La Carta

Termino el año escolar y nos tocaba volver al campo a pasar las vacaciones pero nos llegó una de mamá que leímos en voz alta.

Estimadas hijas y Nancy:

Me he podido enterar por la señora Antonia que Viol obtuvo el mejor promedio de su promoción; Felicitaciones no esperaba menos de ti; y que, pese a su constante rebeldía de Celin, bajo el mando de su abuela ha podido encausar esas malas conductas que la estaban encaminando al camino de la perdición; me alegro.

Aun así quiero que sepan que verter unas gotas en mi té, siendo ayudadas por mi empleada de confianza, es una alta traición al hogar, que hubieran hecho ¿si me muero?, hubieran tenido que cargar este pecado, esa cruz hasta los últimos días de sus vidas.

No las puedo mantener castigadas toda la vida quiero decirles que como buena cristiana que soy, les otorgo mi perdón; Nancy tenemos una conversación pendiente; con esto también les autorizo para pasar las vacaciones de verano con la señora Antonia en Santiago, por eso le he enviado dinero, suficiente para no ser una carga económica y puedan pagar sus gastos individualmente. Cuiden su dinero, este no crece en los árboles, no saben todo el sacrificio que se realiza día a día para tener pan en la casa.

Mis bendiciones

Viol Perez de Fernandez

PD: 1000 escudos para Viol

700 escudos patra Celin

300 escudos para Nancy

Celin: wuau cualquier dinero, oye ¿porque a mí me toco menos?

Viol: porque yo soy la mayor -con orgullo-

Celin: me vas a tener que compensar. - inflando sus cachetes de la rabia-

Sra. Antonia: -seria- no me han dicho que les parece mi sorpresa.

Celin: -acercándose a la abuela- eres la mejor incluso hasta nos dio su divino perdón por la jugarreta – riéndose-

Nancy: claro a ustedes será, cosa que, a mí, me va a retar hasta el día que me muera -con cara de tristeza-

Sra. Antonia: no te preocupes mujer quizás después, ni quieras volver – con tono misterioso-

Viol: como es eso, y tu marido no te da pena dejarlo solo cuando vuelvas te vá tener unos cachos hasta cielo tonta.

Nancy: de eso podemos hablarlo después – lo dijo enojada, se dio la vuelta y se fue a la cocina-

Sra. Antonia: no deben meterse en la vida personal de otros, es muy feo, eviten ser como su madre.

Celin: ¿nosotras no hacemos eso? -con cara de ofendida-

Sra. Antonia: -con una ceja levantada- bueno. mejor seleccionen lo que van a llevar no sobrecarguen de cosas el vehículo haya pueden comprar todo lo que se les ocurra. – su madre es una cagona, por eso somos tan diferentes – se giró y mientras caminaba a su dormitorio dijo- mañana temprano salimos.

Estábamos tan emocionadas hace muchos años que no volvíamos a la capital donde habíamos nacido y como estará la casa y tantas cosas que estaban en la mente, Marco, el hijo de Nancy, se había vuelto al campo con otro trabajador, porque extrañaba mucho a sus amigos y quería pasar las vacaciones en el campo en vez de ir a la ciudad.

Celin: vas a ir a ver a Sebastián, deberías contarle que nos vamos de vacaciones.

Viol: podría ser claro que me da vergüenza.

Celin: tonta vamos ahora -me tomo de brazo y salimos de la casa-

Cuando estábamos fuera del restaurante se me había ido todo el aire y ya no encontraba buena idea hablar con el, a parte que este ultimo tiempo de ESO, deje de tenerle confianza y hablábamos solo cuando estábamos con muchos amigos y ya no dejaba que me tomara la mano.

De pronto salió la tía Margot

Tía Margot: hola niñas que hacen aquí, las vi desde el local, pero parece que no se atrevían a saludarme.

Celin: si tía queríamos entrar, pero Viol, le dio vergüenza -sonriendo-

Viol: -la mire con cara de pocos amigos y le sonreí a la tía- disculpe tía no queríamos molestar, lo que pasa es que mañana nos vamos de viaje a Santiago y queríamos despedirnos antes del viaje -me sonroje y mire el piso-

Tía Margot: Oh, pasen entonces, voy a llamar a Sebastián.

Tomamos asiento en una mesa del primer piso que quedaba a la salida de la cocina, al rato llego Sebastián, con la cara recién lavada es como si hubiera salido de la ducha y se hubiera vestido rápido solo para vernos.

Sebastian: chicas que rico verlas -aunque me miraba solo a mi-

Ambas: hola.

