No es una niña

Meses despues...

Liz

Estos meses han sido muy normales, lo que cambio fue que pase a ultimo año y las vacaciones fueron muy aburridas, Andrés se iba temprano al trabajo y regresaba tarde, los fines de semana estaba sola, uno que otros fines se quedaba y solo porque peleaba con Teresa pero no pasaban de estar dos o tres dias hasta reconciliarse, por tal razón visitaba a mis padres constantemente, estar sola no es que fuera de mi agrado y si, asi fueron mis vacaciones, cuando regrese al colegio no cambio mucho, exacto por el hecho de que Margarita tenia novio y fue una hermosa sorpresa para nosotras. Este año me graduó y estaré próximamente en la universidad.

Hoy es miércoles, Andrés llega temprano, ya tengo la cena lista solo esperándolo para comer con él, mientras veo un programa de risa en la tv,  escucho la puerta de la entrada y veo que es Andrés.

-Hola Liz- me saluda, se ve agotado como si le hubieran dado una paliza.

-Hola! ¿tienes hambre? - lo mire haciendo puchero.

-Por favor - me suplica, no pude evitar reír, nos serví y el me ayudo a poner la mesa para comer.-¿Que tal tu día?- me pregunta, dándole un sorbo a su jugo.

-Tengo trabajos pendiente que me tienen loca pero ya los estoy terminando- le respondo-¿ y el tuyo que tal?.

Agotador las ventas han subido como espuma y tengo que encargarme de las dos tiendas- suspira algo cansado- es agotador de verdad- culmina

-Ya me imagino que estas molido... - le regale una sonrisa- por cierto este fin de semana iré a donde mi madre- le comento

-¿Otra vez?... ¿Estas bien? - su seño se frunció y su mirada se clavo en mi.

-Claro que si- lo tranquilice o eso espero.

Terminamos de comer y nos sentamos en el sofá a ver televisión, Andrés se recostó junto a mi hasta quedarse dormido, pude verlo dormir tan plácidamente, parecía un niño dormido, su mano rodeo mi torso dejándome sin poder levantarme, y solo me acomode un poco mejor para dormir junto a el.

Andrés

Despierto y me encuentro en la sala junto con Liz entre sus brazos trato de levantarme sin despertarla, la recuesto el sofá, observó como duerme tan plácidamente, toco el rostro con mucha delicadeza hasta llegar a sus labios que a pesar de no tener ningún tipo de maquillaje están totalmente rosaditos, no pude evitar pensar que tan suave  serán. Me fui acercando a sus labios lentamente, estaba tan cerca qué podía sentir mis labios rozando con los suyos, sus labios eran tan suaves como la seda, estaba apunto de despertarla con un apasionado beso pero me reprimir.

Liz Es realmente hermosa pero tengo que dejar de verla con deseo.

Me fui a duchar, cuando salí del baño vi a Liz esperando para entrar -Buenos días Liz.

-Buenos días- me responde con una sonrisa y entra ala ducha, me fui mi cuarto a cambiarme y me quedé esperando a que Liz estuviera lista.

Se sorprendió al verme aún en la casa -¿porque no te has ido?- me pregunta colocándose el collar de estrella que le regaló ese tal Simón.

-Te llevo al colegio, vamos! - me sonrío y salimos de la casa. Ella se notaba muy feliz, me pregunto porque será? porque tiene ganas de ver al tal Simón??

-"Sigues con tus celos"- mi conciencia reclamándome

Al llegar al colegio mi regalo un beso en la mejilla, se bajó casi que corriendo, me pareció tan tierna que me hizo reír.

Al llegar al trabajo entró a la oficina ahí me esperaba Pablo.

-llegas tarde- me reclamó - tenemos una reunión en menos de 20 minutos- finalizó.

-Lo sé, realmente lo siento, llevé a Liz al colegio- le explico.

-llevaste a Elizabeth al colegio? - me mira de reojo.

-No pienses mal, solo la lleve porque se le hizo tarde- me excuso.

-te estás encariñando más de lo que crees con Elizabeth aunque no lo quieras admitir- me señala con el dedo y su tono de advertencia es mas que evidente.

