Un poco tarde

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Pasamos la tarde comiendo juntos con una plática muy placentera, conociendo a su madre y descubriendo los más vergonzosos secretos del jefe mientras me cuentan las travesuras de Nando cuando era pequeño.

Después de eso, Nando va a dejarnos al salón de belleza y se retira, quedamos en que irá a mi casa por la noche.

Cada lugar al que entramos es elegante y costoso, las personas me miran sorprendidos, será por mi forma de vestir, todos van elegantes, aunque eso no me importa mucho, ¿o será por las personas que me acompañan?.

La mujer parece conocer a todo mundo y pide un trato especial para mí, no sabía que podían atenderte de tal manera: mascarilla, masaje, cuidado del cabello, retocaron mi cabello, quedó mejor que nunca ¡me encanta!.

— Mira nada más lo hermosa que eres, estoy tan orgullosa — ¿Qué es lo que dice esta mujer? ¿ella está orgullosa de mí?, hay no el maquillaje está listo y mis lágrimas están por escaparse.

— ¿Estás bien linda? — Me pregunta preocupada.

— Lo siento, se arruinará el maquillaje — Me abraza fuerte y cálidamente, es tan lindo todo esto, me habría gustado que mi madre fuese así conmigo aunque sea una vez en toda la vida. Sería el mejor recuerdo de toda mi vida, pero jamás sucedió.

— ¿Cuál es su nombre?, solo sé que es mamá de Nando, perdón de Fernando — Con eso puedo cambiar un poco el tema.

— Adilene, pero dime mamá si gustas no tengo ningún problema — Me encantaría llamarla así pero ese derecho solo será de la futura esposa de su hijo.

— Lo siento pero creo que hay un mal entendido, entre Fernando y yo no … — Ella me interrumpe para ser aún más cool.

Linda no tienes que explicar la relación que tienen, solo te pido que le des una oportunidad a mi hijo, no te decepcionará te lo aseguro, él es muy bueno y guapo — De eso no tengo dudas es muy guapo.

— Entonces me voy, me dio mucho gusto conocerla y gracias por todo, fue un día increíble — Nos abrazamos de nuevo y la veo subir a su auto, se había ofrecido a llevarme a casa pero me negué completamente, la cuidad se ve particularmente linda, la noche está cerca y el vestido en mis manos es hermoso.

Busco la llave de la casa mientras camino distraída hasta que tropiezo un alguien.

— Disculpe, estaba muy distraída no me di cuenta — Frente a mí esta Carlos con su blanca sonrisa.

— Te ves hermosa, fui a buscarte pero no estabas en casa, no me dijiste que te mudaste de nuevo — No entiendo cómo es que me encuentra.

— Lindo vestido el que te has comprado, no te preocupes una vez que estemos juntos te compraré todos los que desees, de hecho mira, te he traído uno aún más hermoso — Se aleja un poco y saca del auto el vestido de novia, creí que aún no estaba listo, es demasiado escotado y muy esponjoso de abajo ¿acaso cree que voy a cumplir quince años o qué?.

— Puedo invitarte a cenar, necesito que hablemos sobre algo importante — No puedo negarme y asiento con la cabeza más seria que nunca. Ya he llegado a la casa así que solo dejo los vestidos y salgo de nuevo.

Carlos ya tiene una reservación y pide por ambos, (╯°□°)╯︵ ┻━┻ *como si alguien en su sano juicio se llenara con una ensalada tamaño Minions, más desabrida que la “amiguita” de Nando Sara, flacucha sin chiste, más vacía que mi cuenta de banco, se me antojan una fresas con crema, quizá un chocolate con relleno cremoso o un pie de limón* (✷‿✷) .

— ¿Me estás escuchando?, ¡Daniela! — Estoy perdida en mis pensamientos hasta que me ha gritado.

— Sí, estoy escuchando — Digo para no tener problemas.

— ¿Y qué opinas? — ¿¡Que!?, ¡porque pregunta eso, es claro que no estaba prestando atención!.

— Sabe ya es noche y tengo un compromiso de trabajo, es una reunión muy importante no puedo llegar tarde — Yo no veo la necesidad de mentir.

