Capítulo 16

París se dejó caer en uno de los asientos del helicóptero me invito a sentarme justo frente a él de modo que nuestras rodillas chocarán.

-Nunca se está a salvo, puedes caer por las escaleras y romperte la crisma a causa del golpe.(dijo como ejemplo mientras se abrochaba el cinturón) y eso habría tenido tan poco glamour que preferirías que la causa de la muerte fuera a causa de que el helicóptero se estrelló.

-Claro . Porque matarte de una caída es poco cool. En cambio, ya que nos podemos caer, mejor caer en un helicóptero.

-Eres jodidamente divertida(me dijo largando una carcajada) no sé si alguien te lo había dicho alguna vez.

En realidad nadie me lo había dicho jamás. Eso hizo que me sonrojara aún más a causa de su notable sinceridad. Y para salir de mi vergüenza solté...

-Por más halagos que me des , no lograrás hacer que me olvide que has despilfarrado para impresionarme. Él solo me sonrió.

-Esto aún no es nuestra cita Lena, solo es el medio para llegar a ella. Así que relájate

-Entonces ¿puedo descartar que abrirás algún cajón para sacar galletas y que eso se convierta en nuestra cena?

-Algo debe haber por aquí, este bicho no es mío solo lo alquilé y lo conduce un amigo(dijo señalando al conductor) Ahora dime, el hecho de haberlo alquilado¿hace que ya no me veas como un despilfarrador?

— Alquilado o no, lo has usado como medio para sorprenderme por tu fortuna.(aunque me alegro saber que no lo habia comprado, dije tratando de parecer ofendida)

-Lo he elegido con la esperanza de que te diera miedo (dijo recargando su brazo sobre el respaldo del asiento) así podría abrazarte antes de tiempo. Llego a saber que te gustan los pasatiempos modestos y elijo una película de terror, que sirve para el mismo propósito.

-Esto se parece mucho a una película de terror. Arriesgar mi vida me hace un nudo en el estómago y no suelo abrazar a los que tiene la culpa de que me ponga a sudar.

-No solo cumples las órdenes de tu padre, sino que también crees de verdad que todo es peligroso.

-Lo único peligroso será volver al hotel y no tener una buena excusa para negar que he pasado la noche en el cielo. Mi padre es muy asustadizo y tiene motivos para creer que puedo morir en cualquier momento (hice una pausa)

-¿Es por tu madre, verdad?

Sentí cuando el helicóptero arranco, pero no cuando comenzó a volar, porque si mirada oscura me atrapó y sus dedos comenzaron a recorrer el estampado de mi vestido, las caricias eran una distracción para que no tuviera en cuenta la mención de mi madre y quizá para que no fuera consciente de que despegábamos.

-Creo que todo el mundo sabía adonde estaba y que hacía al momento de anunciarse la muerte de Emma Rogers (hizo una pausa poco convencido del enfoque que le está dando)Lo siento, lo he tratado de forma bastante impersonal ¿verdad?

-No. Es cierto lo que dices, fue una conmoción social, ya que nadie pensó que le dispararán en la calle. Supongo que es verdad lo que dices no es lo mismo morir de una caída por la escalera que de una caída de helicóptero. Igual que no es lo mismo una enfermedad degenerativa a un disparo a quemarropa.

París me miraba fijamente.

-Veo que no es un tema tabú para ti.

-No. (miré por la ventana y las luces se veían lejanas haciéndome notar que ya no estábamos en el mismo lugar) yo solo la hecho de menos es mi padre el que está trastornado.

-Pensaba que era estricto por razones religiosas.

-No. Mi padre es muy tradicional, pero casarse con una actriz que a su vez era un sexy symbol le relajo bastante. Solo me prohíbe lo que cualquier madre, ropa provocativas, asistir a lugares donde el alcohol y las drogas circulan con normalidad. La verdad es que lo entiendo y sobre todo lo respeto (reconocí mirándolo a los ojos) Por eso debes saber que por más libertades que vaya a tomarme no quiero volverme loca.

