^^^⚔ [ Damon ]^^^
Luego de un largo rato caminando por el casi interminable camino, abrí una puerta que estaba cerrada desde dentro con solo un pestillo como seguridad, dudo que lo hayan pensado cuando solo utilizaron eso para bloquear la puerta, pero una vez que la abrí, entendí el porqué no se necesita más seguridad que ese simple pestillo.
Y es que el camino finalizó dentro de una de las granjas que había fuera del palacio de Bricia, aquella granja en la que creo estar, es vigilada por un hombre de avanzada edad que pasa desapercibido ante los ojos de cualquier pueblerino, pues en realidad es un hombre con todo tipo de conocimientos en batalla, por muy viejo que se encuentre, es bien sabido que los veteranos resultan ser mucho más peligrosos que los mismos caballeros que están en su plena juventud.
Al confirmar mis sospechas cuando salí fuera de aquella granja que estaba conectada por un túnel bajo tierra con el palacio de Bricia, no pude evitar sentir un dolor desgarrador en el pecho, sí, había elegido el camino correcto y ahora estaba alejado del peligro junto a la princesa, pero eso significa que Ekain y Amir fueron por el camino equivocado.
—Por favor, cuida de su alteza.—Supliqué en un susurro a quien sea que me haya escuchado, no era muy creyente, siempre he sido alguien que solo puede creer en algo si lo puedo ver, escuchar o sentir, si es así, entonces si creo, pero si no es el caso, entonces simplemente decido pensar que es falso, pero ahora realmente necesito creer que hay alguien que pueda proteger al segundo príncipe e incluso que pueda proteger a ese mocoso de Amir.
El llanto de la princesa me trae devuelta a la realidad y es cuando decidí buscar al supuesto hombre que se supone que tendría que estar cuidando la única salida de emergencia que tiene el palacio de Bricia.
Afortunadamente no tardo en encontrarlo y me acerco al hombre que se encontraba alimentando a las ovejas que habían en el corral.
—Señor.—Dije en voz alta para llamar su atención, pero mi voz fue opacada por el llanto de la princesa y con eso fue suficiente para hacer que él hombre de la vuelta y nos vea.
—¿Quién eres?, ¿acaso tus padres no te han dicho que es un delito pasar por los terrenos de otra persona?.—Preguntó el hombre mientras sacudía el polvo de sus pantalones con las manos y luego se acercaba a nosotros.—Ese bebé tiene la cara roja, me imagino cuanto tiempo estuvo llorando.
—Ah.. no sé como calmarla, creo que tiene hambre, pero aún más importante, señor.—El hombre intentó tocar a la princesa, pero rápidamente di unos cuantos pasos atrás para mantener distancia.—No se acerque a ella.—Terminé diciendo.
No puedo simplemente confiar en él y permitirle tocar a la princesa. Ekain confía en mí para protegerla y no pienso defraudar su confianza.
—Esa bebé debe tener hambre, ven conmigo.—Habló aquel hombre de cabellera negra con unos cuantos cabellos blancos y de aspecto descuidado, pero que a pesar de su edad, mantenía un cuerpo fuerte y resistente. Si intentará algo en contra de nosotros, me sería imposible defenderme, pero de igual modo mantengo la distancia y me preparó mentalmente para cualquier cosa, repito, para cualquier cosa.
Entramos dentro de la granja y el hombre ve la puerta abierta, la misma puerta que abrí hace unos cuantos minutos y que lleva al palacio de Bricia.
—Así que finalmente alguien utilizó la salida secreta.—Dijo el hombre mientras abría los cajones de un mueble malgastado y viejo, muy poco cuidado y sucio.—¿Eres el príncipe?.—Terminó preguntando mientras se acercaba a mi con una botella llena de un líquido blanco que posiblemente sea leche para la princesa.
