Hector Lozano, el arquitecto detrás del deslumbrante diseño del hotel turístico, la noche de su inauguración, conoce a la alegre y singular Maria Isabella Flores, quien lo cautiva con su belleza exótica y su aura misteriosa, aparentando una gitana perdida en ese mundo de lujos. Fascinado Hernan se aproximó a ella para conocerla y sin predecirlo pasa la noche más apasionante como nunca tuvo en su vida. Al día siguiente, cuando el alcohol bajo, descubrió que esa gitana es la hija menor del dueño del hotel que el diseño. Ambos al saber quienes son, tratarán de llevar la situación como dos adultos, olvidar lo que pasó y culpar al alcohol por ello, pero la química que existe entre ambos los lleva a recaer mas de una vez en la tentación de estar juntos. Al enterarse el padre de María Isabella que estuvo con Hernán Lezcano, los obligará a casarse para salvar el honor de su hija. Ambos deberán enfrentar una situación que solo inicio como una aventura de una noche y afrontar las consecuencias
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10- Ponerse la camiseta
Narra Isa
Después de la visita de Héctor queriendo explicar lo inexplicable decidí sumergirme en la cama y dormir, antes tomé un baño, para liberarme de su perfume, no queria que nada de él quede impregnado en mi.
Yo misma no me entendía porque me sentía de ese modo, ¿será que estaba celosa?, eso era imposible, jamás tuve esa emoción.
Al estar lista me llega un mensaje de mi padre, que me solicitaba en el despacho.
Me dirigí al ascensor, el cual al ir bajando se detiene en el segundo piso, apreté los dientes imaginando que era Héctor con la Julieta esa.
Para mí sorpresa veo a mi hermana María Cristina con Sergio besandose.
-AJAM. Llame su atención.
-Isa. Dijo Cristina roja separándose de Sergio.
-¿Te llamo papá?. Le consulte.
-Si... Por eso... Estaba por ir. Me dice nerviosa.
-Nuestro padre nos pide que seamos cordiales con los huéspedes... Creo que no se refería a eso. Le digo mirando a Sergio.
-No se lo digas. Me súplica Cristina.
-No me corresponde. Le dije.
Cómo nunca ella posa un beso en mi mejilla.
-Fiu... No hagas eso... No sé que metiste antes en tu boca. Le dije.
-Me bañé y use enjuague bucal. Me dijo.
-Menos mal - Le digo -Tienes idea del porque nos llamó nuestro padre. Le consulto cambiando de tema, no me gusta hablar de lo que hace en la intimidad.
-Segun Anto las bailarinas que debían hacer el show de media noche no pudieron llegar por la tormenta y muchos habían pagado para ver el espectáculo ... Por lo que nos tenemos que poner la camiseta. Me dice Cris.
-Eso quiere decir que debemos bailar. Le digo.
-Asi es... Pero no le digas a nadie... Nadie debe saber que somos nosotras. Me dice.
-De mi no sabrán... Y de ti Sergio. Le pregunto mirándolo porque estaba muy callado.
-Ejem... No sé lo diré a nadie. Nos aseguro.
-Ok. Le digo suspirando.
Salimos del ascensor y nos separamos de Sergio dirigiendonos al despacho de nuestro padre.
-Al fin llegan. Mugio Anto.
-Estaba en la cama. Le dije.
-Yo también. Dijo Cris.
-BIEN... Ya están aquí ... No sé si les informo Anto... Pero el show de las bailarinas para los huéspedes a media noche, no se realizará, porque las bailarinas no pueden llegar debido a la tormenta... Y las entradas están pagadas... Debemos solucionarlo. Nos informa nuestro padre.
-Hay que ponerse la camiseta del hotel. Le digo a mi padre.
-Mejor dicho imposible... Para que no tengan problemas seleccione a tres custodios para que estén con ustedes... Cómo sus parejas de baile. Nos anuncia.
-Al menos saben bailar. Le consulta Anto.
-MANUEL... TOMAS... NICO. Llamo nuestro padre.
-Si señor. Ingresaron tres de traje muy elegantes.
-Quiero que cuiden a mis hijas... Para eso deben bailar... Aún se acuerdan de ello. Le consulta. Nuestro padre.
-Si señor. Le respondieron.
Los veía muy recios y serios, tenía mis dudas al respecto.
-BIEN... VAYAN A CAMBIARSE... LE HABLE A LA ESTILISTA... ELLA SABE QUE ATUENDO DEBEN USAR. Le dice mi padre señalando la salida.
-"SI SEÑOR". Respondieron en coro.
-Padre no es necesario, además los veo muy recios. Le dice Anto, al parecer en algo coincidimos.
-ELLOS SABEN BAILAR... SE QUE ERAN BAILARINES ANTES DE SER AGENTES DE SEGURIDAD... ERA SU MODO DE PAGAR SUS ESTUDIOS... NO TUVIERON UN PADRE QUE LE PAGUE TODO COMO USTEDES. Le respondió mi padre serio.
Al parecer le molestaba todo el asunto, pero no veía otra solución.
