No voy a perderla.

¿Lo has hecho con lobas?, dije nerviosa.

El se reía

- ¿eso importa?

- Bueno, solo quiero saber si tú… el me besó.

- Mi luna no voy a mentirte, pensé que jamás volverías a mi y tuve otras mujeres, pero jamás se va comparar con tu mate, con tu alma gemela.

- ¿Y yo lo soy?

- Aquí estamos terminando de hacer el amor, creo que ambos sentimos tanto amor que es tan embriagante que deseas más y más.

Yo acariciaba sus labios.

- Quiero aprender todo de ti, quiero estar a tu lado y ser tu luna, ser la luna de tu manada, quiero tener a tus cachorros.

El se reía.

- Mi dulce Amaris, ella jamás se equivoca, te escogió a ti para que estés conmigo.

Nos quedamos dormidos mientras el acariciaba mi espalda, yo le decía te amo, una y otra vez.

En la mañana él entraba en bóxer, por la ventana, nos encontrábamos en el tercer piso, no podía crecer que saltará tan alto.

Yo lo mire asombrada.

- Buenos días mi hermosa, se acercó sudado.

- ¿Qué estuviste haciendo?, dije acariciando su pecho.

- Fui a correr un rato y a comunicarle a mi manada que mi mate aceptó ser la luna de mi manada.

- ¿Ya todos saben?, dije nerviosa.

- Si ¿o acaso te arrepientes?

- No yo quiero ser tu luna pero aún no conozco mucho sobre los lobos y me gustaría saber más.

- Claro hermosa poco a poco, mi madre nos espera para desayunar ella te explicará cualquier cosa que quieras saber y también hay libros en mi casa que te pueden ayudar.

Nos besamos.

- Leltxu ¿crees que ella me acepte?

- Ya te aceptó mi amor. Vamos, quiero compartir la ducha contigo.

Me levanté desnuda, el me abrazo y acariciaba mi piel.

- Eres tan bella, decía mientras caminábamos al baño.

La ducha fue mágica, nuestros besos apasionados y nuestros cuerpos suplican por más, el me hizo el amor bajo el agua, me encanta que tenga una gran fuerza y pueda cargarme a su antojo, cuando salimos del baño el secaba mi piel y mi cabello. Yo solo me reía.

El me quería consentir.

Yo tome una toalla y secaba su hermoso cuerpo también quería que se sintiera amado.

Salimos de la habitación, tomados de la mano, no dejábamos de besarnos y mirarnos con tanto amor.

Cuándo el carro entro al bosque sentí un temor, el tomo mi mano y la beso.

- No va pasar nada mi luna, yo te voy a cuidar, decía sonriendo.

- ¿Cómo sabes que tengo miedo?.

- Puedo percibir el aroma de tus sentimientos, si tú fueras lobo también lo ibas a percibir.

- Increíble, decía sonriendo.

Bajamos del auto, el me tomo de la mano, su madre nos miraba desde la puerta.

- ¡Mi bebé, bienvenido!, su madre lo abrazo y después me miró. Mírate, estás más hermosa que cuando eras niña, ese hermoso cabello que siempre llamó la atención, sigue igual. ¡Bienvenida Amaris!.

- Gracias señora Worms.

- Por favor, solo dime Lua.

- Claro Lua.

- Bien entremos, el desayuno está servido.

Su casa era enorme, a pesar de ser enorme tenía un toque cálido de hogar.

- Veo que ya tomaste a tu luna, decía sonriendo su madre mientras caminaba del brazo de su hijo.

- ¡Mamá basta!

Yo me reía.

- ¿Y mi padre?

- Aún no llega de su viaje, pero mejor así, no lo crees

- Si, te agradezco que no me obligues a estar con el.

- Algún día tú lo entenderás hijo.

- No creo, decía molesto.

- Amaris espero te guste el desayuno, no se que desayunan en América pero tratamos de conseguir un chef que nos ayudará con eso.

- Esta bien señora, con café solo es suficiente.

- Claro que no, mi cachorro no te va dejar ni dormir, lo mejor es que te alimentes bien, decía sonriendo.

Me sonroje, el me besó la mejilla.

- Disculpa a mi madre.

- No me molesta amor, decía sonriendo. Lua quiero aprender mucho sobre ustedes, me encantaría que me ayudarás.

- Claro cariño.

Nos sirvieron el desayuno.

Recuerdo cuando la conocí era una bella mujer, no puedo creer que también sea una lobo, ahora luce un cabello gris pero sigue siendo hermosa, sé ve que adora a su hijo.

- ¿Qué quieres saber Amaris?, decía bebiendo su té.

- ¿Cuáles son las funciones de una luna?, ¿cada cuánto se transforman?, ¿cuando será mi presentación ante la manada?, ¿comen carne humana?...

Ella se carcajeaba.

- Si que tienes muchas dudas.

- ¿Soy la primera humana que es luna?

- No comemos carne humana cariño, algunos de nosotros cuando se convierten en lobo cazan animales, pero la mayoría somos personas que nos alimentamos de comida humana. Y no eres la primera humana luna, pero si la primera humana que …

- Mamá por favor, decía Leltxu callando a su madre.

- Veo que esa información te la quiere dar mi hijo, decía sonriendo.

