Bella

El ambiente en el auto era algo incómodo, Isabella solo se limitó a ver por la ventana, mientras Ignacio solo conducía perdido en sus pensamientos.

— Lo siento, creo que lleve las cosas demasiado lejos. — dijo Ignacio rompiendo el incómodo silencio.

— No te preocupes, sé que lo hiciste por alguna razón. — respondió Isabella volteando a verlo.

— Solo espero que este asunto quede aquí, no quiero tener que lidiar con un compromiso falso. — comento Ignacio preocupado.

— Tampoco me interesa estar comprometida con nadie. — respondió Isabella algo incómoda.

— Bueno, entonces olvidemos esta noche. — pidió Ignacio más tranquilo.

— Ya está en el olvido. — aseguro Isabella.

El resto del camino ninguno de los dos volvió a hablar, cuando llegaron a la casa Isabella se bajó del auto sin esperar a que Ignacio abriera la puerta del auto para ella, al entrar a la casa Miranda estaba sentada en la sala, ella estaba sentada mirando algunas revistas y algo preocupada porque en todo el día no había tenido noticias de su hija, pero la sorpresa que se llevó cuando vio a Isabella entrar por la puerta fue grande, al fin estaba viendo a su hija vestida y arreglada mostrando lo hermosa que ella era.

— Hija!, eres tú!. — dijo Miranda con la mano en el corazón.

— No exageres mamá, no fue tanto el cambio. — respondió Isabella restándole importancia a su nueva apariencia.

— No digas eso hija, te ves muy hermosa, siempre quise verte así. — aseguro Miranda con lágrimas en los ojos.

— Bueno me voy a mi habitación, estoy muy cansada y mañana es mi primer día de trabajo. — dijo Isabella dándole un beso a su mamá y subiendo las escaleras.

Miranda e Ignacio se quedaron solos en la sala y entablaron una conversación muy agradable.

— Gracias por lo que está haciendo por Isabella. — comento Miranda con una gran sonrisa.

— Lo hago con gusto, su hija es muy inteligente y sé que va a lograr grandes cosas. — aseguro Ignacio viendo a Miranda a los ojos.

— Sabe?, me gustaría que ella encontrará la felicidad, mi pobre hija ha sufrido demasiado. — dijo Miranda con nostalgia.

— Por qué su apellido me parece familiar?. — pregunto Ignacio sin anestesia.

— Es un apellido común, a lo mejor lo escucho en algún lado. — respondió Isabella.

— Conozco a una familia Del Castillo, pero en esa familia solo hay una heredera la cual tiene una hija bastante especial. — dijo Ignacio con sarcasmo.

— Imagino que es una familia de dinero y como ve, nosotras no tenemos nada. — respondió Miranda tratando de mantenerse calmada.

— Si, claro, bueno yo también me retiro mañana será un día difícil para mí.

Ignacio se retiró a su habitación, él necesitaba un buen baño con agua fría, tener bajo su mismo techo a Isabella no sería nada fácil para él y más sabiendo que ella tiene el corazón roto y que lo más seguro es que no va a querer nada con nadie por ahora.

Al día siguiente la alarma de su teléfono la despertó y es que su hora de entrada a la empresa era a las ocho, entonces ella se despertó a las seis para poder estar lista a tiempo y no llegar tarde.

En fin la chica se dio un baño, luego seco su cabello dejándolo lo más liso posible, se lo amarró en una cola alta y después procedió a maquillarse, el día anterior las muchachas del salón de belleza le dieron algunos tips para que quedara bien su maquillaje, una vez termino procedió a ponerse la ropa que había escogido anteriormente, este constaba de una falda tubo ceñida al cuerpo color negro al igual que su camisa y encima un blazer blanco, y el calzado eran unos botines de tacón alto, se veía como toda una profesional, al verse al espejo y quedar satisfecha con el resultado, Isabella decidió salir de su habitación, una vez que abrió la puerta se encontró en el pasillo con Ignacio que también estaba listo para empezar el día.

— Veo que aprendiste bien como combinar tu ropa y maquillaje. — comento Ignacio viendo a Isabella de arriba abajo.

— Hice mi mayor esfuerzo para aprender. — contesto Isabella.

— Bien, vayamos a desayunar para luego salir al trabajo. — dijo Ignacio ofreciendo su brazo a Isabella para qué se apoyará en él.

— Me está malacostumbrando señor Hernández. — dijo Isabella casualmente.

— Bueno eres mi amiga así que no está mal tenderete una mano. — respondió Ignacio sonriendo.

Los dos bajaron las escaleras con una gran sonrisa y hablando como si se conocieran desde siempre, parecían una verdadera pareja, al menos eso pensó Carmelo Hernández al verlos bajar tan íntimamente.

— Buenos días, hijo, veo que lo que me contaron es cierto. — dijo Carmelo mirando fijamente a Isabella.

— Qué estás haciendo aquí papá, pensé que nos veríamos en la empresa. — respondió Ignacio confundido.

— Así era Ignacio, pero esta mañana al despertar me encontré con la noticia de que mi hijo había regresado.— Carmelo hizo una pausa, para luego continuar. — y además con una prometida.

— De que hablas papá?, no estoy entendiendo nada. — dijo Ignacio extrañado.

— Tú debes ser la hermosa dama que me dijeron que vieron anoche con mi hijo, es un gusto conocerte muchacha. — saludo Carmelo muy emocionado a Isabella.

— Mucho gusto señor, soy Isabella del Castillo. — contesto Isabella amablemente.

— Del Castillo, eres familia de Amanda y José Luis Del Castillo?. — pregunto Carmelo intrigado.

— No señor, en este mundo solo somos mi mamá y yo. — respondió Isabella honestamente.

— Entiendo, entonces cuánto tiempo llevan saliendo?. — pregunto Carmelo.

Cuando Ignacio iba a contestar Miranda salió de la cocina para buscar a su hija quién debía salir al trabajo lo ante posible, en ese preciso momento un vaso con jugo que llevaba en su mano cayó al suelo al encontrarse con Carmelo.

— Mamá estás bien?. — dijo Isabella preocupada.

— Mamá?. — pregunto Carmelo confundido.

— Sí, papá la señora Miranda es la mamá de Isabella, acaso la conoces?. — pregunto Ignacio.

— No hijo, no la conozco, yo tengo que retirarme, nos vemos en la oficina, espero que seas feliz con tu nueva novia y que no salga interesada como la otra.

Carmelo salió prácticamente corriendo de la casa de su hijo, esa actitud le pareció extraña a Ignacio, el nunca había visto a su papá actuar de esa manera.