Capítulo 5

El padre de Adria acababa de llegar a la capital y pidió una audiencia con el rey.

- Amigo mío!- dijo el rey Leonel Reig mientras daba la bienvenida al padre de Adria.

- Su Alteza me da mucho gusto verlo, hay algo muy importante y confidencial que me gustaría consultar con usted.- contestó el Marqués de Alba.

- Claro, claro toma asiento soy todo oídos.

- Bien, recuerdas a mi hija Adria? Pues ella va a cancelar su compromiso con el hijo del Conde Villarreal.

- Si lo recuerdo muy bien, se hecho a perder un muy buen negocio con el Duque Lyon de Randen.- le recordó el rey- Aunque si ya no está comprometida...

- Justo es lo que queria consultarle, sabrá usted si el duque de Lyon se casó o si estará dispuesto a casarse con mi hija...

- Eso es imposible. - dijo el rey en un tono serio

- Imposible?, por qué?

- El duque de Lyon que conoces ha muerto hace unos seis meses, sin embargo, su sobrino, hijo de su desfavorecida hermana heredó el título, hasta por lo que se del rey de Randen es un joven bastante inteligente, pero muy orgulloso y rebelde. No le gusta acatar órdenes, ni siquiera del mismo rey.

- Estamos perdidos, pensé que podríamos hacer una alianza matrimonial con el duque de Lyon.- dijo el marqués.

- Por suerte tuya, una cosa es que no le guste recibir órdenes y otra es que no deba cumplir las órdenes. - dijo el rey en un tono jocoso- Tanto el rey de Randen como yo tenemos mucho interés en una alianza matrimonial entre las dos familias, los territorios de ambos tienen puertos y una alianza así sería ideal para abrir el comercio. Habrá mucha prosperidad para ambas naciones. Pero antes de proseguir debo preguntar, cuál fue la razón por la que se canceló el matrimonio de tu hija?

- Es una larga historia... pero en resumidas cuentas mi hija se dió cuenta que Víctor la ha estado engañando, además de que había planeado matarnos para quedarse con el marquesado.

- Eso es una acusación muy seria, tienen pruebas?

- Por desgracia no, solo la palabra de mi hija, es por eso que no lo he traído a la justicia, solo quiero proteger a mi hija casandola con un hombre poderoso y enviándola lejos para que pueda vivir en paz.- contestó el marqués.

- Bien, eso puede arreglarse, enviaré inmediatamente una carta al rey de Randen y este asunto quedará arreglado.

- Muchas gracias su Majestad.

- No es nada amigo, esta unión nos beneficiará a todos.

El marqués salió de la oficina del rey. Estaba impaciente por darle las noticias a su hija sobre lo que había hablado con el rey, pero no podía arriesgarse a mandar una carta y que fuera rastreada o interceptada por Víctor. Se había dado cuenta que Víctor se encontraba raro antes de salir a ver al rey y empezó a hacerle muchas preguntas sobre el paradero de Adria y sobre dónde quedaba la casa de sus abuelos. Definitivamente no podía hacer algo tan arriesgado como mandar una carta en estos momentos.

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