- ¿Están muertas?, dije nerviosa.

- Amor solo disfrutemos del desayuno, decía Leltxu.

- Si me ocultas cosas, no voy a poder ser una luna para tu manada.

- Ahora es muy pronto, lo hablaremos después, decía molesto.

- Ok, dije molesta.

Su celular comenzó a sonar. Se levantó y contestaba molesto.

Lua me tomo la mano

- la diosa de la luna jamás se equivoca cariño, ella te eligió a ti por qué vio la fuerza de tu espíritu y tú corazón, el solo hecho de aceptar a un hombre lobo es un gran paso, lo vas a lograr si tú amor es más grande, que el que sientes por la magia de la diosa.

Nos convertimos en lobo cuando esté nos pide salir, es como tener dos personalidades, tenemos esa voz en nuestra mente que está siempre con nosotros, siglos atrás eran irracionales, pero ahora son como nosotros también tienen sentimientos, el lobo de Leltxu debe estar loco por ti, no solo mi hijo te desea, su lobo también.

- Aún no lo conozco.

- Pronto cariño, solo ten paciencia.

Mi hijo es un hombre que no le gusta presionar las cosas, creo que una niña pelirroja le enseño a qué no puede tener lo que quiere cuando él quiera, así que aprendió a tomarse su tiempo, es la razón por la que todos lo respetan, el es un gran alfa, escucha a sus omegas y sus betas todo el tiempo, se preocupa por qué la comunidad esté en paz y tenga seguridad.

Hace muchos siglos atrás, nuestra gente fue perseguida por los humanos, muchos de nuestros antepasados murieron en batallas que no se tenían que luchar, el Reyno de Lycaon era poderoso, por qué sus hijos e hijas luchaban a su lado y con su fuerza acabaron con pueblos enteros, pero los humanos se unieron, fueron cazando uno a uno, Lycaon al ver a su descendencia perdida le pido al Dios Zeus perdón en sus aullidos, dicen las leyendas que el se enamoró de la luna, la diosa de la luna le regaló poder mezclarse con las humanos nuevamente, pues el tenía el poder de elegir cuando transformarse, esto nos ayudó a vivir en paz por un tiempo, pero un día algo cambio.

Uno de nuestros grandes alfas se enamoró de una humana, fue un gran logro que una humana aceptará a un lobo como su mate.

El día que se unieron, el la marco como suya, pero al ser mordido por un lobo, el veneno de sus colmillos invadió su cuerpo, para una loba solo sientes dolor y calor que enciende la pasión en ambos, pero en una humana es veneno a su cuerpo por lo que ella murió, lo que volvio loco a nuestro alfa y lo convirtió en una bestia, se descontroló y termino destruyendo su reino no quedó nada, los pocos hombres que huyeron, volvimos a viajar por todo el mundo en busca de un hogar, los mismos humanos se encargaron de cazar al alfa, sabemos que un alfa sin su luna pierde el control pero un alfa que pierde a su luna humana es peor este se convierte en bestia.

Yo la mire asombrada.

- Entonces si yo muero, Leltxu se convertirá en una bestia.

- Eso no va a pasar Amaris, decía Leltxu mirándome con tristeza.

- Pero ya pasó.

- Si pero ellos marcaron a su luna y yo …

Dijo mirándome con nervios.

- Jamás me marcaras como tuya.

- Eres mía amor, no necesito marcarte.

- Pero..., decía su madre.

- ¡Basta madre!, esa es mi decisión, no puedo estar sin ella, prefiero no marcarla como mía, que perderla.

- Tal vez ella resista, decía su madre.

- No pienso arriesgarme a perderla.

- ¿Qué pasa si no me marcas?

- Alguien más puede decir que eres suya y tomarte.

- Eso jamás pasará yo te amo Leltxu.

- Y yo mi amor.

- ¡Jamás la van a respetar como la luna de la manada!, decía su madre.

- ¡No me importa!

- Leltxu sabes que la manada te exigirá una luna, sabes que tendrás que elegir a alguien más sin que la ames.

- ¡que!, dije nerviosa

- ¡Madre basta!, dije que no quería hablar de eso.

- Ella debe saber su posición.

Mis lágrimas comenzaron a surgir, el solo hecho de pensar que Leltxu pueda estar con alguien más me aterra, no quiero compartir a mi pareja, yo solo lo quiero para mí.

- Será mejor irnos, decía Leltxu, abrazándome.

- Gracias por todo Lua.

- De nada cariño, lamento que todo no sea tan fácil, pero siempre puedes contar con mi ayuda.

- Gracias.

Caminé y Leltxu me tomó de la mano.

- Tú y yo, lo lograremos mi amor, decía besando mi mejilla, me abrazo con fuerzas. Eres mi todo Amaris.

Solo lo abrace y llore en su pecho.

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Comments

Consuelo Flores

Consuelo Flores

Amaris debe decidir si la marcan bb h

2024-12-11

0

Odixa Perozo

Odixa Perozo

será que si podrá marcarla y no pasaria nada malo

2025-01-02

1

Ana laura Mora Rodriguez

Ana laura Mora Rodriguez

ella no es humana tiene k aguantar

2024-08-19

1

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