El Amante De Olivia O'Grady (Dinastía Belf I)
Seattle
—Taxista — Llegamos.
Anunció el taxista, sacando de sus pensamientos a Andrew Belf.
Andrew observó por la ventana la vieja casa, pago el pasaje y tomo su maleta para bajar del auto. Camino entre la arena para llegar hasta la puerta, de la casa de su padre. La casa era grande, estaba frente a la playa, con una vista hermosa hacia el mar.
Al abrir la puerta se percató de que el tiempo no había pasado en vano, el piso de madera rechinaba horrores, los muebles estaban deteriorados y empolvados. La cocina estaba inundada por una tubería rota, y la pintura de la pared se había caído por la humedad.
Subió las escaleras y entró a la habitación principal que había sido de su padre, encontró un colchón viejo en el suelo con algunas fotografías en él.
Dejo su maleta en el piso y se sentó en el colchón, tomo algunas fotografías en sus manos y se llenó de nostalgia. En todas sus padres, se veían muy sonrientes. Esos habían sido sus mejores seis años, antes de que su madre pidiera el divorcio y lo llevará con ella a Inglaterra, lejos de su padre.
Andrew miró a su alrededor, ahora que estaba de regreso quería reparar la casa que su padre le había heredado.
Sabía que necesitaría mucho dinero, pero por suerte hace algunos días se había encontrado en Inglaterra con Amanda Hertford, una vieja amiga de su padre, quien le ofreció un buen empleo en Seattle.
Tenia la cabeza envuelta en muchas ideas y nuevos planes para su vida. Aventó las fotografías al suelo, se dejó caer de espalda en el colchón y agotado por el largo viaje, cerró los ojos dejándose vencer por el sueño.
La mañana había llegado rápido para Andrew, se vistió con su mejor traje, tomo sus documentos y salió de prisa, directo al Hotel O'Grady. El comienzo de todo.
Frente al Hotel O'Grady, se detuvo un Mercedes gls maybach color negro, el chófer bajo de prisa para abrir la puerta del lujoso auto, donde bajo una bella mujer, de piel blanca, ojos grises y una figura esbelta.
Con una expresión de desagrado Olivia O'Grady miro a los ojos, al hombre del uniforme que aún mantenía su puerta abierta.
—Olivia O'Grady— Cada vez eres más lento Thomas.
—Thomas Green — Discúlpeme niña Olivia, le prometo ser más ágil la próxima vez.
—Olivia —No abra próxima, hoy mismo se contratará al nuevo empleado que te reemplazará.
Thomas solo agacho la cabeza con un poco de tristeza, el había sido su chófer por veinte años, sentía un gran cariño y respeto por aquella mujer.
—Thomas — Si, niña Olivia.
Olivia deslizó con delicadeza sus manos por su vestido negro de alta costura, quitando las pequeñas arrugas.
Con la mirada alzada y pasos erguidos llegó hasta las puertas del glamuroso hotel. Las puertas fueron abiertas de par en par, para ella.
El personal del hotel al verla entrar, caminaba despavorido rogando no cometer un error en su presencia. Olivia O'Grady era una mujer con una presencia imponente, de carácter voluble y un ego lleno de soberbia, que fácilmente se ganaba el odio de todos sus empleados.
El gerente con total nerviosismo se acercó a ella y con una gran sonrisa falsa, le hablo.
—Gerente — Buen día, señora O'Grady. Sea usted bienvenida... su esposo la espera ya en la suite.
Olivia pasó de largo sin expresión alguna y subió al elevador. El gerente Brooks indignado hizo una mueca de desagrado, esta no era la primera vez que Olivia lo trataba con indiferencia, el la aborrecía.
—Gerente — Solo un poco más y estaré lejos de esta ciudad con los bolsillos llenos de dinero, dándome la vida que me merezco.
Se aliento el gerente Brooks.
Olivia llegó a su suite y abrió la puerta sin mucho afán. Su esposo Scott O'Grady se encontraba frente al espejo haciendo un nudo a su corbata, con dificultad.
