¿Puede una mujer ser adicta al se*o?
¿Qué es la ninfonania? ¿Tiene cura esa enfermedad?
¿Qué problemas futuros acarrea una viol*ción?
¿Puede un hombre ser el veneno y antídoto de una mujer?
William no supo que le pasó, conecto la mirada con la pequeña mujer y quedó hipnotizado, ella supo como provocarlo, la manera como se balanceó y levantó las piernas mostrando la pequeña tela que cubría lo que él deseaba ver lo puso nervioso y hasta excitado, por un momento se le antojó bajarla del escenario, llevársela y castigarla por alterar el orden de su mie*bro.
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NO ES DE TU INCUMBENCIA
Despues de un tiempo William había logrado lo que quería, Luisa únicamente iba a Pole Dance de visita, el club decayó un poco por la ausencia de la pelirroja, pero, Mike realizó estrategias para mantener prospera su empresa.
La mujer se había dedicado extremadamente a estudiar, como lo había sugerido su novio, ella estaba enamorada y no le costaba reconocerlo, a diferencia del empresario que prefería ocultar sus sentimientos.
La mujer había estado asistiendo a las sesiones psicológicas, aún sin hablar de su pasado, la Dra. Sonia, era una mujer de avanzada edad que estaba atrapada en la vida de Luisa por ser un caso difícil, Luisa solo hablaba de su presente, miraba el sitio, jugaba con objetos de lujo que se encontraban en la oficina e inmediatamente salia del lugar, todo lo relacionado con la pelirroja a la Dra. le resultaba un misterio.
"Señor Lombardi, creo que deberíamos intentar hacer una sesión con usted, Luisa habla mucho de su presente, presente en el que usted es su protagonista, la jovencita confía mucho en usted" Dijo la Dra Sonia a William en una llamada telefónica.
"Perfecto Dra. Sonia, dígame la fecha e iré con Luisa" Respondió William.
Cuando terminó la llamada William quedó pensativo, abrió el cajón de su escritorio y tomó la investigación de Luisa en sus manos y dijo "¿Que más ocultas pequeña?"
En ese instante el empresario recibió la visita de los hermanos Ericsson, dueños de la empresa Ericsson: La mejor cobertura de toda norte América, son el operador móvil más grande de Estados Unidos y cuentan con una base de 145 millones de suscriptores.
"Señor llegaron los hermanos Ericsson" Anunció la secretaria.
"Hagalos pasar, llama a Fernando y por favor que nadie nos moleste" Ordenó William.
En la sala de juntas se encontraban cuatro hombres hablando de sociedades futuras.
"Estamos hablando de un negocio que equivale muchos millones, somos la telefonía más importante del país y tú tienes los aparatos inteligentes más importantes del mundo, juntos somos dinamita, Lombardi" Dijo Steve Ericsson desplegando una sonrisa.
"Las noticias hoy, mañana y por un buen tiempo hablaran solo de nosotros, antes hacías negocios con nuestro padre, pero por estar enfermo de ahora en adelante nosotros somos los encargados" Dijo Davis Ericsson.
"Su padre es un buen hombre y siempre ha sido transparente, espero contar con la misma calidad de persona" Sentenció William en un tono autoritario.
"Almorcemos llegó la comida, después de disfrutar de esta delicia, continuaremos con los negocios" Dijo Fernando.
El almuerzo transcurrió con normalidad y de vez en cuando hubieron temas triviales entre lo negociantes.
El empresario recibió un mensaje de su pequeño demonio "Hola Will, tu secretaria me dijo que estabas en una junta importante, estoy afuera ¿Nesecitas ayuda?"
"¿Traes ropa íntima?" Preguntó el castaño.
"¿Porque? ¿Me la quieres quitar?" Respondió una coqueta Luisa.
El hombre no pudo evitar curvar sus labios, los hermanos Ericsson quienes observan la escena, no podían creer que el tipo cambiará la expresión de altivez y seriedad por una relajada y divertida.
Steve y Dave pensaron que la persona del otro lado de la línea, debia ser muy importante para él intimidante empresario.
"Luisa, juega con todo lo que quieras, menos con mi paciencia, es limitada" Sentenció William.
"Calma Señor gruñón, si tengo ropa interior, e decidido solo estar en esas condiciones en mi casa o en la tuya" Respondió rápidamente la pelirroja, quien había aprendido a conocer el temperamento del hombre.
Los hermanos Ericsson estaban confundidos, habían estado observando al empresario durante un tiempo y este permanecía con la mirada puesta en la pantalla de su celular, reía, se enojaba y de repente resoplaba.
