Capítulo 13

Marcus se encontraba con su mejor amigo Damián de Viles practicando esgrima. Después de todo lo que había pasado por la mañana era imposible que Marcus no estuviera con de mal humor.

- Entonces la palomita se escapó del gran Marcus Dumas, no lo puedo creer, siempre habías tenido lo que has querido excepto ahora- comentaba divertido Damián - ahora que piensas hacer?

- Obviamente ella no sabe que de todas maneras será mi esposa, solo espera un poco, la voy a reconquistar, estoy seguro que ella siente lo mismo que yo.

- Bueno es un obstáculo más a una interminable lista de problemas que ya tienes mi amigo, vaya no me gustaría para nada estar en tus zapatos. Estás perdiendo tu atractivo jajajaja las mujeres te consideraban antes irresistible, y ahora, eres reemplazable.- se burlaba Damián de la mala suerte de su amigo, Marcus hacia una cara de "estás muerto" lo que hacía más cómica la situación. Damián no podía parar de reír.

- Bueno ya basta de burlas, necesito que me ayudes a encontrarla, no debe estar muy lejos del palacio ya que llegó caminando hasta el río donde yo estaba. Sé que ella es hija de un noble, se llama Adria, su Nana de llama Dolores y que tenía un prometido llamado Víctor.

- Y qué más?

- Es todo

- Con tan poca información esperas que la encuentre? Por si no lo has notado el palacio está repleto de nobles y sus familias por la reunión anual con el rey para tratar los asuntos del reino. Necesito más información. Cómo es ella?

- Es la mujer más hermosa que hayas visto, cabello negro azabache, ojos azules, y la más terca y persistente qué puedes encontrar.

- Esa no es información suficiente para encontrar a la palomita escapista. - Damián hizo una mueca.

- Pues es toda la información que puedo darte, haz lo imposible y encuéntrala.

- Si jefe - Damián hizo un saludo militar para burlarse de su amigo y se fue a buscar la información de Adria, sin sospechar que ella se encontraba más cerca de lo que él pensaba.

Cuando su amigo se fue llegó una carta para Marcus del Rey de Randen, solicitando su presencia en el salón de tronos, así que de mala gana fue al salón a buscar a su rey.

Al entrar al salón de tronos Marcus fue anunciado.

- El duque de Lyon.

Todos los presentes voltearon a la puerta para ver al recién llegado.

- Su Majestad - Marcus hizo una reverencia- me mandó llamar?

- Si, por favor acércate, quiero que conozcas a mi amigo Leonel Roig es el rey de Helena - dijo el rey Arturo de Randen.

- Su Majestad es un placer- Marcus hizo una nueva reverencia al rey de Helena.

- El placer también es mío duque de Lyon. Ahora vamos a hablar de los asuntos importantes que nos competen a todos los presentes. Queremos discutir inmediatamente tu compromiso con la hija del Marqués de Alba y hacer los planes para que puedan casarse el fin de semana, aprovechando todas las ferias y festividades, será una celebración espléndida.- dijo el rey de Randen.

- Gracias por pensar en mí Majestad, pero mucho me temo que debo declinar la oferta.

- Pero eso por qué? Le aseguro duque que está es una unión muy provechosa para ambos países. - comentó del rey de Helena.

- Estoy seguro que sería un excelente negocio, hasta donde sé el Marqués de Alba es un hombre muy próspero y el comercio entre ambas ciudades incrementaría el trabajo y el ingreso de los más desprotegidos y brindaría riqueza a ambas naciones. - mencionó Marcus.

- Exactamente, es usted un hombre muy inteligente y ambicioso, esta unión es una oportunidad única.- dijo el rey de Helena.

- Pero a pesar de eso quiero declinar la propuesta.- dijo Marcus tajante.

- No puedo entender como un hombre tan inteligente puede tirar por la borda un negocio tan bueno! - dijo bastante admirado del rey de Helena.

- Por desgracia, este negocio ha llegado tarde, estoy ya planeando casarme con otra persona.- dijo Marcus.

El rey de Randen estaba rojo de furia. Poco le faltaba para empezar a gritar.

- Tirará todo por la borda por otra mujer? Y si decidiera quitarle su título y propiedades? También renunciaría a eso? - el rey de Randen echaba chispas del coraje por la desfachatez con que el duque se rehusaba a obedecerlo.

- Si ese fuera el caso renunciaría sin pensarlo dos veces, sin embargo, usted bien sabe que eso no es muy conveniente para el reino, tendría un levantamiento como mínimo, no es así? - dijo muy seguro Marcus, él no quería llegar a tanto ni echarse al rey de enemigo, pero no veía otra opción, de otra manera el rey no abandonaría su intención de casarlo con la hija del Marqués.

El rey de Randen estaba muy molesto, esto era una afrenta directa e insubordinación y enfrente de otro rey aliado, no lo dejaría pasar. Sabía que el duque era un hombre muy amado por el pueblo, así que tenía que tener cuidado y hacerlo pagar. El rey de Helena se dió cuenta de lo tensas que estaban las cosas entre ambos hombres y trató de ser diplomático.

- Pues es una pena que no se haya podido concretar este negocio por el momento, pero sepa usted duque que está invitado al baile que haremos hoy en la noche con motivo de la reunión anual de nobles. Estaré ansioso por verlo ahí. - comentó el rey Leonel de Helena.

- Muchas gracias Majestad, ahí estaré.- Marcus inclino la cabeza en señal de respeto.

- Puede retirarse duque de Lyon- dijo el rey de Randen de forma cortante

El duque hizo una reverencia a ambos reyes y se volteó para marcharse cuando escucho al Rey Leonel decir:

- Es una lástima, Lady Adria es una mujer tan bella, seguramente podremos encontrarle un buen marido, porque el prometido anterior que tenía....

Marcus se paró en seco, acaso escucho bien? estaba el rey hablando de la misma Adria que él conocía? Sin pensarlo dos veces regresó dónde se encontraban los reyes.

- Disculpe Majestad, dijo Lady Adria?

- Acaso la conoces? Lady Adria de Alba, la hija del marqués. Una chica hermosa, pero al parecer con mala suerte con los hombres, no es así? - dijo el rey Leonel con una sonrisa sarcástica.

- Creo que la conozco... - mencionó dubitativo Marcus.

- Bueno, pues estará en la fiesta esta noche, yo mismo se la presentaré si es que no la conoce, así que no falte.

- Ahí estaré su Majestad- y con otra reverencia Marcus se retiró del salón.

- No te lo dije amigo mío, no todo está perdido, vamos por una copa de champagne.- dijo el Rey Leonel de Helena, mientras daba una palmada en la espalda al rey Arturo quien aún se veía muy molesto.

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