Contrato

Demonios la maldita paciencia no es una de mis virtudes, quiero largarme de aquí ya, maldita sea, viendo todo a mi alrededor tome mi teléfono y vi un mensaje de mi informante.

-          📩Darío buenas noticias ya no es necesario que te escapes – me levante rápido – los abogados lograron hacer para atras 2 delitos, el delito de tráfico de drogas y el de lavado de dinero, lo que esta costando es hacer que dejen de lado los asesinatos. Podemos convencer a la periodista que nos ayude.

-          📩¿Cómo?

-          📩podemos hacer que haga presión social, hay muchas personas que te quieren y si la convences que salga y que diga que es una injusticia lo que estás viendo, y haga ver que todo lo que has hecho para beneficio de la sociedad.

-          📩Alexandra no estoy seguro, ella es diferente, lo he pensado.

-          📩no me vallas a salir con la estupidez que ya no quieres, sabes el maldito trabajo que me costó, hacer que re quitaran los cargos por el tráfico de drogas y el lavado de dinero, para que me salgas con esto.

-          📩te recuerdo que en parte es tu culpa que yo esté aquí, si no hubiéramos empezado esta estúpida pelea.

-          📩lo se los dos cometimos errores, mira sabes que piénsalo y cuando tomes la decisión me avisas.

Volví a meter el teléfono en mi almohada, me recosté en la cama y pensando me quedé dormido.

Flashback.

-          Esa novia que tienes es una estúpida, entiende que no te quiere.

-          Estas celosa, Alexandra, admítelo – me miro enojada y frustrada.

-          Te voy a demostrar que esa idiota no te quiere. – salió de mi oficina hecha un demonio

Fin del flashback.

Abro mis ojos lentamente y vuelvo a sacar el teléfono, miro la hora y me doy cuenta que son más de media noche, me sentí tranquilo, y por el resto de la noche no pude volver a dormir, las horas pasaban y ni siquiera pude cerrar los ojos, me levanto paso un tiempo encerrado hasta que llegan los guardias.

-          Darío tienes visitas.

los miro con fastidio y empiezo a caminar al salón de visitas. Entro al salón y veo a uno de los tantos abogados que llevan mi caso.

-          Señor Darío, hay noticias logramos hacer que los cargos por tráfico de drogas y lavado de dinero sean eliminados – lo miro pongo mi mano sobre la mesa, me levanto mi cabello y le pregunto.

-          Y ¿Cómo le hicieron, se mostraron muchas pruebas?

-          Señor, las pruebas que mostraron no eran tan contundentes. – levanto una de mis cejas y le hago una leve sonrisa.

-          ¿Cuánto le pagaron el puto juez para que desistiera? . Me miro desconcertado, y sin más hablo.

-          Señor pienso que eso lo tendría que hablar con la señora Alexandra, se abrirá otra vez el juicio para determinar nueva sentencia, el día de la audiencia es la próxima semana.

Me levante y lo deje sentado, camine a mi celda no eran más de las 10 de la mañana y los demás reclusas empezaron a molestarme. Son tontos que creen que ser antiguos líderes de pequeñas mafias, secuestradores, violadores y delincuentes idiotas, pueden hacer lo que quieran.

-          Recluso 1- donde vas hoy no va a venir esa preciosura. – no le hice caso y seguí caminando.

Uno de ellos se me acerco y coloco un puñal por mi espalda sin que nadie lo viera.

-          Recluso 2- has estado varios meses y no hemos tenido el gusto de presentarnos. – con toda la calma posible le contesté.

-          No me interesa.

-          Porque no, podemos ser grandes amigos.

-          No te metas en mi camino – el empujo un poco el puñal haciendo que la sintiera un poco más el metal.

-          Creo que no te han dicho quien es el que manda en este lugar, te hemos dejado tranquilo porque eres un riquillo pero ya es hora que. – inhale

-          Es la última vez que te lo digo quítate de mi camino – exhale

-          Si no que – enterró más el puñal

Volví a inhalar y exhalar y de forma rápida hice un movimiento, le di un codazo en su estómago haciendo que el se doblará un poco, me moví tomé su muñeca he hice que tirara el puñal, torcí su muñeca e hice que ahora el quedará enfrente de mi.

-          No me interesa quien demonios seas, el que se mete conmigo termina en un bote de asido.

Sus amigos trataron de acercarse a mi, pero aun con el idiota los esquive más de una vez hacía que el que recibiera los golpes fuera el idiota que tenía.

-          El día que se te vuelva ocurrir molestarme, piénsalo dos veces.

Lo solté y seguí mi camino hacia mi celda. Pero antes de llegar un guardia me detuvo.

-          Darío la periodista te está esperando. – voltee a verlo y le dije.

-          Dile que hoy no quiero verla. – entre a mi celda y me volví a costar en mi cama.

Samantha

Estoy dispuesta a salir, estoy tomando mi carpeta, mi bolsa doy una vista rápida en todo el sala de mi departamento buscando las llaves de mi coche.

-          Demonios es tarde, donde las deje, donde las dejé.

Bingo, están en la pequeña mesa, las tomó y empiezo a caminar a la salida, abro lentamente la puerta y veo a una mujer sumamente hermosa, tiene un bestido blanco que hace que resalte su figura un saco negro, unas zapatillas de 15 cm de altos y su cabello largo cok ondas en las puntas, demonios la mis mísima presidenta del grupo Reymer Alexandra Reymer con dos guardaespaldas de tras de ella, me mira de pies a cabeza y hace que me intimide.