Celin: ¿podrías salir a caminar con nosotras? -sonriendo-

Viol: -la mire con extrañesa, pero le segui el juego- ¿si quieres venir?

Sebastián: por supuesto -voy por mi chaqueta-

Empezamos a caminar y comenzamos a bajar la cuesta larga que abajo esta la costanera de Castro y se ve el golfo y lanchas de los pescadores. Mientras caminábamos hablábamos de puras cosas triviales y a la mitad del camino

Celin: oh me acorde de algo voy a ver a las Carrasco, ¿cuándo suban me pasas a buscar Viol?

Viol: -abri los ojos tan grandes- ehmm..

Sebastián: no te preocupes nosotros pasamos por ti cuando subamos en un rato más.

Celin: gracias, se giro toco la puerta de las Barriento y entro a la casa de sus amigas dejándonos solos.

Empezamos a caminar en silencio y pronto estábamos frente al mar con el día despejado pero una brisa que no dejaba que el sol calentara nada.

Sebastián: ¿estas enojadas conmigo?

Viol: no.

Sebastián: ¿no te gustaron mis besos?

Viol: si -sonrojada y mirando el piso-

Sebastián: -se acerco a mi tomo mi mentón y me miro- dime que pasa.

Viol: -lo dude, pero el que no arriesga no gana- tu me gustas.. me gustas mucho.

Sebastián: -me sonrió, pero no dijo nada- y?

Viol: siento miedo, más encima yo ese día sin querer te toqué sin querer, disculpa -volví a bajar la mirada-

Sebastián: mírame por favor -subí la mirada y ahí estaban esos ojos azules con cara de picardía nuevamente- tu igual me gustar y si paso eso -riendo- fue porque yo quería que pasara, disculpa si fui tan brusco..sabes tengo sueños contigo.

Viol: que lindo.

Sebastián: jajajaja No -sonrojado- son sueños..especiales

.

Viol: …así..como qué.

Sebastián: sueño cosas que hago junto a ti y que hacen que tenga sueños húmedos.

Viol: ¿¿¿¿????? No sé de qué hablas.

Sebastián: -se agacho para acercarse a mi oído y me dijo en voz baja y ronca- sueño que te tengo entre mis brazos desnuda y hacemos el amor.

Viol:……. -tenía toda la cara roja y pienso que hasta las manos me pusieron de ese color- ase cuanto tiempo que tienes esos sueños.

Sebastián: -me abraso- como dos años.

Viol: -me trate de separar, pero el era mucho mas fuerte y grande- eso no debe ser normal.

Sebastián: si lo es, es que tú me gustas mucho.

Nos miramos a los ojos y se acerco a mi cara, con su mano acaricio mi rostro y lentamente poso sus labios sobre los míos y nos dimos un cálido, húmedo beso. Mientras acariciaba mi pelo con una mano la otra bajaba lentamente a mi cintura y en el algún momento me paso la lengua por los labios abriendo paso a un beso mas profundo y fogoso y el presiono mi cintura a su cuerpo, fue cuando volví a sentir ESO.

Viol: -me separe de el- creo que deberíamos mantener una distancia Seba, nosotros todavía somo unos niños.

Sebastián: -me hablo al oído- pero yo no me siento como un niño.

Viol: así y ¿qué quieres hacer? -empezando a enojarme-

Sebastián: yo no te voy a obligar a nada, solo te pido que seamos pololos experimentemos que se siente estar juntos

Viol: quiero contarte que mañana nos vamos a Santiago con mi abuela y volvemos en marzo ósea que estos tres meses no nos vamos a ver, aun así ¿quieres ser mi pololo?

Sebastián: claro que si -sonriendo-

Viol: y si me enamoro de alguien.

Sebastián: -se le borro la sonrisa y me miro muy serio- veo muy difícil que eso llegue a pasar, aun así, creo que sufriría mucho. – cerro los ojos y cuando los volvió abrir me sonrió- y si me enredo con alguien mientras tu no estés, ¿qué te pasaría a ti?

Viol: -me invadió una amargura- como puedes preguntarme algo así, sabes que soy muy tímida y el solo pensar que me traicionas.. -sentí ganas de llorar- ¿no lo vas a hacer cierto?

Sebastián: jajaja claro que no, te estoy devolviendo tu pregunta – tocándome el pelo- no sabes lo mucho que te quiero mi princesa.

Luego de un par de besos volvimos pasamos por Celin y nos volvimos a la casa, teníamos mucho que empacar dejar ordenada la casa que iba a estar tres meses desocupada.

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