QUÉ NOS PASÓ?.

El tiempo ha pasado, Regina y Myriam están ya a punto de titularse. Myriam en trabajo social y Regina en sistemas. Las dos son unas alumnas brillantes y van a lograr mención honorífica. Briseida ya va en secundaria, Nayeli en la universidad, sigue la carrera de Medicina.

Myriam buscó a Mamá, quiere hablar con ella.

Mamá, qué has pensado sobre Briseida?.

Juliana se quedó un poco extrañada: A qué te refieres hija?.

Ya voy a terminar mi carrera, voy a poder trabajar. En el centro comunitario, el Licenciado Mendoza me está ofreciendo una plaza, para atender a niños abandonados por sus Padres. Él conoce nuestra historia y cree que mi experiencia va a ser útil en el Centro Comunitario.

Vaya hija, es una buena noticia. Pero, qué tiene que ver Bris en todo esto?.

Cuando Papá y tú nos adoptaron, fue con la condición de que yo fuera una buena hija y hermana. Que tenía que estudiar y al terminar mi carrera, yo me voy a hacer cargo de Briseida.

Acaso te la vas a llevar?.

No Mamita chula, solo quiero liberar a Papá de la carga económica de Bris. Tiene un compromiso muy grande con la carrera de Nayeli, Su carrera es muy cara, aunque estoy segura de que Regina los va a apoyar. Sería yo una ingrata si separara a Papá y tú de Briseida. Ella es su hija, Bris es mi hermana. Es totalmente obra de ustedes. Nunca los voy a privar de su hija.

Mi amor, no sabes cuanta emoción me producen tus palabras. Solo hicimos lo que teníamos que hacer.

Pues lo hicieron con creces. Yo les doy Mención Honorífica. Es lo menos que se merecen.

Claro que acepto tu propuesta. Papá ya se merece un respiro, ustedes se dieron cuenta de que trabaja horas extras para lograr salir en la quincena.

Por eso lo voy a apoyar. Sé que al principio voy a ganar poco, pero voy a cumplir mi compromiso, de la misma manera en que ustedes nos cumplieron.

Ven acá hija. Juliana abrazó a su hija con el mismo amor con el que siempre lo ha hecho. Sabes que Papá y yo nada más planeamos tener dos hijas?. Pero a ustedes dos no las íbamos a dejar caer al barranco. Y no nos equivocamos, estamos muy orgullosos de nuestras cuatro hijas.

Te amo Mamita.

Nunca se te ocurra decirnos gracias, eh Myriam?. Lo hicimos por amor, no por hacerles un favor.

Mamita, aún no llegan mis hermanas y mucho menos Papá. Te parece bien si preparamos juntas la cena?.

Claro que sí hijita. Ay mi amor, me duele mucho mi cadera.

Siéntate Mami, ya tomaste tu medicamento?.

No hija, ya se me terminó.

Mamá, por qué no me dijiste?. Dame la receta, voy a comprarlo.

No hija, mañana tengo cita médica.

Y acaso crees que voy a quedarme a ver como sufres, y yo sin hacer nada?.

Mi amor es un medicamento caro.

No me importa. La receta Mamá.

Tú necesitas ese dinero...

La receta por favor, Mamita.

Está en el cajón del buró.

Myriam sacó la receta, la leyó.

Ahora vuelvo Mamá, no quiero que te pares.

Tengo que hacer la cena.

Mamá.

Está bien hija, con cuidado por favor.

Al salir, se topó con Nayeli. Myriam, adónde vas tan de prisa.

Qué bueno que llegaste Nay, Mamá se puso mal, se le acabó la medicina, entra, está en su cuarto, no dejes que prepare la cena, al regreso la preparamos tú y yo.

Mejor entro antes de que comience a moverse.

Ve, rápido Nay.

Tú ve con cuidado, Myriam.

No tardo. Que siga en reposo.