Mi Propio Camino

Historia de Nancy

Soy Nancy Soto, nacida en Rancagua en una familia de 12 hijos yo era una de las del al medio, vivíamos siempre con hambre.

Mi papaíto trabajaba para un latifundista de esta zona, en siembra de trigo, mi mamaíta trabajaba en la casa patronal, donde la señora era una mujer muy mañosa y el patrón era una vestía de vez en cuando llegaba a la casa y arrastraba a mi mama al galpón donde la hacia gritar como una chancha.

Siempre pensé que quería irme de ese lugar, pero tampoco sabia para donde arrancar no conocía a nadie y la vida era trabajar para recibir una miseria. Hasta que un día llego de visita a la casa del patrón la familia Fernández, a mí me toco ir ayudar en el servicio de la comida y cuando estaban cenando pude ver a una señora de unos modales elegantes piel blanquita ojos negros y pelo negro como el carbón, a su lado estaba un hombre joven muy alto de ojitos azules y pelo castaño crespito y al lado del joven una señorita bajita, delgadita blanquita de ojos azules y y pelo clarito.

La pareja parecía un par de angelitos, como salido de los cuentos y la señora parecía una bruja de esas que con la mirada te derriten.

Ellos contaban que ya estaban esperando familia y que querían a una niña para el servicio personal de la sita Viol y apenas yo escuche eso, espere para ir a la cocina y le dije a mi mamaíta.

Nancy: mamita yo quiero irme con esa familia, tú le ¿podrías decir al patrón?

Mamaíta: mija como se le ocurre que me va a dejar sola. De todos mis hijos solo tengo dos hembras y usted es la mayor, se tiene que quedar ayudarme a mi, yo soy su mamaíta. -lo dijo enojada-

Nancy: pero a mi no me gusta esta vida, quiero salir de aquí, si tu no me ayudas un día de estos me voy arrancar pa cualquier lado -lo dije casi en una suplica-

Mamaíta: que me estas diciendo niña condenada, ingrata.

Nancy: es que tu nunca me has querido lo único que piensas es como hacer que yo cumpla con el patrón y yo nunca me voy a meter con ese viejo indecente. -sali corriendo-

Tenia que hacer un plan esta familia se iba a quedar dos noches y yo me ofrecí en atender lo máximo posible a la familia de invitados, hasta que un día me quedé a solas con la sita Viol.

Viol (mamá): dime niña ¿Cuántos años tienes?

Nancy: tengo 9 sita.

Viol: no me digas digas sita soy la señora Viol Perez de Fernandez.

Nancy: si señora – ya parece que la cague-

Viol: cuéntame tu sabes algo de bebes.

Nancy: claro que si mi mamaíta tiene 12 hijos y la menor ya tiene el año, he ayudado con todos mis hermanos chicos.

Viol: dime Nancy te gustaría irte de tu casa a otro lugar.

Nancy: -quería saltar de la felicidad y decir que SI, pero no quería sonar tan insolente- si señora, si pudiera irme para ayudar a mi familia, lo haría.

Viol: ya veo, gracias Nancy, me podrías dejar sola.

Nancy: si señora – puta ahora si que la cague-

Igual seguí exagerando en todo mi servicio, aunque mi mamaíta me retaba de que no tenia porque ir a servirlos que ese era su trabajo que mejor ayudara en las cosas de la casa. No le hice caso.

El día que se iban, estaban subieron su equipaje al vehículo y la señora Viol me dijo directamente a mí, anda buscar tu ropa interior, te vas a venir con nosotros. Abrí los ojos de par en par, corri soplada a mi casa agarré una manta meti todo lo de mi cajón, cuando me despedí de mi mamaíta, ella tenia una cara de pocos amigos pero igual me dio su bendición y me envió para hacer mi propio camino.

Cuando llegue a la casa de mis nuevos patrones era una enorme casa en un pueblito cerca de Santiago que se llamaba las Condes, la casa tenia muchos personal de servicio pero de una pude ver que todos obedecían a la vieja bruja de la Señora Antonia. Ella no era mala pero tenía esa cosa que por todo se quejaba, según mi patrona (Viol) me decía “es así porque perdió al marido”.

