Ataqué

Al día siguiente nos levantamos muy cariñosos, sabemos que nuestro amor es real, esa noche él volvió a morderse la mano, es lo único que detesto, muero por tener en mi cuerpo su marca, quiero ser solo de el.

El preparaba el desayuno y yo el café.

El comenzó a reírse.

- Amaris, puedo morderme la mano toda la vida, no tienes por que preocuparte.

- ¡Me escuchaste!.

- No puedo dejar de escuchar tus pensamientos, me encanta.

Lo abrace

- deberíamos pasar hoy el día en casa, no te gustaría ir al bosque.

- Tenemos trabajo amor.

Yo lo bese.

- Vamos amor, unas horas, quiero abrazar a Gotm.

- Ok, solo será una caminata.

Terminamos de desayunar y salimos de la casa, ya adentro del bosque se quitó su ropa y se transformó, aún sigo cerrando los ojos cuando se transforma, el crujir de los huesos me aterra.

El paso su lengua en mi rostro.

- Hola Gotm, ¿me extrañaste?, lo abrace.

El movía su cola y las orejas.

- Puedo subirme a tu lomo.

El aulló.

- Gracias, me subí.

El comenzó a correr, yo me aferraba a su cuello. Llegamos a una cascada.

- ¡Esta se parece a la que está cerca de la casa de tus padres!.

El bebía agua, después escuchó un ruido y camino lento, era un oso negro.

Yo no decía nada.

El me hizo señas con su cabeza para que me bajara. Me baje muy lentamente, me escondí atrás de un gran árbol.

Mire a Gotm dar un enorme brinco sobre el cuerpo del oso, cerré los ojos y me quedé inmóvil, solo escuchaba rugir al oso y a Gotm, de pronto todo se quedó en silencio, cuando abrí los ojos me di cuenta que Gotm devoraba la carne del oso, volví a cerrar los ojos.

Tenía miedo, mi cuerpo temblaba.

- ¡Amarís abre los ojos!, decía Leltxu.

Lo miré asustada.

- No quería que me miraras así, pero Gotm lleva días sin cazar algo.

Lo abrace.

- Perdón, es que es algo nuevo para mí.

- Lo sé, será mejor que regresemos.

- No quieres terminar de comer.

- Ya terminé, gracias.

El se transformó de nuevo en lobo y me cargo.

No mire atrás, no quería ver los restos del animal muerto.

Cuando entramos a casa me abrazo y me cargo.

- Gracias por no juzgarme, decía sonriendo.

- Te amo, lo abrace.

- Tengo que ir a la oficina, mi padre está con los ancianos y no paran de gritar como locos.

- Ok, entonces vamos, decía nerviosa.

Se que el padre de Leltxu mencionó que hablaría con los más viejos de la manada, espero me acepten, no quiero que Leltxu pierda su poder en la manada.

La cara de Leltxu estaba molesta, creo que ya tenía idea de lo que los ancianos estaban hablando de mi.

Por favor diosa de la luna ayudame, pensaba mientras bajamos del auto a la oficina.

Cuando se abrió el elevador nos percatamos que todo era un desastre, no solo los ancianos estaban presentes, los alfas de otras manadas, todos estaban preocupados que Leltxu no quisiera marcar a su Mate eso iba en contra de sus tradiciones y su misma naturaleza.

Leltxu me abrazo y me encerró en mi oficina.

- No salgas, no quiero que nadie se te acerque.

- ¡No entiendo!.

- No va faltar el chistoso que quiera hacerme enojar, coqueteando contigo.

-Eso se puede, decía nerviosa.

- ¡Por favor Amaris, obedece!.

- Si entiendo. Lo abrace y lo besé.

Todo iba tranquilo, de pronto escuché a Gotm rugir, sabía que era el por qué al escucharlo las fibras de mi cuerpo se estremecen y siento que necesito estar con el.

La secretaria entro.

- Luna debería salir el señor Leltxu está incontrolable.

- Pero el me ordenó que no saliera.

Cerré mis ojos.

*Leltxu amor escúchame, ven a mi amor.

Ven mi amor*, pensaba una y otra vez.

El entró molesto a mi oficina.

- ¡Juro que lo voy a matar!, gritaba.

Lo abrace.

- ¿Qué sucedió?

- Quieren que elija a otra luna. Pero le dije que prefiero ceder mi lugar como alfa.

No dije nada, pero me sentía triste, mi mente comenzó a pensar en alejarme, en renunciar a todo para que el no renunciara a su mando.