-          Samantha Altamirano – me mira y solo asiento con la cabeza – puedo hablar contigo – vuelvo sentir con la cabeza, me hago un lado y la dejo que entre, observo a sus hombres esperando que pasen. – ellos se quedan afuera. – cerré la puerta.

-          Dígame, en que puedo ayudarla. – ella vio mi pequeño departamento, se mantuvo de pie y me dijo.

-          Se que estas entrevistando a mi primo. – asentí con la cabeza – habla, no tienes lengua – me contesto molesta.

-          Disculpe, es que.

-          Es enserió que tu con ese carácter estas entrevistando a Darío, el hombre más intimidante que conozco.

-          Ha, nnnnno.

-          Jajajajaja, es enserió te metiste en su cama para convencerlo – eso me molesto.

-          Señora, no tiene por qué faltarme al respeto, nose por qué está aquí. – cambio si semblante a uno rígido.

-          Haber niña quiero que me des tu grabadora, y todo lo que tengas en relación de esa estúpida entrevista. – eso si que no me la esperaba, la mire tomé con fuerza mi bolsa y carpeta.

-          ¿Qué?

-          No me escuchaste, eres tonta, quiero todo lo que tenga que ver con esa tonta entrevista.

-          No señora, discúlpeme pero no puedo hacer eso, es mi trabajo y no puedo perder todo lo que he avanzado. – me miro sorprendida.

-          No me estas entendiendo, no te estoy preguntando.

-          No se lo puedo entregar.

-          Bueno será por las malas. – saco de su bolsa un documento y me lo mostró. Lo tomé y leí y la mire. – quiero que me muestres el contrato para hacer esta estupidez.

-          Contrato, de que esta hablando.

-          Es enserió, pensé que serias más lista. Darío a pesar de su condición sigue perteneciendo al grupo Reymer y para hacer una entrevista, conferencia o algo parecido se tiene que firmar contratos.

-          No puede ser. – la mire angustiada.

-          Mira niña, te entiendo no lo sabias pero no puedes publicar eso, a si que si no quieres problemas conmigo entrégame eso ahora.

-          Aun que no lo publique no me puede quitar mi grabadora y todo mi trabajo, usted no sabe lo que me ha costado esta entrevista.

-          Dame paciencia, creo que ya has escuchado lo que somos capaces de hacer, si te metes con los Reymer.

-          No les he hecho nada, el señor Darío me dio su consentimiento, el aprobó esta entrevista.

-          En esa entrevista también se esta hablando del grupo, y de nosotros, te estás metiendo en terrenos muy feos, y si te sigues adentrando no vas a poder salir, - dirigió su mirada a la puerta y grito – pedro – el hombre entró con su compañero.

-          Pedro- dígame señora.

-          Revisa este lugar, quiero su grabadora y documentos que tengan que ver con la estúpida entrevista.

-          No puedes hacer eso, está es mi casa. – se dirigió a mi, camino y a unos centímetros de mi me dijo.

-          Si puedo y lo voy a hacer, empiecen.

Sus hombres empezaron a mover, a tirar mis cosas y poco a poco empezaron hacer un desastre.

-          Si no me entregas esa porquería, la noticia de un asalto y una mujer muerta va a aparecer en primera plana.

Saco de su bolsa una pistola pequeña, y me apunto a la cabeza, empecé a tener miedo, no sabía que hacer mis piernas empezaron a temblar, me empezó a faltar la respiración que sin más cedi.

-          Si esta bien, aquí esta – saque de mi bolsa la grabadora y la carpeta en donde estaban las preguntas y algunas notas. Ella hizo una leve sonrisa.

-          Cobarde – me miro de una manera muy fría – no se te vuelva ocurrir hacer otra estúpida entrevista, y no quiero enterarme de que te volviste a buscar a Darío. – eso no me gustó que sin más le conteste.

-          La entrevista puede que no la termine, pero no puede prohibirme verlo, mientas que el me reciba seguiré visitándolo, ahora hágame el favor de salir.

-          Aa, la niña al final de cuentas si tiene agallas, te atreviste hablarme muy feo. – me tomo un mechón de mi cabello y empezó a jugar con el – no se te ocurra acercarte a el.

Empezó a caminar hacia la puerta y antes de salir me volvió a repetir lo mismo.

-          Ya lo sabes, no se te ocurra acercarte a el.

Salió y en ese monto me dejé caer de rodillas al suelo impactada, temerosa, asustada, angustiada y con todas las emociones encima, Darío tiene razón ella da miedo y mucho. Pero ahora eso es lo de menos mi entrevista, mi trabajo estaban arruinados, la idiota se llevó todo lo que tenía y por mensa no hice ningún respaldo. Me di de zapes yo sola y me decía mensa, mensa, mensa.

Estuve un rato así, y después de pensar y pensar tomé mis llaves salí del departamento, camine a mi coche me subí y empecé a manejar al reclusorio. Entre al salón donde entrevisto a Darío, lo espere y des pues de un rato entro un custodio.

-          Lo siento pero el idiota no quiere venir dice que la atenderá mañana a la misma hora, ya se puede retirar.

Salió dejándome sola, demonios que haber pasado para que el no me atendiera y su prima fuera a buscarme.

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Comments

Francisca Alcantara

Francisca Alcantara

Anda pobre chica

2023-11-14

0

Anonymous

Anonymous

Espero que vuelva a publicar más novelas cómo estás. Súper!

2023-06-17

1

Yeferson Jesus Mendez Rodriguez

Yeferson Jesus Mendez Rodriguez

más capitulo ya leí la dos novela y este es la continuación del imperio reymer

2022-10-15

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