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Renaci Para Morir En Este Apocalipsis...

Renaci Para Morir En Este Apocalipsis...

Status: Terminada
Genre:Magia / Traiciones y engaños / Apoyo mutuo / Reencarnación / Mundo de fantasía / Salvando al mundo / Completas
Popularitas:179.1k
Nilai: 4.9
nombre de autor: abbylu

En un mundo donde zombis, monstruos y poderes sobrenaturales son el pan de cada día... Martina... o Sasha como se llamaba en su anterior vida es enviada a un mundo Apocaliptico para sobrevivir...

NovelToon tiene autorización de abbylu para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

capítulo 9

Luego de estar meditando por un rato, Martina se quedó dormida sentada en el sillón. De pronto, se vio a sí misma junto con su grupo luchando contra zombis y humanos en una especie de refugio donde tenían personas encerradas. De repente, vio cómo Mike levantaba la mano y lanzaba grandes bolas de fuego. Los demás también luchaban con poderes, algo que le sorprendía, pues en la novela original no se mencionaba nada de eso. Pero entonces lo entendió: en el centro de todo el caos se encontraba el protagonista de la segunda temporada de esa misma historia. Al parecer, al haber cambiado los hechos y evitado que el protagonista de la primera historia salvara a los humanos que debía, las tramas comenzaron a mezclarse.

De pronto, un zombi mutante atacaba a Mike y, con uno de sus brazos, le atravesaba el hombro.

Martina gritó y quiso correr hacia él, pero despertó de golpe.

—Hermana, despierta... —dijo Mike.

Martina abrió los ojos y miró a su hermano, quien la sujetaba por los hombros. Al reconocerlo, lo abrazó con fuerza y, mientras trataba de normalizar su respiración, murmuró:

—Estás bien... gracias a Dios, estás bien... aún no pasó.

Todos la miraban sorprendidos. Al separarse lentamente de Mike, él le dijo con voz calmada:

—Tranquila, estoy bien.

Martina miró a los presentes y dijo:

—Siento haberlos asustado... solo fue una pesadilla.

Nadie dijo nada más. Todos volvieron a tomar asiento. El capitán la observó con atención e inquirió:

—¿Quieres hablarlo?

—Será luego —respondió ella con tono firme.

El hombre entendió, pues había demasiados oídos curiosos, y decidió dejar el tema para más adelante.

 

Un mes antes...

POV James

Me encuentro luchando junto con mi hermana para salir del edificio de departamentos donde vivimos. Hace dos días que el mundo colapsó y aún no entendemos bien cómo ocurrió. Solo sabemos que todos comenzaron a devorarse entre sí. Mientras intentamos salir sin llamar la atención de esas cosas, vemos cómo, de pronto, todas se dirigen hacia la salida.

—¿Qué es eso? ¿Lo escuchas? —pregunta Lara.

A lo lejos, se escucha el sonido de un motor que pasa justo frente a nosotros. Al ver que no podemos seguirlo —ya que todos los no vivientes de la calle y del edificio lo persiguen—, decidimos aprovechar la oportunidad para escapar del lugar donde nos encontrábamos.

 

Una semana después...

Luego de varios días vagando por este apocalipsis zombi, encontramos un grupo de personas refugiadas en una antigua escuela primaria. Estaban organizados, aunque no tanto como parecía a simple vista. Algunos estaban armados, otros simplemente asustados, pero todos tenían algo en común: ojeras marcadas por el insomnio y el miedo.

Nos recibieron con desconfianza al principio. Tuvieron que revisarnos y asegurarse de que no estábamos infectados. Nos hicieron pasar por una especie de cuarentena improvisada en lo que había sido la sala de maestros. Fueron tres días vigilados, con poca comida y escasa conversación.

Fue en el cuarto día cuando conocimos al capitán Stiven.

Un hombre de unos treinta y tantos años, con mirada dura y voz firme. Se notaba que era militar, o al menos alguien acostumbrado a dar órdenes. Fue él quien nos permitió quedarnos, pero no sin condiciones.

—Aquí todos trabajan por su lugar —nos dijo mientras nos evaluaba con la mirada—. Esto no es un hotel ni un orfanato. Si quieren seguir respirando, van a tener que ganárselo.

Lara, como siempre, habló antes que yo.

—Entendido. No buscamos caridad, solo un lugar donde no tengamos que dormir con un ojo abierto.

