Latentis

En las habitaciones de los que salieron huyendo se escuchan los gritos ahogados en las almohadas, parecen niños pequeños avergonzados por algún regaño.

—Señorita se encuentra bien—habla Ava acercándose a la cama de Daphne

—Sí —responde Daphne aún debajo de la cobija

—Si el humano se atrevió a tocarla permítame darle un castigo—pide Ava haciendo una reverencia

—Eh no fue eso, él me respeta además no es un humano es un ángel—responde Daphne saliendo de debajo de la cobija

—Entiendo, pero por qué está tan roja acaso se ha resfriado —pregunta Ava tocando la frente de la chica

— No verás lo que pasó es que lo bese, y él no correspondió el beso así que me alejé para regresar al palacio, entonces vino él y me tomó de la mano acercándome a su pecho y sin que pudiera decir algo me besó— habla una apenada Daphne

—Eh señorita me sorprende— responde Ava suspirando, después de todo es mejor que se enfoque en otras cosas

—Lo sé, puedes preparar mi atuendo tengo que ir a trabajar —responde ella

Ava asiente a lo pedido y entra al guardarropas sacando un vestido color violeta, con unas zapatillas bajas, al terminar de vestirse sale de la habitación para ir a su estudio.

Daphne camina seguida por Ava, a nomas entrar al estudio y ver la pila de documentos que tiene que revisar sus ánimos bajan demasiado.

—Señorita estos documentos son los que necesitan su firma, además llegó una carta del primer reino—dice Ava

—Gracias Ava Que haría sin ti, pásame la carta—menciona Daphne

Ava le pasa el sobre de color azul cielo que contiene la carta del reino celestial de Latentis, su sello es un lujo de ver un par de alas doradas, abre la carta empezando a leer el contenido.

Para Reino Elfyris

Por la presente les deseamos que estén muy bien de salud.

Cordialmente, los invitamos a la gala de presentación del príncipe heredero del reino celestial que se dará en dos semanas en el palacio celestial principal, esperamos poder contar con su presencia.

Attt: Reino Celestial

—Tendremos que prepararnos para viajar—menciona Daphne

—Comprendo, mandaré a preparar las cosas—dice Ava

—Antes de que lo hagas envía las cartas a mi familia y a mis padres—pide Daphne

Ava asiente a lo pedido y sale del estudio para entrar en su propio estudio y comenzar con la tarea que se le ha pedido.

Existen pocas maneras de llegar al reino celestial, la primera es volando, la segunda es por un portal o en barco, pero un barco que pueda volar porque el reino celestial está en la provincia celestial que está cerca de las nubes más altas de Latentis.

Dos horas más tarde ya ha terminado de revisar los documentos y al fin ha terminado de hacer el trabajo que tenía pendiente así que se levanta y se recuesta en el sofá de la oficina para descansar.

—Ay al fin un momento de paz—murmura ella para sí misma

Se recuesta, pero con la misma se levanta al escuchar la melodía mágica que alerta a todos que algo mágico ha escapado y anda causando caos en el mundo humano.

—Princesa un árbol de sauce maldito ha sido encontrado en el mundo humano— entra apresurada Ava

—Yo y mi boca invocando problemas—se lamenta

—El escuadrón de objetos mágicos ya está preparado—dice Ava—solo esperan su señal—termina de decir

—Bien vamos a ver qué está haciendo ese árbol—lo malo que podría pasar es que se alimente de los humanos

Este árbol puede ser muy peligroso, ya que sus lianas son venenosas para los humanos no importa si tienes un don mágico o no, si no eres un ser mágico puedes morir.

Al llegar al campamento ya se encuentra el escuadrón listo, entre ellos hay ángeles, hadas, algunas sirenas, elfos, el escuadrón se creó para detener anomalías mágicas en el mundo humano como objetos que se pierden de Latentis y que por arte de magia aparecen en el mundo humano.

—A dónde van—preguntó Arthur apareciendo

—Que hace un humano aquí—pregunta un Ángel

—No es un humano es un ángel, por qué el reino celestial no castiga a, Los Ángeles que son tan inoportunos—dice Daphne viendo al chico que hablo

— Vamos a una misión secreta—dice Daphne acercándose a Arthur

—Puedo ir—preguntó Arthur

—Nunca había visto a este chico cómo es que es un ángel—vuelve a interrumpir el ángel

— Será por qué estás ciego y no te das cuenta de lo que pasa en el mundo real, deberías dejar de vivir en esa burbuja de tu pequeño cerebro—le dice Daphne

Aunque ella sea una princesa Elfa no puede castigar a soldados de otros reinos y menos si este es un capitán como ese ángel que se atreve a menospreciar a Arthur.

—Ya dejen de perder el tiempo y vayan a averiguar dónde está el árbol—ordena Daphne

Ella no se queda atrás tomando la mano de Arthur, abre su portal apareciendo en el imperio Lunne, según la melodía mágica, el rastro de magia fue descubierto en la frontera oeste, crea un hechizo de invisibilidad para que Arthur pase desapercibido junto con ella, caminan entre la multitud cuidando de no chocar con alguien.

Unos minutos más tarde están en el parque donde se encuentran varios árboles, pero no saben cuál es el árbol maldito.

—Cómo sabremos cuál es el árbol indicado—pregunta Arthur

—Fácil sintiendo su energía vital—responde ella

—Y cómo se hace eso—pregunta el chico

—Primero colocas tu mano sobre la superficie del árbol sintiendo como su energía se vuelve en una melodía junto al viento—habla Daphne

Él comienza hacer lo que ella le explicó sintiendo como una corriente corre por todo el árbol sacudiendo sus hojas y escuchando un tin, tin, tin.

—Es realmente hermoso—dice maravillado

—lo es, sigamos observando los demás árboles—pedí Daphne

Ya han revisado más de la mitad de los árboles de ese parque y tal parece que en esa zona no está dicho árbol, caminan entre los árboles hasta llegar al último que es el que está al final cerca de un lago, por este cuelgan varias ramas que parecen lianas con hojas hacia abajo, al acercarse más sienten como un viento frío los golpea de frente.

—Lo encontramos—dice Daphne

—Sí que es aterrador, como lo van a detener—pregunta el chico

—En estos casos son Los Ángeles que los purifican—Habla Daphne