-No, no es lo que piensas la quiero como una hermanita- mentí, la verdad sí estaba encariñándome más de lo que yo mismo podría admitir.

...

Ya era sábado y Liz se había ido con sus padres ayer y no volvería sino hasta mañana. Estaba ordenando la casa para que no llegar haciendo quehaceres, mientras estoy barriendo escucho que tocan la puerta y me parece raro porque no esperaba nadie. Abrí la puerta y recibí un beso muy apasionado haciéndome caminar hacia atrás y trancó la puerta con mucha fuerza - Qué haces aquí? - le pregunté entre beso.

-Te extrañaba y te deseo mi amor- me robó otro beso el cual le correspondo pero la detengo por falta de aire.

-Amor te he dicho que aquí no, aquí vive Liz también- me separé un poco de Teresa.

-Esa niña no vendrá sino hasta mañana- dijo con un tono más sensual mientras me desabrochaba el pantalón y besaba mi cuello, ella sabe que eso es mi debilidad y no puedo contenerme. La bese desesperadamente trayéndola hacia el sofá que estaba a pocos metros de nosotros, nuestra calentura o mejor dicho mi calentura hizo que le hiciera suya en la casa sin pensar en nada mas, en un momento a otro ya no había ropa y ella encima de mí mientras sus senos rebotaban, mi boca estaba lamiendo uno de sus senos mientras la otra no paraba de  tocar sus hermosas nalgas, Teresa gime tan fuerte que se escucha en toda la sala y creo que podría llegar hasta el jardín, eso me encantaba, le estaba dando como más le gusta.

-Andrés llegué- escuchó la voz de Liz Volteo a ver a la entrada y si, es ella, la veo en trance mirándonos, no me salían las palabras. -D Disculpen- dice Liz y sale corriendo a la calle dejando sus cosas en el piso -Liz! - grito, pero es inútil ya no estaba en la casa, me visto lo más rápido que puedo y salgo a buscarla pero no la encuentro por ningún lado grito como loco pero nada que la veo.

-Elizabeth! Elizabeth!- grito aún más fuerte pero no la vi por ningún lado.

Vuelvo a casa y Teresa ya está vestida - Lo siento amor, no quería que nos viera de esa forma, pobre niña-dice colocándose los zapatos.

-Pobre niña?- pregunte confundido y con ironía -no es una niña! es una chica que no debió haber visto eso!!- grite con furia.

-Es mi culpa, no debi venir, yo solo quería pasar el rato contigo, me siento muy mal por ella- dijo disculpándose y agachando la mirada.

-No, no eres la culpable, fui yo, no debí hacerlo aquí, a pesar de que ella sabe lo nuestro tenía que respetarla, respetar la casa donde vivimos- le dije desganado.

-Ya no te lamentes, amor dile que no volverá a pasar, seguro entenderá- me aconseja, solo asentí, no dije más nada, ya no quería seguir con este tema.

Teresa se fue, ordene la sala y me fui a dar una ducha, estaba preocupado, aún no llegaba Liz ya habían pasado más de 3 horas y seguía sin llegar, seguía esperando y esperando pero ya era de noche, no soporté más agarre las llaves del carro para ir a buscarla, pero al llegar la puerta veo cómo se abre y es ella entrando.

-Y¿a puedo pasar o hay alguien? - me preguntó sarcásticamente.

-Estoy solo- respondí, ella solo asintió y entro -Liz lo siento-  intenté disculparme se detuvo pero no me mirsba solo me daba la espalda.

-Sé que tienes novia y yo solo soy la farsa pero, al menos no la traigas acá porque es incómodo para mi- dijo con un tono de voz que a mi parecer estaba quebrado, ¿estará triste? ¿sorprendida?,¿ decepcionada?, ¿molesta? no lo sé, pero sí sé que soy semejante idiota. Ella se encerró en su cuarto espere y espere a ver si salía para verla y volverle a pedir perdón pero no salió, ya eran mas de las 12 y el sueño me ganó, me fui a dormir, esperando poder hablar mañana con Liz.

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