UNA PELIGROSA OBCECIÓN.

No tardo demasiado para darme cuenta de que muchas puertas están bajo llave, lo que hace Imposible encontrar algo con que liberar a Elena.

- Lo siento mucho, no hay nada Elena. Pero encontraré una solución lo prometo.

- Está bien, seguiré estando aquí Abril..

Esas palabras me rompen el corazón, aun así no puedo hacer nada por ella. Me asomó a la ventana y lo veo llegando. Necesito hablar con Matías. Rápidamente subo a mi cuarto mientras finjo escribir.

La puerta se abre y ahi esta él con una sonrisa que confundiría a cualquiera de su verdadera naturaleza. - Hola mi amor.

- Hola Matías.

- Estás trabajando duro nena. ¿Cómo va la novela?

Siento un sutil aroma a tierra húmeda y hierbas lo que me indica que no me equivoque en lo que estaba haciendo fuera de casa. - Anoche sentí mucha inspiración.

- Te lo dije, yo podia cambiar tu forma de pensar.

- ¿Qué sucederá con Inés?

- ¿Estás preocupada por ella ahora, amor?

- Ya sabes, ella es la protagonista femenina, tu verdadera obsesión.

Lo veo respirar profundo antes de responder. - Necesito tomar un baño, luego te responderé.

Maldición no puedo sacarle absolutamente nada, necesito ser más sutil y poder obtener más información, también necesito conseguir esas llaves a toda costa. Poco después escucho su llamado. - Abril por favor tráeme una toalla.

- Voy. - Tomo una del armario y entro, él está detrás del cristal luciendo su perfecto cuerpo, cuando pensaba en el diseño del acosador nunca imaginé que se podía ver tan increíble en la realidad. - Toma Matías.

Entiendo la mano y este la sujeta haciendo que caiga en sus brazos. - ¿Te gusta lo que ves?

- ¿Cuándo me quitaras este yeso? Ya no tolero la picazón y la incomodidad.

- Si lo hago te marcharas.

- No lo haré.

- Estás mintiendo, siempre todos mienten.

- Yo no te miento, me quedaré a terminar la novela junto a ti.

- ¿Me amas Abril?

Quedó en silencio por su pregunta, fácilmente puedo decir que si, pero si descubre que estoy mintiendo la pasaré muy mal.

- Me estoy enamorando Matías, no puedo decir que te amo como tú a mí, pero definitivamente me gustas mucho y quiero conocerte más. Cuéntame tú historia, dime quien eres y de donde vienes, quiero saberlo todo.

- Soy un asesino, lo viste con tus propios ojos también soy un secuestrador maniático que disfruta del sufrimiento humano.

- Pero yo quiero ir más adentro, al centro de ti y conocer al verdadero tú.

- No creo que estés lista para ver mi fealdad.

- Yo te mostraré la mía, ven vamos a la cama.

Luego de que se viste nos acomodamos juntos, yo apoyo mi cabeza en su hombro mientras él acaricia mi cabello.

- No tengo idea de como descubriste mi fetiche mejor guardado, pero tiene sentido para alguien tan observador como lo eres tú. Yo crecí en una familia religiosa, mi padre era muy devoto así que mi infancia no fue del todo agradable, yo nunca sentí la necesidad de seguir sus pasos. Odiaba ir a la iglesia, odiaba hincarme cada noche para rezar, odiaba usar esos largos vestidos que cubrían todo mi cuerpo. Así que te imaginarás todo lo que viví durante mi adolescencia. Un día cuando tenía 16 años conocí a un chico malo y este me enseñó todo lo prohibido.

Recuerdo que me escapaba cada noche para encontrarme con él en un pequeño bosque no muy lejos de mi casa, en un árbol había una casita de niños esas de madera y ahí fue donde aprendí que del otro lado era mucho más divertido asiendo cosas profanas. Hasta que una noche mi padre nos descubrió, esa noche él murió le dio un ataque cardíaco y perdió la vida al ver que su hija era una porquería sucia, después de eso me fui de casa luego comencé a escribir. Si no me equivoco tú eres aquel muchacho de gafas grandes y gorra que fue a la firma del libro cierto.

- Así es, era yo.

- Bueno mi primer novela trata sobre esa parte oscura de mi vida. Claro que bastante modificada, pero en sí tiene toda la esencia de lo que yo viví en esa época.

- ¿Qué sucedió con ese tipo?

- No lo sé, supongo que está preso o muerto por sus adicciones. Ya pasaron muchos años de aquella primera vez en que conocí el infierno y me gustó demasiado por eso suelo escribir sobre esto, yo no doy finales felices porque no conozco la felicidad, siempre me deje llevar solo por el deseo. No sé lo que es el amor o la monotonía de una pareja normal.

- Dime una cosa. ¿Estarías dispuesta a quedarte aquí conmigo? Solos nosotros dos por siempre.

- Por siempre suena a demasiado tiempo Matías. ¿Por qué te obsesiona tanto esa palabra? ¿No es mejor solo vivir el momento y ya? Sin restricciones y ataduras, sin la necesidad de forzarte a ser alguien quien no eres solo para que la otra persona no te deje.

- Porque no quiero estar solo, la oscuridad me da miedo y quiero que alguien este conmigo al momento de que está llegue.

- ¿Me puedes explicar más a fondo?

- Abril no lo ves somos iguales, yo puedo darte lo que tanto deseabas y tú puedes estar a mi lado para siempre. Nacimos para estar juntos y ser felices en este pequeño lugar. Yo puedo hacerte inmensamente feliz si tan solo te quedas conmigo.

Es mejor retroceder por ahora, él no está dispuesto a abrirse más. - Bien vamos a dormir. Mañana podemos volver a hablar de esto. - Me acurruco a su lado y cierro los ojos cansada, es increíble como ahora incluso bajo la guardia tan fácil ante él al punto en ser la primera en dormirse olvidando que al lado mío está un asesino.

Esa mañana despierto con los fuertes gritos de Elena que vienen desde abajo. Reviso a mi alrededor y Matías no está en la cama, aterrada bajo como puedo para saber que está pasando.

- Noo por favor no me lastimes más.. Te lo suplico ya no me tortures más.

Por la puerta veo como Matías la tiene sobre una mesa y la está asfixiando. Esto me recuerda a una escena, parece que hay veces en las que Matías es el mismo y otras en las que toma la postura del acosador de la novela. Puede ser que tenga doble personalidad o simplemente la está castigando por la charla que tuvimos anoche.