PlayBoy

Después de dos días, enterramos a Arturo nuestro angelito al cual siempre le rece para que me proteja desde el cielo o donde sea que se van nuestros seres queridos.

Papá solo llego al funeral lo que paso es que con el terremoto el personal de la casa se había reducido muchísimo, las personas habían perdido a tantos seres queridos y otros habían quedado en la calle sin un techo donde dormir. El camino de Castro al campo se había derrumbado en algunas partes, por lo tanto, había que ir en barco desde Castro al campo y la noticia del nacimiento de Arturo le llego tarde, cuando llego él no sabía nada del fallecimiento, estuvo tan mal que no quiso comer por 3 días. Realmente tenia ganas de decirle algo subirle el ánimo, pero como ya dije nunca fui muy buena para hablar y tenia miedo de pasar vergüenzas.

Ese día en el velorio la familia Hein, mis nuevos amigos Sebastián, Eval, junto a sus padres, pasaron a darnos el pésame.

Tía Margot: - me estiro la mano con una pequeña bolsita- linda come algo dulce te va hacer bien -fue cuando mi mamá con cara de ogro salto-.

Mamá: señora Margot en esta familia estamos todos de luto, y a partir de hoy también en ayuno solo vamos a comer lo justo y necesario para estar vivos – tomo la bolsa y se la devolvió-

Tenia tantas ganas de decir algo, de pedir disculpas por mi mamá, pero de mi boca no salía nada, ni un suspiro.

Desde ese momento nos empezamos a vestir de negro y todas las mañanas y las noches rezábamos el rosario juntos, más encima como la catedral estaba al lado de la casa todos los días íbamos a la misa.

Celin: pero como es posible que ya después de un año sigamos vistiendo de negro, parecemos bandada de cuervos.

Viol: Celin por favor, realmente no se de que te quejas cada vez que te arrancas de casa te pones la ropa que quieres y eso que mamá cuanto te pille, capaz que te meta al convento.

Omar: ustedes son muy exageradas, yo creo que el negro es mi color, no me siento para nada incomodo vestir así.

Ema: cuando vamos a ver a papá.

Viol: pronto, él dijo que la casa está casi lista así que nadie sabe cuando venga a buscarnos a todos.

Celin: y ¿porque nos tenemos que ir? yo me quiero quedar en el pueblo, aquí es mas divertido y mis amigos están aquí.

Viol: igual vamos a venir una vez al mes no se de que te quejas.

Celin: no, si tenía que hablar la señorita perfecta, la que no mata una mosca...

Mamá: CELIN

Fue tanto el susto que Celin se atoro con saliva y empezó a toser con fuerza hasta que salieron unas lágrimas por sus ojos.

Celin: cof cof cof cof…si mamá que paso - con una voz muy dulce-

Mamá: estuve ordenando sus escritorios y encontré algo que realmente no se ¿cómo pudo llegar a tus manos?

Celin: -blanca como papel- así que ¿seria?

Mamá saca una revista de su mano que estaba en su espalda, ahi habia una chica en la portada con poca ropa, mirada atrevida y decía Playboy.

Mamá: QUIERO SABER DE QUIEN ESTA COCHINADA. -arrugando la revista con toda su rabia-

Viol: -si seré bruta, me acerqué y leí- play boy? Nunca había visto esto y ¿de qué se trata?.

Mamá: - con la cara morada de la furia nos gritó- van hacer las maletas ahora mismo nos vamos al campo y SEÑORITA CELIN, a partir de hoy solo te puedes bañar con agua fría.

Partimos corriendo a nuestros cuartos y en el camino solo podía pensar de donde había llegado eso a nuestra casa y mas al escritorio de Celin. Cuando llegue a nuestro cuarto la curiosidad me mato, tenia que salir de la duda.

Viol: hermana ¿es tuya esa revista?

Celin: -con mirada desafiante- no, pero es de Eval.

Viol: no entiendo porque mamá esta tan enojada por una revista ¿que tiene?

Celin: ahí muestran y hablan de sexo.

Viol: ……..

Celin: ¿de verdad?, ¿no sientes curiosidad por tu cuerpo y el cuerpo de los chicos?

Viol: no lo se, nunca lo había pensado. Pero que puede ser tan emocionante y ¿cómo Eval te paso esa revista?

Celin: -con la cara roja- es que el me dijo que me mostraba su sexo si yo le mostraba el mío.

Viol: - con la cara morada de la vergüenza- y ¿cómo es?

Celin: -se aserco a mi lentamente como un gatito- si tienes curiosidad pídeselo a Sebastián.

Luego termino de empacar y salió del dormitorio.

Bueno creo que es mejor quedarme con la duda, ya que lo había pensado, como ir a su casa tocar la puerta y pregunar “¿Sebastián me puedes mostrar tu sexo?” NO, eso suena mal, así que mejor empaque, ya nos vamos a ir a nuestra casa nuevamente y volveremos a la normalidad.

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