Mi Dulce Fugitiva

Es un hecho que Vitor estaba muy débil, pero no soportaba ver a Helena golpeada, se levantó y caminó lentamente hacia el padre y la hija, quería golpear a Elías para que dejara de ser un cobarde, pero antes Vitor podía hacer lo que quería, uno de los guardias de seguridad de Elías, se detuvo frente a Vítor y solo negó con la cabeza mientras mostraba un arma que estaba en su cintura.

Muy avergonzada por aquella patética escena en la que ella era la protagonista, Helena se levantó, escupió la sangre que tenía en la boca y luego comenzó a hablar:

—Por favor, señor Elías, ¿podemos hablar en casa? Crees que es una vergüenza humillarme desde que nací y ahora lo haces incluso frente a los demás, ¿qué tal si te pones esa cosa dorada que tienes en la cintura y me matas, entonces todo tu odio y también mi dolor terminará - dijo Helena, casi susurrando, no quería que Vitor escuchara eso.

Al escuchar esas palabras, Elías se enojó aún más, pero se controló y luego hizo señas a sus guardias de seguridad para que llevaran a Helena al helicóptero.

—Vamos, Vitor, llamó Helena forzando una sonrisa.

—El helicóptero es pequeño, no lo podemos llevar con nosotros, dijo Elías y luego subió al helicóptero.

—Por favor papá, está herido por mi culpa, así que deja a uno de tus guardias de seguridad y llevemos a Vitor, si no puedes hacer eso por mí al menos esta vez, por favor solo mátame”, dijo Helena y luego abrió los brazos. y cerró los ojos, en ese momento las lágrimas corrieron por su rostro, pero no lograron ablandar el corazón de Elías.

Elías bajó del helicóptero con los ojos rojos de ira, agarró a Helena del pelo y la arrojó dentro del helicóptero y luego miró a Vitor y luego dijo:

—Camina si quieres, hasta mi perro vale más que tú, dijo Elías destilando un odio gratuito que Vítor no sabía de dónde venía.

Mirando fijamente a Elías, Vítor finalmente entendió el motivo de la fuga de Helena y no pudo evitar sentir lástima por la niña.

Como Vitor no estaba dispuesto a romper el silencio que allí reinaba, Elías se encogió de hombros y pronto todos subieron al helicóptero y se fueron, dejando a Vitor atrás, junto a la ventana de vidrio, Vitor vio a Helena dibujando un corazón con sus manos y diciendo algunas cosas. tal vez era pidiendo disculpas, en ese momento ya no pudo contener las lágrimas y lloró mucho, hasta que el dueño de casa se le acercó y al rato le dijo:

—Quédate tranquilo joven, te buscaré unas medicinas y cuando mi marido llegue del trabajo le pediré que te lleve a la ciudad - dijo la señora con voz tierna, mientras acariciaba ligeramente a Vítor en la espalda. atrás.

—Muchas gracias señora, dijo Vítor mientras intentaba contener las lágrimas que insistían en caer.

Evidentemente estar solo allí no fue el motivo de su llanto, pero sabiendo que Helena tiene un monstruo por padre, en ese momento Vítor se arrepintió de haberle dado el número equivocado a Helena, ya que podría ayudarla a escapar en el futuro, ya que terminó borrando su número de su teléfono celular.

—Lamento no poder ayudarte, dijo Vítor mientras miraba una foto que le tomó a Helena mientras dormía.

.

Dentro del helicóptero sólo se escuchaban los sollozos de Helena, puso sus pies en sus manos y al final lo único que logró fue ser capturada por su padre.

—A decir verdad, ¿ya conocías a ese hombre?-preguntó Elías mientras miraba hacia otro lado, evitando ver el rostro de Helena.

—No, no lo sabía, ahora volviendo al tema de su maldito dinero, en esa mochila hay 50 mil y cuando me case con el señor Medina le pediré el resto del dinero y estaremos a mano— dijo, todavía mirando por la ventana.

Al escuchar eso, Elijah esbozó una media sonrisa y luego dijo:

—¿Cambiaste de opinión sobre el matrimonio? Lo sé, intentaste insinuarte a ese hombre y no funcionó, así que te diste cuenta que el señor Medina es tu mejor oportunidad, de lo contrario morirás virgen - dijo Elías para luego reírse histéricamente y sus secuaces hicieron lo mismo. mismo.

—¿Puedes dejar tus comentarios idiotas? Aunque no quieras, soy tu hija y este tema me resulta muy embarazoso - dijo Helena con voz llena de enfado.

Al verla actuar así, Elías la agarró del cabello, la acercó y luego habló con voz aterradora:

—¿Has perdido el miedo a mí? ¿O estás pensando que tu castigo fue solo esa bofetada de hace un momento?

—Tampoco, solo perdí la esperanza de algún día ganarme tu amor, así que acepto con gusto todo el odio que sientes por mí, tal vez entonces pueda ser asesinada por ti, dejando este martirio que se ha convertido en mi vida.-dijo Helena mientras miraba Fijamente en los ojos de su padre, Elías vio dolor y odio, pero no se molestó y habló entonces:

—No me importan tus sentimientos idiotas, ahora trata de dejar de llorar, el señor Medina quiere discutir los detalles de la boda contigo, creo que será mejor que te comportes, de lo contrario te mataré, no solo a ti, sino también a Marta. -pronunció las últimas palabras y sonrió de manera aterradora, sabía que Marta es lo más parecido que tiene Helena a una amiga o incluso a una madre.

Conociendo a Elías y sabiendo que él disfruta burlarse de la gente, Helena solo asintió estando de acuerdo con todo, por un momento, Helena quiso tomar el arma de Elías y quitarse la vida, pero el hombre mayor notó su mirada aguda hacia el arma, le dio una pequeña sonrisa y luego dijo:

—Guarda tus ganas de morir para después de la boda, mi cuenta ya estará pagada, así que ya no serás de utilidad-dijo para luego recostarse en el banco y cerrar los ojos, fingiendo estar dormido.

Al escuchar que Helena sintió un dolor profundo en el pecho y luego comenzó a llorar nuevamente, ahora sospecha que Elías no es humano, no quería creer que ese desafortunado hombre a su lado es en realidad su padre.

“Que así sea, oren para que el señor Medina sea arrogante y cruel como usted, porque si es un buen viejo usaré mi cuerpo si es necesario y pediré la destrucción del grupo de Ventas y también me aliaré con una mafia rival y enviarte al infierno”, pensó Helena mientras miraba a su padre que fingía estar dormido.