Episodio 16

^^^⚔ [ Damon ]^^^

—¿Por qué rayos debemos ir tomados de la mano?.—Pregunté en voz baja.

—Porque si te quedas atrás no volveré por tí, además, es difícil ver con todo este humo y nos podríamos perder.—Contestó Amir que era quien me guiaba hacia su alteza.

Soy un año mayor que él, pero él estúpido es más alto y más fuerte que yo, eso es una verdadera humillación para mi persona, lo puedo soportar de su alteza, que también es más joven pero de igual modo es más alto, pero no lo voy ha aceptar de este bruto sin modales.

—Aún no has respondido a mi pregunta.—Dije.

—¿Ahora qué quieres?, ¿no te puedes mantener callado por un minuto siquiera?.—Preguntó con fastidio.

—No.—Respondí.—¿Ahora dime por qué rayos has dejado a su alteza solo?

—No lo dejé solo, Ekain esta con su hermana.—Respondió Amir.

—¿La princesa esta viva?.—Pregunté con ilusión.

—Así es, ahora cállate, si alguien se nos acerca no lo podré escuchar por tus estúpidas preguntas.

—Deberías dejar de insultarme, se supone que soy un noble de mayor rango que tú.—Contesté.

—Tú rango ya no importará cuando mueras por no haber cerrado la boca.—Amir de un jalón me hizo entrar a la habitación de Bricia.—Hemos llegado, ahora es tú turno de mostrarnos el caminó, ¿dónde se encuentra ese pasadizo secreto?

Le hablé sobre el pasadizo secreto en el camino, se supone que solo unos pocos saben sobre ese lugar, pero ahora no había tiempo para desconfiar de Amir.

—Amir, Damon, que bueno que pudieron regresar a salvo.—Habló Ekain mientras sostenía a la princesa en sus brazos, ella estaba enrollada por una manta.

Su alteza tenía los ojos rojos, me imagino que debió aguantar el llanto por su madre fallecida e intentaba ser fuerte para salir adelante con su hermana.

—Su alteza, tenemos que llegar a la biblioteca de la señora Bricia antes que el fuego llegué, así que nos tenemos que ir ahora.—Dije mientras me acercaba a su alteza.

—¿Qué hay de los caballeros?, ¿no vendrán ha ayudarnos?.—Preguntó Ekain.

—Ellos eran los traidores, estaremos muertos si nos encuentran por quedarnos a charlar.—Contestó Amir.

—Es como dice Amir, nos tenemos que ir ahora, su alteza.—Hablé mientras tomaba a la princesa y la dejaba en mis brazos.—Yo cuidaré de la princesa, será mejor que usted y Amir tengan las manos libres por si nos encontrábamos con algún traidor por el pasillo.

Mi prioridad es la vida de Ekain y la vida de su hermana, si ellos logran salir de este palacio a salvo, entonces habré cumplido con mi deber.

Era algo riesgoso, pero tuvimos que evitar como sea el fuego mientras caminábamos por el pasillo lleno de humo, este era el camino más rápido para llegar a la biblioteca de Bricia pero también era el menos seguro.

—No logró ver nada.—Habló Ekain mientras deba pequeños y repetidos tosidos.

—Damon, ¿seguro que es por aquí?.—Preguntó Amir mientras tosía al igual que su alteza.

—Es por aquí, estoy seguro.—Respondí mientras seguía caminando a paso veloz.

El palacio era demasiado grande, pero conocía muy bien el camino hacia la biblioteca, porque pasaba la mayor parte del tiempo ahí cuando su alteza decidía jugar con Amir y yo no quería compartir con ese mocoso irrespetuoso.

La princesa había estado llorando en todo momento, me imagino que por varias razones, solo esperaba que los caballeros no escucharán su llanto o eso nos pondría en peligro, la última vez fue un milagro que Amir me haya rescatado de ese hombre, pero ese milagro no volverá ha ocurrir si nos enfrentamos contra un traidor cara a cara.

