Entre Dos Mundos: El Encanto De La Mitad Y Mitad

Las sombras se agitaron fuertemente, extendiéndose como tentáculos oscuros hacia Demian y Liz. Demian cerró los ojos por un instante, concentrándose en su propio poder como semidiós de la muerte, para crear una barrera protectora. Chispas oscuras de energía mágica brotaron de sus manos, disipando parcialmente las sombras que se acercaban.

"Melissa,no necesitamos pelear, Liz podría salir lastimada."- dijo Demian con voz firme, tratando de mantener la calma y salvar la situación.- "No somos enemigos. Podemos encontrar una solución juntos."

"¡Liz, protégete!"- exclamó Demian, con voz firme pero preocupada, mientras mantenía su posición y buscaba una oportunidad para contraatacar.

"Melissa, esto no tiene que ser así, piensa en Liz." -suplicó Demian, luchando por mantener la calma en medio del caos. -"No somos enemigos. Podemos encontrar una solución."

Mel, con los ojos llenos de furia y determinación, ignoró sus palabras y lanzó un ataque implacable. Rayos de energía oscura se dispararon de sus manos hacia Demian, quien se movió con agilidad sobrenatural para esquivarlos. Cada impacto resonaba en las paredes de la sala destruyendo todo a su paso, amenazando con desmoronar la estructura bajo la intensidad del conflicto sobrenatural.

"¡No me detendrás!"- gritó Mel, con voz enardecida, mientras continuaba lanzando oleadas de poder oscuro.

Demian respondió con una magia defensiva, levantando la mano para crear un escudo de luz oscura y mística que se iluminaba con cada impacto. A pesar de sus esfuerzos, estaba claro que Mel tenía la ventaja en la batalla. Sus ataques eran rápidos y certeros, manteniendo a Demian constantemente a la defensiva sin poder atacar.

"Debo sacar a Melissa de aquí o esto se derrumbara con Liz adentro."- pensó Demian mientras defendía su posición.

Liz, observando con angustia desde el margen de la lucha, se sintió atrapada en una encrucijada emocional. Quería intervenir para proteger a Demian, pero también sabía lo mucho que significaba Mel para ella.- "¡Mel, por favor, detente!" -exclamó Liz, su voz temblorosa reflejando su conflicto interno y aun con esperanza de que su amiga recapacitara. -"No tienes que hacer esto. Hay otra manera, podemos vivir en paz."

"¡Tú no entiendes, Liz!" -replicó Mel, con desesperación y una mezcla de dolor. "Él es peligroso. No puedo permitir que te lastime, no existe una forma de vivir en paz hasta que el no esté y todos los de su especie."

Mel lanzó una oleada de fuego negro contra Demian y este nuevamente con una mirada firme y algo debilitado expande su escudo un poco más.

La batalla alcanzó su clímax cuando Mel, con una explosión final de energía oscura, desató un ataque devastador. Demian hizo todo lo posible por resistir el golpe, pero el impacto fue abrumador. Las sombras se condensaron en un torbellino de furia alrededor de Mel, oscureciendo la habitación y amenazando con consumir todo a su paso.

Demian se tambaleó, su magia flaqueando ante la intensidad de la batalla. La habitación temblaba con cada choque de poderes, y Liz observaba con preocupación, buscando desesperadamente una solución que no implicara más daño para ninguno de ellos, pues no quería perderlos.

Finalmente, con un último esfuerzo, Demian logró estabilizar su posición, seguía a la defensiva. Concentró todo su poder en un contraataque desesperado, ya que no había podido hacer otra cosa más que defenderse, enviando destellos de luz oscura que chocaron contra los rayos de sombras de Mel con una fuerza explosiva.

El enfrentamiento alcanzó un punto crítico cuando Mel, consumida por la rabia y el poder descontrolado, empujó a Demian con todas sus fuerzas a través de la pared de la sala, sacándolo violentamente de la casa. El impacto fue estruendoso, dejando un agujero en la estructura mientras Demian salía despedido hacia el exterior, golpeándose contra el suelo con fuerza.