Stiven esbozó una sonrisa apenas perceptible y nos asignó tareas. A mí, patrullas nocturnas; a Lara, cocina y apoyo en la enfermería. No era el paraíso, pero era mucho mejor que estar allá afuera.

Fue en esos días cuando conocimos a los demás: Martina, Mike y los demás sobrevivientes que formarían parte de nuestro equipo.

Ellos llegaron justo cuando creímos que el refugio se vendría abajo. Una horda de zombis se dirigía hacia nosotros, y los soldados intentaban alejarlos para proteger a los civiles que estábamos con ellos.

El caos se desató rápidamente, pero el sonido de un motor y ruedas chirriando llamó la atención de todos. Al mirar por las ventanas, vimos a una chica de cabello largo bajando con un arma en mano, acompañada de varios hombres que intentaban ayudar a los soldados. Fue entonces cuando uno de ellos subió y gritó:

—¡Debemos irnos, muévanse!

Todos corrimos hacia el autobús, y en cuanto estuvimos todos a bordo, notamos que quienes habían venido a rescatarnos también eran muy jóvenes. Ninguno superaba los treinta años, excepto un hombre que se mantenía de pie en la puerta con una escopeta.

Nos preguntaron si estábamos heridos. Al ver que uno de los nuestros tenía el tobillo torcido, lo revisaron rápidamente y nos aseguraron que en el refugio lo atenderían.

Al llegar a la mansión, nos sorprendió ver lo preparados que estaban. Era evidente que sabían que algo así podía ocurrir. ¿Pero cómo? Solo el capitán lo supo después.

La joven que lideraba al grupo de la mansión parecía saber más de lo que decía. Días después, tras imponer sus reglas, ocurrió lo impensable: como en una película de terror, tuvimos que correr por nuestras vidas.

Nos refugiamos en un enorme salón, donde el fuego de las chimeneas nos mantuvo a salvo por días. Una de esas noches, mientras todos dormían, Martina —la líder— comenzó a tener pesadillas. Cuando su hermano la despertó, se notó el alivio en su rostro al verlo con vida.

Nadie entendía del todo cómo funcionaban sus "visiones", pero gracias a ellas, todos seguíamos con vida. Nadie podía poner en duda sus palabras, y todos temíamos saber qué había visto esta vez.

1
Rosa Garcia
muy buena historia,me gustó 👍
Amunet 🖤
los muertos vivientes y estación zombi es lo único q he visto d éste estilo, y eso me ayudo a disfrutar d esta novela fue muy emocionante esperar cada vuelta situación q atravesaban los personajes y aunq x ahí d algunos solo se mencionaban d pasada, no molesto .... estuvo genial ♥︎
Amunet 🖤
pobres tuvieron más problemas en el trayecto q en el destino ♥︎
Maria Kupke Probst
Muy buena la historia. Las otras 2 que nombras ya las leí y me encantaron. Voy por más. Felicitaciones
Amunet 🖤
si es una coqueta aléjate, x ahi encontrarás alguna mutancita jiji♥︎
Amunet 🖤
jajajajjajaja los celos le ganan a la supervivencia jajajajja♥︎
Amunet 🖤
pues chapín su mochila y salgan x ellos pues estos♥︎
Amunet 🖤
mientras no aparezca a dar lata todo bien, hay sufiente lío sin revoltosos ♥︎
Amunet 🖤
obviamente, si ella tomo el mando líder es uno solo, en sus novelas estuvieron cada uno en grupos distintos aquí ella se torno la cabeza♥︎
Amunet 🖤
humm, viene el lobo, viene el lobo...... no ... ojalá te atrape un zombi♥︎
Amunet 🖤
una d las q llego con Karl♥︎
Amunet 🖤
ahhhhh en ese lugar es donde después se tenia q armar la resistencia antizombisy q luego pelearan entre ellos♥︎
Amunet 🖤
wow con Karl doblaron la cantidad d supervivientes ♥︎
Amunet 🖤
tengo hambre jijiji♥︎
Amunet 🖤
pues claro la alimento y la fortaleció ♥︎
Amunet 🖤
ohhhhhh el amor noble permitió matarla al principio ♥︎
Amunet 🖤
ohhhhh q lokura ♥︎
Amunet 🖤
pues igual se supone el lidera al grupo más adelante o en la historia original ♥︎
Amunet 🖤
su sueño la previno y pudo salvarlos a todos al menos x el momento ♥︎
Amunet 🖤
q molesto ♡
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