—Hemos llegado.—Dije mientras señalaba la puerta que se encontraba al final del pasillo.—Detrás de esa puerta se encuentra la biblioteca, podremos escapar.—Me di la vuelta para ver a su alteza, pero mi cuerpo se paralizó cuando vi al hombre que anteriormente me había atacado.

Amir sé dio la vuelta rápidamente cuando noto mi reacción y gracias a eso, tuvo tiempo suficiente para esquivar el golpe que iba ha recibir por parte del caballero.

—Malditos mocosos, ¿dónde creen que van?.—Habló él hombre mientras sangraba por un costado, era el mismo lugar en donde Amir había enterrado su cuchilla hace unos cuantos minutos.—Todos ustedes deben morir aquí y ahora.

Nuevamente el hombre alzó su espada y la dirijo esta vez hacia el cuello de su alteza Ekain, todo estaba ocurriendo tan rápido que apenas tuve tiempo para procesar lo que estaba pasando enfrente de mis ojos, sabía que tres niños no serían capaces de hacer algo contra un caballero bien entrenado, pero este hombre estaba herido y estaba concentrado en matar al príncipe.

Deje a la princesa en el suelo y tome lo primero que tuve a la mano. Mientras él hombre intentaba golpear a Ekain con su espada, Amir sé encargaba de cubrir a su alteza haciendo que ambos puedan esquivar difícilmente al caballero. Fue entonces que decidí acercarme a él cuando me dio la espalda y pude apuñalarlo con un adornó puntiagudo que había en una de las mesillas del pasillo, le enterré el adornó en la misma herida que Amir de le había provocado y eso hizo que él caballero soltará su espada y diera un grito de dolor.

—¡¡Me las pagarás!!, ¡¡pequeño bastardo!!.—Grito él hombre, a la vez se dio la vuelta y se acercó a mí hecho una furia, sostuvo fuertemente mi cuello con sus ambas manos, y poco a poco me dejó sin oxígeno en mis pulmones. Él hombre me levanto dejando mis pies al aire mientras seguía presionando fuertemente mi cuello y yo perdía todas mis fuerzas como para intentar alejarlo de mí.

Al menos había dejado en paz al príncipe y ahora ellos tendrían una oportunidad para escapar mientras él hombre se concentraba en quitarme la vida, pero nuevamente, mi muerte no estaba en los planes de Amir, porque ese niño recogió la espada del caballero y lo atacó por detrás.

Yo caí al suelo mientras intentaba llevarle oxígeno a mis pulmones, ese hombre me había soltado cuando Amir atravesó su cuerpo con la espada que había recogido.

—¿Está muerto?.—Preguntó Ekain mientras recogía a su hermana del suelo y observaba atentamente el cuerpo del hombre que aún no se movía.

—Este muerto o no, nos tenemos que ir ahora.—Respondió Amir intentando no ver el cuerpo del hombre que había posiblemente asesinado.

—G-Gracias por salvarme.—Dije mientras me ponía de pie, estoy seguro de que no es nada de fácil quitarle la vida ha alguien, pero si Amir no hubiera hecho lo que hizo, ahora yo estaría muerto.

—Hasta que finalmente me agradeces algo.—Respondió Amir.

—Aunque no pedí tu ayuda.—Estúpido mocoso, intentando actuar genial enfrente de su alteza, sé que te has orinado en los pantalones y aunque no sea así, lo voy a creer igual.

—Eres tan poco sincero.—Dijo Amir haciendo una mueca.—Ya reconocerme como tú salvador, me debes tu vida.

—Olvidado, idiota.

—No me llames idiota, idiota.

—Basta con ustedes dos, los dejaré atrás si no dejan de pelear.—Nos interrumpió Ekain.

Realmente estoy agradecido con Amir, pero si le digo eso, después me dirá algo como "tú vida ahora me pertenece, así que tendrás que servirme hasta la muerte" algo así diría, estoy seguro.

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