"Ahhhh!!"- gritó Demian por el dolor del impacto qué acababa de recibir.

El silencio tenso y cargado llenó la habitación. Liz se acercó lentamente a Mel, el corazón apretado por la preocupación y la incertidumbre. -"Mel, ¿qué has hecho?"- murmuró Liz, mirando entre horrorizada y angustiada hacia el agujero por donde Demian había sido expulsado y el grito sordo que escuchó.

Mel se quedó mirando el agujero por un momento sin ningún remordimiento, las sombras a su alrededor palpitaban con una energía ominosa. Lentamente, se volvió hacia Liz, mostrando le una sonrisa burlona.

Mientras tanto, Demian se levantó del suelo con dificultad fuera de la casa, sintiendo el dolor agudo de su cuerpo herido. Se tomó un momento para recuperar el aliento, su mirada fija en el agujero por donde había sido arrojado. A pesar del dolor físico, su determinación por encontrar una solución pacífica seguía intacta, pues sabía lo importante que era Melissa para Liz.

En la oscuridad creciente, las sombras se agitaron en la casa, tomando formas cada vez más grotescas y amenazantes. Mel, aún atormentada por la ira y el conflicto interno, salió por el agujero y levantó las manos hacia el cielo nocturno. Un rugido retumbó en el aire mientras las nubes se arremolinaban sobre ellos, energía oscura acumulándose a su alrededor.

"¡Mel, detente!"- exclamó Liz, tratando desesperadamente de contener a su amiga mientras sentía el poder desbordarse.

Demian, ahora en pie pero tambaleante, se preparó para el siguiente embate. Extendió las manos, canalizando su propio poder hacia la defensa, mientras observaba con determinación la creciente tormenta mágica que se gestaba dentro al borde de esa pared.

El enfrentamiento se intensificó cuando Mel desató un torrente de energía oscura contra Demian, quien respondió con un contraataque brillante y potente. Los destellos de magia llenaron el aire, iluminando brevemente la noche con su intensidad.

"Al menos ya estamos a fuera y puedes estar más segura Liz"- penso Demian mientras se le dibujaba una sonrisa, defendiéndose contra Mel.

Liz miraba con horror y dolor, sintiendo cómo el conflicto entre ellos amenazaba con desgarrar todo lo que conocían.- "¡Basta!"- gritó, su voz apenas audible sobre el estruendo de la batalla. Pero sus palabras se perdieron en el caos que había engullido la zona.

El destino de todos estaba ahora pendiendo de un hilo mientras la batalla se extendía, cada movimiento y cada golpe oscuro determinando el curso incierto de lo que estaba por venir.

En medio del caos de la batalla entre Mel y Demian, Liz vio llegar Kai, recordo que le había enviado un mensaje urgente antes de la batalla, para que los ayudara. Liz le hablo de inmediato para que se acercará a donde ella se encontraba y le explico la situación actual, solicitándole su ayuda desesperadamente para detener a Mel antes de que las cosas empeoraran aún más.

A pesar de sus esfuerzos, Liz sabía que convencer a Mel de detenerse sería difícil sin recurrir a la fuerza, pero no quería lastimarla, estaba en una encrucijada. Considerando sus opciones, decidió que la ayuda de alguien más sería crucial. Entonces, recordó a Basil, un amigo cercano con habilidades que podrían ser útiles en esa situación, después de todo él dijo que le ayudaría si alguna vez lo necesitaba. Así que no perdió tiempo en contactarlo, explicándole la gravedad de la situación y rogándole que se uniera a ellos para enfrentar a Mel juntos.

Mientras tanto, la batalla entre Mel y Demian había causado estragos en la casa y los alrededores, reduciéndo a escombros las paredes qué dividian su alrededor. Los enfrentamientos estaban cada vez más intensos, con golpes y magia que llenaban el aire por parte de Melissa. A pesar de los esfuerzos de Demian por contenerla, Mel parecía tener la ventaja, mostrando una fuerza y ferocidad que preocupaba a Liz profundamente.

Para ese instante Kai ya estaba aún lado de Demian, saludando le con la mirada y listo para ayudarlo en la batalla.