Cruel Venganza

Bien, ¿y qué noticias me tienes?, Arap estaba desesperado por descifrar el enigma de Sharon, saber de donde salió esa mujer. Quería saberlo todo, por eso la había mandado a investigar.

Su achichincle, Germán, se daba a la tarea de la investigación pero sin resultados positivos.

No hemos encontrado nada sobre ella.

¿Cómo es posible?, te estoy pagando mucho dinero, o me traes algo positivo o te vas al demonio.

Isabella trató de calmarlo, pero una llamada hizo que él se levantara a contestar.

Al quedarse solos... Entonces, ¿vamos a cenar?, le dijo Germán a Isabella, aprovechando la ausencia repentina de Arap.

Cállate, te puede oír.

¿No ves que está hablando por teléfono?, no se da cuenta de nada.

Mejor vete, no quiero tener problemas. Isabella lo acompañó a la puerta, Arap seguía en el teléfono.

Entonces, ¿si vamos?

Está bien, ¿dónde y a qué hora?

En eso, Karina que estaba escondida atrás de la puerta del salón alcanzó a escuchar lo que hablaban.

En el restaurante Royal a las 9.

Está bien ahí estaré.

Antes de que la vieran, Karina se fue a su cuarto y llamó a Sharon...

Gracias, Karina, dijo ella.

Sharon a su vez, llamó a Arap...

Arap colgó la llamada y luego volvió a sonar su celular.

Diga...

Señor Arap, soy Sharon, necesito hablar con usted para limar asperezas, ¿podemos vernos?

Está bien, ¿a dónde paso por usted?, le voy a dar mi dirección. ¿A las ocho le parece bien?

Sí, entonces, paso por usted a las ocho.

Sharon se puso un vestido de los que más le gustaban a Roxana.

A la hora convenida, Arap fue por ella, al verla, se quedó mudo de la impresión.

Roxana también tenía un vestido igual a ese, dijo luego de recobrar el aliento.

Claro, es el vestido de Roxana.

¿Pero, cómo?, ¿por qué lo tiene usted?

La señorita Isabella quería tirar las cosas de Roxana, pero Karina no las quiso tirar y me las trajo.

Isabella se pone muy sensible cuando ve las cosas de Roxana, hasta a mí me duele verlas, pero en fin... ¿A dónde vamos?

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Debes tener un recuerdo muy especial con este vestido, no dejas de mirarlo.

Cuando le propuse matrimonio a Roxana, llevaba ese vestido.

Lo siento, escogí un mal momento para usarlo.

No te preocupes, además, se te ve muy bien. Es solo que... recordé los buenos momentos con Roxana.

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Judith, por más que buscaba con la mirada no lograba ver a Ethan.

¿Qué, no está tu galán?

No.

Olvídate de él, mejor disfruta el momento.

Tal vez no vino a trabajar, no estaba en la puerta.

A lo mejor se fue de "antro", jajajaj

A mí no me causa gracia tu comentario. Mejor me voy.

Cálmate, fue una broma.

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Isabella fue a su cita con Germán.

¿Qué le dijiste a Arap?, preguntó él.

Que iría a comer con un amigo.

¿Yo soy "tu amigo"?

Germán, no se te olvide que estamos en un lugar público. Compórtate o nos vamos.

Me gustas más cuando te pones así, dijo tomándole las manos.

Nos vamos a ver, dijo soltándose de él.

Arap y Sharon entraron al restaurante y vieron a la feliz pareja.

Isabella, dijo él.

Ella lo vio y se asombró de ver a su prometido ahí.

¿Qué pasó?, dijiste que saldrías con un amigo.

Estoy con un amigo, no hagas una escena por nada.

Bueno, y se alejó de ahí, Isabella se fue atrás de él.

Germán se levantó y dijo, que coincidencia, ¿verdad?

Sharon lo vio y le dijo: ¿Acaso nos conocemos?

No, pero pronto lo haremos, soy Germán del departamento de policía.

Pues mucho gusto, señor.

Sharon lo dejó con la mano extendida.

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Arap se fue con Isabella, iban discutiendo en el auto.

¿Qué hacías con esa mujer?, dijo ella.

Íbamos a cenar como gente civilizada.

Solo me fuiste a poner en ridículo delante de todos. Me avergonzaste en público.

¿Dormiste con Germán?, dímelo, ¿dormiste con él?

Cálmate, Arap.

¡Contéstame!, no me quieras ver la cara de estúpido.

Por favor, cálmate.

¡Vete al diablo!

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Carta a mi hija...

"Mi querida hija, he querido volver a verte desde tu cumpleaños. Deseo decirte que soy tu madre.

Volví, querida regresé por ti. Te besé y te abracé, eso me alcanza por ahora.

Mi querida hija, algún día terminarán estos días terribles, podré volver a abrazarte y ser tu madre.

Pero primero, tu padre e Isabella pagarán por lo que me hicieron, tu padre dejará a Isabella y vendrá a mí. Caerán sus rodillas en el suelo y me dirá que me ama, allí parada frente a él, le diré que soy Roxana, te tomaré y nos iremos de aquí. Jamás volveremos a separarnos, resiste mi pequeña, ya casi es hora de que nos veamos".

Sharon recibió un mensaje de Arap.

"Lamento haberme ido tan repentinamente, me disculpo".

Yo también me disculpo, lamento haber causado ese encuentro tan desagradable, le contestó ella.

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Isabella se paró en la casa de Germán, este le abrió, y en cuánto entró lo agarró a besos.

Germán, sin más ni más, le correspondió.

Arap le llamó a Isabella pero esta no contestó porque estaba ocupada en los brazos de Germán, y en su cama.