El misterio y el esfuerzo por recordar lo que un día fué, es el impulso de vencer las contradicciones. La historia muestra el progreso en la relación entre Gabriel y Claudia, profundizando en sus emociones, temores y la forma en que ambos se conectan a través de sus vulnerabilidades. También resalta la importancia de la terapia y la comunicación, y cómo, a través de su relación, ambos están aprendiendo a reescribir sus vidas.
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Terapia.
La terapia de Gabriel comienza de manera tensa. No está acostumbrado a hablar de sus sentimientos, y mucho menos de los traumas enterrados en su infancia. La terapeuta, una mujer empática pero firme, lo ayuda a desempacar lentamente las capas de dolor que han definido su vida. En una de sus primeras sesiones, habla de su hermana, pero lo que realmente comienza a desencadenar su sanación es la discusión sobre la mansión y el orfanato.
El vínculo entre la mansión y su pasado empieza a ser ineludible. A través de sus sesiones, Gabriel reconoce que no puede continuar evadiendo la realidad: no se trata solo del dolor de perder a su hermana, sino de algo mucho más profundo, algo que estaba oculto en las paredes de esa casa.
En una sesión clave, la terapeuta le pregunta:
—¿Qué sientes cuando entras en esa mansión? ¿Es solo miedo o algo más?
Gabriel duda antes de responder.
—Es... como si algo me estuviera esperando allí. No solo miedo. Es familiar, como si estuviera conectado conmigo de alguna forma, pero no sé cómo.
Aquí, la sanación se convierte en un acto de valentía, ya que Gabriel reconoce que la única manera de liberarse es confrontar el origen de su dolor. La terapeuta le sugiere que tal vez la mansión simboliza más que un simple edificio: representa una metáfora de su psique, una estructura en la que ha guardado sus recuerdos más oscuros y, hasta ahora, no ha querido enfrentarse a ellos.
Claudia, por su parte, observa con ansiedad el progreso de Gabriel. Ella sigue con sus propias sesiones de terapia, explorando sus complejos psicológicos en flashbacks recurrentes. Uno de estos flashbacks la lleva a recordar su adolescencia, cuando la ansiedad y la sensación de pérdida comenzaron a apoderarse de su vida. Su hermano había muerto en un accidente, y desde entonces, cada relación cercana que había intentado formar terminaba con el miedo de perder a alguien más.
Su propia ansiedad se mezcla con la necesidad de proteger a Gabriel. Mientras lo ve luchar con su dolor, Claudia revive sus propios temores de abandono. El terapeuta le recuerda que ella no puede ser la salvadora de Gabriel, solo puede acompañarlo en su camino, algo que Claudia intenta internalizar. Aun así, la carga emocional la abruma en momentos, y la mansión parece amplificar todos esos sentimientos de forma insidiosa.
El misterio de la mansión también sigue evolucionando. Los archivos que descubrieron en el sótano revelan detalles cada vez más macabros. El antiguo director del orfanato, un hombre siniestro llamado León Sepúlveda, fue investigado por prácticas médicas no convencionales. Se insinuaba que realizaba experimentos psicológicos en los niños bajo su cuidado, utilizando técnicas para manipular sus mentes con el objetivo de "rehabilitarlos" tras traumas severos.
Gabriel se horroriza al darse cuenta de que sus propias visitas al hospital en su niñez podrían haber sido parte de un experimento similar. ¿Fue él una de las víctimas de Sepúlveda? Este pensamiento lo atormenta y amenaza con hacer retroceder sus avances en terapia. Sin embargo, la terapeuta le recuerda que el proceso de sanación no es lineal; habrá momentos de regresión, pero lo importante es que sigue enfrentándose a su pasado.
El pasado de Gabriel comienza a emerger con mayor claridad en sus sesiones. En un momento revelador, recuerda que después de la muerte de su hermana, había sido sometido a extrañas pruebas en un hospital, pero siempre había pensado que se trataba de evaluaciones normales tras el trauma de la pérdida. Ahora, sin embargo, al conocer los métodos de Sepúlveda, empieza a cuestionar la realidad de esos recuerdos. ¿Fueron manipulados? ¿Acaso el mismo orfanato, ahora convertido en mansión, tenía un propósito más oscuro?
Gabriel se hunde en la incertidumbre, y Claudia, aunque asustada, sabe que él necesita enfrentarse a estos demonios para poder sanarse. Las sesiones con su terapeuta se vuelven más intensas, pero también más reveladoras. Descubre que muchos de sus miedos actuales, especialmente el miedo a la pérdida, tienen raíces en lo que ocurrió en esa casa.
Los secretos de la mansión se desvelan lentamente. A través de más investigaciones, descubren que la familia de Gabriel estuvo, de alguna manera, relacionada con el director del orfanato. Al parecer, su padre había financiado algunas de las investigaciones, lo que añade una capa adicional de traición a la ya complicada vida de Gabriel. No solo había perdido a su hermana, sino que su familia estaba implicada en algo mucho más oscuro de lo que jamás imaginó.
El impacto emocional en Gabriel es devastador, pero con el apoyo de Claudia y su terapeuta, comienza a aceptar que la única manera de avanzar es enfrentando esos secretos y liberarse de su influencia. Al hacerlo, el proceso de sanación se convierte en una poderosa metáfora: la mansión misma es un símbolo de los traumas no resueltos que han definido su vida, y enfrentarlos, tanto física como emocionalmente, es la única manera de liberarse.
En una confrontación final, Gabriel y Claudia deciden explorar las partes más profundas de la mansión. Guiados por los documentos del detective, descubren una cámara oculta en los niveles inferiores, donde encuentran los registros finales de Sepúlveda. Estos documentos revelan que los niños del orfanato habían sido sujetos a pruebas extremas de privación sensorial y manipulación psicológica, con el objetivo de borrar sus recuerdos traumáticos. Sin embargo, en muchos casos, las pruebas fallaron, y los niños desaparecieron en circunstancias misteriosas.
Gabriel comienza a recordar con mayor claridad las veces que estuvo en esa cámara, aunque siempre creyó que eran solo pesadillas. La revelación es dolorosa, pero también liberadora. Finalmente entiende que sus miedos y traumas no son solo suyos, sino el resultado de una manipulación insidiosa que ha afectado su vida desde su niñez.