Nos vestimos para salir a bailar, la verdad no tenía mucho ánimo, pero era necesario, el modo de demostrar a mi padre que estoy cuando me necesita para que le colabore en temas del hotel.
Me pusieron un tocado en la cabeza de plumas rojas, un tul negro para cubrir la mitad de mi rostro y solo se vea mis ojos. El traje de las bailarinas no cubrían mucho, como pollera parecía que tenía un gran pañuelo de seda con manchas en rojo y negro.
Anto como siempre quiere destacar más que las demás uso un velo de cadenas para ocultar su rostro.
Cristina, para cubrir su rostro, uso un velo de tull en tono rojo, dejando solo sus ojos a la vista.
De ese modo salimos a bailar como si fuéramos las bailarinas que debían venir.
Para nuestra presentación hubo un juego de luces y humo en el escenario, Anto quiso salir primero como siempre seguida de Cris. Cuando me tocó un enorme reflector me iluminó no veía a los presentes, por lo que me dedique a bailar.
Él más alto de los de seguridad un tal Manuel me elevaba en los aires haciendo que gire y me descendía con delicadeza.
-Eres como una pluma. Me murmuró al quedar muy cerca de su rostro.
-Me gusta que me hagas bailar... Estoy cansada. Le susurré haciendo que sonría.
-Ahora entiendo que me dejas girarte sin problemas. Me respondió.
En un cruce Anto nos indico bailar en triángulo he ir intercalado.
A ella le gusta mandonear, es para lo que sirve, pero no para tomar decisiones importantes y enfrentar las consecuencias.
Él público aplaudía de manera desbordante, se ve que les gustaba nuestro baile.
Al terminar nos retiramos bajo una lluvia de aplausos.
-Quiero algo de tomar. Dije agitada.
-Yo también. Dijo Cris.
-Vamos a cambiarnos y tomamos algo. Me dijo.
-Ustedes hagan lo que quieran... Por mi parte voy con mi prometido. Anuncio Anto.
Nos fuimos a cambiar con Cris y regresamos al bar a tomar un refresco, se nos había pasado el sueño.
-Fue un aire fresco verlas bailar. Nos dijo Sergio aproximándose.
-Me encantó su baile. Me dijo Héctor.
Con Cris miramos serías a Sergio.
-Se me hace ilusión verla de nuevo bailando mañana. Dijo Enzo.
-No puedes guardar un secreto. Le dije a Sergio.
-No se preocupen solo fue a ellos... Es admirable que siempre apoyen en todo a su padre. Nos dijo con un guiño.
-Me alegro que le halla gustado. Si me disculpan debo irme. Dijo Cris.
-Puedo acompañarte. Le pide Sergio.
Ella asiente levemente.
Héctor miro de reojo a Enzo que solo asintió retirándose sin decir nada.
-Isa... Vamos a caminar, dejo de llover. Me invitó Héctor.
Suspiré hondo, lo mire y termine aceptando.
-Vamos... El aire fresco me viene bien. Le respondí.
-Se que este arreglo te debe incomodar... Me dijo tu padre de tus preferencias... Y un compromiso no es uno de ellos. Me dice.
Opinando sobre el compromiso que tengo con Jhon.
-No tengo nada en contra de Jhon... Solo creo que el amor no se debe forzar... Y que uno debe elegir con quien casarse. Le respondí.
-Estoy totalmente de acuerdo contigo... Aunque en el caso tuyo que creciste con esas reglas que han ayudado a no cometer errores como la gente común. Me dice
-¿A caso mi padre te pidió hablar conmigo?...¿Qué tipo de errores?. Le pregunto.
-No... Estuve pensando que dejarse enseguecer por un sentimiento que cree sentir... Y arruinar su vida al quedar sin apellido, manchado por la sociedad al ir en contra de lo que su familia cree... Hay que ser mas racional al respecto... El dinero no cae de los árboles... Y cuánto más pronto se entienda... Más pronto se salva de cometer una estupides... Perdón por mi abrupto. Me comenta.
-¿Por qué crees que el amor es una estupides?. Le pregunté.
-No dije exactamente eso. Me dice.
-Si lo hiciste... Te diré que creo... Desde mi punto de vista se soporta con mejor predisposición los olores peculiares y costumbres del otro si se ama que al no hacerlo. Le dije, él sonrió pensativo.
-¿Qué olores peculiares?. Pregunto.
-Nunca viste esos cortos donde las flatulencias de su amado le resultan olor a flores o su aroma a sudor como un perfume natural. Le consulte.
-Es solo ficticio. Me dice.
-Tu te debes armar una orquesta... Pero te apuesto a que saldrán quejandose por el olor y te quedas solo... En cambio con tu amada no. Le digo con una sonrisa.
- Tienes un punto... Pero eso se soluciona con desodorante. Me dice.
Le tomo la mano derecha y deslizo mi dedo índice por sus lineas.
-Te enamoraste de mi... Y todo lo que has dicho es solo porque temes a las consecuencias. Le digo mirándolo directo.