Fernando reía mientras devoraba la comida, este sabía perfectamente quien podía hacer cambiar de humor de una manera drástica a su amigo.
"En mi oficina, hay unos documentos para contrato, por favor traelos" Ordenó William a su adorable novia.
El hombre continuó hablando los con los empresarios Ericsson de la cláusula de permanencia y todo aquello relacionado con la sociedad, si desistian del contrato.
La hermosa pelirroja ingresó a la sala de juntas, Luisa a pesar de no haber crecido en una familia adinerada siempre se preocupó por su apariencia, la niña tenía gustos exquisitos y tenía conocimiento de asesoría de imagen, gracias a Mike.
Luisa, saludó y movió sus curvas en dirección de su amado príncipe, su atención estaba puesta sólo en el empresario.
Cuando Steve y Davis vieron a Luisa, se miraron entre sí y quedaron boquiabiertos, reconocieron a la flamante Fuego de Pole Dance, habían cometido un error al poseerla, ellos y otro hombre lastimaron a Luisa en tiempos anteriores enviándola directamente al hospital.
Los empresarios había quedado impresionados con la belleza de la pelirroja mientras bailaba en el Pole y decidieron ofrecer una fuerte suma de dinero si la mujer accedía a tener un encuentro sexual con los tres hombres.
Luisa acepto y cuando encontraron en un lugar apartado pelearon por quien estaría dentro de la niña por primera vez y al no ponerse de acuerdo accedieron carnalmente a la pequeña Luisa sin contemplaciones.
Por ese motivo Mike prohibió a Luisa tener privados y encuentros sexuales con sus clientes, tuvo que y demandar una orden de alejamiento hacia Luisa, puesto que estos tres hombres no dejaban de acecharla.
Luisa entregó los documentos sin prestar atención al los integrantes de la junta de negocios, Luisa guiñó el ojo al empresario y mordió sus labios.
William tomó la postura normal y solo dijo "Gracias señorita"
Cuando Luisa volteó a mirar para despedirse se topó con las miradas de sus violadores, ellos sonrieron y Luisa cambió la sonrisa por seriedad y frunció el ceño.
"Pero que belleza, nunca pensé toparme... Con una mujer tan hermosa, mucho gusto mi nombre es Dave Ericsson ¿Te he visto en otro lugar? Tu bello rostro me es familiar"
"No creo Dave, si fuera así nunca la hubieses olvidado, es demasiado bella como para olvidarte, mi nombre es Steve Ericsson"
Luisa se puso nerviosa, acto que no pasó desapercibido por el castaño, quien notó la incomodidad de su pequeña.
"Un placer, permiso, no Interrumpo más su reunión" Dijo Luisa entrecortado.
Fernando también notó la incomodidad, supuso que era porque estaba William y no quería que el hombre despertara sus celos.
"¿Desde cuándo trabaja aquí esa preciosura?" Dijo Dave sin dejar de mirar la puerta por donde había desaparecido la pelirroja.
"No es de tu incumbencia" Espetó William.
Steve notó algo de posesividad departe del grandote, no se extrañó, sabía lo que Fuego podía provocar en un hombre.
"No siendo más Lombardi, nos despedimos, ha sido un placer hacer negocios contigo" Concluyó Steve.
Los hombres se despidieron y salieron de la sala buscando desesperadamente a fuego, quien había salido a esconderse en el baño de chicas, se dieron por vencidos y se marcharon.
En la sala de juntas había un William malhumorado "Creo que cometí un error en hacer negocios con esos dos, no me dan buena espina, su padre es diferente"
Fernando quería reír, sabía que su amigo estaba celoso de las miradas descaradas de los hermanos hacia la pelirroja.
"No amigo, el tiempo que llevo en conocerte nunca te has equivocado en los negocios, eres perspicaz y tu olfato no falla" Dijo Fernando.
"¿Qué les importa si Luisa trabaja o no aquí?" Preguntó William, sin poder ocultar su enojo.
"Pensé que no lo dirias, es normal y te tienes que acostumbrar, con todo el respeto Willy, Fuego es demasiado bella y ella no se puede esconder con un dedo, creo que para evitar tu molestia trato de evadirlos y se fue inmediatamente" Dijo un inocente Fernando.
William tomó asiento y pensó en lo ocurrido "Hay algo más detrás de todo"
"¿Qué dices? deja de ser paranoico la mujer hizo todo para no provocar a nadie" Afirmó Fernando.
"Si lo sé, pero ellos la miraron... Olvídalo, trabajemos en el proyecto de virus"