Entendí

-          Samantha- lamentó lo que sucedió.

-          En nuestra familia, hay reglas, que tienen que ser cumplidas, la lealtad, el respeto, son fundamentales y aunque al  principio todo se me hacia una completa tontería pero con el paso del tiempo me di cuenta que son importantes, y sabemos que al ser una de las familias más importantes tanto en el mundo licito e ilícito tenemos que sabernos comportar, es por eso que no matamos a nadie que no se lo gane, ayudamos a todos a aquellos que nos necesitan, las personas que mueren trabajando para nosotros son las primeras que ayudamos sus familias se les da un subsidio y a sus hijos se les dan becas y a los mejores estudiantes se les paga las mejores universidades. Es por eso que personas como el estúpido comandante, el director de inteligencia esos dos políticos que solo se rigen por la ambición el poder, dan asco.

-          Pero ustedes siempre se han mantenido en la sima, siempre han buscado ser los mejores tener poder, es algo incoherente lo que me estas diciendo.

-          Te estás confundiendo, si nosotros hemos estado en la sima y claro que al ser los mejores tenemos poder, pero desde que se inició el grupo nunca se buscado el poder, y mucho menos que nos tengan miedo, y en todas las historias de mi familia lo único que se busca es defendernos y hacer justicia, proteger a los nuestros. Y es lo que yo hice a esos 4 idiotas.

-          No lo creo, si no buscan poder entonces porque te enfrentaste con Alexandra.

-          Es cierto nos estábamos peleando por la presidencia, pero la pelea era entre nosotros, nunca afectamos a terceros, así como lo hicieron ellos.

-          Después que los capturaron que les hicieron – la mire y hice una sonrisa de satisfacción.

-          Los matamos, después que hicimos caer el centro de investigación, los llevamos a uno de mis lugares favoritos.

Flashback

Los llevamos a una de los lugares en donde torturamos  a nuestros enemigos.

Tenían los ojos vendados, amordazados de pies y manos, temblaban como gelatinas. Los habían llevado a esa bodega y estuvieron esperando por nosotros.

-          Darío- aquí están como te los prometí – Alexandra se acerco lentamente y les quitó los vendas.

-          Hola, mis queridos amigos – se dirigió a ellos con una sonrisa muy fría.

-          Comandante - ¿qué están haciendo?. Esto les va salir muy caro, es una estupidez atacar el centro de investigación y además traernos aquí. – Alexandra lo tomo de su cabello y lo jalo con fuerza.

-          Alexandra- fue una estupidez los que ustedes hicieron, pensaron que nos quedaríamos así – jalo más su cabeza y lo miró a los ojos de una manera muy fría –

-          Comandante- de que estas hablando, estas loca, maldita perra suélteme

-          A mi me vas a respetar, estúpido – le dio una cachetada – y sabes por ser, por que vas a conocer el demonio.

-          Darío- deja de jugar, maldita sea mátalo de una buena vez.

-          Alexandra- no, quiero cobrar todas mis lágrimas – tomo un cuchillo y se lo clavó en la pierna.

-          Comandante – haaaaaa maldita vieja.

-          Alexandra- te dije que a mi se me respeta.

-          Director – malditos porque diablos hacen esto.

Fin del flashback

Samantha- es enserio, como puede decir eso, si sabían lo que habían hecho – contesto indignada.

-          Los teníamos en nuestras manos, y querían librarse de su sufrimiento.

-          Ellos son unos malditos, pero ustedes también no se quedan atrás, no puedes tomar la justicia con tu propia mano.

-          A no, nosotros si y hacemos que se cumpla muy bien.

-          Están mal, por que al hacer eso demuestran que son peor que ellos.

-          Peor, no niña la malditas leyes de este y otros países son una completa tontería, protegen al delincuente, a los malos que a las personas inocentes, y siempre que una persona inocente se defiende termina más mal que su agresor.

-          Con que cinismo me estas diciendo esto cuando has matado, traficando droga, eres un delincuente.

-          No niña, no lo soy.

-          Eres un sinvergüenza – me miró con asombro.

-          No lo soy, no se si eres tonta o te haces no has entendido o no me has prestado atención. No has entendido que nosotros solo nos defendemos, en todos los que han muerto en nuestras manos es por que se lo han ganado. Y todos aquí son unos hipócritas incluyéndote – se molestó y me contesto.

-          Hipócrita, yo nunca he aprobado lo que hacen y después.

