Chocolate

Cuando llegamos a Castro la casa estaba intacta realmente no tenia nada grave en su estructura, así que en un par dias ya teníamos todo ordenado y listo para vivir, pero se podía ver en las calles y en muchos hogares que las casas se habían derrumbado, las pocas calles que tenían cemento quedaron totalmente destruidas y las noticias en la radio eran desoladoras hablaban de cientos de personas desaparecidas y cientos de muertos. Llego un momento en que mi mamá apago la radio y no la quiso volver a encender al contrario fue a la iglesia y comenzó hacer ollas comunes para dar de comer a toda aquella persona que pase fuera de la iglesia.

Siento que con toda la tristeza que se vivía, nosotros teníamos miedo de salir de la casa y alejarnos de mi mamá, ella se veía triste y aunque nunca fue de una alegría abismante, ella ni siquiera nos retaba, dejo de gritar, como si hubiera perdido la voz. Y la primera que se aprovechó de la situación fue Celin. Ella se iba a la plaza a jugar con los otros niños. Pasaba la tarde afuera y llegaba a la casa cantando de la felicidad.

Después de un par de días de esta rutina Nancy me dijo

Nancy: sita Viol por que no va con la niña Celin y sus otros hermanos a jugar a plaza, para que van a quedarse aquí tan tristes, todavía son niños vayan a jugar.

Viol: mamá ¿no se ira a enojar?

Nancy: vayan no más, cualquier cosa les doy un aguayte para que regresen.

La miro con mi cara ladeada esta Nancy es tan especial.

Y fuimos todos a disfrutar en ese momento solo quería sentirme feliz y ahí estaba Celin jugando con dos niños muy lindos Sebastián y Eval eran los hijos del dueño del restaurante de la esquita frente a nuestra casa ósea al otro lado de la plaza. Los había visto cuando íbamos a comer en familia a su restaurante, pero ahora lo tenía al frente mío.

Viol: hola – super tímida-

Sebastián: que linda hasta que por fin saliste de tu castillo.

Viol : -roja hasta las orejas- ¿Cómo?

Celin: oye, te lavaste las orejas o no.

Viol: - creo que estoy morada de la vergüenza-

Sebastián: eren muy linda, Viol ¿cierto?

Omar: oye niños estas son mis hermanas si te gustan, pídele a tu mamá que te de un par de hermanas.

Sebastián: jajaja y tú ¿cómo te llamas?

Omar: soy Omar y esta pequeña es Ema y todas son mis mujeres así que no vengas hacerte el lindo.

Sebastián y Eval: jajajaja oye Omar, ¿te gusta el chocolate?

Omar: ¿¿¿??? Si..

Sebastián: genial mas tarde le voy a pedir a mi mamá que le un trocito de torta de chocolate, ahora juguemos.

Y así estuvimos jugando a la escondida, a la pinta, luego fuimos por nuestro trozo de pastel. Ahí conocimos a la tía Margot apenas puse la torta en mi boca sentí una sensación tan especial como si nunca hubiera comido algo tan rico, dulce, suave y tentador, que sin pensarlo produje un ruido que sonó muy similar a un gemido y luego cuando abrí los ojos pude ver que todos me miraban con los ojos como huevos fritos y sentí tanto calor en mi cara que quise salir corriendo.

Tia Margot: ¿te gusto Viol?

Viol: si

Tia Margot: si quieres te puedo enseñar hacer esta torta.

Viol: wuauu de verdad me encantaría. Pero no se cocinar.

Sebastián: no te preocupes mi mamá es una experta y es la mejor.

Viol: mmm bueno.

Tia Margot: entonces cuando tenga que hacer esta torta te voy a mandar a llamar para que veas como se hace.

Y asentí con la cabeza con muchas ganas de aprender algo nuevo que jamás me imaginé.

Ya cuando era tarde nos volvimos a casa. Sebastián tiene 8, Eval tiene 7, son de descendencia alemana y sus ojos celestes como el cielo y su pelo negro a mis ojos son muy lindos, pero no pienso decírselo a nadie.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play