Andrés y Simón

Elizabeth

- Mis amigas ya no estaban molestan, aunque les debo una salida y una comida por no invitarlas a la boda. Si, asi son ellas una comida y se soluciona todo. Pero mi siguiente problema era Simon, todo el dia estuve pensando que le diria sin comprometer el plan de de Andres y sin demostrar que lo amo, no quiero mentirle pero... es necesario, o al menos eso creo.

Veo simón con sus amigos en la salida y me apresuro para alcanzarlo- Hola chicos- les saludé.

- Hola!- me respondieron al mismo tiempo menos Simón, no me lo esperaba, pero si lo merecía.

- ¿Podemos hablar?- le supliqué, él solo asintió y nos fuimos caminando... - Quiero explicarte lo que sucedió el sábado, no es lo que parece de verdad- solté.

- Estás casada, no hay mucho que explicar- su mirada me hizo sentir mal, nunca me había sentido así hasta que decidí casarme con Andrés, empiezo a creer que debí decir que NO ese día en la cafetería.

-Lo estoy no te mentiré pero no es solo eso- el me miro sin responder solo esperando que siguiera hablando - Andrés y su familia son amigos de la mía, nuestros abuelos se conocen desde que prestaron servicio militar así es como nos conocemos. Nuestros abuelos quieren que nos casemos, ambos no queríamos- primera mentira- pero el abuelo de Andrés lo amenazo que si no se casaba conmigo no le dejaría la empresa que ellos tienen, por eso pidió mi ayuda, era casarnos hasta que se solucionara el problema, no tiene que haber nada entre nosotros solamente es un falso matrimonio donde yo lo ayudo, por eso acepte, además él tiene novia con la que desea casarse el día que podamos divorciarnos. él y yo estamos casados, pero no somos parejas entre Andrés y yo nada más nos une un matrimonio falso y una amistad de años, pero únicamente eso.- mi respiración se aceleró un poco, caminar, hablar y mentir no es buena idea. Simón se detuvo, se paró frente de mí y con sus ojitos marrones me miro tiernamente.

- Entonces, ¿su matrimonio solo es una farsa para que el cobre su herencia y luego que pase eso se divorciaran?- me pregunto, yo solo asentí con media sonrisa. Pego un brinco como si le hubieran dicho que se ganó la lotería, no pude evitar reír ame su entusiasmo y en un segundo ya estaba rodeada por sus brazos profundizando un abrazo tan cálido, uno de esos que tanto necesitaba, yo correspondí y solté un suspiro en su oído que hizo que me abrazara con más fuerza.

- Elizabeth, por un momento creí que no tendría oportunidad contigo, pero tranquila yo esperare, porque tú lo vales- escuchar decir eso fue algo que me conmovió, solté una lágrima, pero no sé si fue alegría o tristeza, él la limpio dulcemente y me regalo un beso en la mejilla. Caminamos unas cuadra más hasta llegar a la casa, donde le explique que vivía con Andrés, pero dormíamos en habitaciones distintas y que la casa se la regalo el abuelo de Andrés por la boda, no note ninguna molestia, lo entendió y frente a la casa me regalo otro abrazo, un beso en la mejilla y se fue con una sonrisa en su rostro, una sonrisa se dibujó en mí y entre a la casa muy feliz a pesar de lo que sucedió ayer, arregle las cosas con mis amigas y con Simón solo falta arreglar mi corazón, pero está en proceso.

Entre a la casa, la luz del dia ilumina la sala, fui a la cocina por un vaso de agua y escucho la puerta abrirse, poco raro es muy temprano para que llegue Andrés, pero si lo es y me acerco para saludarlo.

- Hola, llegas temprano paso algo?- pregunté confundida.

- Sé que te dije ayer que podías estar con ese niño, no pierdes tiempo y lo traes a la casa, eres inocente, como se te ocurre alguien puede verlos de verdad eres una niña y no comprendes la gravedad de traer a tu noviecito a la casa- su reclamo me hizo quedar en trance y pensar en que fue lo que hice mal y aunque no me grito si alzo su voz, pero que hice para que se alterara tanto.

- ¿PERDÓN?- pregunté irónicamente- ¿me hablas de que soy una niña por traer a Andrés a la casa? , pero no sé que vistes porque él nunca entro a esta casa solo me acompaño hasta afuera y si hablamos de gravedad y de inconsciencia fuiste tú quien se revolcó con Teresa en esta sala, no puedo creer el descaro con el que vienes a reclamarme....

- NO ES LO MISMO- me interrumpe.

- NO CLARO QUE NO LO ES, LO TUYO FUE PEOR, TUVE QUE VERLOS DESNUDOS EN LA CASA DONDE VIVO PORQUE NI ESO PUDISTE RESPETAR- grite sé que está mal, pero no pude evitar soltarlo - No vengas con tu moral intacta que no te queda, tú pusiste las condiciones de este matrimonio y yo no he fallado a las reglas- le fulmine sin piedad, me mira, pero no me dice nada, su cara se está poniendo roja muy, pero muy roja.

- ¿Quiere decir que ya son novios?- me pregunto serenamente al menos su voz porque su cara decía otra cosa.

- No, aún no lo somos, él me esperara a que esta farsa se acabe, así que te recomiendo que esto se solucione lo más rápido porque ya me estoy cansando.- me fui a mi habitación y aunque me llamo un par de veces lo ignore.

No puedo hacer mas que llorar, intente pensar en las palabras hermosas que me dijo simón pero solo me hacen sentir peor porque no le puedo corresponder, amo a un idiota que no me ama a mi, que soy una tonta por seguir aqui, pero que no puedo alejarme de él porque prometí ayudarlo. No es cierto que me estoy cansando, es cierto que me duele cada vez mas estar cerca de el y no poder demostrar cuando lo amo, vamos poco a poco esto se terminara y este sentimiento solo pasara al olvido.

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