Nancy: y si quedo viuda ¿porque no se volvió a casa la señora Antonia?

Viol: jajaja Nancy tu si eres bruta, ella no es viuda, solo perdió al marido.

Nanacy:… y como lo perdió..

Viol: …jajajajaja se compro un campo al sur de Chile y ahí vive.

Nancy: y ¿porque la señora Antonia no se va con su marido?

Viol: Nancy cuando te cases te vas a dar cuenta de la vida no es tan sencilla como parece.

Fin de los recuerdos

Mamá (Viol): Nancy, ahora que te vas a casar me gustaría que te quede bien en claro cuales son tus deber y obligaciones como esposa.

Nancy: mi señora, yo todavía no entiendo porque me voy a casar con Orlando.

Mamá: a ver Nancy creo que nosotras nos conocemos muy bien pero a mi no me vengas a ver la cara de tonta, tu tienes una aventura con el capataz y no te pienso aguantar que me salgar con otro domingo 7, así que usted se casa y hace lo que yo le digo. O ¿quieres irte devuelta a Rancagua?

Nancy: -debería quedarme callada cuando la señora se enoja es el demonio en persona, pero es que esta es mi vida- yo solo quiero explicarle solo una cosita.

Mamá: ….. que sea breve.

Nancy: yo me acosté con Orlando solo una vez, pero nada más fue una calentura.

Mamá: -morada del enojo- tu responsabilidad como esposa es hacer la comida, tener la ropa limpia, mantener la casa ordenada, cuidar de tus hijos y procurar que el dinero que tu marido te de, se gaste de una manera eficiente. No despilfarres el dinero cuesta mucho tenerlo por eso trata de juntarlo si en algún momento ganas más de lo normal.

Nancy: mi señora no escucho lo que le dije.

Mamá: -furiosa- Nancy llegaste a mi casa cuando todavía no tenias 10 años, me saliste con la gracia de un hijo que nunca le diste un padre, a pesar de que rete a tu madre por la crianza que te dieron y ahora quieres que te tenga en la casa ligando con cualquiera que llegue SOLO PORQUE TE DIO UNA CALENTURA.

Mamá: de acuerdo, no te voy a obligar, pero quiero que te vayas ahora de mi casa. -se dio la vuelta-

Nancy: NO señora por favor, claro que me voy ha casar, voy hacer todo lo que usted me diga – me tire a los pies de mi señora, con solo pensar en que me envía a Rancagua, ni de chiste desobedezco-

Los patrones nos dieron una cabaña que ellos ya tenían hecha, un par de muebles y aquí estamos dentro de la cabaña mirándonos con cara de asustados. No sé cómo será en otros casos, pero pensaba que la gente cuando se casaba era porque tenía algún sentimiento y eran felices juntos, pero yo al Orlando no se ni como le gustan los huevos, lo peor de todo es que nunca he hablado con él.

Nancy: ¿quieres comer algo?

Orlando: ……Nancy cierto?

Nancy: -este hombre no sabe ni mi nombre- si, dime.

Orlando: mira niña quiero que te quede bien en claro, que yo no me quería casar contigo. -me miro directo a mis ojos como taladrándome con la mirada- yo necesito este trabajo, mi familia es numerosa y viven en Ancud. -suspiro sin sacarme la mirada- yo estoy enamorado de otra persona, lo siento, pero este encerron que me hiciste es muy feo.

Nancy: yo tampoco te quiero. Incluso le dije a mi patrona muchas veces..

Orlando: -me interrumpió- entonces ¿porque me obligaste a casarme?, para mis ojos tu eres una mala mujer.

Se dio la vuelta, salió de la cabaña y quede ahí de pie, pensando, yo soy una buena mujer, toda la culpa la tienen las malditas gotas. Bueno voy a pensar que voy hacer ya me case no hay vuelta atrás..igual conozco a alguien que una vez perdió al marido.

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