Correo electrónico.

Por varios días regrese al reclusorio esperando que me dejaran ver al señor Darío, pero la respuesta que recibía era la misma – el idiota no quiere recibirte.

Trate de muchas maneras, hable con el director, pero este siempre me decía que si el no quería no podía hacer nada.

La noche anterior mientras me sentaba en mi cama me llego un correo electrónico en donde:

💻 el caso de Darío Reymer será abierto, es la primera y la única que ha sido informada, este asunto se ha mantenido en completo anonimato, el día de la audiencia será mañana a las 10:00 am.

No había más era todo, mientras estaba sentada recogí mis piernas y en silencio estaba pensando, aló mejor por eso Darío ya no quería seguir viéndome. Seguí en silencio hasta que el sonido de la puerta me sacó de mis pensamientos. Me levanté y me dirigí abrir.

-          Esteban ¿Qué haces aquí? – estaba en la puerta con una gran sonrisa.

-          Viene a buscarte, no has ido a la revista. – me moví y dejé que entrara – me enteré que no has visto a Darío. – se sentó y yo junto de él, lo mire y no sé porque, pero mis ojos se llenaron de lagrimas, el se dio cuenta y un poco desconcertado me preguntó. - ¿Qué te pasa?

-          La señora Alexandra vino a verme y me dijo que dejara en paz lo de la entrevista, y a partir de ese día no lo he visto.

-          Sami, ¿pero por qué?

-          Me dijo que tenia que tener contratos, o algo parecido para hacer mi trabajo, y aun con el consentimiento de Darío tenía que hacer el contrato, no puedo publicar lo que tenía.

-          Sami, tranquila ya le dijiste al departamento legal, que te elabore el contrato para que lo firme Darío.

-          Ese es el problema, me puse en contacto con ellos, y me dijeron que no tenían la autorización de hacer eso, que el director de la revista no sabía nada al respecto, hable con el y de igual manera me dijo que dejara de hacer mi entrevista, sabes que perro coraje tengo, cuando empecé a realizarla me dijeron que no había ningún problema, y ahora hasta me dejaron sola.

-          Sami tranquila no te pongas así esperemos que dice Darío, a lo mejor si tus haces el contrato y te presentas como periodista independiente puedas terminarla.

-          Ese es otro problema ya no me deja verlo, ni como visita ni como periodista, además Alexandra me quito todo lo que tenia.

-          Guardaste alguna copia.

-          No – se me derramaron mis lágrimas – si mi papá viera todo esto me diría que soy una inútil, no pude terminar con este trabajo.

-          No, sami eso si que no, tu lograste lo que el no pudo, todos en este mundo intentaron por todos los medios hablar con el y ni siquiera pudieron verlo. Todos los medios siguen tratando de hablar con un miembro de esa familia y solo tu pudiste hacerlo.

-          Pero de que me sirve.

-          Ya sami deja de tirarte al suelo, mañana vas a tomar tus llaves de tu auto, y vas a ir a ese penal a tratar de hablar con el.

-          No creo que me dejen hacerlo, reabrieron su caso y mañana es la primera audiencia.

Me miro sorprendido y se levantó de su lugar.

-          Y ¡¿cómo lo sabes?!

-          Acabo de recibir un correo.

-          A ningún periodista le a llegado esa información, esto es extraño porque sólo a ti te lo dirían.

-          No lose, pero a partir de mañana empezaran con el juicio.

Se volvió a sentar.

-          Esa familia si que es poderosa, como le hicieron para abrir el caso.

-          No creo que haya sido Alexandra u otro de su familia, acuérdate de todo lo que dijo de Darío en la conferencia que ofreció, a demás de lo poco que he escuchado, Darío y ella estaban peleando por la presencia de su grupo dudo que ella quiera ayudarlo.

-          Y que piensas hacer, imagínate todo lo que puedes ganar si esta información del juicio se publica eso no tiene nada que ver con la entrevista.

-          Si, pero no voy a publicarlo, que se enteren los medios cuando el juicio empiece.

-          Estas loca, si se lo das a la revista te compensará muy bien tu estatus subirá, utilízalo

-          No ya lo decidí – se quedo callado por unos minutos y después solo se fue, si decir más.