- Deja de pensar en tonterías, decía el acariciando mi cabello.

- Leltxu, no es justo.

- Lo sé hermosa.

Esa tarde lo sentía tenso, las cosas no andaban bien, en la noche, solo me abrazo y cerró los ojos.

En la mañana el no estaba en la cama, solo dejo una nota.

...voy a cazar, te amo....

Me levanté y miré por la ventana, entonces escuché un ruido muy fuerte, cuando baje las escaleras, un hombre con capucha caminaba por la sala.

Subí suavemente las escaleras, mire la ventana abierta donde sale Leltxu, me subí a la rama del árbol que está cerca de la ventana, mire dos hombres en mi habitación, ellos corrían hacía mi.

Baje rápidamente del árbol y comencé a correr, escuché como los huesos de ellos se quebraban, sabía que eran lobos y no tenía escapatoria, ellos terminarían atrapando mi cuerpo.

Comencé a correr desesperada.

- ¡Gotm, Gotm, Gotm!, gritaba tan fuerte como podía, las pisadas de las patas de los lobos se escuchaban tan cerca, corría con desesperación de pronto llegue a un acantilado, me quedé mirando al vacío.

*Gotm ayudame*, fue mi último pensamiento.

Entonces escuché un gran golpe y después otro, cerré los ojos.

Escuchaba los aullidos de dolor de las bestias, tenía tanto miedo que me quedé inmóvil.

Todo se quedó en silencio, seguía con mis ojos cerrados, esperando mi muerte, sabía que todo terminaría. Sentí su aroma y su cuerpo tan cerca que pensaba que estaba soñando.

- Todo está bien , decía el recuperando la respiración.

Mi rostro y mi cuerpo tenían rasguños de las ramas de los árboles.

El me cargo y me miró.

- ¡Vamos a casa amor!, yo solo lo abrace.

Al llegar a casa ya estaban lobos revisando todo. El entró y me coloco en la cama.

- ¿Estás bien?

- ¿Que fue eso?

- Un ataqué, ¡debe ser el tonto de mi primo Yak!, decía furioso. Voy hablar con mis hombres.

- Si amor.

Me quedé en la cama asustada, era increíble que todo esto estuviera ocurriendo.

- ¿Estas despierta?, decía Cristel.

- Si acaban de querer matarme, no creo que me pueda dormir.

Ella me abrazo.

- Lo siento tanto cariño, creo que las cosas no van a salir como lo esperamos.

- ¿A qué te refieres?

- No solo quieren que Leltxu deje la manada, quieren que mi padre renuncie a su lugar como alfa.

- ¡Pero tu padre no tiene nada que ver!

- Las otras manadas no están de acuerdo con que mi padre no castigará a su hermano por el desastre que hizo y al perder su poder pueden matar a mi hermano si él perdiera el control de su lobo, esa es la razón por la que están presionando a mi hermano y mi padre.

Al escuchar las palabras de Cristel, mi corazón se paralizó.

- ¡Quieren matar a Leltxu!, dije asustada

Leltxu entró a la habitación y me abrazo.

- Todo estará bien, Cristel puedes dejarnos solos.

- Si hermanito.

Ella se marchó nerviosa, creo que Leltxu le estaba gritando por telepatía, su rostro era de enfado. Leltxu me abrazo, tomo mi rostro con sus manos.

- Amarís, lo que dijo Cristel no es verdad amor, todo se va arreglar, te lo prometo.

- Leltxu, necesito ir a mi casa, extraño a mi madre.

- Si Amor, mañana temprano partiremos.

- Gracias.

- Esta noche nos quedaremos en casa de mis padres, es más segura la mansión.

- Si voy a preparar mis maletas para salir de tu casa al aeropuerto.

- Si es lo que quieres, decía el saliendo de la habitación.

Me sentía muy triste y aterrada, el miedo aún podía sentirlo, se que el sufre por qué puede sentir poco de lo que yo siento, aunque no me ha marcado nuestros cuerpos son uno solo.

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Comments

Noeruart

Noeruart

Yo creo que la madre de ella tiene un secreto también y pudiera ser bruja?🙄🤭

2023-09-04

5

Rita Maria

Rita Maria

me encanta esta emocionante

2023-07-15

0

yorly's

yorly's

ojales Damaris sea la clave para la maldición q ellos tienen y la mamá de ella sea la otra destinada para el tío de su alfa y el pobre lobo salga del exilio carajo

2023-05-04

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