-No es lo mismo volverse loca que hacer unas cuantas locuras. Esta noche mi intención es que rompas algunas reglas. Así podrás decidir con conocimiento de causa si seguirlas vale la pena o no.

-Acabo de enumerar mis reglas. Es imposible que ya tengas preparada la manera de romperlas.

-¿Quién ha dicho nada de preparar? Yo improviso y si sale mal, estaré un paso más lejos de la solitaria perfección(me guiño un ojo)

-O sea que me tienes solo para ti una noche entera y ¿no te molestas en programar una velada en la que hagamos lo que siempre has soñado?

-Soy un hombre. Lo que yo siempre he soñado es lo que no me darás hasta dentro de unas cuantas citas. Y el plan inicial era hacer lo que siempre has soñado tú.

-No sabes cuáles son mis sueños.

-Pues empecemos por ahí y así podremos ponernos rápida manos a la obra (el dedo con el que recorría el estampado subió de mis rodillas, las junte como acto reflejo y él se río para sus adentros y cuando me miró parecía más feliz) Si hubiera una lámpara mágica y pudieras pedir tres deseos ¿ cuáles serían?

-Que mi madre...

-No, no,no se puede revivir a los muertos ni tampoco puedes pedir que me enamore de ti mágicamente aunque sé que eres una chica ambiciosa y en el fondo eso quieres lograrlo por tus propios medios.

-No creas, me vendría bien la magia par eso(admitió sonriendo) no tengo mucho talento pata traer a los hombres a mi terreno, pero si lo tengo para cabreados.

Él abrió mucho sus ojos almendrados.

-Oh, no¿quién se resistió a bailar contigo el charlestón?¿Cómo puede alguien decirle no al jazz?

Volví a mirar por la ventanilla. La piel se me puso de gallina al recordar esa mañana. Era como si los ojos de Marcos me persiguieran y nunca me había importado, pero ahora me veían de una manera distinta. Tenía grabado ese matiz incrédulo y apasionado con el que me había recorrido de arriba a abajo.

-Por lo visto hay hombres que no les gusta la música o no tienen interés en bailar al menos no conmigo.

-Vaya jamás habría pensado que alguien pudiera romperte el corazón.(París me miraba con mucha curiosidad)

Yo castigaba la curiosidad porque generalmente era agredida con ella preguntas maleducadas en entrevistas, mensajes agresivos en redes sociales. No dejaba que nadie supiera nada de mí, pero con París haría una excepción, porque quería demostrarle que se equivocaba.

- Nadie me rompió el corazón, solo era una niña no tenía idea de lo que era el amor y elegí mal a quien dedicarle mi adoración adolescente. Nunca he estado enamorada de verdad. Pero supongo que a todos no pesan los rechazos. ¿Y tú?

-¿Me preguntas si me pesan los rechazos? Tanto que no acepto un no por respuesta.

-Te preguntaba si te habías enamorado.

-Yo vivo enamorado de todo y de todos, pero no me cierro a pasarme a la monogamia.(miro por la ventana) echa un ojo Lena.

Volvi a asomarme.

Desde arriba se veia todo iluminado

- Todo parece tan vulnerable desde aquí (dije)

Me preguntaba si París con toda su fortuna le conmovía su insignificancia o solamente era un ingenuo más que se creía dueño de todo solo por tener algunos millones en el banco.

La débil luz dentro del helicóptero se reflejó en sus ojos teniéndolo del falso ámbar que había visible la mitad de su rostro. Había un atisbo de sonrisa en sus labios como si el deseo de ser sincero le tirara de una comisura y un secreto intentara detenerlo desde la otra .

Estiré el brazo y le quité un mecho de cabello de la cara son decir nada él me miro en silencio esperando que dijera algo, pero durante un rato no le complací solo le sostuve la mirada.

-¿Qué tres deseos pedirías tú?

-Yo no tengo tres deseos. Ya he gastado uno

-¿Cómo?¿Qué pediste?

-¿Tú que crees, genia?(sonrío por fin) Otra oportunidad

Le devolví el gesto entendiendo que decía la verdad.

En ese caso tendrás que aprovecharla. Una nueva oportunidad no es poca cosa.

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