Capítulo 18

Quité las tapas de todo, el aroma inundó mis fosas nasales e incluso Rose saltó de alegría dentro de mí, porque podría alimentarnos. Primero vino el enorme bistec que estaba cocido justo como me gusta, y lo devoré todo, hasta llegar a la ambrosía que vino de postre. Qué delicia.

Recordé los años que pasé sintiendo hambre, sin nada que comer y cazando para sobrevivir. Lo peor fue antes de que Rose se fuera, porque ni siquiera tenía eso.

Ahora, voy a ser madre y no puedo imaginar privar a mis cachorros de alimento. Ningún dolor o enfado justifica el maltrato de un niño indefenso, que aún no sabe cómo valerse por sí mismo o protegerse.

Una lágrima rodó por mi rostro y la hada Ylia se acercó y recogió la lágrima solitaria.

"No te pongas así, querida. Todo el pasado está detrás de ti ahora, y a partir de ahora, será una nueva vida. Hay un gran propósito para ti en esta Manada, y tus cachorros lograrán grandes cosas".

"¿Cómo sabes todo esto?" pregunté, curiosa.

"Nadie nace con tanto poder y tiene cachorros tan especiales a menos que haya un propósito específico", explicó.

"¿Y qué tiene que ver exactamente este propósito con?"

"Con la vida y la libertad. Todos merecen vivir una vida de calidad y ser libres. Pero en el futuro, lo entenderás. Tu pareja está llegando, prepárate para recibir las instrucciones".

"Gracias, Ylia", me levanté y fui al baño.

"Te mereces todo lo mejor, querida", dijo ella, y su amabilidad me conmovió.

Derick

Estaba terminando mis llamadas telefónicas, frustrado porque no había podido encontrar a un médico que cuidara de Lizandra. Golpeé la mesa con el puño cerrado, casi rompiéndola, y solté algunas maldiciones. ¿Cómo voy a ayudar a mi pareja y a mis cachorros?

Escuché un golpe en la puerta y Afonso entró.

"Ahora qué, Afonso, ¿le pasó algo a mi Luna?" Noté que mi rudeza anterior resurgió, pero no podía controlarla.

De pie, con las manos juntas frente a su cuerpo, se balanceaba de un lado a otro, agitado. Parecía que se avecinaban más problemas, pero él sonreía, así que perdí el control:

"Habla, hombre, no me pongas aún más ansioso de lo que ya estoy". Vi que le dio una sonrisa larga y finalmente habló,

"Sí, pasó algo, Alpha, ¡algo maravilloso!"

"Dímelo ya, hombre, ¿qué pasó?"

"Nuestra Luna está mejor, Alpha, está feliz, llena de energía y almorzando. Pidió que subas lo más pronto posible". Terminó de hablar con esa gran sonrisa en su rostro.

"¿Y me lo dices ahora?" Este Afonso, se está volviendo un tonto sentimental.

Me levanté apresuradamente, derribando la silla y casi chocando con él. Me apresuré hacia el dormitorio, ansioso por ver a mi pareja bien y averiguar qué había pasado. La encontré de pie, ya terminada de almorzar.

"Mi amor, ¿qué pasó, cómo mejoraste tan rápido? Incluso tienes color en tus mejillas", observé y fui hacia ella, agarrando sus muñecas, estirando sus brazos y alejándolos de su cuerpo. De esta manera podía admirar toda su belleza y alegría.

"Estoy tan feliz, cariño, Rose sugirió que pidiera ayuda a la reina de las hadas, y eso es lo que hice. Ella me respondió, envió a una hadita hermana con un elixir, solo tuve que tomarlo y me sentí mejor al instante. Ya he almorzado y me siento genial. Quiero que la conozcas". Miró a su alrededor y llamó en voz alta. "¿Ylia, puedes aparecer ahora?"

Vi una pequeña figura volando a nuestro alrededor y de repente, justo frente a mí, apareció una hada pura, hermosa y colorida, un poco más pequeña que Lizandra.

"¡Un placer conocerte, Alpha Derick!" Su voz era aguda, pero transmitía gentileza.

El placer es mío, preciosa hada. ¿Qué más nos puedes enseñar sobre Lizandra? pregunté en un sentido general, pero realmente quería saber si podía aparearme con mi pareja. Sé que puedo parecer ignorante, pero necesito calmar mis instintos que han estado esperando tanto tiempo.

Ella nos indicó que nos sentáramos y fuimos a las sillas en el porche. Se colocó frente a nosotros y, con la postura de una maestra, comenzó a hablar:

"¡Boom! Para empezar, quiero aclarar que Lizandra es un híbrido de lobo, ángel y hada. Su parte angelical se fusionó con la parte de lobo, por eso su lobo tiene alas, pero también tiene influencia de la magia de hadas, por eso es colorido. La parte de hada es lo que estamos viendo, aunque ella camufla su apariencia, lo hace inconscientemente. Nosotras las hadas solo mostramos nuestra verdadera apariencia cuando queremos y nos sentimos seguras. Sus alas son alas de hada y, al igual que su lobo, la magia les da un color mezclado", aclaró, sorprendiéndonos.

"Si lo hago inconscientemente, ¿significa que las hadas ya saben cómo usar su magia desde el nacimiento?" preguntó Lizandra.

"Tú ya conoces la respuesta, ya que has estado usando bien tu magia", respondió Ylia.

"Eso es verdad", sonrió Lizandra, "pero ¿cómo lo sabes?"

"La reina de las hadas percibe cuando se utiliza magia elemental y ha estado siguiendo tu desarrollo y esperando a ser llamada para ayudarte".

Era tan sencillo y solo Rose lo había pensado.

"No te pongas triste, querida. Lo importante es que ahora estás recibiendo ayuda de tus hermanas", consolé a Lizandra, "¿Podemos ver la forma de hada de Lizandra, Ylia?"

"Sí, por supuesto. Intenta desplegar tus alas, Lizandra. Con el tiempo, usarás tu magia y aparecerán y desaparecerán a tu voluntad, nadie volverá a ver estas protuberancias". Me gustaba esta información y creo que también le gustaba a Lizandra.

Lizandra retrocedió, cerró los ojos y se concentró. La hada Ylia abrió su vestido en la parte de atrás, exponiendo sus protuberancias. Creo que hasta que Lizandra aprenda a mostrar sus alas con magia, tendrá que abrir su ropa para evitar rasgarla.

¡Era increíble!

Un neblina rosada fluía a su alrededor, y sus alas se desplegaron, se extendieron: ¡eran enormes y hermosas! Flotaba sin tocar el suelo, y a su alrededor fluía una neblina colorida, que imaginaba que era su magia.

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