Me enamore

Salí del juzgado y todavía había muchos reporteros, todos querían saber que había pasado adentro, me detuve un momento y observe al mi alrededor, y justo de tras de mi salieron los abogados de Darío,  todos se dirigieron hacia el y empezaron a preguntarles  pero ellos solo los esquivaban y sin conseguir nada se fueron dejándolos como tontos. la familia de Dario salieron por la puerta trasera supongo que no querían enfrentar a la prensa, bueno yo también haría lo mismo.

Un hombre se me hacerlo y me dijo.

-          Señorita, el señor Darío la quiere ver esta tarde.

Se fue sin darme la oportunidad de contestarle. Me perdí en mis pensamientos, porque me quiere ver ahora si durante una semana solo me evadía, pero no lo voy a negar me dio ilusión volver a verlo, así que me dirigí a mi auto estaba apunto de entrar cuando se me acerco Estaban.

-          Sami – lo mire molesta – como estuvo podemos hacer algún reportaje, hay que publicarlo, el director ya sabe que fuiste la única que entró y quiere hablar contigo – solo lo mire me subí a mi auto, lo encendí, baje el cristal y le conteste.

-          Tu vete al diablo, me utilizaste vendiste la información que te confíe, y ahora me sigues utilizando para que crezcas en la revista dile al director que renuncio.

-          Sami escúchame – subí el cristal y acelere al auto, empecé a dirigirme al penal.

Llegué me estacione, no sabia si dirigirme a la sala de visitas o al salón donde de lo entrevistaba. Sin pensarlo me dirigí al salón, entre y lo vi sentado esperando por mi. Verlo me dio alegría hice una sonrisa de felicidad, mientras que el solo tenía la mirada hacia la mesa.

-          Te vas a quedar ahí.

Entre por completo me senté en frente de él.

-          Señor Darío pensé que no lo vería otra vez.

-          Vendiste la información que te hice llegar, confíe en ti – lo mire sorprendida, por que la entrevista la perdí.

-          No he publicado nada de la entrevista.

-          Samantha confíe en ti algo tan simple como quedarte callada no lo pudiste hacer, le entregaste Alexandra la grabadora y todo en relación a esa tontería, y le dijiste a los medios que hoy se abriría el juicio – mis ojos se llenaron de lagrimas pero no podía dejar que me acusará así.

-          Me vas a dejar explicarme, o solo me vas acusar.

-          Te hice venir para ver tu linda cara.- me contesto con sarcasmo.

-          Es verdad le entregue todo Alexandra pero no fue porque yo así lo quisiera ella llego me amenazó y me quito todo, sentí miedo no supe como reaccionar a si que se lo entregue – por fin me miro a la cara – ahora lo del juicio no fui yo, también me utilizaron le conté a mi amigo y el fue el que lo publico, no fui yo.

-          ¿No fuste tu?

-          No, acabo de renunciar a la revista, me dejaron sola cuando les pedí apoyo para seguir con la entrevista y me la negaron, y ahora que Esteban les dijo que podía entrar al juicio ya me quieren ayudar, es por eso que renuncie.

-          Tu entrevista no la vas a terminar, ya no te diré nada más – agache mi mirada y derrame una lagrima, pensé que me diría que ya no lo puedo ver – pero puedes venir cuando ti quieras

Levante mi mirada lo vi directo a los ojos, me levante de mi lugar y me dirigí a el y sin pensarlo lo abracé, mientras que el seguía sentado,  hice que se levantara y me mirara a los ojos y sin darme cuenta ya lo estaba besando, el me correspondió ese beso, no se que demonios me paso pero quería besarlo, percibir su aroma, sentirlo. La intensidad de ese beso empezó a crecer me levanto he hizo que me sentara en el escritorio estaba apunto de perder la cordura pero reaccione rápido y me separe de el, el me miro y me ayudo a bajarme.

-          Lo siento no tenia que besarte, me ganó el impulso – agache mi mirada y me quede parada.

-          Te enamoraste de mi verdad – levante mi mirada y lo vi directo a los ojos.

-          No lose, pero me siento feliz cuando te veo, cuando estoy cerca de ti, y estoy triste cuando te dejo de ver, estos días que no te he visto fueron desesperantes para mi.

-          Te enamoraste, Samantha me gustas pero lo que siento por ti es eso solo atracción, te voy hacer sincero, amo Alexandra- esas palabras me dolieron, en ese momento me di cuenta que ya estaba perdida por el.

-          Entonces por que me besabas tu empezaste con esto, jugaste conmigo. – levante mi voz.

-          No jugué contigo, te dije que ella es la madre de mis hijos, toda mi vida estado enamorado de ella, la guerra de los dos comenzó por eso, por que los dos nos amamos pero nuestro orgullo no nos dejó continuar con nuestro romance.

-          Pero tu me dijiste que solo fue un desliz, y ahora estas enamorado de ella.

-          No te prometí nada, y si ya no quieres venir lo aceptare.

Se levantó y empezó a irse lo detuve y le dije

-          ¿Y si puedo ganar tu corazón?

-          No te quiero lastimar.

Salió y me dejó sola, una vez que el cerro la puerta empecé a llorar, me dolió lo que escuche, pero fue sincero.

Seque mis lágrimas y me fui, llegué a mi casa y me acosté en mi cama, es la primera vez en mi vida que me enamoró de un hombre pero el no me quiere fue muy claro con sus palabras, pero yo sentía que el me quería también, porque esos besos los sentí tan reales. En medio de mi llanto me quedé dormida.

Darío.

Se que en mis planes estaba utilizar a Samantha, pero nunca planee que esa niña terminara llamando mi atención a ese grado, sabía que aunque quisiera no podía corresponder a sus sentimientos, porque aunque lo negara y aunque siguiera enojado con Alexandra la realidad es que la seguía queriendo, durante años he estado enamorado de ella.

Nuestra atracción empezó cuando ella tenía 15 años y yo 16 éramos unos niños, y aunque nuestros padres no querían ese romance terminamos enredados y con dos hijos, ella tenía 18 años cuando quedó embarazada nos convertimos en padres muy jóvenes y sabíamos que terminaríamos juntos, pero el hecho que perdiéramos a uno de nuestros gemelos nos dolió demasiado que terminamos por distanciarnos nuestra relación empezó a ponerse tormentosa, por todo discutíamos, la pelea de la presidencia empezó cuando murió Leandro, haciendo que los dos nos distanciáramos más.

Flashback

-          Alexandra – te juro que are que te arrepientas de todo lo que más hacho.

-          Que te he hecho – levantaba mi voz y ella me miraba con rabia -mi único error fue haberte amado, Alexandra estoy cansado de ti, piensas que por ser la madre de mis hijos tienes el maldito derecho de hacerme lo que quieras, no voy a dejar a Violeta por qué no se me da la gana.

-          Esa perra inútil que solo está contigo por el dinero que tienes, ella no te quiere.

-          Y tú sí, eres la mujer que más me ha lastimado. Hace medio año te pedí que dejaras esto así, que te casaras conmigo y que hiciste te acostaste con mi mejor amigo.

-          Eres un hipócrita hiciste lo mismo te acostaste con “Violeta” mi supuesta amiga, tu empezaste y te lo advierto no quieres guerra conmigo, por que te juro que are que te arrepientas y supliqués mi perdón.

Me acerque a ella la tomé de su cara hice que me mirara, y después la acaricie su mejilla.

-          No me amenaces, porque serás muy la madre de mis hijos pero el que me declara la guerra, termina mal y lo sabes.

Le di un leve beso en su boca, la deje parada y empecé a caminar a la salida de la oficina.

Fin del flashback.

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