Lina es una mujer de 30 años, ella muere en un atentado después de su divorcio y enterarse de algunas cosas, sin embargo, ella transmigra a un mundo antiguo, donde la dueña anterior de su cuerpo es una concubina de bajo rango, muy jovencita y terriblemente tímida, ella es acosada dúrate toda su estadía en palacio y su final es aún más macabro, Lina quien ahora es Tomara, debe sobrevivir y cambian su terrorífico destino, pero las trampas la rodean y acorralan.
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Cap. 19 Buen día, pequeño demonio
Tamara se removió, pero sin éxito, al final se quedó dormida.
Temprano, Nelly entro contenta para despertar a su señorita y casi da un grito al ver al soldado ese, durmiendo con Tamara en la cama, aunque no parecían inapropiados, ella dio un grito silencioso.
Si hace un escándalo, metería en grandes problemas a su señorita, así que dio vueltas como un trompo, giraba como una tonta y escuchó los pasos de las doncellas de la mansión, ella salió apresurada, debía detenerlas.
Tamara se despertó y vio el guapo rostro de Bogo, el hombre dormía tranquilo. Ella admiró lo guapo que es, realmente es un espécimen masculino destacable.
Acercó su mano para tocar el filo de su mandíbula, es tan varonil, sin embargo, su delicada mano fue sujetada por la mano callosa y grande de Bogo, la atrapó, la niña se sobresaltó y vio como el guapo hombre besó la palma de su mano aún con los ojos cerrados.
—Buen día, pequeño demonio, deja de mirarme así —dijo con una voz ronca aún cargada de sueño.
—Tú… —Tamara quiso replicar, pero escuchó la voz ansiosa de Nelly fuera de la habitación.
—No pueden entrar, mi señorita aún duerme, está cansada, vuelvan después —decía Nelly apostada en la puerta con los brazos abiertos, bloqueando la puerta dramáticamente.
Las doncellas desconfiadas la miraban y se miraban entre ellas. Dentro de la habitación, Tamara abrió los ojos como platos y se levantó como un resorte.
—Sal de aquí, nos van a descubrir, sal de una vez, me vas a matar —Tamara susurraba mientras jalaba a Bogo para que se pare y se vaya.
Bogo sonreía y se dejaba llevar, ella susurraba, pero estaba en pánico. Bogo se dejó guiar al balcón, pero antes de salir se sujetó del marco de la puerta y dijo con una sonrisa.
—Me debes la vida, tienes una deuda —alegó sonriente, mientras Tamara está sudando frío.
—Deja de hacer tonterías, lárgate, soy una mujer comprometida —dijo empujado al alto y fuerte Bogo que sonríe ante su desesperación.
—Necesitó una garantía, deberás pagar ese favor, promételo —dijo mirándola con intensidad mientras ella dio un suspiro para calmarse.
—De acuerdo, te debo un favor, lo pagaré, lo prometo —dijo apretando los dientes.
—Bien, entonces, ahora me voy, nos vemos pequeño demonio —dijo tomando la mano de Tamara y dio un beso caballeroso en el dorso de su mano.
Tamara se puso roja como un tomarte, la acción fue tan delicada, pero a la vez levanto emociones poderosas, hacienda dar un respingo de emoción.
Con una sonrisa deslumbrante, Bogo saltó ´por el balcón como un águila, dejando a Tamara en trance preguntando si es normal que se sienta así, ella miraba su mano, la había besado el recho y del revés, pero era tan lindo cuando hacia eso.
Las puestas se abrieron y entraron las doncellas mirando para todo lado y obviamente se llevaron por delante a la pobre Nelly que apenas y podía con su alma.
Cuando entro vio para todo lado y solo estaba Tamara parada en el balcón con cara de circunstancia.
Tamara se dio la vuelta y vio a las doncellas que buscaban algo, ellas no eran tontas, pero al ver que todo estaba normal, se acercaron para atenderla.
Nelly miraba a Tamara y le preguntaba que había pasado, Tamara respondía con los ojos que no tenía ni idea. Ellas ya se entendían con la mirada de una forma muy natural.
Nelly miró a la cama y levanto una ceja indicando lo que había visto. Tamara parpadeó y se dio cuenta de que Nelly los había visto y se sonrojó y con la mirada negó cualquier situación.
Nelly dio un suspiro y asintió para después terminar de vestirla y sacar a las doncellas de una vez, Tamara tendría que desayunar y debía visitar a Liliana Tous en la mansión del archiduque, ambas están emocionadas, es la primera vez que salen, al menos Tamara desde que llegó a ese mundo y está muy curiosa, quiere saber como es todo afuera.
Cuando se subieron al carruaje, el chisme comenzó, además que Floyd la acompañaba con un contingente de seguridad, el emperador está descontento, mientras Darko Tous no este en la capital, el emperador no es predecible.
Támara llegó sin novedades, Liliana la vio y se acercó con una sonrisa, aunque tiene 3 años más que Tamara, se ve más madura, ella tuvo que hacerse cargo del archiducado a temprana edad y corregir las maldades de su madre.
—Lady Benz, un gusto verla —dijo Liliana haciendo una reverencia.
—lady Tous, el placer es mío —dijo Tamara haciendo una reverencia, amabas, sonrieron y entraron al lugar con naturalidad, se llevaban bien, eso estaba claro.
Ellas hablaron de muchas cosas, lo que más resaltaba era el rescate de Tamara esa noche y la niña solo se sonrojaba cuando hablaban de eso, Liliana lo notó y sonrió alegre.
—Lady Benz, la mandé a llamar por un asunto más difícil, debemos volver al marquesado, mi padre, como el mayor de la familia Tous hará el anuncio de su compromiso con el archiduque, así que deberemos estar ahí para que sepan que pronto se va a casar oficialmente como primera esposa —dijo Liliana mienta Tamara asiente, claro que sabe lo que va a pasar, esa gente quiere destruirla y no duda que se pongan más agresivos.
—Lady Tous, estoy lista para esto, realmente espero poder ver bien sus caras ahora que sé la verdad, esta vez, no les voy a permitir que me lastimes, y cobraré cuentas por la muerte de mi madre, de mis abuelos, de todos aquellos que padecieron por su ambición —dijo Tamara con una mirada fría y casi asesina.
—Lady Benz, ¿puedo decirle Tamara?, creo que no deberíamos tratarnos con tanta formalidad —dijo Liliana mientras Tamara asiente.
—Opino lo mismo, creo que deberíamos ser menos formales, Liliana —dijo con una risita.
—Tamara, ahora somos aliadas, debemos hablar de los detalles —dijo entre susrros mientras ambas sonríen como niñas traviesas que saben como tratar con esas arpías.