Proyectil al corazón

Andres

En el camino Liz no dijo ni una palabra, creí que estaria molesta por el beso que le dí o por la escena en la casa de Rosa, pero no, no fue asi, su tranquilidad me causaba intriga. Cuando llegamos solo se encerro en su habitación, ni se despidio.

No entiendo que pasa conmigo, esos celos que tuve al verla con ese mocoso, esas ganas incontrolables de besarla cuando la tengo cerca, ¿Me gusta Liz? O claro que si me gusta, pero es solo por la convivencia, por verla todos los días, por tener que estar casado con la chica más dulce y hermosa que he conocido, es por eso, solo por eso, pero amarla no eso no, yo amo a Teresa ella es mi vida y con la que quiero estar el resto de mi vida, debo aclarar esto con Elizabeth, no creo que le afecte. Ella no sienta algo por mí, me lo dejo claro cuando me dijo que dejara las bromas, debo admitir que nunca lo fueron para mí, era mi impulsó por estar cerca de ella y no note que ella la incomodaba, pero la dejaré tranquila, yo me enfocaré en mi relación, ella podrá salir con ese chico e intentaré no pensar en ella de manera amorosa, vamos únicamente estoy con Liz por la herencia, solo por tener a Teresa como una reina, solo por eso, nada más.

...

Liz

La luz del sol ilumina mi habitación me hace despertar del trance que he tenido desde ayer desde lo que paso con Simón su declaración, mi primer beso, Andrés les dice que a mis amigos que es mi esposo, la noticia de mis padres y ese beso de Andrés.

Miedo y felicidad eso siento después de todo lo que viví ayer, el hombre que he amado casi toda mi corta vida me besa y no solo eso me dijo que no es ninguna broma el acercarse a mi, creo que siente algo por mi, sus celos, su manera de ser conmigo, no tengo dudas, esta sintiendo algo por mi, tengo que decirle lo que siento y desde cuando, decirle que acepte casarme porque lo amo. No me seguiré guardando esto que siento ya no más.

Salí de mi habitación, hasta la cocina para hacer el desayuno, pero me sorprendo a ver Andrés, con el desayuno ya en la mesa.

-Buenos días Liz- una sonrisa en su rostro me hace pensar que lo que voy a decir es lo correcto.

- Buenos días- respondo de inmediato, me hizo sentarme en el comedor, mis latidos podías escucharlo, supongo que son los nervios por decir toda la verdad. Unos minutos después y yo sigo sin poder articular alguna palabra.

- Liz debo decirte algo- interrumpe ese silencio- lo siento por lo que paso en casa de Rosa- mi corazón casi se me saldría del pecho, él lo va a decir, dirá lo que tanto me cuesta decir- Puedes explicarle al chico, lo de nosotros, si te gusta y confías en él, guardara el secreto de todo esto, pueden salir, pero tienes que tener cuidado que no te vea alguien conocido.

Es una maldita broma yo no entiendo nada, estaba tan segura que me diría que me quería, que sentía algo por mí, que estaba confundido por mí, pero no, no es así, él no me quiere como yo a él, ¿así se siente un corazón roto? Este nudo en la garganta, mis piernas tiemblan, me da vueltas todo aunque esté sentada, este sentimiento es muy fuerte y duele como nunca.

Debo dejar amarlo, ¿pero cómo? - Y esa escena de celos, ¿por qué la hiciste entonces? - mi estúpida boca fue más rápida que mi cerebro.

Andrés por favor no respondas.

-Tienes razón en algo Liz, si te veo como una hermanita y si fueron celos, celos de hermano, celos de querer protegerte- un proyectil directo a mi corazón así se sienten sus palabras, saque una sonrisa la más real que pude y se la mostré, pero no me salían las palabras, no podía ni intentar formular una si quisiera, ¿qué pasa boca? ¿Ya no quieres hablar?.

-Que bueno que está claro esta situación, Simón lo malinterpretó y ahora puedo darle seguridad que me ves como un hermano, así no perderé la oportunidad de estar con él- mi sonrisa seguía en mi rostro demostrando que está situación no me afectara nada, aunque fuera todo lo contrario.

Debo agradecer que Andrés iniciara la conversación, si no estuviera expuesta al ridículo y creo que es lo único que faltaría demostrar porque hasta mi dignidad la perdí el día que me case con Andrés.