-          Y Después te quedas callada, al ver todo lo que reciben del grupo Reymer. Niña obtuviste una beca que ofrecía el grupo. – me miró sorprendida.

-          ¿Cómo lo sabes?

-          Hay niña, se muchas cosas de ti, y eres igual que los demás, dicen que somos los malos pero bien que reciben lo que ofrecemos. Nosotros solo nos damos nuestra propia justicia. Matamos a esos dos, Alexandra los torturó, los quemo en asido y los dejo en frente del congreso,

-          No lo puedo creer – la mire de una manera muy fría.

-          Al hacer eso, dejamos un mensaje que ahora íbamos por los dos políticos que faltaban.

-          Y tu tío lo aprobó, Leandro no dijo nada.

-          Si nosotros somos crueles con nuestros enemigos el es más, estuvo más que de acuerdo. Y solo porque estaba en otro país, si no el se hubiera hecho cargo.

-          Y si ustedes mataron al comandante y el director por que solo te culparon de un solo asesinato.

-          La corte me condenó por el tráfico de droga, 3 asesinatos y el lavado de dinero, pero en mis manos han muerto varios. Y todas tienen una razón.

-          ¿Alondra?

-          Hay niña, has vivido en un mundo de fantasía, piensas que todos han tenido una buena vida, incluso nosotros hemos sufrido. Alondra tuvo que levantarse del hoyo en el que estaba y tomar su lugar que le corresponde.

-          Te equivocaste también he sufrido, no he vivido lo mismo que tu pero a mi modo la he pasado mal. – la mire he hice una sonrisa.

-          El desprecio de tu papi no cuenta.

-          Tu que sabes que se siente que tu propia familia te haga menos y que siempre te comparen con tu hermana.

-          No pero se que se sienten que te compren con los antiguos líderes, que te digan que si no estás a la altura puedes se la vergüenza de tu familia, todo esperan que puedas superar a tus antepasados, te entrenan con el objetivo de mantener el imperio. No niña. Recibí humillaciones, golpes, fuertes entrenamientos, para tomar ese lugar y uno piensa que cuando tiene el liderazgo todo va a mejorar pero no por que ahora todo de pende de ti, tienes que demostrar lo que aprendiste por años. Y entiendes que hay personas que siempre van envidiar tu lugar, que van a querer tu cabeza incluso tu amigos buscan tu mal y solo están contigo por el puto interés. Niña tu lo dijiste todos los jóvenes buscan divertirse hacer cosas de su edad, pero nosotros aprendemos a disparar un arma, atacar con un cuchillo y navajas, a matar a una persona con nuestros puños, aprendemos a no dejarnos llevar por nuestras emociones para no echar a perder lo que hemos construido. – ella me miraba asombrada.

-          Pero ustedes pueden ser la diferencia, pueden cambiar eso.

-          Tu crees que la nueva presidenta quiera eso.

-          Supongo que sí.

-          No, mi hijo empezó su entrenamiento a los 5 años y es el futuro líder de este imperio y el continuará con esto y sus hijos lo aran.

-          Porque, tu lo acabas de decir eso no es la vida que quiere un joven, la vida que tu querías.

-          No, efectivamente no la quería pero no me arrepiento de tenerla, ahora entiendo el porque nos obligan a esta vida, porque o los doblegas o te doblegan. Claro que Alondra lloró se destrozo con lo que le pasó, y claro que Alexandra y yo nos venimos a bajo con la pérdida de nuestro hijo, pero no podemos quedarnos ahí tenemos que salir adelante, y el día que perdí a mi hijo entendí porque nos hacen pasar por todo eso, solo quieren prepararnos para la vida, la verdadera vida, no la vida a la que has vivido y estas acostumbrada. – me miró y se quedo callada – no sabes que decir jajajaja.

-          Y alguna vez pensaste en dejar todo.

-          Si, pero esa idea se me quitó el día que murió mi hijo.

-          ¿Porque?

-          El día que el murió conocí el dolor, el verdadero dolor, y entendí que mis antepasados no estaban en este mundo por gusto si no para proteger a los que amamos. Y como te dije el poder es una tontería lo que se busca en mi familia es que no se metan con nosotros y si lo hacen entonces morirán. – termine de decir eso e inmediatamente la puerta sonó, ella levanto su mirada suspiró y me dijo.

-          Señor Darío ya es tarde el tiempo que me permiten estar aquí se terminó, mañana regresaré – entraron los guardias, me esposaron y me sacaron dejando la niña a dentro.- Hasta mañana señor Darío – hice una leve sonrisa y camine.

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