La Pocima

Después de estar enojada por más de una semana con mis hermanos Celin volvió al dormitorio para meterme en otra de sus locas ideas.

Celin: no puedes estar enojada para toda la vida, se que es injusto que te hayan golpeado, pero todavía no comprendo ¿porque te enojas conmigo?, yo no te hice daño – quiso tocar mi rostro, pero me aleje y la mire con mi ceño fruncido-

Viol: quiero que te vayas de mi pieza.

Celin: eso no se va a poder -de una forma descarada- mira, tienes que dejar de ser tan egoísta. Ahora lo mas importante no eres tú, sino es ¿cómo le vamos a dar las famosas gotitas a la mamá?

Viol: -enojadisima- ¿Qué? Todavía me quieres meter en tus enredos, apuesto que las famosas hierbas no hacen nada. Solo fuimos a perder el tiempo. Capaz que mamá se termine intoxicando y anda a saber en que problema me vas a meter nuevamente.

Celin: mira vamos hacer una apuesta.

Viol: ….

Celin: si la poción funciona y ellos tienen sexo yo vuelvo a dormir en esta pieza que también es mía.

Viol: ¿y si no? – con una sonrisa maliciosa-

Celin: sino funciona me voy a cambiar de dormitorio y nunca mas voy a dormir junto a ti.

Viol: trato hecho – no tuve que pensar nada esta es la primera vez que pienso en deshacerme para siempre de mi compañera de cama, es que ya somos demasiado grandes para estar en una sola cama.

Viol: y ¿cómo nos vamos asegurar de que esto funcione?

Celin: muy simple tú le das el té a mamá, Omar y Ema se van a preocupar de que papá vaya a ver a mamá a la pieza y nosotros nos escondemos en el closet para ver si funciona.

Viol: oye no, como es eso.. vamos a quedar encerradas en el closet, nos va a tocar verlo todo, no te da vergüenza?!.

Celin: eres una cobarde, este mundo es para los valientes – y me dio una clase de valor que ahora con el tiempo pienso que ni ella se lo creía-

El caso es que ya no hay vuelta atraz. La Nancy le hiso un té de melliza a mi mamá como todos los días para ir a dormir y en el camino la convencí en ponerle unas gotitas al té que eran para los nervios, como se supone que soy la mas cuerda de los hijos ni sospechas le puso a la cosa.

Celin junto con Omar fueron al aserradero y le dijeron a papá que lo extrañaban demasiado y no sé cómo lo trajeron a la casa temprano, Ema convenció a papá para darse un buen baño porque olía fatal.

En eso entramos al dormitorio de mi mama y nos encerramos en el closet con Celin. Mientras mamá bebía su té y leía un libro. De pronto su rostro se puso sonrojado y con el mismo libro se empezó a tirar aire a su rostro, se levanto de la cama y trato de abrir la ventana, pero afuera había un temporal de lluvia y frío que eso debe haberla convencido en volver a su cama.

Por otro lado, Omar fue a la pieza de papá

Omar: papá, cuando fui a darle un beso a mamá la vi extraña, tu podrías ir a verla.

Papá: jaja tu madre es muy extraña no te preocupes.

Omar: por favor yo creo que ella tiene fiebre se veía mal.

Papá: si ella se sintiera mal ya hubiera gritado por toda la casa dejala se le va a pasar.

Omar: -desesperado a punto de comerse las uñas, con voz de llamto – tu ya no quieres a la mamá que pasa si ella se muere igual que Arturo.

Papá: -quedo helado con el comentario, se levantó- ya voy a ver como esta no te preocupes más, anda a dormir.

Pero Omar se cercioro que entrera al dormitorio y junto con Ema le puso llave a la puerta.

Cuando papa entro mamá estaba sobre la cama sin ropa y con el libro que estaba leyendo abanicándoselo por el calor.

Papá: -con la boca abierta y los ojos muy grandes- ¿muuujer cómo te sientes?

Mamá: Omar? ¿Qué haces aquí? – con una voz seductora que jamás le había escuchado a mamá. Trato de taparse pero en cada movimiento le salían gemidos.

Papá: ¿me mandaste a llamar? – con voz ronca y cara de lujuria.

Mamá: yo?.. no…

Pero ahí las palabras sobraban papá se saco la ropa y su pene estaba grueso y duro, abraso a mamá y empeso a besarla como si se la quisiera comer, luego le tomo los senos y chupo de ellos como si quisiera sacarle la leche que en el algún momento tuvo con sus embarazos y siguió bajando hasta su sexo donde no sé qué le haría a la mamá, pero ella decía

Mamá: ¡Dios mío! dámelo más fuertes, métemelo de una vez por todas, no vez que me quemo por dentro. – sonó igual a una orden-

Quise salir de mi escondite para traerle un vaso de agua fría a mi pobre mamá que se veía que estaba sufriendo, pero Celin me agarró de brazo muy fuerte y me miro con cara de loca

Celin: ni se te ocurra -en un susurro-

Papá se acerco a sus labios la volvió a besar y fue cuando le metió su pene dentro de vagina y empezaron a tener movimientos y ruidos obscenos que por más que me tapaba los oídos no dejaba de escuchar, mire a Celin y ella disfrutaba tenia una sonrisa de oreja a oreja, yo no quería seguir viendo solo quería irme a mi cama.

Cuando me desperté fue cuando ya no podía aguantarme mas las ganas de hacer pipí, salimos con mucho cuidado de la pieza y menos mal que Omar estaba afuera por que le saco la llave, todos nos miramos con cara avergonzada, pero el sueño era mas fuerte, asi que cada uno se fue a su cama y yo con mi garrapata.

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