La última palabra la pronunció lentamente, lo dijo de una manera que fastidia. Emily le da tanta rabia, quiere romperle la nariz. Decide mejor irse, es mejor irse antes que Enrique se dé cuenta.
– ¡¿Piensas huir?!
–Sí, tú ganas. Adiós, señor Delicado. Nos vemos.
– ¡Delicado!
Rodrigo explotó. Ahora si va a golpear a Emily, va a romperle los huesos, lo va a hacer sin darse cuenta que es ha ella a quien ha venido a buscar.
–Si gustas irte, ahí está la salida.
Lo detuvo, detuvo su golpe con una sola mano. Enrique salvó a Emily justo a tiempo. Se portó como un caballero. No como Rodrigo que parece un majadero. Emily quedó totalmente sorprendida, sus mejillas se sonrojaron al ser salvada por este hombre encantador. No parece el Enrique que ella conoce, da miedo su comportamiento maduro.
– ¡¿Quién eres tú para detenerme?!
–Lamento no haberme presentado debidamente. Mi nombre es Enrique, soy el mejor amigo de Emily y he venido por su mano debidamente. Y si yo quiero por ser su amigo, puedo ir a su habitación y avisarle de este ocurrido. Ella con gusto vendrá en persona ahora mismo, para correrte de patadas por ser un completo desconocido.
Todos se sorprendieron. Se dan cuenta que están dentro de una prueba. Nadie esperó tener esta clase de situación, ahora están pesando lo patético que se han portado hasta ahorita. Hasta Rodrigo se ha dado cuenta de lo idiota que ha sido. Así nunca podrá conquistar a la tal Emily, la mujer que debe conquistar, la mujer con quien debe casarse para hacerla pagar el daño que hizo su padre.
–Lo siento. No debí haber hecho algo así... ¿Puedes perdonarme?
Rodrigo odia aceptarlo, pero tiene que aceptar que esta vez es su culpa. Él quiso reiniciar la guerra, cuando nunca debió hacerlo.
–No.
Emily contestó fríamente a Rodrigo.
Vaya, aún me sigue cayendo mal este tipo.
Rodrigo sonríe intentado no enojarse de nuevo.
–Mi nombre Rodrigo Ocampo y es un placer conocer...
Estiró su mano esperando un fuerte estrecho de manos. No quiere hacerlo, pero debe hacerlo. Ya depende de él aceptar la tregua de paz, o negarse. Rodrigo ya hizo lo que debió hacer, se disculpó. Emily duda aceptar su tregua de paz. Aún está enojada con él. Pero si no lo hace, la hace ver la malvada aquí, cuando no lo es.
–Mi nombre es Mauricio Blake.
Estrechó su mano con la de ese tal Rodrigo que aún no le cae bien.
– ¿Eh?
Esto molestó más a Rodrigo, intenta no sacar la rabia que lleva dentro. Se nota que está bastante furioso, sus dientes se pegan con fuerza sin dejar entrar ni una mosca. Está a punto que quebrarse igual que un vaso de vidrio.
¡No puedo creer que este mocoso sea un Blake!
–No sabía que Emily tenía un primo...
Dijo Enrique todo curioso, no recuerda que Emily haya tenido más familia además de su padre.
– ¡Espera! ¡¿Hasta con sus primos?! ¡¿Incesto?!
Enrique tiene una cara de fuera de serie, está bien impactado el pensar que hasta el primo de Emily ha venido a conquistarla, esto ya se volvió extraño.
–Ah, no. Yo sólo venía a visitarla. Yo no estoy dentro de esto.
Contestó toda serena. Mantuvo la tranquilidad como se debe. Pero ya casi se echaba de cabeza, casi le contesta en que ella nunca se casaría con su misma sangre.
–Afff... Vaya. ¿Qué cosas pienso? A veces dejo que mi imaginación se vaya de más. Nunca creí que Emily tenía un primo.
Sonríe como un tonto, mientras Rodrigo la sigue mirando con rencor.
¿Y este qué? ¿No se suponía que estamos en tregua de paz?
– ¿Mauricio? Jajaja. Yo no tengo un sobrino que se llama Mauricio.
El padre de Emily está conversando con los pretendientes de su hija, mientras baja ella. Espera que lo haga pronto, sino piensa vengarse por esta.
–Pero está justo ahí, está platicando con esos hombres aun lado del banquete.
–Claro que no, yo no...
Volteó a mirar sin creerles de que un sobrino de él había venido. Él no tiene más familia que su única hija. Son los únicos Blake aquí.
–Puffff... ¿Emily?
Escupió su copa, ya se dio cuenta por fin.
– ¿Pasa algo?
–Nada.
Está nervioso.
–Saben, creo que el alcohol se me subió demasiado, me acabó de recordar que si tengo un sobrino. Justo ahora voy a saludarlo. ¡Nos vemos!
El señor Jonathan Blake nunca esperó que su hija se iba a presentar de esta manera tan humillante. Que decepción.
–Te sugiero que te largues ahora mismo a quitarte ese disfraz y ponte algo decente. Estás humillándome.
Susurró al oído de ella, le susurró mientras mira a todos alrededor. Esto enfada a Emily, decide largarse con un rostro lleno de furia. Todos notaron que Mauricio iba totalmente enojado, pero nadie le interesó el por qué, prefieren siguen esperando aquella dama misteriosa.
Emily iba tan enojada, pero tan enojada que chocó con Rodrigo, chocó de hombro con hombro. Se nota que fue a propósito. Rodrigo quería sacar de nuevo la bronca con Mauricio, pero esta vez iba seguirlo y golpearle la cara a fuera donde nadie pudiera verlos. Tenía tantas ganas de ir, pero no lo hizo, ese idiota le dejó una extraña nota en sus manos. Decide leerlo antes de seguir a ese tipo.
Se sorprendió.
¿Entonces Mauricio fue enviado por Emily? Bueno, si ella tanto me quiere, iré a verla. Le daré una noche que nunca olvidará.
Sonrió malévolamente.
Rodrigo entró.
–Cierra la puerta.
–Perdón.
Ella está sentada, está sumergida en la oscuridad. Espera que Rodrigo termine, espera que Rodrigo termine de cerrar la puerta. ¿Te imaginas por qué?
– ¿Por qué todo está oscuro?
–Quítate la ropa.
Dijo Emily con una voz fuerte y decidida sin una gota de lástima hacia él. Digamos que el tono de su voz daba la sensación de que ella quiere ser el activo, el dominante, el macho alpha de esta relación.
– ¿Qué?
Esto lo privó, lo dejó sin palabras, tiene la cara de estar confundido y al mismo tiempo ofendido.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 71 Episodes
Comments