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El Mago Que Quemó Todo

El Mago Que Quemó Todo

Status: En proceso
Genre:Aventura / Harén / Magia / Magia y demonio / Padre soltero / Héroes / Salvando al mundo
Popularitas:4.6k
Nilai: 5
nombre de autor: Charly93

El mago que quemó todo. Una falsa desde el inicio, un heroe que se convirtio en leyenda por destruir a los magos negros y traer paz al mundo. Si supieran la verdad de él, lo verian como un tipo lujurioso que nunca hizo el minimo esfuerzo.

NovelToon tiene autorización de Charly93 para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

10. Natalia Longfield 3

Cedric, sintiendo la presión de la urgencia, aceleró su paso entre los interminables pasillos de la dimensión encantada de Natalia. Cada espejo y cuadro que encontraba parecía ser solo una ilusión, confundiéndolo más mientras la mansión se extendía como un laberinto sin fin.

Mientras corría, los susurros de los cuadros se intensificaban, como voces lejanas que intentaban comunicarse con él. Cedric, sin tiempo para descifrar sus mensajes, buscaba desesperadamente un lugar donde ocultarse.

Finalmente, avistó un armario en una esquina. Con movimientos rápidos y sigilosos, abrió la puerta y se escondió en su oscuro interior. Cedric arrulló a Lysander en sus brazos, tratando de calmar al bebé mientras mantenía la respiración contenida.

— Todo estará bien —murmuró Cedric, su voz apenas audible en la penumbra del armario.

Mientras permanecía escondido, el mago observaba a través de las rendijas de la puerta entreabierta, atento a cualquier señal de Natalia. Los susurros mágicos de la dimensión envolvían el pequeño refugio.

En la quietud del escondite, Cedric aguardó, sabiendo que la resolución de este misterio no solo determinaría su propio destino, sino también el de su hijo. Cada susurro de los cuadros y cada reflejo en los espejos alimentaban su determinación de liberarse de esta dimensión retorcida y proteger a Lysander de la obsesión desmedida que los rodeaba.

Cedric, dentro del oscuro resguardo del armario, sentía la presión creciente de la magia que emanaba de Natalia. Cada paso que ella daba resonaba en los pasillos.

Cedric, con Lysander en brazos, se esforzaba por ocultar su mana, como si pudiera diluirse en la sombra del armario.

Cedric, mantenia su concentración mientras arrullaba al bebé.

El sonido de los pasos de Natalia se acercaba, y Cedric contuvo la respiración, sintiendo la energía mágica de la elfa vibrar en el aire. Cuando creyó que ella había pasado de largo, liberó un suspiro contenido.

No obstante, antes de que pudiera relajarse por completo, la puerta del armario se abrió lentamente, revelando a Natalia con sus ojos enloquecidos fijos en Cedric y el pequeño Lysander.

— ¿Pensaste que podrías esconderte de mí, Cedric? —dijo Natalia con una sonrisa retorcida, su mirada penetrando en la oscuridad del armario.

En respuesta, Lysander, sintiendo la tensión, comenzó a llorar en los brazos de Cedric. La ansiedad de Cedric aumentó al ver a su hijo afectado por la situación.

— Debes controlar a tu hijo, Cedric. No toleraré interrupciones —dijo Natalia, con una voz fría que contrastaba con la calidez que había mostrado antes.

La indignación se reflejó en los ojos de Cedric.

— ¿Controlar a mi hijo? ¡Es un bebé! No puedes esperar que permanezca tranquilo en esta situación —respondió, su voz temblando con una mezcla de rabia y preocupación.

Natalia, sin embargo, mostró una faceta inesperada. Su expresión se volvió infantil, y con lágrimas a punto de asomar en sus ojos, dijo con un tono quebradizo:

— Lo siento, Cedric.

Cedric, sintiendo una extraña mezcla de empatía y desconfianza, mantuvo a Lysander cerca, tratando de consolar al bebé mientras observaba a Natalia con cautela. La situación era más complicada de lo que imaginaba, y las lágrimas al borde de los ojos de la elfa añadían un matiz inesperado.

