando y me dijo.

-          Y bien

-          Lo has hecho bien, te falta un poco de resistencia pero si vas mejor, el entrenamiento en el manejo como va.

-          Ya puedo dar vueltas de 360 grados pero aun me falta rapidez, pero dice mi maestro que si sigo así en menos de un año lo voy a lograr,

-          Tu clases de negocios y académicos.

-          En la escuela soy el mejor, tengo las mejores notas, y mis maestros en los negocios están sorprendidos por que ya puedo hacer un análisis financiero.

-          Tus clases de tecnología.

-          También, ya puedo entrar a los sistemas de la casa y uno que otro de afuera al paso que voy me convertiré en un buen hacker

-          Bien hecho, - empecé alborotar su cabello con un gesto de orgullo.

-          Yo quiero ser como tu y los antiguos líderes de las empresas de la familia dice mi abuela que todos los que tienen ese puesto son considerados los mejores del mundo y yo quiero ser el mejor.

-          Ya eres el mejor.

Le di una botella de agua y nos dirigimos a la casa para que el se bañara y cenáramos

Samantha

Amiga esa palabra me dolió y mucho demonios eso no me gustó, pero es real el ni siquiera me mira como yo a él, estaba en el comedor junto a la señora Iris esperando a que bajara Darío y su hijo, el niño es muy guapo, heredó algunas facciones de su padre pero el color de sus ojos son cono los de Alexandra color miel, ellos llegaron los dos se veían bien juntos, en esa escena me di cuenta que Darío realmente ama a su hijo y me hizo recordar que el perdió uno y me imagino lo doloroso que fue perderlo.

-          Papá cuando iras por mi al colegio

-          Pronto.

El asintió con la cabeza y espero a que nos sirvieran.

-          Iris – Samantha.

-          Sami dígame Sami – ella me miro he hizo un leve gesto.

-          Sami quiero agradecer que estés ayudando a mi hijo.

-          Señora.

-          Iris, dime Iris – le hice una sonrisa.

-          Bien Iris, es no estoy haciendo nada, me pidieron mi testimonio y dije la verdad no tengo la grabadora ni las hojas de la entrevista. Además no puedo hablar de algo que no me consta.

-          Eres una buena chica.

-          Víctor – y muy bonita cuantos años tienes. – le hice una leve sonrisa.

-          22 años

-          Me podrías esperar, tengo 9 y pronto cumpliré 10 solo tendrás que esperarme 8 años para que puedas ser mi novia – al principio pensé que estaba jugando.

-          Claro – pero su expresión era seria,.

-          No estoy jugando, tu piensas que por ser un niño de 10 años juego, pero me han enseñado que no tengo tiempo para jugar y menos con esas cosas estoy hablando enserió.

-          Eres un niño, no crees que estas muy chico para pensar en eso.

-          No, eres una chava muy bonita y quiero saber si me puedes esperar – ese niño es más seguro de si, y es directo, y a pesar de su edad me estaba intimidando.

-          Darío – Víctor déjala y concéntrate en tu cena – el asintió con la cabeza y empezó a cenar.

-          Iris – disculpa a mi nieto, el es muy sincero y directo – asentí con mi cabeza.

Terminamos de cenar y después que se despidieran la señora Iris y su hijo de Darío empecé dirigirme a mi  cuarto hasta que Darío me detuvo.

-          Lamento lo de la cena.

-          No te preocupes

-          Te gustaría tomar algo, podemos estar en la terraza, y hablar un poco – miro a franco esperando que nos dejara solos y sin decirnos nada se fue a su cuarto.

-          Si – caminamos a su terraza, nos sentamos en un sillón y me entrego mi grabadora y papeles. – te los dio Alexandra.

-          Si, y te pido una disculpa por ella

-          Por qué me los entregas no tienes miedo que lo use en tu contra.

-          Si me hubieras querido hacer algo lo hubieras hecho desde la audiencia.

-          Me dijo Antonia que todos los hombres de esta familia son fríos y calculadores tu no eres así, al principio si muestras eso, pero conforme te voy conociendo demuestras que eres cálido.

-          No soy muy pasivo, cuando me molesto soy un demonio, he hecho cosas horribles, pero te lo he dicho todo tiene una razón.

-          ¿Qué va a pasar cuando esto termine?

-          Esperaré un par de años o menos y tomaré mi lugar, tomaré las riendas del grupo.

-          Y Alexandra.

-          Aunque ella no quiera el sucesor de Leandro soy yo, espero que no publiques eso.

-          No lo are, como le dije renuncie a la revista.

-          Y ¿que piensas hacer?

-          No quiero depender de mi padre para entrar a otra así que buscaré otro trabajo por mi cuenta.

-          Yo te puedo ayudar.

-           No, por que no quiero depender de nadie.

-          Bien.

Se levantó me dio la mano para ayudarme a levantarme , me levante y empecé a caminar junto con el, estaba apunto de salir pero me sentí un poco mareada, y estaba apunto de caerme cuando Darío me atrapó haciendo que nos viéramos directo a los ojos.

-          Estas bien – asentí con la cabeza.

Siguió observándome por unos segundos vi en sus ojos un brillo que no había visto antes, me perdí en el cuando sentí ya me estaba besando, le correspondí ese beso, por instinto me acomode para segur besándolo, el continuo haciendo que nuestra respiración empezara agitándose, sentí una electricidad fascinante que nunca había sentido, mi corazón empezó acelerar cada vez más, quería detenerme pero mi mente empezó a ponerse en blanco.

Mis emociones empezaron a dispararse, sentía miedo, ansiedad, pero al mismo tiempo felicidad,  emoción, el empezó a bajar el cierre de mi vestido mientras me seguía besando, no sabia que estaba haciendo, pero no me quería detener.

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