Capítulo #16

Después de dejar a Bree en su casa, Andrew por fin pudo llegar a la suya. Abrió la puerta y aventó las llaves a la mesita frente al sillón. Se quitó el estorboso saco con fastidio y lo aventó al sillón.

Escucho uno golpeteo en la puerta de su casa, y sin mucha importancia el la abrió. Su sorpresa fue ver a Olivia parada en su puerta.

—Olivia — Hola.

Andrew estaba atónito.

—Andrew — Señora O'Grady.

—Olivia — ¿Puedo pasar?

—Andrew — Sí.

El se hizo a un lado para que Olivia entrará y cerro la puerta.

—Andrew — ¿Cómo sabe donde vivo?

—Olivia — Por mi chófer.

Olivia observaba con detalle la casa de Andrew. La cocina era del tamaño de su closet y la sala más pequeña que la suya, pero se sentía cálida y más acogedora que su mansión.

Camino hasta la ventana de la sala y se dio cuenta de que se podía observar a la perfección la playa, justo el lugar donde a ella le gustaba caminar por las noches.

—Olivia — La vista es magnífica.

—Andrew —Y algunas veces es mágica... Desde ahí se puede ver a una bellísima sirena, que me mantiene en desvelo en mis noches de soledad.

Andrew camino hasta ella y la tomó del rostro, para que lo viera solo a él.

—Olivia — Andrew, sabes que esto nunca podrá ser, algo más que una aven...

Andrew la callo con un beso, no le interesaba escuchar lo de más. El hecho de que ella estuviera ahí, era suficiente para saber que ella también deseaba que pasara esto, como el.

—Andrew — Desnúdate para mí...

Dijo el entre sus labios. Ella asintió con la cabeza y se alejó un poco de él. Empezó por deslizar el cierre de su vestido, frente a los ojos repletos de lujuria, de Andrew.

Cuando el vestido callo al suelo, Andrew no pudo más y la tomó de la cintura. Se aferró a ella, como si tuviera miedo de que se fuera de sus brazos. Deslizó las manos por todo su cuerpo, mientras devoraba su boca sin medida.

Olivia desconectó de su cabeza todo aquello que ya no servía para ella. Quería vivir, quería sentir todo aquello que solo Andrew, lograba en su cuerpo.

Olivia desabrochó con desespero el pantalón de Andrew, él le ayudó a bajarlo todo, dejando salir su dura virilidad. La levantó de una para que ella se enrollara en el y la llevó hasta la mesa.

Arranco sus bragas, la paciencia está noche no era su fuerte. Mordió la punta de su seno, sus hombros y la cavidad de su cuello. La piel de Olivia se erizaba por cada huella que Andrew dejaba en su cuerpo.

—Olivia — Ahhh!!!..

Andrew deslizo con lentitud su virilidad en ella, y Olivia al sentirse invadida por el, se apretó con fuerza a sus brazos.

Cuando llego hasta lo profundo, empezó hundirse con rapidez en su cavidad una y otra vez, los dedos de sus manos estaban ya marcados en la cintura blanca de Olivia, por la fuerza que ejercía en ella.

Olivia sintió que llegaría a la culminación de su cuerpo. Andrew tampoco pudo más y abrió los ojos, quería ver su rostro al hacerla explotar de placer.

—Andrew — Ahhh!!!...

Andrew sintió que palpitaba dentro de ella, mientras Olivia aruño su espalda, al sentir las millones de sensaciones recorrer su cuerpo.

Con la respiración agitada y el corazón acelerado le dio un tierno beso en los labios y la cargo. Camino con ella hasta la sala, para recostarla en el sillón. Ella se acomodó recargando su espalda en el pecho de Andrew, y el rodeó su cintura, con su brazo para aferrarse más a ella.

Aun con el corazón intranquilo cerraron los ojos, cayendo con rapidez en un profundo sueño.

Estaba amaneciendo cuando Olivia despertó envuelta en los brazos de Andrew. Miró el reloj en su muñeca y se percató de que se hacía tarde. Sin hacer mucho movimiento se levantó del sillón, tomó su vestido del suelo y se vistió lo más rápido que pudo.

Se acercó hasta Andrew y se inclinó para dejarle un pequeño beso en sus labios. Andrew hizo un puchero dormido y se removió un poco en el sillón, al sentir los labios de Olivia y a ella le pareció tierno.

Camino hasta la puerta y procuro abrirla sin hacer mucho ruido, para después cerrarla despacio. Cuándo ya se estaba subiendo a su auto, su teléfono soñó. En la pantalla aparecía el nombre de Scott. Olivia no tenía deseos ni humor para contestar su llamada y apagó su teléfono, para no tener que hablar con el.

Scott se levantó enojado de la cama cuando la línea de Olivia lo mando al buzón.

—Amber —Cariño, vuelve a la cama.

Le pidió Amber al sentirlo levantarse de manera brusca. Scott pensó por unos instantes que tal vez Olivia había apagado su teléfono, para seguir durmiendo.

—Amber — Por favor, aún es temprano.

Amber bostezo y Scott se acostó a su lado para abrazarla.

—Scott — Está bien, tu vuelve a dormir, amor.

Mientras Scott acunaba a Amber entre sus brazos, Olivia era feliz recordando las caricias de Andrew y sintiendo su aroma impregnado en su piel.

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