- No eres más que una pobre omega - le dice con desdén la novia de su amigo de infancia...
Amelie lleva años soportando malos tratos y burlas indiscriminadas de parte del grupo de amigos de Armand.
Su abuela Selene lo pondrá en jaque cuando casi la pierda.
¿Podrá demostrar su valía, pese a ser una omega?
¿O el destino le tendrá preparado algo más?
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Idilio
Cuan hermoso es el idilio del amor, vivir a plenitud cada momento, que por más pequeño que sea, se convierte en el más hermoso. Armand y Amelie están viviendo su momento de entrega, solo no han pasado al siguiente nivel, pues quieren esperar a que sea la luna de sangre de marzo. Ellos quieren entregarse en cuerpo y alma, recibiendo la bendición de la Diosa Luna y de su alfa.
Amelie junto a su mamá, Becca y las hermanas Dumont, han estado organizando la ceremonia de manera discreta, pues a petición de la novia, desea algo tranquilo, aunque sabe que es imperativo que la manada asista, pues como manada son una unidad. Obvio, se sabe que hay ciertas personas inconformes con las decisiones de la Diosa Madre.,
- Mira Amelie, este vestido - habla Margueritte.
- ¡Wow! Es muy hermoso, creo que es el ideal, ¿se puede pedir en línea?
- Sí, podemos pedirlo y que lo dejen en la compañía y después irlo a recoger., - propone Antonietta.
- Anto tiene razón, vamos a encargarlo enseguida, dame tu talla.
- Bueno, soy talla 8.
- Perfecto, ya está. - dice Margueritte.
- Muy bien chicas, ahora debemos pensar en qué tipo de flores vas a querer.
- Bueno, a mi me encantan los lirios.
- Entonces, esas serán - confirma Rebecca.
- Dime hija, ¿qué tipo de comida vas a querer que se haga? - dice Susan.
- Mami, me gustaría filete de cordero, verduras al vapor y puré. Mis abuelos me dijeron que ellos se encargan de los postres y de la torta.
Al final de la tarde, ya tenían asignadas cada una su tarea. Madre e hija se fueron a su casa, la próxima luna era en una semana y media.
Amelie entra a su habitación luego de haber cenado con sus padres, está agotada pues los pedidos en el local de sus abuelos se han incrementado desde que ella debutó en el cumpleaños de Antoine. A ella no le molesta, muy por el contrario, pero le propuso a sus abuelos que ampliaran el local y que busquen a alg unas de las lobas que se quedaron sin pareja y ahora son madres solteras para capacitarlas y que trabajen con ellos. A sus abuelos les pareció muy buena idea, no es que estas lobas estén pasando necesidad, pues la alfa las ampara, pero sí son muy activas y siempre están prestas a realizar algún oficio.
Unos toques en su ventana la sacan de sus pensamientos, rápido se levanta y al asomarse ve a Armand lanzando piedrecitas al cristal de su ventana. Rápido abre la ventana y sale al balconcillo.
- Hola Romeo, ¿qué haces a estas horas por aquí?
- Buker y yo pasábamos por aquí, y nos dijimos, por qué no pasar a saludar a nuestras chicas.
Quiero que vayamos a dar un paseo, claro, sino estás cansada mi bella Omega.
- Y si mejor subes aquí y dormimos abrazaditos. - le propone ella.
- Eso suena mucho más tentador.
De un impulso y con gran agilidad, sube al balconcillo. Cuando están frente a frente, se abrazan y dan un beso tierno.
- Estás mucho más hermosa que siempre, y esa pijama de gatitos te hace ver muy tierna.
- Tú también te ves lindo, ese porte de chico rebelde te va de maravilla.
Los enamorados entraron a la habitación para acostarse en la mullida cama, como es primavera no se metieron a las cobijas. Se acostaron mirándose, Armand pasa el nudillo de su dedo índice por la tersa mejilla de la Omega, aún le parece estar viviendo un sueño al tener a su amor con él, sobretodo el poder compartir la cama y abrazarla para sentirla solo suya.
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