— ¿Con quién irás? — Su mirada parece llena de odio, realmente me asusta.

— Con mi jefe, es importante que él esté ahí, no se preocupe irá otra compañera — Guarda silencio por un momento, este hombre podría simplemente cambiar de opinión y arruinar toda mi vida justo ahora.

— Excelente, entonces te veré después — Llegamos por fin a mi casa, es súper tarde y bajo de prisa sin darle tiempo de acercarse o algo así a Carlos, miro al frente y veo el auto estacionado de Nando.

Solo sigo avanzando y entro para ponerme el vestido lo más rápido posible, termino de retocar mis mejillas cuando el timbre suena y me apresuro a abrir.

— Lo siento ya es tarde, estaba ocupada — Pero él solo me mira en silencio, debe estar muy molesto, se tomó la molestia de invitarme y además comprar un vestido para que yo no esté lista a tiempo.

— Pasa — En buen momento Nando tocó mi puerta, lo invito a pasar señalando la sala, había puesto el vestido de novia justo ahí y lo he olvidado .

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(Narra Fernando) .

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Una hora esperando frente a su casa para verla llegar con ese estúpido, desearía poder ir y golpearlo.

Entra apresurada y le doy unos minutos aunque sé que me ha visto. Cuando abre la puerta yo me quedo sin palabras ante tanta belleza, pero el vestido en la sala no me agrada para nada, solo me recuerda que tengo poco tiempo para detener esta boda.

— Ya estoy lista, vámonos — Abro la puerta para ella.

— ¿Llevas tu maquillaje, las mujeres después chillan: ¡ay no me equivoqué no tengo para retocarme buaaaa…! — Digo haciendo movimientos exagerados con las manos.

— ¡Oye yo no hago eso! — Aun así se detiene y revisa la bolsa, dando la vuelta hacia la habitación de prisa y regresando cerrando el cierre de la bolsa de mano.

— Me equivoqué de color de labial okey, pero yo no me quejo así — No estoy seguro, hasta ahora tengo razón; Salimos de la casa entre risas gracias a este pequeño inconveniente.

— Las mujeres se quejan así, y luego culpan al estilista, además caminan extraño se menean de esta manera — Recuerdo a una chica que acude a esta clase de reuniones y la imito a la perfección, pasitos cortos y meneando la cadera con las manos arriba a lo que mi pequeña Dan solo ríe a carcajadas.

— No caminamos de esa manera eres un exagerado — Dice Dani dándome un golpe leve en el hombro.

— Ya verás qué sí — Llegamos al lugar, esta vez bajo más rápido para poder abrir la puerta. La llevo del brazo hasta el lugar donde ya todos están reunidos, se siente bien llegar con ella y que todos nos miren juntos.

— Mira ahí está la chica — Le digo señalando con la ceja mirando en la dirección donde esa chica esta.

— No puede ser si camina así, creo que se equivocó de ropa interior y debe estar rosada — Exclama Dani sin poder contener la risa. Nos burlamos de ella un rato de forma medio discreta, Dani solo toma una copa de vino blanco que pasea sin consumir, pasamos el tiempo platicando y la noche pasa rápido, algunos conocidos se acercan curiosos por mi acompañante mientras Sara la observa con recelo guardando distancia.

— ¿Quieres que te lleve a casa?, te ves cansada — Le pregunto cerca de las dos de la mañana.

— No entiendo cómo tú mamá logra hacer esto, la admiro, yo no aguanto los pies y ella… — La señala mientras mi madre plática feliz con otras mujeres. Salimos con calma mientras platicamos de la fiesta.

Manejo despacio entre las calles que ya están prácticamente vacías, no quisiera dejarla aún, pero está muy agotada. Me detengo en un semáforo y lo único que se escucha es la música en el estéreo del auto que está en un volumen muy bajo y ella está dormida tranquilamente así que no quiero despertarla; Cuando llegamos al frente de la casa pongo el seguro de las puerta del auto, solo puedo mirarla descansar, así que hago lo mismo, la cubro con el saco negro y el sueño me gana en algún momento mientras la admiro. Duermo hasta que siento una mano en mi rostro, suave y cálida rozando mi piel.

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