1ra parte de "Solo soy un detective"
Alexis Mefhisto, nombrado como el mayor criminal del planeta se encuentra en los últimos instantes de su existencia. Rodeado de la fuerza del país y parado en la alcoba de un gran edificio, su final está más que claro. Sin algún lugar a donde escapar, decide acabar su historia de la mejor manera y, a la vista de todo mundo, salta del gran edificio abrazando el vacío. Pero, para su suerte, algo raro pasa: ¡No muere, sino que es transportado a otro mundo!
En un lugar dónde él nunca existió ¿Qué podría hacer el que alguna vez fue el maestro del crimen?
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Prólogo, Capítulo 10 - Un duo incompatible.
Todos salen de la oficina y se dirigen a sus respectivas ubicaciones establecidas, pero poco antes de salir del edificio, Alex mira que Karin acaba de entrar, vestida con un vestido simple y discreto, con la novedad de llevar lentes.
—Vaya, Alex, por fin te encuentro —dice Karin con tono de alivio y una sonrisa.
—¿Karin? ¿Qué haces aquí? —pregunta Alex—. «Maldición, con todo este problema no pude ir a estudiar...»
—Como no llegaste a estudiar, pensé que te habías metido en otro problema, y vine para ver si era así —contesta Karin con un ligero tono de ironía por haber acertado en su suposición.
—¿Tan problemático crees que soy? Aaahhh... tienes razón, como estás viendo, estoy metido en otro asunto judicial —dice el hombre—. «Se vistió como maestra de preescolar, que cómico»
—¿Un asunto?
—Yendo al grano, creen que soy cómplice de un robo de joyas en una habitación del hotel donde me hospedo, y para evitar estar aquí encerrado sin nada que hacer, me uní a la investigación.
Mientras hablan, Karin se percata que Jannet los está mirando fijamente con ojos de molestia o angustia.
—Ya veo... eh... Alex ¿Puedo preguntarte algo?
—Claro.
—¿Por qué la agente de allá te mira de esa manera? ¿Hiciste algo que la molestó? —pregunta Karin mientras cruza miradas con Jannet.
—Ah, Te refieres a... ¿Cómo se llama? Ah sí, Jansey, pues no le he hecho nada aún, lleva así desde que me vió otra vez —contesta Alex—. «¿Si se llama Jansey?»
—¿No sabes por qué está enojada contigo? Deberías preguntarle y aclarar las cosas —dice Karin. «¿Dijo que aún no le hacía nada...?»
—No me llamo Jansey, es Jannet —la Agente se acerca a los dos sin que se dieran cuenta—, si vas a trabajar conmigo por lo menos recuerda mi nombre, idiota —exclama Jannet con un tono hostil.
Apenas escuchar la voz, Karin salta de la sorpresa y se pone un poco nerviosa.
—Aahh... B-buenos días, Agente, g-gracias por su ayuda el otro día —dice Karin sonriendo nerviosamente.
—No se preocupe señorita, al fin y al cabo, ese es mi trabajo, y por favor no me llame agente, suena muy formal para mí gusto, mejor llámeme Jannet —contesta Jannet con una sonrisa.
—Ya veo, yo me llamo Karin, un gusto y gracias de nuevo, señorita Jannet —dice Karin un poco más tranquila.
—Un gusto, señorita Karin.
—¿Ahora por qué eres tan amiga de todo mundo? Hasta hace un momento me querías bajo tierra —dice Alex con sarcasmo.
—Tú lo has dicho, a ti, nadie más que a ti; señorita Karin, le recomiendo cortar cualquier conexión con este hombre antes de que le haga algo, se lo digo por su bien —dice Jannet seriamente.
Las dos chicas se miran mutuamente, se puede notar una clara preocupación en los ojos de Jannet, a lo cual Karin cierra los ojos, y después sonríe mientras se acerca un poco más a ella.
—Sé a qué se refiere, señorita Jannet, pero puedo decir que Alex no lo intentará de nuevo, se lo aseguro —dice Karin en voz baja para que solo ella la escuchara.
Las dos vuelven a mirarse, los ojos de Karin no demuestran ningún signo de miedo, en cambio, muestran seguridad y tranquilidad. Jannet cierrs los ojos y pasa por un lado de ella para salir de la agencia.