...

Cedric, en la cocina con Lysander dormido en sus brazos, observó con precaución a Natalia mientras ella se asomaba con una sonrisa que denotaba su desequilibrio emocional.

— Cedric, ahora que Lysander está dormido, podríamos continuar lo que estábamos haciendo antes —sugirió Natalia, su tono cargado de una mezcla de deseo y obsesión.

Cedric, consciente de la necesidad de ganar tiempo y encontrar una solución a la situación, decidió mentir.

— Por supuesto, Natalia. Haremos todo lo que desees, pero primero necesito encontrar a la madre de Lysander. Ella debería encargarse de él adecuadamente, ¿no crees?

Natalia, ante la mención de la madre, pareció titubear por un momento. Sus ojos reflejaron una mezcla de desconfianza y anhelo.

— ¿La madre de Lysander? ¿Yo podría serlo? —preguntó, con un rastro de inseguridad en su voz.

Cedric, manteniendo su acto, respondió con seriedad:

— No puedes serlo Natalia, no si quieres estar conmigo. Quiero asegurarme de que Lysander tenga todo lo que necesita. Si encontramos a su madre, yo podré darte toda la atención.

Natalia, aunque reticente, asintió finalmente. Cedric, ocultando su verdadero propósito, se propuso utilizar esta oportunidad y utilizar a Natalia.

— Cedric, ¿me das tu palabra? —preguntó Natalia, sus ojos buscando la sinceridad en los de él.

Cedric, sintiendo la gravedad de la situación, asintió con solemnidad.

— Te doy mi palabra, Natalia. Una vez encuentre a la madre de Lysander, volveré contigo, sin que nadie se interponga en nuestro camino.

Natalia pareció acceder a regañadientes, y en ese momento, la mansión empezó a distorsionarse a su alrededor. Los cuadros y espejos temblaban, como si la misma realidad se retorciera bajo el peso de la magia.

— Está bien, Cedric. Te estaré esperando. Pero recuerda, no tardes demasiado —dijo Natalia, con una mirada intensa que dejaba entrever sus emociones tumultuosas.

En un parpadeo, la dimensión encantada comenzó a desvanecerse, y Cedric sintió la transición mientras salía de ese enigma mágico. Mientras la realidad se recomponía, Lysander continuaba durmiendo en sus brazos.

Con Lysander aún en brazos, Cedric lo envolvió con su capa, asegurándose de proteger al bebé de la inestabilidad mágica que había dejado atrás. Cada paso que daba alejándose de la mansión era un suspiro de alivio y, al mismo tiempo, un peso en su conciencia por la mentira que había tejido.

Mientras se internaba en la noche, Cedric sostenía a su hijo, sabiendo que la promesa hecha a Natalia podría complicar su camino.

Una voz conocida rompió el silencio de la noche. Freya, acompañada por su grupo de amigos y Sofía, apareció entre las sombras, revelando la preocupación y determinación en sus rostros.

— ¡Cedric! —exclamó Freya, corriendo hacia él. — Estábamos descifrando la magia para rescatarte.

Cedric, al ver a sus amigos, sintió una mezcla de gratitud y aprehensión.

— No hay tiempo para explicaciones. Natalia podría descubrirnos en cualquier momento. ¡Es hora de huir!

Los amigos, comprendiendo la urgencia en la voz de Cedric, no dudaron y comenzaron a correr a un lugar seguro.

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VagaBond
Nunca pensé que un libro pudiera tocarme tanto el corazón. Esta historia me ha conmovido hasta lo más profundo. 🥺💓
Nụ cười nhạt nhòa
en verdad q tiene un buen estilo
HEEJIN
Me gusto mucho tu capítulo, necesito descubrir lo que va a suceder a continuación. 😍 ¡Por favor, no me hagas esperar demasiado!
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