-Ahora te crees una experta en esto, por acertar con lo de Sergio... Solo fue una coincidencia. Me dice serio.
-Me encanta ver lo serio, frío que te muestras... Eso me anima más a estár contigo. Le digo jugueteando.
-No juegues así. Me dice sin poder sacarme la mirada, al estar muy próxima a él haciendo que le leía la mano.
-QUIEN TE CREES PERRA. Escupe esa Julieta que no se de donde aparece arrebatando contra mi.
Se me lanza a querer pegarme de manera histérica, a mí hermana no le correspondía en su arrebato de histeria, pero a una extraña no se lo permito, no naci manca.
-JULIETA DEJALA. La trata de separar Héctor.
-NINGUNA OTRA TE TENDRA. Grita desaforada.
-Estas mal de la cabeza. Le dije a la cínica.
-JULIETA DETENTE. Le dice Héctor sin saber que hacer.
Nuestros gritos se escuchan apareciendo los de seguridad que nos separan.
Ella sigue pataleando luchando para soltarse y pegarme.
-ERES MIO HECTOR, SOLO MIO, NINGUNA PELUSA INSIGNIFICANTE DE POLVO OLVIDADO EN EL FONDO DE LA PUDREDUMBRE HUMANA TE TOCARA... ¡¡¡SOLO YO Y NADA MAS QUE YO PUEDE HACERLO!!!
-Estas loca, nadie es propiedad de nadie. Le dije.
Veo que mi padre se aproxima a ver el escándalo que se produjo.
-¡¿QUÉ SUCEDE AQUI?!. Pregunto con su tono pesado y molesto.
-¡ESTA MUGRIENTA MUERTA DE HAMBRE TOCO A MI HOMBRE!... UNA GITANA SUCIA, BUSCA FORTUNA, QUE ENGAÑA CON SUS ATRIBUTOS EXPUESTOS SOLO PARA CASAR A UN HOMBRE MILLONARIO. Expresa histérica sacada de si.
-ME EXPLICAS HECTOR. Le dijo mi padre serio.
-ME LEIA LA MANO. Le aclaró.
-Ha... Ya veo... Debe calmarse, su actitud agresiva me obliga a llamar a las autoridades... No está permitido eso en mi hotel. Le aclara mi padre a la bruja mal educada.
-¿YO?... QUE HAY DE ESA LARGATONA DE ALCANTARILLA. Sigue tirando improperios en mi contra.
-USTED ES LA QUE INCIO EL PLEITO... USTED ES LA AGRESORA, CONTRA UNA PERSONA QUE SOLO HACIA SU TRABAJO... SI SOLO SE DETUVO UN MOMENTO A LEER LAS ATRACCIONES DE ESTOS DIAS... SE ENTERARIA DE UNO DE ELLOS QUE SON LAS PREDICCIONES BRINDADA POR LOS GITANOS... Y LA APRECIACIÓN DE SU CULTURA... AL PARECER NO SABE LEER. La reprocha mi padre, señalando el inmenso cartel de la entrada, sin aclarar que soy su hija.
-Para su futuro las veo negra. Le dije y mi padre me hizo gesto que me calle.
-HECTOR ACOMPAÑAME... Y TU TAMBIÉN. Me señalo.
-USTEDES SABEN QUE HACER. Les dijo a los de seguridad.
-¿QUÉ ME VAN HACER?... HECTOR... NO DEJES QUE ME LLEVEN. Grita furiosa.
Mi padre emitía una energía de un tornado que arrasaría con todo, siempre ví esa expresión en contra de otros, nunca hacia mi persona, su mirada de hielo, sus facciones tensas.
Nos sentamos ante él como estudiantes ante el director.
Vi que tomo un trago de su estante de bebidas, señal que estaba enojado y solo liberaba la garganta para largar el sermón.
-EL NUMERITO QUE ACABAN DE HACER SABEN QUE NO ES TOLERADO. Nos dijo a ambos.
-Señor... Le juro...
Decía Héctor y mi padre levanto la mano.
-No lo interrumpas. Le murmuré por lo bajo.
-COMO DECIA... NO ES TOLERADO... Y SOBRE TODO PORQUE SE QUE MI HIJA... PODRIA HABER LECIONADO A UNA HUÉSPED Y ESO ACARREERIA MULTAS, DEMANDAS, QUE NO ESTOY DISPUESTO A ENFRENTAR. Gruñe golpeando su escritorio molesto mirando el mechón que sostengo en mi mano, le había arrancado una de sus extensiones y no me había percatado de ello, lo oculto bajo mio en la silla.
-Su hija no inicio nada... Solo se defendió. Le dijo Héctor volviendo a interrumpir.
-HECTOR SI TIENES PROBLEMAS PERSONALES, LO SOLUCIONAS EN PRIVADO...
-Julieta vino sola, no la llamé, termine con ella...
-LO QUE ME LLEVA A PREGUNTAR COMO LLEGO TU PAÑUELO AL CUARTO DE MI HIJA. Le dijo sacándo a la vista el mismo que nombró.
Mi corazón empezó a latir frenético.