El terror llega a la escuela, un jóven es asesinado y su mejor amigo, un estudiante de secundaria, tendrá que resolver el misterio antes de perder él mismo su vida... ¿Lo logrará?
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Capítulo 16
Había tenido éxito en encontrar lo que había ido a buscar ahí. Con tan pocas palabras y acciones me dí cuenta que los rumores tenían algo de verdad. La directora y parte de su equipo habían hecho algo con mi amigo.
El guardia lo llamaba sacrificio para el grande. Es decir, matarlo para ofrecer su alma a ese demonio y obtener algo.
Las clases con mi hermana me habían dejado entender eso y ahora estaba comprobado. “¡Maldita directora!” Pensé eso en ese momento. “¿Cómo se atreve la hija de puta hacer eso?” No sabía bien lo que ella lograría matando niños con sus malditos rituales pero hacerlo era una falta muy grave a los valores humanos. Estamos hablando de asesinar, un delito muy grave que estaba siendo impune ante las autoridades.
“¿Ese otro espíritu que me había llevado ahí también habrá sido asesinado en estos rituales?”
Esa pregunta estaba muy cercana a ser respondida pues mi travesía me llevaría a conocer más de ellos.
—Todos los días mueren personas, niño. Es el proceso natural del mundo y esta vez te toca a ti.—Hablaba con mucha frialdad.—Solo que se te da el orgullo de hacerlo para que te reúnas con el grande. Tu espíritu estará mejor con él.
—Yo no me quiero reunir con ningún demonio, si debo morir me quiero ir al cielo.
—¿El cielo?—Comenzó a reír burlándose de mí.—Eso no existe, es un mero rumor para que te portes bien.
Después de decir esas palabras me agarró fuertemente, me quería llevar a otro lugar pero algo muy extraño sucedió.
Las manos que me habían tocado momentos antes y que me hicieron pensar que era algún animal aparecieron de nuevo pero multiplicadas. Con la claridad de la luz vi por lo menos 6 de ellas que sujetaron al guardia. Fue suficiente para detenerlo y evitar que se moviera un hombre tan fuerte como él.
Lo sometieron mientras él gritaba asustado, fue una escena muy rara, ver a ese hombre tan imponente sentirse asustado gritando como loco por ser salvado.
—¿Qué está pasando?, ¡Sueltenme criaturas!, ¿Quiénes son ustedes?
Lo jalaron hasta tirarlo en el suelo sin dejarlo levantar. Me dió mucho miedo todo eso pero era mi oportunidad para escapar así que comencé a jalar mi mano para romper la cadena, pero fue en vano. No hice más que generar mucho ruido pero no logré soltarme.
De pronto y para una sorpresa aún mayor sentí a una de esas manos sobre mi nuevamente. Me asusté y grité como el guardia para que me soltaran.
Ellos no querían dañarme, sentí claramente como me jaló de la mano únicamente con mucha delicadeza para liberarme de la cadena. No estoy muy seguro de como lo hizo pero en un instante ya no estaba atado a la barra y la cadena cayó al piso. Giré mi cabeza para ver al espíritu y este me hizo una señal con su cabeza para que yo me fuera de ahí. Era libre de hacerlo y el único que podía imperdimelo estaba siendo sujetado por varios espíritus los cuales no pude ver bien pero a simple apreciación eran muy similares unos con otros. La misma silueta, la misma luz que desprendían y la misma forma lenta de mover las manos.
Salí corriendo por la única puerta que había disponible, después crucé todo el pasillo que era muy largo hasta llevar a una sección donde varias puertas estaban en medio. No sabía cuál elegir y mi tiempo no era tan largo como para tardarme. Entonces ahí apareció un espíritu más que me hizo pegar un brinco. Salió de entre la segunda puerta que estaba observando y se dirigió completamente hacía mi.
—Soy yo, Edwin, tu gran amigo.—El nombre me llamó mucho la atención y giré mis ojos para verlo completamente y analizarlo.
De alguna manera supe que era el espíritu que mi hermana y yo habíamos invocado en mi casa en la noche. Tal vez intuición, descripción o algo me dió el mensaje pero era él.—Te voy ayudar a salir de aquí, sígueme.
No era muy grato tener la oportunidad de seguir a un espíritu y considerarlo como la salvación pero en ese momento era mi única opción y la presión que sentía me hizo acceder a hacerle caso. Cruzamos esa segunda puerta, sólo giré la perilla para abrirla y encontrarme con un pasillo muy largo el cual seguí rápidamente. El espíritu levitaba trasladándose hasta el otro extremo junto a mi. Llegamos a la salida después de un rápido desplazamiento.
Lo demás fue sencillo. Después de eso solo tuvimos que bajar unas escaleras y habíamos llegado nuevamente a la recepción. Ahí me encontré nuevamente con la recepcionista Flor quien se sorprendió al verme ahí.
—¿Qué haces aquí?, ¿Cómo escapaste?—Me preguntó con una mezcla de alegría, preocupación y sorpresa.
—Sería una larga historia el responder todo.—Le dije mientras aún seguía al espíritu quien me esperaba en la puerta del edificio.
No deseaba pasar más tiempo ahí, me arriesgué una vez más para salir corriendo de ese lugar.
Casi perdía mi vida que ahora se la debía a esos espíritus que me liberaron.
—Yo no deseaba que nada te pasará.—Salió de la recepción para correr a abrazarme pero yo ya no le tenía confianza y no me dejé, me hice a un lado. —Debes irte lo más pronto posible y si puedes no regreses a esta escuela.
No me detuve a preguntar el motivo de sus palabras y si ella sabía algo más de lo que no pude averiguar estando encerrado. Me fuí lo más rápido que pude para volver a respirar tranquilo.
Llegué a la entrada y el espíritu que me había guiado hasta ahí avanzó más. Lo miré tratando de hacer conversación con él pero las palabras no me salieron. Me daba cierto confort tenerlo ahí pero sabía que era momento de irme.
—Muchas gracias por liberarme, te prometo que yo también te voy a liberar amigo mío.—Extendí mi mano hacía él y me entendió perfectamente pues estiró la suya.
Fue una sensación muy rara el pasar mi mano por la de un espíritu. Era como fría y le rodeaba una energía que daba piquetes en mis manos, como cuando te dan unos ligeros toques.
Después de hacerlo se desvaneció ante mis ojos, fue como si algo debajo de la tierra lo jalara pues se fue hacía esa dirección. Tenía que recordar todos los detalles para contarle a mi hermana lo que había visto y poder llegar a una conclusión.