—Olivia — Fue provechoso tu viaje de trabajo, cariño.
—Scott O'Grady — Oh, Olivia. Qué gusto verte cariño.
Scott caminó hasta Olivia, para darle un casto beso en los labios.
— Scott — El viaje fue, simplemente satisfactorio.
Olivia arregló la corbata de Scott y levantó la mirada hacia sus ojos.
— Olivia — Me alegra saberlo.
Olivia sabía que en cada viaje de negocios que Scott hacía, siempre solía ir acompañado de Amber Leigh, su amante. Pero hace tiempo que eso no causaba un efecto en ella.
Scott la observó por unos segundos.
—Scott — Recordé que ayer fue tu cumpleaños número treinta, y ya que no pude estar aquí para acompañarte, te traje algo para compensarlo.
Scott se dio media vuelta y señaló una bolsa de regalo con un moño grande sobre la cama.
—Scott— Ábrela.
— Olivia— Sabes que no era necesario.
— Scott — Lo es, te mereces lo mejor.
Ella caminó hacia la cama y tomo la bolsa de regalo, al abrirla observó unos pendientes de diamantes.
Olivia había crecido en la opulencia, desde su niñez su padre la lleno de lujos y joyas. Siendo hija única, era la heredera de una gran fortuna, así que no había diamante que la sorprendiera.
—Olivia — Gracias, son bellos.
Cerro la bolsa y la regreso de nuevo a la cama.
—Scott— Sabía que te gustarían.
Scott se acercó a ella y deslizó su mano por su vestido, hasta llegar a su pierna y comenzó a subirlo poco a poco.
— Scott — Hace mucho que no te toco...
Olivia cerro los ojos ante esa acción, hace mucho que ya no deseaba ser tocada por Scott y cuando el vestido llego por su vientre, lo detuvo.
—Olivia — Tal vez después, mis padres ya deben estar molestos porque no bajamos.
Olivia se acomodó el vestido, pero antes de dar un paso Scott habló.
— Scott — Olivia, quiero que vuelvas a dormir a en mi cama, que lo volvamos a intentar como al principio.
—Olivia — Scott...
— Scott — Eres la mujer de mi vida y no quiero que nos distanciemos más.
— Olivia — Pensé que estábamos bien así, cada quien por su lado.
Contestó Olivia con sarcasmo.
—Scott — Cuando nos casamos prometiste que pondrías todo de tu parte para ser feliz conmigo y hacer funcionar este matrimonio.
—Olivia — Aún recuerdo lo que te prometí hace años, en la noche de nuestra boda. ¿Y tú?.
—Scott — Sé lo que te prometí... pero tú sabes lo importante que es para mí y mis padres, tener descendencia. Y cuando vi que los tratamientos no funcionaban me sentí devastado. Pero ya estoy listo para intentarlo de nuevo, quiero que intentemos de nuevo tener un hijo.
Olivia abrió los ojos con sorpresa. Realmente no esperaba que Scott le pediría que lo intentarán de nuevo.
—Olivia — ¿Qué pasará si no funciona otra vez?. ¿Te irás por otro largo tiempo, de nuevo?.
Scott se quedó en silencio por unos segundos, ya lo había arruinado una vez, pero él quería convencerla de alguna manera. Lo único que tenía, era el poder que el padre de Olivia influía en ella.
— Scott — Esta vez no iré a ningún lado, me quedaré contigo pase lo que pase. Además, tu padre será el más feliz con una noticia así, ¿no crees?.
Olivia lo miró con desinterés, le recordó el amargo día que su padre le dio la noticia de su compromiso con Scott O'Grady, un hombre que solo había visto en dos ocasiones.
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Comments
Bleidys Marcela Sanchez
Que guapo 😍😍😍😍😍
2024-11-10
0
Ana Leticia Morales
valla creo que cada uno tendrá su compañía de amores jajajaja
2024-09-21
0
krmly
interesante
2024-06-17
1