Se acercó a ella de manera sexi, pero a los ojos de ella es perturbador. Es una serpiente vieja y gorda intentado ser un muchacho de los años pasados.
–Espere, ¿de qué está hablando?
No deja que se le acerque este viejito calenturiento. Siente que algo está mal. Se pregunta ella misma a que se refiere este viejito cuando dijo: "olvida a los demás". No lo entiende. ¿Por qué dijo algo así?
–De tu noticia.
– ¿De qué noticia?
Emily no entiende de que habla este señor. Está confundida, ella no ha dado ni una noticia.
–¿No me digas que ahora tienes amnesia al no recordar tu propuesta de matrimonio?
Tomó las dos manos de ella, aun se siente joven a pesar que ya es demasiado viejo para estas cosas.
–Elígeme a mí, soy el mejor candidato para serlo, puedo darte cualquier cosa: dinero, fama y hasta hijos si tanto quieres.
Le apesta el aliento.
– ¡Alejase!
Salió corriendo del auto. No iba a seguir adentro con ese viejo loco. Los hombres de ese hombre van detrás de ella, esta vez no piensa ser bueno con ella. Es demasiado bella para dejarla ir. Está claro que esto lo hizo su padre, esto lo hizo a propósito. Bueno, si él quiere guerra, guerra tendrá.
Los hombres aun no se cansan, no la dejan de perseguir por su culpa. Quieren atraparla, y obligarla a que esté con ese viejo sin vergüenza. Tiene que tomar un auto, tiene que encontrarse a un idiota que la ayude escapar de aquí.
–Detesto este servicio.
Rodrigo se subió al auto con un rostro amargado. Detesta el servicio de atención al cliente, pero ama esta comida rápida.
–Vaya, estas me encantan.
Emily le robó una papa francesa a Rodrigo. Está en el volante, en su asiento, está en su auto. Lo enfureció.
– ¿Cómo entraste?
Rodrigo no entiende el cómo un extraño se atrevió subirse en su auto y de paso le robó una papa frita. ¿Acaso tiene cara de servicio gratis al cliente? Quiere matarlo.
–Sube.
Dijo esta palabra toda tranquila, como si ella lo conociera, como si fueran amigos. Está claro que Rodrigo no conoce a este loco.
– ¡Bájate del auto! ¡Maldito vagabundo!
No sabe quién sea, pero no dejará que este tipo se lleve su auto. Primero muerto, antes que dejar que lo conduzca. Esto es malo. Los tipos esos se dieron cuenta de su paradero. Tiene que irse pronto.
–Si no subes ahora mismo, no preguntes de tu auto después.
– ¡¿Me estás amenazando?!
Se siente ofendido Rodrigo, este mocoso malcriado aun se atreve amenazarlo, ¿acaso no sabe quién es él? Si supiera, temería de él. Debe ser tan pobre que ni para una tele tiene.
– ¿Acaso no escuchas? ¿O tengo que repetirlo de nuevo?
Encendió el motor enfrente de Rodrigo, se nota que lo va hacer, se va a ir, no le importa esperar a Rodrigo. Él comenzó a sentir un terror profundo, un terror que hace temblar el alma, se ha dado cuenta que este mocoso malcriado habla en serio. No quiere doblegarse, pero su auto vale más que cualquier cosa. Tuvo que trabajar duro para comprar este auto. Sin más quejas, sólo obedece mientras susurra maldiciones.
–Buen chico.
Sonrió y luego aceleró. El pobre Rodrigo se sintió terrible, su auto estaba siendo abusado por este tipo, lo abusaba sin lástima. No le importaba desgastar el aceite de su motor, sus ruedas raspaban el todo terreno y muchos menos le importaba volar como el viento. Para Emily, su motor sólo era un simple motor igual que todos los autos que ha manejado, no había nada especial, sólo era un simple motor.
Pero para Rodrigo este auto era especial, fue el primero que compró con todos su ahorros y este loco irresponsable no sabe el valor de lo que significa eso. Desea ahorcarlo ahora mismo con sus propias manos. No le importa asesinarlo en este momento. Quiere matarlo ya.
– ¡¿A dónde me llevas?!
–Relájate, sólo vamos a dar una vuelta. Por cierto, ¿dónde vives?
– ¡¿Crees que te voy a decir?! ¡Primero...!
–Vaya, tu nombre es Rodrigo y vives en la calle...
– ¡¿Eh?!
Su identificación estaba en el auto. Su misma identificación lo delató sin tener que hablar. Que decepción.
– ¿Qué piensas hacer conmigo?
– ¿Contigo?
La miró seriamente, al principio no lo captaba, tuvo que pensarlo antes de llegar a una conclusión. Emily no tiene interés en Rodrigo, ni un poco. Sólo tomó su auto, para sólo huir de esos tipos peligrosos. No es la gran cosa, Rodrigo sólo es otro hombre que menos quiere ver.
–No te preocupes, pronto te dejaré en paz.
¿Me dejará en paz? ¡¿Entonces para qué rayos me secuestró con tode auto?! ¡¿A qué quería llegar al secuestrarme de esta manera?! ¡¿Entonces cuáles eran sus intenciones?!
Rodrigo no entiende para nada a este mocoso loco. Pero está seguro en algo: quiere matar a este tipo.
–Nos vemos.
Se bajó del auto.
– ¡Espera un momento!
Agarró el brazo de ella, se lo agarró con fuerza, le va a cobrar.
– ¿Ahora qué?
Lo miró con desagrado. Detesta que uno hombre la toque así.
–Tienes que pagarme el rayón de mi auto.
– ¿Qué rayón?
Emily intenta ver el supuesto rayón, no ve nada, e incluso hace la famosa visión de abuelito arrugado. Aun así no ve nada.
–Este rayón.
Casi no se ve nada. Este Rodrigo exageró demasiado. Emily lo mira como un completo exagerado.
¿Tanto para esto? Esta cosita no es nada. He visto rayones que hacen querer sacar un ojo, pero esto...
–Déjame entender, ¿quieres que te pague por esa cosita de nada?
–Lo rayaste y tienes que pagarme ahora mismo.
– ¿Pagarte?
–Pagarme.
Se miraron como dos enemigos. Ella suspiró.
–Está bien. Te pagaré.
Colocó sus manos, al cuello de este tonto hombre que la ha hecho enojar. Lo hizo de una manera hipnotizante, atractiva.
–Espero que te guste mi paga.
Ya te imaginas la cara furiosa de Rodrigo, está ardiendo en llamas, ahora si va a matar a este sujeto.
– ¡Esto no era parte de la paga!
Se limpió la boca del asco. Quiere vomitar.
–Lo sé.
Sonrió. Golpeó su cara.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 71 Episodes
Comments
🐍Papi Serpiente🐍
Potra:chinga tu madre
Alhajas no mames
2021-08-19
1