—No digas que te lo advertí, vámonos ya —dice Jannet saliendo de la agencia.
—Perdón Karin, no tengo otra más que ir con ella—dice Alex con muy poco entusiasmo.
—Está bien, cuídate y no lastimes mucho a la gente.
—No lo digas así que me haces parecer un cretino... Una pregunta, Karin.
—Dime.
—¿Necesitas esos lentes?
—Bueno, son lentes de descanso, como íbamos a estar leyendo los iba a necesitar para no cansar mi vista, ¿Porqué lo preguntas?
—¿Me los podrías prestar? Los necesitaré para algo.
—No entiendo muy bien, pero aquí tienes, por favor, procura no romperlos...
—A veces siento que no me tienes mucha fe... No te preocupes, te los regresaré intactos está noche, nos vemos.
Alex guarda los lentes en la bolsa de su chaqueta y sale de la agencia.
—... Esta noche.
La mujer sonríe levemente. Fuera de la Agencia, el hombre apresura el paso para estar a la par de la Agente.
—Sabes, si me pides que me aprenda tu nombre, lo mínimo que espero es que me llames también por el mío, tabla amargada.
—Solo cállate y vamos a la joyería de una vez.
...<><><><><><>...
Al cabo de un rato todos se encuentran en sus respectivas posiciones: Chrono en la joyería Diamond Cut; Fimbulvetr y Gensei en Impresive, Jannet y Alex en Gold Present; mientras que Bearly espera escondido cerca de la casa de Bernard Dodgy. La casa tiene solo dos ventanas por delante, cada una a los lados de la puerta principal. No se logra ver movimiento dentro de ella, por lo que es cuestión de tiempo de que el individuo llegue a una de las tres joyerías. El tiempo pasa y Alex empieza a aburrirse.
—¿Cuánto tiempo tenemos que esperar? Esto parece eterno —dice Alex mientras está recargado en una pared a la otra calle frente a la joyería.
—Haz lo que quieras mientras mantengas la boca cerrada, me pones de nervios cada que hablas —contesta Jannet en voz baja pero molesta.
—Es imposible, aquí solo hay viejos arrugados en quiebra y tórtolos desesperados en busca de joyas baratas para sus parejas. Por cierto, sal de ese buzón, resaltas bastante y te ves ridícula —dice Alex mirando de reojo a Jannet, que está dentro de un buzón de correo.
—Es un escondite, nadie sabrá que hay un agente especial en un buzón de correo —dice Jannet en voz baja mirando por la rendija del buzón.
—Hasta un vejestorio con aumento en sus lentes de 12 dioptrías podría ver lo ridículo que es ese escondite.
Jannet quiere ignorar los comentarios hilarantes de Alex, pero pasa un anciano con unos lentes con un aumento tan grande que sus ojos se veían enormes por el cristal de los mismos.
—Buenos días, señorita Agente gente, ¿Está ocurriendo algo grave por esta zona? —pregunta el anciano.
Jannet sale del buzón totalmente roja.
—N-No pasa nada señor, solo estamos patrullando y mirando que no haya nada peligroso dentro de los buzones de la zona, usted no se preocupe y siga su camino... —contesta Jannet con una sonrisa nerviosa.
—Ya veo, gracias por su arduo trabajo, señorita Agente, por favor siga protegiendo de nosotros —dice el anciano para después retirarse a paso de tortuga.
Un silencio incómodo rodea la escena por unos segundos.
—... Te lo dije, hasta un anciano con el aumento máximo posible pudo verte en tu gran escondite.
—No es necesario que me lo digas, ya me di cuenta, así que no lo repitas —exclama Jannet aún roja y molesta.
—"Es un escondite, nadie sabrá que hay un agente especial en un buzón de correo" pasa un viejo y logra verte hasta el color de las bragas, que ridículo.
—¡Sé lo que dije, cállate de una vez maldito payaso!
—Sí, si, como digas, baja un poco la voz o harás que nos descubran aún más.
—El que debería callarse eres tú, payaso de quinta, te la pasas haciendo chistes sin gracia todo el tiempo y no cierras la boca —exclama Jannet en voz baja.
—No tengo la culpa de disfrutar mi vida, por otro lado, no tienes mucha experiencia de campo ¿Verdad? Si pensaste que ocultar te de esa manera era funcional, tienes mucho que aprender...