 Al día siguiente me dirigí al juicio, pensé que no me dejarían entrar, pues en el anterior solo dejaron pasar a los familiares de Darío. Llegue al juzgado y no sé por qué demonios había un montón de periodistas, si se suponía que yo era la única que había sido informada, mire a mi alrededor y encontré a mis compañeros de mi revista, me dirigí con ellos, Peter un camarógrafo estaba esperando a que llegara nuestra compañera Romina. Me acerque a él y le pregunte.

-          ¿Peter que hacen aquí?

-          Samy esto es una gran noticia ayer en la noche nos llegó la información que volverían abrir el caso del grupo Reymer, supongo que también te mandaron a cubrir la nota. – lo mire desconcertada.

-          No. ¿Cómo se enteraron?

-          Esteban nos dijo a noche, el director lo ascendió esta mañana – maldito esteban me utilizo, sentí impotencia y coraje conmigo misma. 

-          Esteban – asintió con la cabeza

-          El director dijo que si alguien podía entrar al juicio lo ascendería de puesto a la dirección en España, pero tu sabes que nadie puede pasar.

Vi como se acercaba el canalla de Esteban, caminé hacia él, el solo bajo la mirada se me acerco.

-          Samy – por la rabia que sentía me no deje que hablara.

-          Vete al diablo confíe en ti.

-          Samy tu

-          Tu te callas, espero que lo que me hiciste te sirva de provecho – me levanto la voz.

-          Si tu no querías aprovechar esta oportunidad yo sí, cálmate si, le dije al jefe que tú me ayudaste.

Estaba apunto de contestarle cuando un hombre vestido de negro se me acerco y me dijo.

-          Disculpe, es usted la señorita Samantha Altamirano – asentí con la cabeza – el señor Darío no tarda en llegar y espera que usted este adentro del juzgado para que pueda presenciar el juicio – esteban me miro sorprendido y el hombre se fue dejándonos a los dos sin palabras. Y desde lo lejos empezaron allegar patrullas, y una camioneta negra que venía fuertemente custodiada.

-          Esteban- te invitaron al juicio, esto es perfecto podemos entrar y con esto conseguiremos el puesto de dirección en España – voltee a verlo y me quede callada, y empecé a caminar al juzgado y el detrás de mí.

Observe como bajaba de la camioneta con un traje negro, esposado y enserio después de no verlo por una semana me dejo impresionada, no se porque pero estaba feliz de verlo, empezó a caminar hacia el juzgado y cuando paso junto a mi me hizo una sonrisa ligera y volvió a dirigir su mirada al frente, a pesar de todo la atención que el recibía para mi solo era el, y que a pesar que el fuera custodiado por miles de policías y un montón de reporteros solo era él.

-          Esteban- ¿Qué esperas? Vamos a entrar – me saco de mi encanto, lo mire y lo deje parado, el me siguió llegue con los guardias y me preguntaron mi nombre.

-          Guardia- no pueden pasar, solo los abogados, y la familia.

-          Samantha- si yo estoy en la lista. Soy Samantha Altamirano – busco en su lista, y asintió con la cabeza.

-          Guardia- puede pasar. – empecé a entrar, pero a Esteban no lo dejaron seguir – lo siento, pero usted no puede pasar.

-          Esteban- sami diles que vengo contigo. – lo mire

-          Lo siento no te conozco.

No me importo sus gritos seguí adentrándome hasta que llegué a la sala, él estaba sentado en una mesa junto al lado derecho del juez, con algunos fiscales. Tome lugar en una de las ultimas bancas de la sala.  Después de varios minutos por una puerta distinta a la que yo entre estaba entrando Alexandra, Alondra, iris y lo que si no me espere fue ver a mi hermana, que estaba haciendo ella aquí, y sobretodo que hacia con la madre de Darío y sus primas. La observe por un largo rato hasta que ella se dio cuenta de mi presencia, como siempre me miro con ojos de superioridad y me barrio.

La tensión en la sala se estaba poniendo pesada, Darío se dirigía con sus abogados y fu familia hablaba entre ellos. Yo era la única sentada en la parte del público, esperando a que empezara. Y por fin por un rato entro el juez, y el silencio abrumador se terminó.

-          Todos en la sala el Juez Donato esta entrando a la sala, de pie.

 

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Comments

Francisca Alcantara

Francisca Alcantara

Ese Esteban es un traidor

2023-11-14

0

Alía R T

Alía R T

está súper sigue

2022-10-15

1

Irma Noriega

Irma Noriega

autora no nos puedes dejar así 🥶 no es justo 😞queriamos más información plis 🙏🙏

2022-10-15

2

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