Lleva varios días temblando claro que vivimos en Chile, el país más angosto y largo del mundo y mi madre siempre a dicho que para ser chileno hay que tener más de dos terremotos en la sangre para considerarse chileno de corazón.
Han sido pequeños temblores nada de consideración, pero un día hubo una réplica de grado 6 y fue cuando ella nos dijo a la cena.
Mamá: hemos tenido demasiado movimiento telúrico últimamente y más encima hay demasiado calor. Desde que nos vinimos a vivir aquí nunca había usado tantos vestidos, lo que me parece muy raro, más encima estamos a Mayo ya debería estar lloviendo, así que nos tenemos que preparar, puede haber un terremoto y uno nunca esta preparado para esto así que
• Omar quiero que vayas mañana temprano a Castro compres mas provisiones de comida enlatada.
• Vamos a llenar unos barriles de agua del rio.
• Cada uno va hacer una mochila con ropa interior, 2 pantalones, 2 poleras, un suéter y cada uno una linterna y una vela.
• La radio que te regale Viol esa que usa pila la vas a dejar junto con tu mochila” y vas a ayudar a Ema ya que es la menor.
Todos hicimos lo que dijo pero pasaron los días y no paso nada así que nosotros con mis hermanos ya nos reíamos de que la mama se estaba volviendo viejita y con el genio del demonio ya que nuevamente estaba embrazada de su quinto bebe.
El Domingo 22 de mayo de 1960 a las 15:11 justo cuando estábamos jugando en el tercer piso de la casa, empezó un movimiento tan grande que pensé que la casa se iba a mandar abajo, a través de los cristales podíamos ver el mar y de pronto se veía el jardín. es como si la casa se doblara y era casi imposible mantenerse en pie, la madera sonaba, se retorcía y crujía haciendo un ruido tan tenebroso que estábamos en pánico, podía sentir un estruendo profundo que retumbaba en un eco terrorífico desde la tierra adentro de la casa y solo pude escuchar un grito fuerte y profundo desde el primer piso,
Mamá: NO SE LES OCURRA BAJARA, QUEDENSE DONDE ESTAN OJALA DEBAJO DEL MARCO DE LA PUERTA, CUANDO CALME TOMEN SUS MOCHILAS Y NOS VEMOS ALFRENTE DE LA CASA.
Los cuatro nos abrasamos Ema solo tenía 3 años así que la cargue y por ser la mayor puse lo máximo de mi para poder calmar a mis hermanos, les dije que todo iba a salir bien, aun que a mis cortos 7 años me sentía que quería vomitar del terror es que era interminable, de pronto de sintió una pequeña calma y salimos hechos las velas buscar nuestras mochilas al segundo piso y corrimos lo máximo que nos dio nuestros pies para llegar afrente donde estaba mi mamá con su enorme guata y muy agotada había movido la ropa de papa la de la guagua, la de ella y una bolsa con frazadas.
Me miro y con mucho orgullo me dijo lo hiciste muy bien ahora quedémonos aquí va a volver a temblar y así fue, esta vez pudimos ver como reventaban todos los cristales de la casa y una parte se derrumbó en el tercer piso, la tierra se abría y se cerraba de forma dispareja dejando grietas para que demostrar la fuerza y poder de la naturaleza que en este mundo no somos nada.
Papá había salido al aserradero después de almuerzo porque había que cambiar una pieza de la máquina que había llegado el viernes y para no detener la producción lo fue a cambiar ese domingo estaba en el aserradero.
Después de mucho volvió a la casa con la cara de pánico, pero al vernos a todos fuera de la casa sentados como esas familias que no tienen donde vivir al borde del camino el se puso a llorar cuando estuvimos todos juntos nos abrasamos con tata fuerza y alegría que no importaba si volvía a temblar.
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