—No, no lo soy.—Respondí mientras recibía la botella y antes de darle de comer a la princesa, olí la leche y probé un poco de esta para verificar su estado, como no encontré nada raro en ella, decidí alimentar a la hermana de Ekain que se encontraba llorando desde el inicio cuando la sostuve por primera vez en brazos.
Pobre pequeña, en su primer día de nacida perdió a su madre y el hogar en el que debía creer junto a su hermano.
—Si no eres el príncipe, ¿entonces quién eres?.—Pregunta el hombre mientras toma asiento en un viejo sofá individual que se encontraba cerca de la única ventana del lugar.
—Me llamo Damon, soy el hijo del Duque Engel.—Decidí presentarme.—Estaba en el palacio junto a su alteza cuando unos traidores atacaron el lugar, provocando la muerte de la señora Bricia.
—Ya veo, así que tu padre finalmente decidió darle la espalda al segundo príncipe.—Respondió.—La pequeña que tienes en tus brazos, ¿quién es?.—Preguntó con un interés inquietante.
—¿A qué se refiere cuando dice que mi padre le dio la espalda al segundo príncipe?.—Pregunté.
Mi corazón se aceleró y mis piernas estaban temblando, tenía miedo, no miedo de ser atacado, sino que realmente me asusta la idea de pensar que mi padre podría haber provocado todo esto cuando comenzó inesperadamente a asistir a las fiestas de la Emperatriz.
—¿Es la hija de Bricia?.—Preguntó el hombre mientras observaba atentamente a la bebé.
—No, creo que es la hija de alguna empleada del palacio, la encontré llorando sola y decidí traerla conmigo.—Respondí, intenté sonar convincente, pero seamos sinceros, un niño de 8 años jamás podría tener la experiencia suficiente para engañar a un hombre adulto que si posee dicha experiencia.
—¿En serio?.—Habló mientras se ponía de pie.—Permíteme verla más de cerca.
Si ese hombre ve los ojos rojos de la princesa, ¿me pregunto que hará al respecto?, no creo que sea capaz de quitarle la vida al único heredero del Duque, o sea yo, pero la princesa si estaría en peligro y solo yo estoy aquí para salvarla.
Al igual como Amir mancho sus manos por mí, yo debería hacer todo lo que este a mi alcance para protegerla, no porque sea mi prometida, no porque sea la hermana de mi mejor amigo, no porque sea la princesa, sino porque deseó convertirme en ese alguien que pudo salvarla en el que posiblemente sea el peor día de su vida.
—No se acerque a nosotros.—Dije, mientras lamentablemente debía quitarle la botella de la boca a la princesa, increíblemente, ella no comenzó a llorar, más bien estaba buscando con sus pequeñas manos la botella que le había arrebatado porque era la primera cosa que podría utilizar como defensa.
—No entiendes que está ocurriendo chico, tú eres libre de volver a casa, pero si esa bebé es la princesa, entonces es mi obligación hacer lo que sea para terminar con la vida de los hijos de Bricia.
—Como usted lo ha dicho, no entiendo que está ocurriendo y ni siquiera sé por qué está ayudando a mi padre con este acto tan inhumano.—Hablé.—Pero yo no soy un traidor, y por sobre todo, yo no mataría a una bebé indefensa.
Y en un palpado, ese hombre se lanzó sobre mí, pero en un acto de reflejo, logré estrellar la botella que tenía en mi mano contra su cara, eso me dio tiempo suficiente para salir huyendo del lugar junto a la princesa.
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Updated 25 Episodes
Comments
Melisuga
¡Cuánta maldad contra los hijos de Bricia! Más que eso, cuánta maldad en general cuando se asesinan inocentes por ansias de poder.
2022-11-23
0
🤗Finita💖💫🇲🇽
Pues que se traen contra los Bricias, será porque son los hijos de la concubina favorita y no de la emperatriz.
2022-09-05
5
Komi Tri Ximi 💖
Ya no se 😔 puede confiar en nadie la verdad ...
2022-07-13
2