Episodio 4

^^^♥︎ [ Candela ]^^^

Damon, el mayordomo principal del palacio, estuvo la mayor parte del día conmigo intentando explicarme las reglas del lugar, aunque después de unas horas descubrió lo inútil que fue el haberme intentado enseñar, pues, siendo sincera, no quiero abandonar esta habitación por nada del mundo.

—Entiendo que la señorita desee descansar, pero su Majestad se molestará conmigo si no la hago salir esta tarde para llevarla al comedor.—Damon amablemente intento convencerme para cambiar mi atuendo, tomar un baño y luego asistir a la cena.

—Si es una orden, entonces lo haré.—Respondí.

Esta habitación que supuestamente ahora era mía, en verdad era muy cálida, no había humedad, no habían ratas ni insectos y sobre todo, no olía ha muerte.

—No, por supuesto que no, mi señorita.—Damon paso su mano por su cabello mientras intentaba buscar las palabras apropiadas.—No está obligada ha cenar con su Majestad, no queremos hacer nada en contra de su voluntad pero.., pero rechazar una oferta del Emperador es un gran insulto para el imperio, me gustaría hacer que entienda eso, simplemente no podemos decirle un no al Sol del imperio tan fácilmente.

—Bien, entonces asistiré a la cena.—Respondí.

No debería causarles problemas, no quiero ser torturada el primer día en el palacio, aunque no debería sorprenderme si intentarán golpearme desde ya.

Tengo que comportarme bien, mantenerme callada y sin ser una molestia, al igual que una muñeca. No me gustaría romperme en el proceso, pero si el destino así lo desea, espero que todo lo malo ocurra lo antes posible, solo deseo estar consciente cuando llegue a la hora de ver mi final, me gustaría decirle a este mundo que logré resistir lo más que pude.

Tal vez de ese modo, los dioses tengan compasión de mi alma y logré reencarnar en una mejor vida, con una familia normal, podría tener unos padres amables que me amen y unos hermanos que sean traviesos.

Estaba tan perdida en mis deseos que no logré notar la llegada de su Majestad a la habitación, él estaba hablando con Damon mientras me veía atentamente hacia los ojos.

—Así que fue difícil convencerla en la salir de la habitación.—Ekain habló.

—Creo que no sé siente cómoda con demasiadas personas ha su alrededor, ella dijo que asistiría a la cena, pero estoy seguro que la estaríamos agobiando por tal petición.—Ahora era Damon quien habló.

—De acuerdo, entonces será como ella lo desee.—Ekain me dedico una sonrisa de boca cerrada.—Prepara todo lo necesario para cenar en esta habitación.

¿Eso significa que no tendré que abandonar esta hermosa y cálida habitación?

—Como lo ordené, su Majestad.—Damon hizo una revencia.—Una última cosa.

—¿Qué ocurre ahora?.—Preguntó Ekain.

—La señorita aún no ha tomado un baño y todavía no se ha cambiado de ropa, no sé si traer unas sirvientas para ayudarla o.. ¿lo hará ella sola?.—Lo preguntó como esa fuera su duda existencial, no me gustaría suponer cosas antes de tiempo, pero creo que Damon es una muy agradable persona.

Ahora su Majestad dejó de lado al mayordomo para acercarse a mí, tuve que levantar un poco la mirada para encontrarme con sus ojos, Damon era alto, pero no tanto como lo era Ekain.

—¿Puedes hacerlo sola?.—Preguntó su Majestad y esta vez si logré entender ha lo que se refería.

Supongo que quiere saber si puedo bañarme y cambiar mi atuendo por mi misma, tengo entendido que la mayoría de las señoritas necesitan ayuda con ambas cosas y que reciben ayuda de sus sirvientas, pero para los esclavos o plebeyos es diferente, ellos deberían saber como alistarse por si mismo, aunque ese no es mi caso.

Nunca tuve ropa "normal", todo lo que utilizaba solo eran largas telas sucias que envolvía como podía en mi cuerpo y tampoco tuve la oportunidad de tener un lugar en donde poder bañarme. Soy afortunada de no haber contraído alguna enfermedad peligrosa.

—No, su Majestad.—Respondí.

—¿No?

—Eso dije.

—De acuerdo, te creó.—Ekain suspiro.

—¿Su Majestad?.—Habló Damon, esperando nuevas órdenes.

—Has dicho que la podríamos agobiar si otras personas se le acercan, así que lo haré yo.—Dijo Ekain.

—¿Qué hará?.—Preguntó Damon.

—La bañare y le pondré un nuevo vestido.

—Su Majestad, es sería invadir la privacidad su señorita, no puede hacerlo, no puedo permitirlo, le pido que lo piense otra vez.—Damon respondió sobresaltado.

—No le veo el problema, prefiero hacerlo yo antes que otros la toquen.—Ekain abrió la puerta de la habitación.—Ahora lárgate y trae la cena.

—Si.. su Majestad.—Damon se marchó no muy convencido por la situación.

Es increíble como cambio el ambiente de la habitación una vez que él mayordomo se fue, ahora todo se sentía más tranquilo, estábamos en silencio, pero se sentía cálido, es difícil intentar explicar estas sensaciones.

—Vamos al cuarto de baño.—Ekain sostuvo mi mano derecha y me llevo hacia el otro cuarto, en aquel lugar se encontraban distintos tipos de aseo personal, pero lo que más llamó mi atención fue la enorme bañera, desde que llegué he querido entrar en ella, pero no sabía si lo tenía permitido o no.

—¿Esta bien que su Majestad haga esto?.—Pregunté.

Incluso yo puedo saber que este tipo de cosas normalmente lo hacen las sirvientas, pero como lo dijo Damon, no estoy acostumbrada a la presencia de nuevos rostros humanos y si siento algo de incomodidad con los extraños.

Es una contradicción, ya que Ekain y Damon son extraños para mi, pero no me siento incomoda con ellos, tal vez sea porque ninguno de los dos me ha echo daño en este día e incluso han sido muy amables y pacientes conmigo.

—No me molesta realmente.—Respondió su Majestad mientras preparaba el agua de la bañera.

—¿Por qué me has comprado?.—Al final no pude evitar hacer de nuevo esa preguntar, espero haber sido clara esta vez para obtener una respuesta clara por su parte.

Que tonta eres Candela, has llegado a un sitió tan agradable que no importa qué quieran hacer contigo, probablemente esta es la primera vez en mi vida que he tenido tantas horas de paz y en verdad no quiero arruinarlo, pero también hay una parte de mi que tiene curiosidad y que desea saber el propósito del porque estoy en el palacio imperial.

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