—Ese no es tu problema, no te metas en lo que no te llaman.
—Tienes razón, no me importa la verdad.
—Eres un...
—Cambiemos de tema, tengo una pregunta para que se te baje el enojo: ¿Qué es esa pistola extraña que llevas en la cadera? —pregunta Alex un poco curioso.
—¿Pistola? No puede ser, ¿Puedes verla?
—No, noté que llevabas algo en la cadera por tu postura. Normalmente, cuando alguien lleva una arma en esa zona, aleja un poco su brazo de manera inconsciente.
—Que bueno que no la veas, se supone que tiene un filtro de camuflaje instalado.
—Si, si, muy bonito, pero ¿Para que sirve?
La Agente toca el arma y se vuelve visible al instante. Tiene la apariencia de una arma muy moderna, casi futurista.
—Se llama incapacitador, su principal uso es contra criminales con rango asignado, dependiendo del rango, el canalizador alterna entre cargas eléctricas letales o no letales, esta no disparará mientras la persona no tenga rango de criminal —explica Jannet sujetando el arma.
—En otras palabras, es un taser que si puede matar, que decepcionante, con el estilo que tiene —dice Alex con tono vacilante—. «Así que aquí también hay rangos, parece que este sistema cruza incluso mundos»
—La apariencia es lo de menos, de no ser porque la notaste nunca la habrías visto.
—Ya entendí, soy impresionante, no necesitas elogiarme por mi gran vista.
—No te elogiaría aun si me pagaran por hacerlo, solo eres un idiota que trata de parecer una gran persona, pero que en realidad es...
Alex le tapa la boca con la mano para que se calle.
—Ya me insultas luego, tal parece que nuestro individuo llegó a la escena —dice Alex quitando su mano de la boca de Jannet y mirando en dirección a la joyería.
En frente de la joyería está una persona parada con la capucha de su suéter puesto, pero por reglas del.establecimiento este se la quita, dejando al descubierto al sospechoso Toppo Shirley, el chico lobo que había robado las joyas, antes de entrar, mira a todos lados para ver que sea seguro, y después entra al lugar.
—Informa a Chrono, y dile que se dirijan al hogar de Bernard Dodgy, yo llevaré a nuestro amigo allá. No te preocupes, no necesito ayuda con un mocoso, ve yendo a su escondite también —dice Alex caminando a dirección de la joyería.
—No te puedo quitar el ojo de encima, iré contigo quieras o no —dice Jannet yendo tras de Alex.
—Entonces pon cara de enojo, como si hubiera adivinado el color de tus bragas negras.
—Con solo tenerte cerca me dan ganas de vomitar, no es necesario que adivines el color de mi ropa interior... Espera, ¿Cómo sabes que son negras? —exclama Jannet poniéndose roja.
—Secretos del oficio, pero ya cierra la boca, ya estamos cerca, no hay que asustar a nuestro invitado especial.
Alex y la Agente cruzan la calle y se paran en frente de la joyería. Antes de entrar, el hombre saca los lentes que le había dado Karin y se los pone.
—¿Qué crees que haces?
—Simplemente estoy entrando en papel.
Alex se acomoda el cabello de una manera muy simple y formal, se quita la chaqueta y se la lanza a la mujer.
—Si entrara con esas fachas, lo más probable es que lo espantaría.
El hombre se posiciona en frente de la puerta a punto de abrirla, la mujer se pone detrás de él pero este la aleja un poco.
—No entres conmigo, espera unos minutos y ponte en el lado de los asientos de espera cuando entres. Déjame a mi al mocoso.
—¿Cómo sé que no le dirás que escape o algo parecido?
—Por una vez en este día, te pido que confíes al menos un poco en mí, el éxito de esto dependerá de eso.
Sin más cosas que decir, el hombre abre las puertas del lugar y empieza su actuación.
Espero la segunda parte💗
Vivió una vida horrible... y a pesar de eso... decidió quedarse por y para sus hijos...
Me acabo de dar cuenta de algo
¡¿Ella no se llama igual que-?!
¡¡No me digas esooo!!
Es horrible la cruedad de ese hombre para agredir a su familia de esa manera... y sin remordimiento alguno...